Marleny salió directo hasta la oficina de Eliza, tocó y escuchó la voz de decir que pasara, abrió y directamente fue al grano. — Buenos días, amiga sabes que estuve hablando con Tony y con Harry, para tener la celebración de nuestro noviazgo en el departamento y hacer una fiesta a lo grande, a tu novio le pareció espectacular; ¿Qué te parece a ti?— dijo ella. — No soy muy amante de las fiestas, pero si ya Tony consintió, no me queda más que ir— dijo Eliza. — ¡Entonces no hay problemas, al salir de acá nos arreglamos para encontrarnos con Tony en su departamento— dijo Marleny con entusiasmo. Eliza vió salir a la chica, se veía felíz, al parecer era la única que se sentía entusiasmada por estar de novia con Harry, al final había conquistado el corazón de éste hombre maravilloso. La tristeza quiso invadir su mente y su corazón y sacudió su cabeza, no podía permitir que pensamientos negativos le inundaran, ella había elegido a Tony y debía esforzarse por enamorarse de él. A la hor
Marleny escuchó el sonido de la llamada de Harry y Eliza , se sentía bastante nerviosa por lo sucedido entre ella y Tony, pero se justificaba repitiendo a su cabeza que así era el amor, cuando invade tu mente y el corazón. Respiró profundamente, se miró al espejo que estaba en la entrada y noto que nada se notaba por fuera, en cambio su corazón latía alocado, llevaba una copa de licor en la mano. Abrió y allí estaban ellos con sus sonrisas, Harry le dio un beso en la mejilla al igual que Eliza, quien exclamó al ver toda la hermosa decoración en el departamento. — ¡Wow! ¡Qué bonito Marleny! — dijo Eliza. También Harry elogió el buen gusto de la chica. — ¡Te felicito por el buen gusto!— dijo Harry. — ¡Entren mis amigos!— dijo Tony alegre— ¡Están en su casa! — ¡Gracias Tony!— dijo Harry— ¡Ya veo que empezaron la fiesta sin nosotros! Marleny miró con incomodidad a Tony, este llenó dos copas, una para Harry y otra para Eliza. — Sí, estoy demasiado felíz— dijo él— tenerlos como mis
Le envió un mensaje de texto a Eliza:— «Surgió una emergencia, te llamo mañana»"Ya la llamaría al día siguiente para explicarle" Pensó Harry, pero aquel mensaje de su madre al parecer no era nada de manipulación, realmente necesitaba volver a casa, al parecer su padre lo necesitaba. Leyó nuevamente lo que su madre le decía: "Alexander, tu padre está en la clínica, necesito que vengas, ésto es serio".Mientras iba en un taxi hasta la mansión de sus padres, buscó el número de su madre y le llamó, después de oír sonar el teléfono tres veces, ella contestó. — Hola mamá; ¿qué le sucedió a papá?— dijo Álex preocupado. — ¡Hola hijo, por fin te comunicas! — dijo Evie— a tu padre le dió un infarto hace cuatro días, te he enviado mensajes. — Pensé que eras tú, manipulando para que volviera— dijo Alex— ¿En qué clínica estás? La madre de Alex le indicó cuál era la dirección del lugar, y le pidió al taxista que condujera hasta dónde su madre le había indicado, al llegar pagó y bajó rápidam
— Realmente el me envió un mensaje a medianoche que vi ésta mañana;me dijo que había surgido una emergencia, por eso no creo que sea esa la razón por la que no esté acá hoy— dijo ella. — ¿Una emergencia ?— quiso saber Tony— ¿Qué pudo haber sucedido? — No lo sé, pero algo le debió pasar, la verdad no tengo idea— confesó Eliza. Estuvo todo ese día inquieta, no pudo concentrarse en su trabajo, su mente estaba llena de preguntas pensando. ¿Qué podría haberle sucedido a Harry? Intentó varias veces llamar nuevamente, sin obtener resultados. Ese día Alvin había reaccionado favorablemente, tenía algunos reflejos activos, aunque sólo había abierto los ojos unos instantes y los había vuelto a cerrar, era un progreso, esa tarde, Alexander se reunió con los ejecutivos, poniéndose al tanto de toda la situación que estaba ocurriendo en las empresas. Uno de ellos le dijo:— El día que al señor O'Sullivan le dió el infarto, estuvimos hablando sobre lo que sucede en una de las sucursales en
