Capítulo 2

Se las arregla para buscar su ropa mientras Aaron sigue en el baño y sale de la habitación, corriendo desnudo hasta la suya. La cierra con seguro, suspirando, tomando profundas respiraciones intentando calmarse.

Sacude la cabeza, decidiendo que es mejor tomar un baño para relajarse un poco.

Es una locura, lo que acaba de pasar y con quién, es -Dios. Su cuerpo se sonroja y pica, pero se mete debajo de la regadera. El agua se siente bien, lavando todo su cuerpo y extendiéndose de manera deliciosa.

Apoya la cabeza en la pared y deja salir un largo suspiro. Él nunca ha sido de los que tienen relaciones de una noche, no. Jamás le gustó el hecho de estar con alguien solo por placer, sin involucrar sentimientos, ni saber nombres a la mañana siguiente. Él tiene amigos que son así, Devin , por ejemplo. Tienen años de conocerse, una de las primeras personas que Lewis conoció cuando se volvió más reconocido, y jamás ha visto que él tenga una relación seria, es todo ligues pasajeros de no más de un par de días. Lewis lo respeta, el concepto, pero no lo haría.

Solo ha tenido dos relaciones serias, la más larga duró casi dos años. Y el problema es que él es muy apegado, podría llamarse independiente de la otra persona. Las relaciones con personas que se aman son las mejores, y él creyó amar a sus anteriores amantes, pero al final ellos demostraron que no eran más que una cara bonita sin buenas intenciones. Intentó que las cosas funcionaran, pero no lo hicieron, solo se volvieron peor. Sentimientos vacíos que quizá jamás estuvieron en realidad.

Una parte suya quiere hablar con Aaron, saber si lo único que quiere es tener un agujero en donde meter su polla, o quiere algo más. Aunque la idea lo aterra, a la vez es excitante. Se han conocido por un tiempo, y Aaron no siempre intenta abusar de él, también han hablado sobre sus familias, la de Aaron incluso ha pasado días en su casa, y sus propios padres conocen a Aaron. Si Aaron hubiese querido hacerle daño, él lo habría hecho, pero le ha demostrado que no es una mala persona, y Lewis realmente confía en él.

Sin embargo, su corazón duele con la idea de que Aaron no lo quiera de la forma en la que Lewis internamente quiere. Que Aaron solo lo quiera para cuando está caliente duele, lastima tanto que tiene que agarrar su pecho por el repentino malestar.

Sale de la ducha sin tomar una toalla, camina desnudo hasta su closet, tomando un chándal y una camisa gruesa y cálida. Decide estar descalzo por el resto del día, y sale de la habitación. Repentinamente tiene la urgencia de llamar a James, hablar con él y desahogarse un poco. Él siempre ayuda. Él es su mejor amigo. Pero se detiene a mitad del pasillo cuando recuerda que su celular no estaba en su ropa, lo que quiere decir que Aaron lo sacó de su bolsillo anoche cuando lo desvistió.

Bien podría llamarlo desde el teléfono de abajo, pero él quiere ir a la habitación de Aaron. ¿Qué tan retorcido es? Se da la vuelta, pasos medidos a medida que se acerca. En realidad no sabe si tocar, o simplemente entrar, es decir, ellos tuvieron sexo caliente hace un rato, ¿qué tanta intimidad hay en entre ambos ahora? Niega a la vez que levanta la mano para tocar la puerta.

"Adelante."

Lewis exhala antes de abrir la puerta, sus palmas de la mano están sudorosas y su cara caliente. Apenas puede ver a Aaron a los ojos cuando entra, tal vez porque Aaron apenas está usando un par de pantalones cortos y el torso desnudo. Ahora los tatuajes son más claros, y tiene muchos. Lewis apenas tiene un par.

Él está secándose el cabello con una toalla más pequeña, mirándolo con una pequeña sonrisa en los labios gruesos y rojos. Lewis se sacude, mirándolo hacia otro lado cuando se da cuenta de que ha estado mirando los labios de Aaron con mucha atención. Él siempre ha tenido como una pequeña debilidad por los labios de Aaron, pero, ¡cúlpenlo! Aaron tiene labios muy bonitos.

