Nathan
Sentirla de forma tan cercana e íntima, es un sentimiento sin palabras. Juro que he fantaseado con ella muchas veces, pero nada comparado con el verdadero placer de verla moverse sobre mí, follándola, como la más hermosa de las diosas, un poco torpe pero es lo que la hace especial, su inocencia, su inexperiencia.
Cuando me ha dicho que era virgen sentí que mi alma volvía al cuerpo, me sentí un idiota por pensar en ella como una vez lo hice y me maldije a mí mismo por interpretar mal las cosas. Ahora ella es mía, de nadie más, y nada me gustaría tanto como el poder mostrarle miles de formas de hacerle el amor, lamentablemente no tengo la movilidad para hacerlo y eso me frustra.
Yo debería estar haciénd
ChandlerEse momento en el que te das cuenta que alguien verdaderamente no es para ti, es lo peor que se puede experimentar. El sentimiento de decepción y de rabia que he sentido al verlos juntos en la ducha, es desgarrador. No vi nada comprometedor, el cristal estaba empañado pero no hay que ser muy inteligentes para interpretar la posición en que ambos estaban y por supuesto, el gemido de Madelaine.La he perdido y me duele, porque tenía la esperanza de ser correspondido. Desde el primer día en que la vi, desorientada y asustada frente a Jeremy, quise tenerla en mis brazos y darle todo lo que me pidiera. Ahora soy un miserable perdedor, ante el mismo rival de toda mi vida. De alguna u otra forma Nathan siempre me ha arrebatado las cosas que siempre he querido, chicas, oportunidades de estudios y trabajo, la atenci&oac
Madelaine—Me alegra que por fin hayas accedido a hablar conmigo, Madelaine —dice Jacob con una sonrisa que pretende ser cálida pero que a mí no me convence nada. Me quedo completamente seria ante él y nota que esta no es una cita de placer precisamente.—Si decidí hablar contigo ha sido porque eres demasiado insistente y ya quiero quitarte de encima.—Soy tu padre —me reprocha y me rio con cinismo.— NathanMadelaine frunce el ceño ante la mención del compromiso de Chandler. Es obvio que no lo sabía, no solemos hablar de todo lo que destruyó mi accidente, porque sí, cargo la culpa de esa ruptura para variar.— ¿Ex prometida? No sabía que se iba a casar —mira a mi hermano otra vez, que sigue perdido en su estado etílico.—Hay muchas cosas que no sabes todavía —murmuro y ella asiente—. Ella lo dejóCapítulo 51
MadelaineDeslizo mi bata por mis hombros, dejándola caer en el piso y quedando completamente desnuda. Siento su mirada abrasadora en mi espalda, sé que está ahí, siempre me observa y finjo que no me doy cuenta.El olor amaderado de su perfume llega hasta mis fosas nasales y sonrío, me encanta todo de él, su olor, su mal humor, su oscuridad, su trauma, su pasión, su forma retorcida de contemplarme, como me hace el amor y luego quiere alejarse; sus miedos, sus inseguridades, su locura. Todo forma parte de él, todas crean a Nathan, y yo lo amo a él, con todo lo que conlleva.Alucino de sólo pensar en cómo me enamoré de él en dos meses, simplemente sucedió sin previo aviso y ahora estoy atada por mis sentimien
Nathan¿Por qué tuvo que decirlo? Estábamos bien, no era necesario expresarlo en voz alta, pero no fue su culpa, fue la mía por permitir que esto fuera a más, por mi egoísmo dejé que se enamorara de mí y ahora debía deshacerme de ella. No puedo condenarla a una vida así, a esto, a mi día a día. No soportaría verla en las mañanas despertar y tener que cuidar a su pareja paralítica.Muero por dentro al verla marcharse por las cámaras, deseo ir tras ella y rogarle que me perdone, que se quede conmigo, pero yo también la amo y cuando se ama no se castiga. Confiaba en que lo suyo fuera solo un capricho, en que se hartaría pronto y me dejaría, pero ella se involucró tanto como yo lo hice y todo ha colapsado.
MadelaineUn mes después…— ¡Wil, tienes la mesa tres y cinco! —Le digo al chico tras ver por las cámaras de seguridad, que se han sentado comensales en las respectivas mesas. Él asiente a lo lejos y suspiro antes de seguir cobrando las mesas que se van a desocupar.Últimamente el restaurante ha tenido mucha demanda luego de que tuviéramos que cambiar al chef hace quince días. La gente ha venido recomendada por otros, atraídos por la calidad de nuestra comida. Y estoy feliz por eso, el negocio está creciendo y estoy segura de que mamá estaría orgullosa de eso.<
Nathan Me quedo paralizado ante su confesión. ¿He escuchado bien? ¿Tendrá un bebé mío? Dios, toda mi cabeza comienza a dar vueltas, imágenes se ponen en mi mente de cuando supe de mi hijo nonato muerto. Son muchas cosas al mismo tiempo que procesar, tardé un mes en aceptar que Madelaine podía estar conmigo, semanas en decidir si ir por ella era lo correcto y horas de insomnio pensando en cómo demostrarle que la amo y que quiero estar a su lado. Y ahora esto, no estaba preparado para esta noticia. —Nate —la escucho llamarme, enfoco mi mirada en ella, se nota preocupada—. ¿Estás bien? El día está nublado y ya está haciendo frío, pero eso no es impedimento para que Nathan y yo hayamos decidido hacer nuestra boda. Estaba a punto de dormirme cuando me dijo: ¿y si nos casamos mañana?Tal vez sea muy apresurado, apenas llevamos dos meses aprendiendo a ser una pareja estable, pero lo amo y él me ama, no encontré motivo para decir que no. En menos de veinticuatro horas la señora Selma ha preparado una pequeña ceremonia en su apartamento, no es mi boda soñada pero sé que será perfecta.Solo asistirán amigos y familia, un juez amigo de los Pierce realizará el papeleo y mi restaurante se encargará de la comida. Todo rápido, como una aventura y estoy ansiosa de que llegue la hora.Último capítuloEpílogo