Lilly Bradley
El agua de la ducha corrió mientras estaba sentada en el suelo empapada en mi pijama, con la espalda recargada en la pared del azulejo frío. El cabello se adhirió a mi piel, mi mente estaba repasando los encuentros íntimos que había tenido con Jackson, su sonrisa, su forma de mirarme, me acaricié el labio con el pulgar, lento y repetidamente aceptando que a él, no me lo arrancaría del corazón ni de la piel, que por más distancia que hiciera entre los dos para sanar su desconfianza hacia a mí, él siempre estaría ahí, en mis sueños, me haría añorarlo como nunca lo haría por alguien, entonces finalmente las lágrimas comenzaron a caer, mezclándose con el agua que caía sobre mí rostro.
— ¿No te has ido por la cañería? —escuché a Leah decir a lo lejos. —Voy a entrar. —ella entró y retiró la cortina, me vio y alzó sus cejas. —Dime que no estás llorando…—susurró metiéndose conmigo bajo la regadera. —Lilly…
—Estoy bien…—di
Jackson Johnson Ella no giró su rostro hacia a mí, subió al taxi y desapareció de mi vista. Pasé saliva con dificultad, me dolió todo lo que había salido de mi boca para poder alejarla y protegerla al mismo tiempo si quería que mi plan funcionara. Me repuse de inmediato y me dirigí a recepción. — ¿Quién ha dejado subir a la señorita Bradley?—el hombre se tensó. —Lo siento, señor Johnson. He sido yo cuando ha mencionado que le daría una sorpresa la señorita. Sé qué es una de las visitas que no necesitan autorización... —lo interrumpí. —Actualiza la lista, ella está descartada a partir de este momento, si llegase a regresar de nuevo...primero llama. —Sí, señor Johnson.—me dirigí al elevador, presioné el botón y esperé en silencio hasta llegar. No quería levantar sospechas de nada. Las puertas se abrieron y Richard apareció, estaba preocupado. — ¿Ha pasado algo, señor? —negué, me acerqué a
Jackson Johnson“Erick Paige”Dejé de tocar sus manos, me levanté de un movimiento y me volví a ella.— ¿Paige? —asintió.—Él trabajó para la empresa de cosmetología de los Crawford, era parte del equipo administrativo, pero después salió de manera sospechosa. Mi madre se ha enterado que él había hecho un desfalco, regresó el dinero con la condición de no ser encarcelado, los Crawford lo que menos querían era un alboroto, así que optaron por ello.—Bien, gracias por la información, debiste de haberme alertado…—me pasé una mano por mi rostro fingiendo ansiedad, ella se acercó a mí.—Lo sé, pero ya me habías puesto una línea para que ya no me acercara a ti, intenté varias veces y…—son&o
Lilly Bradley Y ahí estaba Jackson, haciendo que Georgina y el señor Paige confesaran lo que habían hecho en mi contra. —Tu nombre finalmente está limpio. —dijo mi madre acariciando mi mano, mi padre estaba del otro lado y, en el otro sillón, Leah. Habíamos visto todo y finalmente sentía un gran alivio. —Es un buen hombre…—susurró mi madre mirando la televisión frente a nosotros. —Ha llegado hasta las últimas para limpiar tu nombre, —luego desvió su mirada hacia a mí. — ¿Aún sigues pensando que tiene algo que ver con esa mujer? ¿Georgina Vans? ¿Tú crees que no lo ha hecho por amor fingir que estaba con ella? —preguntó. —Jackson estaba actuando un papel ante ti para lograr sacarle la verdad cuando has ido de manera inesperada al edificio, así que descartado que realmente hubiera sido una cita. —sonreí al escuchar como mi propia familia querían que reaccionara. — ¿Quieres las llaves del auto? —preguntó mi padre con una gr
Jackson Johnson—Finalmente quedó lo de la fuga de gas, —Steve me informó, pero yo estaba distraído mirando constantemente la pantalla de mi celular, necesitaba saber dónde estaba Lilly. — ¿Jackson?—Lo siento, —puse total atención —Gracias, ¿Podría enviar a alguien a revisar toda la tubería? No abriré este lugar si no se revisa cada tubería.—Claro, con gusto, ¿Qué te parece si mañana traigo a mi equipo?—Sí, está bien, solo dime hora y tendré a alguien a esa hora para que te abra.—A las nueve estaré sin falta—nos despedimos y marqué de inmediato a Richard, un tono, dos tonos y finalmente contestó.— ¿Si, señor? —contestó del otro lado de la línea.— ¿Sabes algo de Lilly?—Acabo de confirmar su ubicación. —sentí alivio, ¿Cómo puede andar por ahí con un celular sin pila?—Ya terminé en el local, ¿Cuál es su última ubicación? —se hizo un silencio, hasta revisé el celular pensando que se había cortado la llamada— ¿Richard?—Se la acabo de enviar a su WhatsApp.—Bien, espera…—lo puse en