"Vine a buscar mi celular." Él se aclara la garganta, repentinamente seca y su mirada se queda en la cama, las sábanas aún revueltas. Lewis se sonroja tan fuerte que puede sentirlo en su cuello y pecho. Aaron sonríe, señalando por encima de su hombro la mesita de noche que está del otro lado. "Bien."

Avanza, rodeando a Aaron mientras camina, es casi ridículo que no quiera mirarlo ni estar cerca de él. Toma su celular y se da la vuelta, pero se choca con algo duro que lo hace dar un paso hacia atrás. Parpadea un par de veces, su visión clara para ver a Aaron enfrente de él. Sus cejas juntas en señal de preocupación mientras mira su frente.

"Está mucho mejor" dice, sus manos agarran a Lewis de ambos lados de la cabeza y lo sostienen con fuerza, sus dedos metidos entre su cabello. Suaves, gruesos, y rojos labios besan su frente con cariño. Suspira. "Pero aún así me gustaría poner algo de pomada."

Él no se pone una camisa, pero lo toma de la mano y lo jala fuera de la habitación. Sus dedos se entrelazan con los de Lewis mientras lo conduce hacia la planta baja. Lewis debería retirar su mano, pero en cambio, él le da un apretón, y Aaron no lo mira, pero le devuelve el toque.

Van hasta la cocina donde Aaron le dice que se siente mientras él busca el kit de primeros auxilios. Regresa con un bote de crema y algodón, limpiando primero el lugar y luego frotando la crema con cuidado. Lewis se siente tan bien, como dejando a alguien a cargo, cuidando de él y preocupándose realmente. Cierra los ojos y se apoya en Aaron. Esto es exactamente de lo que habla, le encanta tener a alguien que no se irá la siguiente mañana o en un par de horas, el hecho de tener a alguien ahí para él, alguien que lo quiera.

Aaron le acaricia la nuca con una mano y la espalda con la otra, se mantienen en silencio, Aaron dejandolo seguir apoyándose en él.

"¿Quieres desayuno, bebé?" Aaron dice en su oído.

Si Lewis fuera un gato, él estaría jodidamente ronroneando ahora mismo. Aaron ya no lo llama 'señor', ha empezado a tutearlo, y le encanta. También que Aaron lo llamé bebé. Es malditamente bueno.

"Sí, por favor" susurra en respuesta, su voz apenas ahí. Un beso es presionado contra su cabello, y Aaron se aleja. Lewis abre sus ojos, confundido mirándolo, pero Aaron sonríe hacia él, antes de girarse a la cocina.

"Voy a preparar nuestro desayuno. Dime lo que quieres."

"A ti."

Aaron se voltea inmediatamente, sus cejas están elevadas, ojos brillantes de color hermosamente verde, y una sonrisa sorprendida. Camina lentamente hacia Lewis, y es cuando Lewis se da cuenta de que en realidad no está controlando lo que su cuerpo hace o dice. Aunque siendo honestos no se arrepiente, no es una mentira al fin y al cabo.

"¿Eso es lo que quieres?" Aaron pregunta, acercándose hasta que están nariz con nariz; sus manos acariciando perezosamente las caderas de Lewis, y sintiéndose atrevido, Lewis deja que sus manos descansen sobre el pecho desnudo de Aaron, acariciándolo con las yemas de los dedos. "Puedes tenerlo, solo debes pedirlo correctamente."

. Todo lo que Lewis quiere decir es sí. Lo quiere, lo quiere demasiado que apenas lo puede contener, sus manos tiemblan y sus piernas son de gelatina, su cabeza cae en el hombro de Aaron, oliendo el fuerte olor de Aaron y dejando que sus pulmones se llenen de él. Se siente ligeramente mareado, abrumado por todo lo que Aaron es, y siempre ha sido, pero se aleja. Una parte de su cerebro preguntándole qué demonios está haciendo.

"Voy a salir" Lewis dice en cambio, frotando sus ojos para luego mirar hacia la ventana. Aaron no dice nada, y Lewis en realidad no espera que lo haga. Él se gira de vuelta a la cocina y comienza a mover cosas, ruido sordo de sartenes chispeando.

