OLIVERIntento concentrarme, pero no puedo, no dejo de pensar en Lilibeth y en ese niño, me mintió, es la segunda vez que siento que me traiciona, sabía desde un principio que odio el hecho de que la gente juegue conmigo y es lo primero que hace en cuanto me doy la vuelta, nada de esto estaría pasando si tan siquiera me hubiese dicho la verdad.Pero como ya es de esperarse, esto se le salió de control y ahora tengo que ayudarla a salir del pozo en el que se ha metido sola. Reviso mi correo una y otra vez, mi manager me ha mandado la lista que está en la próxima gira que pienso hacer, los sitios, así como el nombre de los contrincantes, pero nada de eso me importa, Lilibeth no sale de mi cabeza.Pasan las horas en intento concentrarme, hago un esfuerzo casi sobrehumano hasta que me rindo, no he sabido nada de ella y comienza a inquietarme, llaman a la puerta, la puerta se abre y tengo la esperanza de que sea ella, pero todo se va a la mierda cuando es Marta quien entra con una bandeja
LILIBETH MINUTOS ANTESEl sonido de un gruñido hace que me despierte, no sé en qué momento me he quedado dormida, tampoco sé cuánto, nerviosa y bajo la oscuridad que inunda la habitación, tiento hasta que encuentro a mi lado a mi hijo, reviso su respiración está plácidamente dormido.Me incorporo, la voz de Aiden como si estuviera hablando con alguien más, me hace levantarme y salir, todo proviene de la estancia principal, por lo que bajo, mala idea, ya que al pisar el último escalón, veo a lo lejos a Aiden, de espaldas hacia mí, con una mano sosteniendo una foto mía y con la otra agarrando su verga,Se está masturbando, no sé cómo debo reaccionar, me da asco y siento pena por él.—Te amo, Lilibeth —brama cuando llega a su orgasmo.Escuchar mi nombre de sus labios, hace que un escalofrío recorra toda mi espina dorsal, me queda estática, tengo que salir de aquí, me siento como si estuviera dentro de una película de terror. Me cruzo de brazos, incluso olvido respirar. Termina.Se pone
AIDENEl peso de la culpa es tan grande, que siento que estoy corriendo en medio de un sitio lleno de oscuridad, y no en medio del bosque, el cual conozco como la palma de mi mano. ¿Hasta cuando me detendré? ¿Por qué Oliver sigue aferrándose a alguien que es mía? Ella es quien tuvo un hijo conmigo.Mi móvil no para de sonar, estoy seguro que se trata de Teal, es la única que me relataría y que me avisaría al mismo tiempo que alguien me sigue. Yo no quería dispararle a Lilibeth, y ahora no sé si está muerta.Si lo está, no sé que haría de mi vida, de mi hijo, porque es mío, ambos lo son. Es demasiada la insistencia que termino por contestar de mala gana.—Ahora no estoy de humor para tus berrinches de niña idiota.—Solo intento ayudarte, así como todos.La cabeza me vuelve a punzar.—Vete a la mierda Teal, jamás te voy a amar, sabes que para mí, la única mujer que existe es Lilibeth —esclarezco llegando al final.Veo mi auto y me acerco.—Tengo que colgar.—Ella estuvo aquí, sabes.Me
OLIVERLos minutos pasan y siento que estoy a nada de romperle los huesos a cualquiera que se me ponga en el camino. Hace dos horas que hemos llegado al hospital, he pagado para que le den la mejor atención, si muere, mato a todos, lo juro. Estoy a punto de ponerme de pie y caminar de un lado a otro, cuando de soslayo observo que Xander se acerca con Elsa y con… Cole.Lo miro fijamente, ella se sienta nerviosa delante de mí, me pongo de pie bajo el escudriño exagerado de Xander y se lo quito.—No creo que sea buena idea… —balbucea mirando a Xander.Pero ya es demasiado tarde, lo tengo entre mis brazos, por fin. Sus ojos son como los de ella, grises, pero su color de cabello caoba es como el mío, en general, es mi viva imagen, su mirada y su risa causa que en mi pecho se colisione un sinfín de sensaciones, y lo pego a mi pecho dándole un dulce beso en la coronilla.—¿Desde cuándo lo sabes? —me pregunta Xander.—Desde que vi una fotografía de él, luego vi a la Nana y cuando lo vi de fre
