Siento un impacto en mi cuerpo haciéndome tambalear, cierro los ojos haciendo una mueca, llegó más pesadita de cuando se fue.
- si yo también te extrañe, ahora quítate que nos vamos a caer- ella se separa con una sonrisa, sus ojos son brillantes más que nunca, trató de contener la sonrisa que surge en mis labios.
- te extrañé jane, te traje muchos recuerdos del viaje, tengo tanto que contarte, todo lo que hicimos- me dice sonriente separándose, hago una mueca no quiero escuchas donde cogieron.
- Omite partes- le digo, entramos bien a la casa de mis padres, mientras el vagabundo de su marido nos sigue desde atrás.
- Primero quiero decirte que hicimos una tontería como pareja- se ríe bajito viendo a su esposo de reojo, pensé en muchas cosas que pudieron hacer un amargado y una
Sonreí con frustración aun sin creerlo, maldigo a Damián pensando en lo aprovechados que se han vuelto esa pareja sinvergüenza con este viaje tomándome de su empleada personal, Raisa no era así pero Damián le mete ideas malas en la cabeza a la que era antes una inocente Raisa para convencerme de hacer su trabajo, aprovechándose de mi visita alargada y ahora me encuentro a punto de ver uno de los proyectos del año, se planea su uso para un mejor funcionamiento del personal, pensado principalmente para la comodidad de los empleados de una empresa perteneciente a el imperio Tuell un proyecto que se planea en un futuro si tiene un bien resultado establecer en toda empresa perteneciente a los Tuell. Tengo que inspeccionar el resultado, un trabajo que podría hacer cualquiera que no sea yo necesariamente pero como mañana va hacer la presentación al público, yo tengo que verla primeramente, pero por cierto esto era trabajo del gran Damián Tuell, un flojo sin remedio, ahora extraño los momen
-No quiero- dije viendo los anillos en mis dedos.-Vamos Jane, solo esta vez, a ti te gusta ir desde adolescente a esos lugares- fruncí el ceño, para luego reír de lo que está diciendo.-A mí no me gusta ir ahora y mucho menos antes me agradaba solo que soy muy buena mezclándome con la gente y fingiendo, así que la respuesta es no- llevamos varios minutos hablando de esto o amas bien Raisa lleva varios minutos tratando de convencerme a asistir a esa estúpida subasta de recaudación para un fin que no me interesa.-Si no lo haces por mi hazlo por la salud de las personas, el sector de salud es importante- chasque la lengua y gire los ojos.-Raisa no sé si sabes pero si a mí me interesara tanto el sector salud donaría principalmente a ellos y abriría yo misma recaudaciones anuales, así que no les voy a dar mi dinero a esos malversadores que lo más probabl
-Ah hola Massimo- dije tratando de sonreír- me alegra verte pero no que me toques, suéltame- al terminar la frase el rápidamente apartó su áspera mano de mí. Massimo puede ser muy guapo pero nunca le gustaron los adornos o cuidados, por lo que no puedo evitar compararlo por un instante con el señor Thenny que siempre luce anillos en sus largos y pálidos dedos con sus uñas perfectamente cuidadas como toda su persona, acompañado de hermosas mancuernillas en sus perfectos trajes en cambio Massimo con su piel bronceada por las largas horas que pasa en el sol, dedos anchos, uñas mordidas y palmas rasposas por el trabajo en sus viñedos siempre las luce simple, son tan distintos.-Es una sorpresa, no pensé verte aquí, pensé que vendría tu hermano y su esposa, pero vaya te ves tan bonita- sonreí sin sentir querer son
-Puedes confiar en mí, soy yo- me dice con gruesa pero en un tono calmada y sereno.Sonreí entre lágrimas sintiéndome tan malditamente humillada, que vergonzoso es que el señor Thenny me esté viendo llorar, cuando reaccione lo empuje con todas mis fuerzas haciéndolo tambalear, me quite de un solo tirón su saco y se lo avente al pecho a lo que este cae al suelo. Justo sobre sus lustrados zapatos, luego de eso con mi mano derecha quitó las lágrimas que cubren mi cara con tal fuerza y rapidez que siento mi cara arder por el roce de pieles, pero no me importa ahora.-Lárgate, no necesito la lástima de alguien como usted- dije firmemente desquitando toda esa tristeza cambiándola por enojo, lo veo de abajo hacia arriba con cierta arrogancia, él asiente mientras me sonríe como si esto
-Habla- dije contestando el teléfono de mi oficina mientras hago una mueca, la verdad hoy no estoy de muy buen humor, preferiría quedarme en mi casa o salir a algún lugar a divertirme pero lastimosamente soy ahora un adulto con trabajo y no es fin de semana, pero eso no quita que ayer fue un día de mierda.-Disculpe señorita pero hay alguien buscándola, dice que es de un negocio y que son conocidos, su nombre es..- la interrumpo al no querer oír tantos rodeos mientras cierro los ojos.-¿Tiene cita para hoy?- fui al grano esperando que no, no quiero tratar con gente hoy, pero lastimosamente eso es parte de mi hermoso trabajo.-No- dice después de unos segundos.-Dile que se largue o haga cita- dije colgando, no quiero
Moví mis pies con aburrimiento mientras espero a llegar a mi nuevo hogar momentáneo pues ya acepté el hecho de quedarme en Grecia hasta que esto termine, tal vez nunca debí haber venido nuevamente. He dejado la casa de mis padres pues ya no soporto estar ahí, mi mamá puede ser buena persona pero es muy mandona, tanto que no acepta que yo me rijo por mis propias reglas, eso nos ha causado problemas desde mi adolescencia.Cuando llego a mi departamento o bueno mi medio departamento pues aquí viví por un tiempo con Raisa, fueron buenos tiempos sino fuera por el vecino acosador que ahora se hace llamar su esposo, patrañas.Me acuesto pensando que lo único que quiero ahora es dormir, hago una mueca pensando en lo decepcionada que estaría la Jane del pasado en ver que mi día libre solo quiero dormir en v
Me siento en la una base dura tallándome la cabeza, duele como la mierda a decir verdad, cuando abro los ojos y enfoco mi vista lo primero que llega a mi mente es la pregunta de dónde mierda estoy, volteo a todos lados encontrándome como un tipo de cuarto con diversos juegos, como máquinas de juegos y una maquinita de baloncesto, dejó de ver todo eso para hacer una mueca de dolor pues mi cuerpo me duele mucho, miro hacia abajo y me percato de una cosa, estoy desnuda, desnuda arriba de una mesa de billar Cierro los ojos fuertemente cuando siento como un maldito brazo se enrolla en mi pierna apretándola hacia un fuerte pecho, por fin me percato de que hay una respiración junto a mi cadera, hago una mueca de preocupación sin querer abrir los ojos pero cuando lo hago los quiero cerrar de nuevo pues lo que más temía sucedió, el señor Thenny está acostado en esta maldita mesa de billar completamente
-¿Sabías que estamos a más de una hora de donde vivimos?- me dice Raisa mientras yo veo mis manos y niego con la cabeza, no sé nada. -¿Qué hacías ahí?- pregunta calmadamente, le contestaría pero ni yo lo sé, así fue la borrachera que no se nada, no sé cómo no me dio un coma etílico. -No traigo bragas- respondí automáticamente. -¿Cómo?. -No tengo bragas- repetí. -Oh. -También posiblemente tuve relaciones sexuales, sexo duro y desenfrenado- dije aun sin alzar la cabeza pensando en todo. -No es tan malo- me contesta con ánimos. -Sexo en una mesa de billar- me quede call