Le echa una rápida mirada a Aaron. Él tiene las cejas juntas, labios apretados y una expresión enojada, Lewis no quiere preguntar. Sabe que su respuesta no era lo que Aaron esperaba, y que rompió el momento, pero no pudo evitarlo; hubo señales sonando alrededor y no consiguió ignorarlas.

Un plato relleno de comida es dejado frente a él y un vaso de jugo, una taza de té humeante, un solo trago es necesario para notar que Aaron tiene memorizada la manera en que le gusta tomar su muy delicioso té. Eso hace que su cuerpo se caliente de buena manera. A pesar de que Aaron toma asiento enfrente, él no dice nada; no levanta la cabeza mientras come, y eso hace que Lewis se encoja internamente. Aaron es hablador, seductor, muy parlanchín cuando quiere, y no es nada como este Aaron.

Probablemente esté enojado. ¡Eres brillante, Lewis!

Termina el desayuno lo más rápido posible y se pone de pie, incómodamente lleno y satisfecho, mirando a Aaron.

"Regresaré más tarde." Dice. Aaron asiente, sin levantar la cabeza de su plato. Lewis suelta un suspiro antes de darse la vuelta. Palpa el celular en su bolsillo trasero y lo saca para mirar la hora. "No debería tardar mucho. Pero no tomes mi palabra." Sonríe al final, intentando hacer el momento menos incómodo.

Aaron levanta la cabeza, finalmente, su rostro vacío sin expresión alguna cuando dice: "Sí, señor."

Y eso hace al cuerpo de Lewis tensarse. La anterior neblina de complicidad esfumándose y volviéndose fría. Lo odia. Tal vez odia más el que la hermosa cara de Aaron se vea tan seria que todas sus marcas tensas se noten. Abre la boca, deseando decir algo para que Aaron vuelva a sonreír, y a lanzar cumplidos y a ser coqueto, pero se detiene. No importa lo que vaya a decir, no será lo mismo ahora que la cagó y metió todas las patas en el mismo lugar. Solo asiente despacio, murmurando un suave okey antes de darse la vuelta y salir de la cocina y de la casa.

No hace frío afuera, pero sus huesos se sienten como si la temperatura estuviera bajo cero. Se frota los brazos en busca de un poco de calor, pero cuando esto no funciona suspira, dejando sus brazos rodearlo un poco. Josh está listo esta vez, como siempre su sonrisa amable, moviéndose más cerca.

"Buenos días, señor. ¿Adónde se dirige hoy?" Josh dice, abriendo la puerta para Lewis. Lewis se sonríe, deteniéndose antes de entrar. Mira sus pies un rato, no pudiendo sacar a Aaron de sus pensamientos, antes de sacudir la cabeza y mirarlo. Él se ve un poco preocupado, su semblante cambiando un poco y su sonrisa flaquea cuando frunce las cejas. "¿Todo bien, señor?"

Lewis mueve la cabeza por inercia, girando la cabeza para ver a la casa, su corazón palpitando más rápido cuando ve a Aaron parado a un lado de la puerta. Tiene los bolsillos llenos con sus enormes manos, y un cómodo suéter de apariencia suave, está mirando directamente hacia Lewis.

Y Lewis no quiere nada más que quedarse, su cuerpo mismo da la vuelta, pero su cabeza le dice que no. Hay una batalla interna que Lewis quiere descifrar, está comenzando a ser molesta y dolorosa, y lo odia. Odia el hecho de no saber qué hacer, ni qué sentir. Pero se sintió bien ser amado por Aaron, aunque hubiera sido un momento, se sintió bien. Entonces, ¿por qué se siente mal justo ahora?

No lo piensa un segundo más y se sube al auto.

Le envía un texto a James diciéndole que estará allá en unos minutos y se recuesta en el asiento, deseando poder hundirse en este. Su cabeza comienza a palpitar, lo que se ha vuelto realmente cotidiano, así que saca el frasco de píldoras que tiene guardado en uno de los bolsillos de las puertas y toma dos, sin agua para bajarlas, toma un poco más y el sabor queda en su lengua por un momento, pero las traga. Escucha a Josh preguntarle suavemente el lugar de destino por segunda vez.

"James Kingston."