LILIBETHTermino de darle de comer a mi bebé y luego se lo entrego a Nani para darme una ducha, han pasado algunos días desde lo ocurrido, Oliver prácticamente me obligó a vivir con él, puso más cámaras de seguridad por toda la propiedad y ha contratado a muchos guardias que merodean la zona.Cada cinco minutos pasa uno de ellos por fuera de la habitación en la que he estado durmiendo con él, aún me parece un sueño el que ya sepa que Cole es su hijo y no de Aiden. Mi bebé balbucea mientras se marcha, no hemos sabido nada de quien fuera mi mejor amigo.Es un peligro, debería odiarlo, pero está enfermo y lo que necesita es ayuda, siguen en su búsqueda, Elsa me ha contado lo de la pelea a muerte, una cosa que no hace más que ponerme los nervios de punta.La herida me causa un poco de molestia, pero al no ser tan grave, va sanando bien, enciendo la regadera y dejo que el agua caliente relaje mi cuerpo, me enjabono hasta que siento como un par de brazos fuertes me rodean y la erección golp
LILIBETHXander acelera, luego de que me llamara y le pidiera a Elsa y a Nani que cuidaran de Cole, vino por mi, y ahora estaba tratando de procesar todo lo que me ha dicho mientras nos dirigimos al centro de peleas.Siento que el aire me falta, al parecer, Xander tiene contactos en las empresa en la que trabaja el manager de Aiden, y es él quien le ha dicho que planean matarlo, ya no él, sino, que mandará a un sicario con ayuda de su padre.Me cuesta creer que el padre de Aiden esté ayudando a su propio hijo a convertirlo más en un monstruo. Y ahora, resulta que Oliver sabe de la trampa y no hace nada, es como si no le importara morir.—Tienes que convencerlo, sé que es un peligro que vengas estando embarazada, pero solo se me ocurrió eso —me dice en cuanto llegamos.Los nervios del pasado se me vienen encima al ver a las afueras del estadio, dos enormes figuras iluminadas, una es de Oliver y la otra de Aiden, la gente pasa con sus letreros hechos a mano, hay más gente de la que imag
OLIVER HORAS ANTES DE LA PELEACierro y abro los puños, luego de haber follado a Lilibeth, me preparo para la pelea, justo en ese momento entra mi entrenador con la cara pálida y la preocupación nadando en sus pupilas. Siento que el aire me falta, que todo me da vueltas, tengo en mente el hecho de que me han confirmado que Cole es mío, mi hijo, y ahora Lilibeth está embarazada de nuevo.El saber que mi semilla la ha dejado preñada y que en su vientre cargará a nuestro segundo hijo, hace que la polla me palpite por volver a hacerla mía. Es como si mi machismo resurgiera y quisiera marcarla de por vida para que todos supieran que es mía, el casarme con ella es solo una marca más, y por ende, necesito ganar esto.—Te ves fatal —bromeo.—Y tú estarás igual —exclama con molestia dejando una carpeta sobre mi mesa.Mi sonrisa desaparece y comienzo a leer los documentos con las gráficas que establecen los números y el nombre de los contrincantes.—Aiden King tiene en el bolsillo a los direct
AIDEN—¡¿Qué mierda han hecho?! —bramo golpeando el volante.La carretera se cierne como si fuera un enorme monstruo que está a punto de devorarme. Piso el acelerador sintiendo que mi puto corazón no deja de palpitar.—Acabar con lo que te impide ser feliz —dice la voz masculina al otro lado de la línea—. Fueron órdenes de tu padre.Eso me hace frenar de golpe. Cuelgo, ese no era el plan, solo necesitaba que me ayudara a entrar a la liga, de ahí, era la pelea, quería que Lilibeth viera cómo le ganaba y que se diera cuenta de que soy el padre de su hijo y que todo estará bien, pero no.Es por ello que cambio el rumbo de la carretera, me dirijo al hospital central sintiendo que el aire me sofoca, no tengo nada que ocultar porque esta vez no fui yo quien tuvo la culpa, aunque si veo que se trata de una oportunidad que no pienso perder.Para cuando llego, todo está lleno de paparazzi que en cuanto me localizan, comienzan a rodear mi auto haciendo preguntas que no pienso responder, la segu