Lilly Bradley —Cariño, ¿Podemos…darnos una segunda oportunidad? —Jackson no necesitó palabras para darme una respuesta, sus manos en mi rostro, sus labios contra los míos, era todo lo que bastaba en este momento, llegamos al pie de la cama y era como si hubiéramos estado separados mucho tiempo, ya que se sintió como nuestros cuerpos se añoraban, mi corazón latió a toda prisa, lo único que quería era estar con él. —Te haré el amor, Lilly Elizabeth Bradley—dijo cuándo se separó de nuestros labios. Tomó mi mano y la otra la pasó por la cintura, entonces sonrió débilmente, y comenzó a movernos lentamente, como si hubiera música en la habitación—"Los hombres sabios dicen..."—comenzó a cantar bajito sin dejar de mirarme—..."solo los tontos se precipitan..." —dejó un beso en la punta de mi nariz—"Pero no puedo evitar enamorarme de ti..."—mi labio inferior tembló—"¿Debo quedarme? ¿Sería un pecado si no puedo evitar enamorarme de ti?" —su voz se fue haciendo más baja cuando terminó de cantar
Un mes después… Lilly Bradley —Ya está todo listo para la noche de compromiso—dijo Isidora mirándome con emoción. —La lista de invitados son de cien personas en eso incluye los más cercanos a las dos familias, ¿Viajará tu abuela desde Londres? —asentí. —No quiero que piense que soy mala educada pero tengo una reunión en diez minutos y tengo que subir a la oficina por lo que necesito—ella sonrió. —No eres mala educada, hija, sé qué no debí de venir en horario laboral, pero quiero tu aprobación en esto. —sonreí educada. —Lo tiene, además tiene buen gusto en todo, no tengo problema con que me ayude a elegir o usted lo apruebe. —le guiñé el ojo, ella sonrió más emocionada. —Confío en sus decisiones. —Bien, con eso me das luz verde, —nos levantamos al mismo tiempo, nos despedimos con un beso en la mejilla y el abrazo que dura más de lo normal, al parecer de nuevo va a romper en llanto, se separó de mí y se abanicó el rostro con su mano—Lo siento, estoy muy emocionada. —luego nos desp
Lilly Bradley Hospital New York-Presbyterian —Aquí tiene sus resultados—anunció la enfermera, los tomé y antes de abrirlos, me detuve al escuchar que no había terminado de hablar. —Tiene que pasar con el doctor general, él le explicará a detalle el interior de esos análisis. —Gracias. —me mostró el consultorio y sin darme cuenta, alguien se puso a mi lado, giré mi rostro y era mi madre. —Madre… —Te he visto pasar, ¿Qué haces aquí? —me tensé, ella desvió la mirada al sobre que tenía en mis manos. — ¿Recuerdas la obsesión de Jackson para que me hiciera de nuevo los análisis? —ella arrugó su ceño y luego asintió. —Los hice y apenas he podido venir a recoger los resultados. —Eso fue hace semanas, ¿Por qué hasta hoy? —Madre, tengo mucho trabajo y se me ha ido de la cabeza. —Tienes que organizarte mejor. —le llamó una enfermera y luego se despidió de mí dejándome frente al consultorio del doctor. Después de unos minutos que espero, la enfermera me llama para que entre, lo hago, el do
Jackson Johnson— ¿Qué? ¿El próximo fin de semana? ¡Estás loco! Tienes que darme más tiempo, mandar hacer las invitaciones, la loza, el banquete…—levanté la mano para que se detuviera, mi madre soltó un manotazo para retirar mi mano. — ¿Qué es lo que pasa? ¿Dónde están los seis meses para la boda? ¿Y la fiesta de compromiso? ¿Está pasando algo de lo que desconozco en este momento? Dímelo o mi cabeza se creará unas historias que me ponen el pelo de punta, Jackson. —una pregunta tras otra, puse mis manos en sus hombros y la senté en el sillón del que se había levantado.—Tranquila, respira, por favor. —hizo caso, me senté en el sillón de al lado y la miré detenidamente, sus ojos oscuros me miraron fijamente en espera a que le diera respuestas. —Queremos hacerlo ya, ¿Por qué hay que esperar? Sabes que si por mi fuera, llevaría al ayuntamiento a Lilly para casarnos hoy mismo.—Apenas tienen dos meses que están juntos, no han disfrutado del noviazgo como se debe, los seis meses se me hacía