Josh murmura desde su garganta, poniendo música suave nuevamente. Joder, Lewis lo ama. Cierra sus ojos y se deja llevar por un rato.

Se despierta un poco después cuando Josh lo llama por su nombre, diciendo que ya llegaron. En realidad el camino no es más que un par de minutos, pero Lewis durmió todos ellos. Se estira un poco después de salir del auto y camina hasta la entrada de la casa, tocando el timbre y esperando tranquilamente, mientras echa un vistazo alrededor en el vecindario. Parece un lugar verdaderamente tranquilo y perfecto para alguien como James que le gusta pintar y dibujar, escribir canciones, incluso, leer y cantar. Es un lugar bueno para un artista como él.

"Hey, Lewis."

Lewis se gira y mira a la novia de James. Emma lo abraza y le pregunta cómo está todo en su vida, haciéndolo pasar, diciendo que va en busca de James. Ella es tan amable y cálida como James lo es, ambos realmente hacen que la casa parezca un hogar, a pesar de que es tan grande como la de Lewis, la diferencia es que tiene a personas hogareñas en ella y son una pareja. La casa de Lewis se sigue viendo como el día en el que la compró. Ahora que lo piensa, no ha hecho muchos cambios en ella. Podría decirle a Aaron que lo ayude a pintar un poco, tal vez. No tiene idea de si Aaron puede hacerlo o si es terrible en ello, pero sus manos son lo suficientemente grandes como para pintar con ambas al mismo tiempo.

Se ríe de su broma en su cabeza, antes de escuchar el crujir de las escaleras.

"Lewis, hermano." James está radiante, una gran sonrisa en su rostro, haciéndolo ver más atractivo de lo que realmente es. Lo estruja fuerte en un abrazo, sacudiéndolo y casi levantándolo de sus pies. Se ríen, amigos desde hace mucho sin haberse visto por un largo tiempo.

Lewis se toma un minuto para disfrutarlo. Él es su mejor amigo de toda la vida y siempre lo será. James siempre lo entiende y lo apoya, lo ayuda cuando está en sus manos hacerlo y Lewis daría todo por él si se lo pidiera. Se separan y James le revuelve el cabello, desordenándolo antes de besarlo en las mejillas. Lewis se retuerce, riendo en voz alta, intentado apartarlo.

"Me estoy poniendo celosa aquí."

Empuja a James y mira hacia las escaleras a Emma, una expresión seria en su rostro, y Lewis comienza a tartamudear explicaciones. Lo último que quiere es que su mejor amigo se meta en problemas porque siempre han sido muy abiertos entre ellos, pero no pensó que tal vez la novia de James lo supiera. Él está callado detrás de Lewis, peor Lewis se sigue retorciendo y a ponerse nervioso, cuando ella sonríe.

"Tranquilo." Ella se ríe, tan fuerte que se dobla a la mitad y se tiene que secar las lágrimas en los bordes de los ojos. James le palmea en hombro y eso hace que Lewis mire hacia él, solo para verlo intentando contener la risa, rojo como un tomate y ojos húmedos. "Solo estaba bromeando, Jesús" Emma dice, una sonrisa graciosa en su cara, acercándose a ellos.

"¡Casi tengo un ataque de pánico!" Lewis grita, no está molesto realmente, pero... bueno. James le pincha las mejillas con sus dedos.

"Mi pobre Lewis no soporta una broma."

Lewis palmea lejos las manos de James, cruzándose de brazos, y sonriendo al final cuando ellos lo miran con sonrisas. James envuelve a su novia por la cintura, besándola rápidamente antes de que choquen los cinco. Son una pareja perfecta. Lewis está tan feliz por su amigo, ligeramente celoso, tal vez, porque ellos se ven tan bien y cómodos con el otro. Sin darse cuenta su semblante cambia, y James está acercándose a él, rodeándolo con los brazos los hombros.

"Yo -Yo voy al súper a comprar algunas cosas, uh..." Ella dice después de un rato, mirando incómoda al interior de la casa. "¿Necesitan alguna cosa? ¿J? ¿Lewis?"

Siente a James moverse, lo que Lewis supone es un no. La puerta hace un sonido cuando es abierta y otro cuando se cierra. Lewis suspira, acomodando su cabeza en el huesudo hombro de James. Hay un largo silencio que no es incómodo, sin embargo, James sigue acariciándole el hombro, ambos parados en el centro de la sala de estar.