Samantha se quedó muy quieta con los, ojos muy abiertos y Arnold dijo:— ¿Y si estuviera embarazada,habría algún problema? Simone miro a su esposo y luego a su hija y respondió:— ¿Saliste de casa solo a buscar una barriga?— preguntó indignada. — Mamá, no salí a buscar un bebé, solo que me enamoré de alguien y estuve con esa persona y si no lo mencionas no lo tomó en consideración— dijo Samantha. — Míralo por el lado bueno querida, seremos abuelos— dijo Arnold. — ¡Pero será una madre soltera!— exclamó ella. — ¡Por favor Simone, no seas absurda! Es una época diferente y nuestra hija tiene derecho a organizar su vida— dijo Arnold. — ¡Vaya que vida tan organizada!—— exclamó Simone. — Mamá, si te sientes tan avergonzada, tomaré mis cosas y me iré— dijo Samantha— lo menos que deseo es ocasionar problemas. — Deberías buscar al padre de tu hijo y casarte— sugirió Simone— ¡Basta de sandeces! Samantha se queda y Simone te callas!— gritó Arnold. Las dos mujeres se quedaron muy quieras
Al día siguiente Alexander se dirigió al restaurante de Tony Rizzo, necesitaba saber de Eliza, al llegar se dirigió a las oficinas del restaurante. — ¡Hola Tony! ¿Cómo estás? — saludó Alex. — ¡Mi querido amigo! ¡Cuanto me alegro de verte!— respondió Tony, dándole palmadas en la espalda—¿Dónde te habías metido? — Mi gran amigo, no tienes idea de lo que he vivido en éstos días— respondió Alex. — Tú lo has dicho, hemos estado en ascuas contigo y no tenemos idea de lo que ha sucedido para que hayas desaparecido todo éste tiempo— dijo Tony. Alexander empezó por el relato de cómo esa noche después de salir de la celebración de ellos cuatro, se había ido con Eliza y después de llevarla a casa se enteró de la gravedad de la salud de su padre. — ¿Y por qué no avisaste?— preguntó Tony. La cara de Alexander denotaba preocupación. — Increíblemente esa noche extravíe mi celular en el taxi, perdí los contactos— explicó Alexander. Tony Rizzo se quedó mirando a Alex y dijo:— ¿Entonces tu
Alexander seguía ocupándose de las empresas de su padre, todo después de tres meses funcionaba perfectamente, él siempre tuvo cabeza para la organización, y esos meses en el restaurante le habían ayudado a tener agallas a la hora de tomar decisiones trascendentales. Le había entristecido dejar a Tony sólo, de vez en cuando le llamaba y le contaba cómo había adquirido un nuevo gerente que le ayudaba bastante, pero era mujer y Marleny vivía pendiente de ella. Se sentía feliz con ella, también estaba ayudándolo mucho en los negocios, Alexander se sintió bien por ellos, pero nada que lograba localizar a Eliza, al parecer se la había tragado la tierra. Él seguía suspirando por el amor de ella, pero con todo lo que necesitaba hacer le quedaba muy poco tiempo para esparcimiento, pronto su padre empezó a ir a las empresas, pero había quedado cómo un ejecutivo emérito, su salud no le permitía tener tanta presión. Alexander pensaba que si su padre hubiera empezado por decirle que tenía prob
Esa tarde cuando nació el hijo de Samantha a quien bautizó como Samuel Martin, Alexander estaba pensando en Eliza y su misteriosa salida de la vida de él, cada día la pensaba y rogaba por encontrarla, la amaba, no había manera de olvidarla a pesar de que no la había vuelto a ver. Había reproducido una foto que logró tomar con su celular y la tenía con él en su billetera, la miró por varios segundos, suspiro y luego la guardó pensando:« En algún momento he de encontrarte mi amor».Con ésta frase se consoló y dijo a su asistente que hiciera pasar a la persona que lo esperaba, entró en la oficina de Alex y éste levantó el rostro. Era de mediana estatura, de hermosa figura, cabello rojo fuego, ojos verdes con tonos grises de forma hermosa, se quedó mirando a la chica que lo había solicitado con los ojos llenos de intriga. — Hola, ¿ cómo está usted Alexander O'Sullivan? Soy Olivia Walsh, mi padre me envió a hablar con usted. — Mucho gusto señorita Walsh, ¿quien es su padre? —Estamo