Samantha no entendía porque le estaba sucediendo ésto a Alexander, él estaba seguro de lo que afirmaba y ella le creía, esto tenía que ser una trampa armada por Olivia, de seguro había sobornado a alguien del laboratorio, era la única posibilidad que se le venía y tenía lógica. Trató de usar palabras dulces para tranquilizarlo, lo veía tan vulnerable en esos momentos, jamás lo había visto tan derrotado, en estos momentos él la necesitaba. — Amor, quiero que te calmes, juntos vamos a buscar una solución— dijo ella consolándolo— Olivia es una mujer con mucha maña para lograr sus objetivos.— Quiere destruirme Sam— dijo Alexander— ella sólo desea un marido millonario y se encaprichó conmigo, además yo de idiota le puse la cabeza para que me la cortara. — Ya deja de culparte, las personas cuando son malas siempre buscarán la manera de hacer daño— dijo Samantha— no estás derrotado mi amor yo creo en tí. —Eres lo mejor que me ha pasado Samantha— le dijo Alexander— he sido tan idiota d
— Bueno, bueno, te prometo que estaré pendiente— dijo Úrsula— ahora lo que importa es que el médico diga cuando estas lista para tener a mi nieto. — Si hoy sabremos la fecha exacta — dijo la chica. Llegaron al hospital donde ya el médico ginecólogo estaba esperando para iniciar la consulta, después del saludo el doctor dijo:— Bueno señorita, hagamos una revisión para determinar la fecha de la cesárea. Después, de hacer la ecografía el médico dijo:— Ya son 37 semanas, cuando lo decidan podemos preparar el quirófano y realizar la cesárea. — Entonces preparemos todo para la próxima semana doctor— dijo Úrsula— ya quiero tener a mi nieto conmigo. —¡Perfecto, digamos el jueves entonces estaremos trayendo a ese bebé a éste mundo— dijo el médico. Salieron de allí y Úrsula le dijo a la chica:— Esta semana te quedaras en casa y así tener todo listo. Cuando llegaron a la casa de Úrsula, acomodaron a la chica en una de las habitaciones de servicio y Olivia arrugó el entrecejo al ve
De inmediato se apresuraron a poner en marcha lo pensado, Úrsula llamó a Alexander minutos más tarde preguntando. — ¿¡Qué fue lo que le dijiste a mi hija que está con una crisis nerviosa!? ¿¡Tú no sabes que las mujeres recién tienen un bebé están de cuidados y cualquier cosa puede ser fatal!?— exageró la mujer. — Solo le pedí el divorcio— dijo el muy tranquilo. — ¡Alexander O'Sullivan, te hago responsable del estado emocional de pOlivia y te exijo que vengas a hacerte cargo de la situación! — pidió Úrsula— ha lidiado con éste embarazo sola y su estado de nervios está alterado. — ¡Yo no tengo que ver con ése niño! — gritó Alexander. — ¡Me importa un pepino tus alegatos, es tu esposa y debes estar acá! Alexander se quedó pensando después de escuchar a la madre de Olivia y decidió llamar a Samantha, ella podía ayudarlo en estos momentos de confusión. Ella le confirmó lo que dijo la mujer. — Si amor, uno queda muy sensible después de un alumbramiento y algunas mujeres son más débil
Alexander O'Sullivan salió de la habitación y Olivia abrió los ojos y dio un suspiro, por un momento tuvo cierto temor, pero sólo fueron unos segundos, ya a los pocos minutos estaba maquinando en su cabeza como haría todo para para pasar como una mujer con problemas mentales. También el doctor habló con Úrsula. — Señora, yo me retiro, ese señor O'Sullivan no es ningún tonto y no deseo ver mi licencia anulada por un hombre como él, ustedes verán como salen de este embrollo— dijo el médico— adiós.Úrsula que en comportamiento y carácter era idéntica a su hija, de inmediato perdió el mínimo temor que podía haber sentido. Solo se concentraba en lograr sus objetivos, y ella ya estaba convencida de que Olivia se iría con su esposo, de ahí en adelante ese sería solo problema de él. Alexander, llegó hasta donde estaba la madre de Olivia, y le comunicó lo que había decidido, se llevaría a Olivia y allí la haría revisar con médicos de su confianza, para determinar cuán enferma estaba mental