"¿Quieres acompañarme?" James dice, voz baja y calmada, lo normal. Lewis consigue separarse un poco para asentir y mirarlo. "Estoy dibujando en las paredes de arriba. Emma consiguió un nuevo juego de latas de pintura y estoy probándolas."

"Eso es genial. Ella parece ser una buena chica."

James solo sonríe, yendo hacia la cocina y regresar con dos botellas de cerveza. Le hace señas a Lewis para subir las escaleras, y él puede ver los diseños que hay en las paredes, algo que James hizo seguramente. Él siempre ha tenido espíritu para ello, es como Lewis y escribir, ambos totalmente distintos, pero la misma cantidad de pasión para hacer lo que aman.

James es un artista nato, la vena artística en sus venas, Lewis siempre ha apreciado eso. Porque cuando eran niños, los otros se burlaban cuando no quería jugar con ellos futbol todos los días, James estaba ahí para él.

"Has estado muy ocupado." Gira alrededor de sus tobillos, mirando todos los diseños que James ha hecho, algunos tienen forma, otros son simples manchas que aún no puede describir, pero seguramente son algo. Una de las paredes tiene en grande EMMA, rosas pintadas en grafiti de color rojo, azules, amarillas, verdes; es muy hermoso. Del otro lado hay solo una J, con dibujos de súper héroes, el puño de Hulk, y el logo de Batman a un lado, una pequeña firma a un lado con Emma escrito. "Ella dibujó ese" James dice, como si hubiera leído sus pensamientos.

"Es muy buena también." Admira.

Él hace un sonido desde su garganta, ojos brillantes mientras mira el dibujo, y si Lewis no se equivoca eso es orgullo pintado en su cara. Carraspea cuando pensamientos tristes vuelven a hacerse presentes en su cabeza. Está tan jodido.

Toma una de las cervezas y se sienta en una silla de madera, observando a James pintar otra pared.

"Entonces..." James comienza, aún sin mirarlo, moviéndose hacia atrás buscando otra perspectiva de su dibujo. "¿qué está mal?"

Todo.

En realidad, podría haber una extensa lista de las cosas que están mal, pero por algún motivo no hay otra cosa aparte de lo sucedido con Aaron. Bueno, él no es culpable. Tal vez. El verdadero punto aquí, es que, él no puede jodidamente sacar a Aaron de su sistema. Es como si aún estuviera con él en la cama, acurrucándose bajo las cálidas sábanas y seguramente tomando el desayuno allí mismo. Estaría la atmosfera pasada llenando la habitación, y sería perfecto.

Suelta un gemido dejando caer la cabeza hasta que su barbilla está tocándole el pecho.

"De acuerdo, entonces" James dice en el silencio. "¿Cómo está Aaron?"

"¿Honestamente, James?" Lewis suspira, levantando la cabeza mirándolo. James está tomando un trago de su cerveza mientras levanta una ceja inquisitiva hacia Lewis. Sacude la cabeza presionándose más en la silla, su pecho pica incómodamente cuando busca algo que decir.

Dejando la botella en el piso, James se cruza de brazos, pero no mira a Lewis; él se mantiene mirando hacia la pared, lo que hace que todo sea un poco menos incómodo de lo que en verdad es.

"Siento que hay un motivo por el que viniste aquí, Lewis. Solo quiero saber cuál es." Repentinamente los ojos de James están en él, mirándolo de forma que lo hace sentir expuesto. Él siempre logra eso en él, por eso es tan difícil mantener las cosas ocultas de James. "¿Me vas a decir o debo llamar a Aaron para preguntarle?"

Ni siquiera puede detenerlo, el grito sale de él antes de que nada, casi cayéndose de la silla cuando lo hace.

"¡No!" Está de pie en menos de un segundo, casi cayendo de boca por la fuerza del impulso. Los ojos de James se abren, curiosidad y miedo saliendo de ellos cuando da un paso atrás. Lewis suspira, ojos poniéndose aguados mientras su piel se calienta. "No lo llames, por favor."

Cuando se deja caer de rodillas, casi lloriqueando, James se acerca y lo levanta por los brazos solo para caer ambos al piso.

"Jesús, Lewis, ¿qué demonios pasa?"

Los brazos de James lo aprietan con fuerza, y es todo lo que necesita, piensa. No puede dejar de temblar, sin embargo, y hay lágrimas, incluso bajando por sus mejillas, pero él lo dice. Tan fuerte que teme dejar a James sordo, y que sus pulmones queman. Pero él lo dice.

"¡Tuve sexo con Aaron!" él estalla.

James detiene los movimientos que tenía en su hombro por un segundo antes de volver a hacerlo. Lewis se siente tan pequeño como nunca antes lo hizo, solo quiere un hombro para él, alguien que le diga que todo está bien, él quiere a su mamá. Un jadeo ronco sale de su garganta cuando intenta ver a James, casi histérico cuando ve que él no lo está mirando.

"¿Por qué no dices nada?" Grita hacia James.

Él solo sonríe, mirando aún la pared donde está el nombre de su novia pintado. El pecho de James vibra cuando se ríe, un poco fuerte y Lewis piensa que es totalmente inadecuado para la situación.

"Deja de ser un bebé" James gruñe, aunque todavía sonríe a la nada. "Solo era de esperarse, Lewis, sabías eso. Ambos han sido una pareja desde antes de que lo notaran." Mirándolo, James revuelve su cabello con cariño, ojos cálidos y divertidos. "Todos lo han notado, menos tú."

"¿Qué quieres decir con 'menos yo'?" dice, limpiando su nariz con su suéter.

"Tu mamá lo sabe, ella me dijo. ¡Demonios! Tus hermanas lo saben. Aaron no es muy bueno ocultándolo tampoco."

James le pregunta si quiere su cerveza y luego se la pasa. Casi la termina de un trago, su estómago revolviéndose mientras piensa lo cierto que es todo. Su familia habla con Aaron como si fueran viejos conocidos. M****a. Él mismo se había encargado de presentarlos cuando se dio la primera oportunidad. Ha estado introduciendo cada vez más a Aaron a su familia, a cenas especiales que han tenido, es obvio que ellos comenzaran a pensar que estaban juntos. Su madre llama a menudo y pregunta por Aaron también. Las gemelas siempre consiguen tener tiempo con él para que Aaron les haga trenzas.

Demonios.

"¿Tú-Tú de verdad crees eso?" Lewis apenas deja salir la pregunta, su garganta ardiendo en un nudo apretado. James rueda los ojos con cansancio. "Él nunca ha dicho nada sobre eso. Supongo que jamás pensé en tener algo con él más allá de una relación jefe-empleado. Creí que funcionábamos bien de esa manera..."

"¿Nunca quisiste estar con él? Me refiero a querer tenerlo cerca o besarlo, o bueno, acostarte con él. Ya que lo último sucedió, creo que no estás tan seguro de lo que dices." James sonrió hacia Lewis, pero después de un segundo su sonrisa fue cayendo, sus ojos abriéndose a medida que las ideas trabajaban en su cabeza. "A menos de que jamás lo hayas admitido a ti mismo."

Lewis bufa, limpiándose los últimos restos de lágrimas de los ojos. "No seas absurdo. Yo, supongo, siempre me sentí un poco atraído hacia él, no me puedes culpar. Pero jamás me idealicé con él como pareja real. Como novios o algo más, ¿entiendes? Es muy confuso y no me gusta no saber qué está pasándome." Su control se está desvaneciéndose poco a poco. ¿Y si solo se lanza a los brazos de Aaron para poder caer en picada a un enamoramiento seguro? Un ataque al corazón y una fractura de amor de tercer grado. Solo déjenlo morir repleto de sentimientos, enterrado en un ataúd de flores en un campo de rosas. Dulce.

"Está bien." James se pone de pie, mirándolo desde arriba con una mueca en los labios. Él da un paso hacia la pared, tomando la mascarilla y colocándosela hasta que cubre su nariz. Le tira una a Lewis y después de que se la pone, James comienza a pintar las paredes.