¿Cómo dice?— preguntó la chica nuevamente. Te preguntaba, ¿cómo perdiste a tu bebé?— dijo la madre de Alexander. — Nació muerto señora, hace poco— dijo la muchacha. — ¿Hace cuánto?— preguntó Eve intrigada. La chica empezó a estrujarse las manos y luego respondió:—Hace 3 meses señora. — Eso es bastante reciente, con razón todavía tienes los pechos llenos— dijo Eve— espero que eso te ayude a superar tu pérdida, quedas en casa. La chica vió su habitación y se dio cuenta que había una diferencia entre cómo habían tratado en casa de Olivia y cómo le estaban tratando en esta casa, allá le habían dado una habitación de servicio, aquí tenía una habitación en la planta de arriba al lado de la de la señora de la casa. Realmente se sintió bienvenida y se dio cuenta que estas personas eran diferentes a las que había estado tratando hasta ahora, revisó al bebé y vió que estaba todo bien, estaba dormido, bajo para ver si había algo de comer. En la cocina estaban varias empleadas reunida
— ¿En serio?— fue la respuesta de Alexander— ella fue contratada por Olivia p su madre, la verdad no tengo idea, mientras menos sepa de la historia de esa arpía, mejor. Alexander y Samantha siguieron hasta la habitación de Olivia, allí seguía aparentemente dormida, los dos se acercaron y le tocó el brazo para que pudiera despertar, ella abrió lentamente sus ojos y miró a su alrededor con mirada asustada. — Hola Olivia,— saludó Alexander. Ella inmediatamente comenzó a llorar y se colocó en posición fetal no queriendo dar el rostro de frente, se veía muy patética su actitud, una chica anunció que ya el doctor había llegado. Unos minutos después el médico examinaba a Olivia, estuvo conversando, revisando su mirada, sus reacciones y después de un buen rato salió de la habitación y quiso reunirse con Alexander para darle una apreciación acerca de lo que creía ver en la paciente. — Señor O'Sullivan, su esposa no se ve nada bien, están en shock, parece tener depresión postparto, según l
—Gracias doctor, espero que ese diagnóstico sea a mi favor, que tenga un buen día— dijo Alexander despidiéndose. El médico observó la actitud de Alexander, sonrió, sí, realmente era un enigma la señora O'Sullivan, por momentos le parecía que estaba fingiendo, pero después la observaba bien y al parecer su mente estaba perdida en el espacio, pero no quería apresurarse, lo mejor era seguir observando. Alexander llegó hasta la casa donde vivía con Samantha, le informó sobre todo lo que el médico le había dicho, ella se quedó meditando las cosas que él le estaba comunicando y luego dijo:—Alex, pienso que debes estar pendiente de Olivia, saber cómo va, porque es tu esposa, es algo que tú decidiste y tienes que cargar con ella si está enferma.— dijo ella Alexander la miró confundido y le dijo:— ¡Estoy a cargo de la situación, amor! ¿Qué me estás pidiendo? ¿Que me quede con Olivia en el hospital? ¡No entiendo mi amor! ¿Qué deseas que haga?— Ay Alexander he estado pensando y pensand
Samantha lo miró con ojos de tristeza, suspiro para decir:— Es lo mejor por los momentos. — Espero pero me duele mucho, ustedes son mi familia y lo que menos deseó es tenerlos lejos de mí, estaré pendiente de mi hijo Samuel y también de mi preciosa princesa que viene pronto— dijo él— voy a recoger mis cosas y te dejaré tranquila. — Gracias Alexander— dijo ella con resignación— ven Samuel dejemos a papá sólo. Se fue hasta su habitación, allí se sentó un rato a pensar en los beneficios de esta separación, y concluyó que la única que se beneficiaba, era la egoísta y mezquina Olivia Walsh. Después de ese día, Alexander llamaba cada día al hospital para informarse del estado de salud de Olivia, siempre le daban la misma respuesta, que iba mejorando, pero mínimo. Habían pasado ya las dos semanas y el médico se reunió con él, para darle el informe definitivo. — Señor O' Sullivan le tengo noticias sobre su esposa— dijo el médico— ella tiene bastante depresión, pero es a raíz de la relac