Es un poco relajante incluso, James en su elemento, moviéndose maestramente por el lugar. Y el corazón de Lewis se siente un poco más ligero, como si estuviera en calma solo por un segundo mientras lo ve. Internamente se pregunta si ese fue el fin de la conversación o si van a continuar luego, pero antes de volver a preguntárselo, la puerta fue golpeada, y luego Emma está entrando lo que hace que James se detenga. Ella saca un paquete de cigarrillos de la bolsa de compras que tiene en las manos.

Lewis se hace a un lado mientras los ve a ambos discutir acerca de los dibujos. James se gira hacia él luego, tendiéndole un cigarrillo sin preguntarle, solo esperando que lo tome y lo encienda. Está un poco sorprendido cuando ve a Emma encender uno y comenzar a fumarlo. Lewis tose al principio, sus pulmones acostumbrándose a la antigua sensación del humo.

"Traje pizza" Emma dice a su lado, ni quiera la había visto, pero ella está allí sonriendo con el cigarrillo en una de sus largas manos. Ella pone su brazo en el hombro de Lewis, y él es apenas consiente de la diferencia de alturas entre ambos, lo que es -wow.

Dejan la habitación y se dirigen a la sala. Hay dos cajas de pizza Hawaiana sobre la pequeña mesita del centro, cervezas y refrescos. James pone un juego de futbol americano del que Lewis no tiene idea de si es nuevo o una retransmisión. Descubre que después de un rato no importa. Gritan y se levantan hacia la pantalla cuando uno de los jugadores corre con el balón, o por un pase largo, cuando anotan tiran los cojines al aire como si estuvieran en el campo con los jugadores. Lewis no va por ningún equipo, pero hace lo mismo, y le grita a cualquiera que corra.

Todo es diferente después de un rato. Hay risas y más gritos, historias pasadas y presentes, y es todo lo que necesita, Lewis piensa. Amigos y buenos momentos para olvidar los malos.

Antes de que se dé cuenta, el día ha pasado y ya está casi anocheciendo. Han comido como cerdos, y Lewis ya no sigue más impresionado por Emma, ella es como la amiga que todos quieren, es relajada y tranquila. Es perfecta para James.

Ellos lo acompañan a la puerta, tomados de la mano mientras Lewis mira hacia fuera. Está jodidamente frío, la briza está moviendo las hojas de los árboles con fuerza, como si no hubiera mañana.

Antes de que saber algo, él está siendo rodeado por cuatro brazos, aplastándolo hasta que casi no puede respirar, pero se siente bien, se siente reconfortante. "Puedes venir cuando quieras, Lewis" James dice cerca de su cara. Él planta un ruidoso beso allí, Emma riendo antes de hacer lo mismo. Casi no la conoce, pero se siente como si siempre lo hubiera hecho.

"El próximo fin de semana habrá un partido de beis. Trae cerveza y comida, china si es posible." Emma anuncia, su voz divertida mientras sonríe.

Lewis asiente despacio hacia ella. "Lo haré."

"Trae a Aaron contigo." James se apoya en el marco mirándolo con una ceja elevada, viéndose malditamente orgulloso de lo que acaba de decir. Lewis quiere decir algo, las palabras están prácticamente saltando en la punta de su lengua, pero no dice nada. James cree profundamente que ellos pueden solucionar la m****a en la que sea que están metidos, tal vez sí.

Dando un paso atrás, Lewis da un paso atrás, no queriendo contestar a eso, solo asintiendo con una sonrisa débil. "Hasta el domingo."

Él decide no llamar a Josh, toma el primer taxi que se detiene y dice al conductor su dirección. Su mente está rebotando con pensamientos y sentimientos, o quizá sea el taxi moviéndose. Lo que sea. Está malditamente nervioso de regresar a casa, podría pasar a un lugar a comer. No tiene hambre, pero la intención es la misma, llegar a casa no está en sus planes esta noche. No quiere ser un adulto y enfrentar lo que sea que esté puesto frente a él.

Suspira y deja que su cabeza gire a un lado, mirando la oscuridad de la noche pasar a través de la ventanilla del taxi. Se siente cansado, pero no tiene sueño; se mantiene despierto sin embargo hasta que llegue a su casa.

Lo que sea que vaya a pasar no puede ser tan malo, ¿cierto?

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo