Madelaine
—Me alegra que por fin hayas accedido a hablar conmigo, Madelaine —dice Jacob con una sonrisa que pretende ser cálida pero que a mí no me convence nada. Me quedo completamente seria ante él y nota que esta no es una cita de placer precisamente.
—Si decidí hablar contigo ha sido porque eres demasiado insistente y ya quiero quitarte de encima.
—Soy tu padre —me reprocha y me rio con cinismo.
—
NathanMadelaine frunce el ceño ante la mención del compromiso de Chandler. Es obvio que no lo sabía, no solemos hablar de todo lo que destruyó mi accidente, porque sí, cargo la culpa de esa ruptura para variar.— ¿Ex prometida? No sabía que se iba a casar —mira a mi hermano otra vez, que sigue perdido en su estado etílico.—Hay muchas cosas que no sabes todavía —murmuro y ella asiente—. Ella lo dejó
MadelaineDeslizo mi bata por mis hombros, dejándola caer en el piso y quedando completamente desnuda. Siento su mirada abrasadora en mi espalda, sé que está ahí, siempre me observa y finjo que no me doy cuenta.El olor amaderado de su perfume llega hasta mis fosas nasales y sonrío, me encanta todo de él, su olor, su mal humor, su oscuridad, su trauma, su pasión, su forma retorcida de contemplarme, como me hace el amor y luego quiere alejarse; sus miedos, sus inseguridades, su locura. Todo forma parte de él, todas crean a Nathan, y yo lo amo a él, con todo lo que conlleva.Alucino de sólo pensar en cómo me enamoré de él en dos meses, simplemente sucedió sin previo aviso y ahora estoy atada por mis sentimien
Nathan¿Por qué tuvo que decirlo? Estábamos bien, no era necesario expresarlo en voz alta, pero no fue su culpa, fue la mía por permitir que esto fuera a más, por mi egoísmo dejé que se enamorara de mí y ahora debía deshacerme de ella. No puedo condenarla a una vida así, a esto, a mi día a día. No soportaría verla en las mañanas despertar y tener que cuidar a su pareja paralítica.Muero por dentro al verla marcharse por las cámaras, deseo ir tras ella y rogarle que me perdone, que se quede conmigo, pero yo también la amo y cuando se ama no se castiga. Confiaba en que lo suyo fuera solo un capricho, en que se hartaría pronto y me dejaría, pero ella se involucró tanto como yo lo hice y todo ha colapsado.
MadelaineUn mes después…— ¡Wil, tienes la mesa tres y cinco! —Le digo al chico tras ver por las cámaras de seguridad, que se han sentado comensales en las respectivas mesas. Él asiente a lo lejos y suspiro antes de seguir cobrando las mesas que se van a desocupar.Últimamente el restaurante ha tenido mucha demanda luego de que tuviéramos que cambiar al chef hace quince días. La gente ha venido recomendada por otros, atraídos por la calidad de nuestra comida. Y estoy feliz por eso, el negocio está creciendo y estoy segura de que mamá estaría orgullosa de eso.<
Nathan Me quedo paralizado ante su confesión. ¿He escuchado bien? ¿Tendrá un bebé mío? Dios, toda mi cabeza comienza a dar vueltas, imágenes se ponen en mi mente de cuando supe de mi hijo nonato muerto. Son muchas cosas al mismo tiempo que procesar, tardé un mes en aceptar que Madelaine podía estar conmigo, semanas en decidir si ir por ella era lo correcto y horas de insomnio pensando en cómo demostrarle que la amo y que quiero estar a su lado. Y ahora esto, no estaba preparado para esta noticia. —Nate —la escucho llamarme, enfoco mi mirada en ella, se nota preocupada—. ¿Estás bien? El día está nublado y ya está haciendo frío, pero eso no es impedimento para que Nathan y yo hayamos decidido hacer nuestra boda. Estaba a punto de dormirme cuando me dijo: ¿y si nos casamos mañana?Tal vez sea muy apresurado, apenas llevamos dos meses aprendiendo a ser una pareja estable, pero lo amo y él me ama, no encontré motivo para decir que no. En menos de veinticuatro horas la señora Selma ha preparado una pequeña ceremonia en su apartamento, no es mi boda soñada pero sé que será perfecta.Solo asistirán amigos y familia, un juez amigo de los Pierce realizará el papeleo y mi restaurante se encargará de la comida. Todo rápido, como una aventura y estoy ansiosa de que llegue la hora. Noche de bodasMe matan los pies cuando subimos al ático de Nathan, o bueno, ahora nuestro. La he pasado muy bien en la pequeña fiesta y el dolor en mis tobillos es la fiel prueba de ello. Mi esposo me observa trastabillar con el ceño fruncido y me rio, aún sigue siendo un ogro enojón.—Estás lastimada —gruñe y ruedo los ojos.—Solo estoy cansada, a toda mujer le pasa luego de bailar varias horas con tacones Epílogo
Extra 1
Regreso Del PasadoAdoro observarla, es lo mejor de despertar cada mañana junto a ella. Aún no creo que esté aquí, que sea mi esposa y que esté esperando a nuestro hijo. Sigo pensando que todavía no la merezco, que no debe cargar con mi peso, no es justo, pero odio la idea de tenerla lejos.Y solo por ella, para que no se vaya de mi lado es que me estoy esforzando en las terapias, aún cuando odie a cada fisioterapeuta que trabaja conmigo. Toda mi razón de vivir es Madelaine y aunque su amor es sincero, no quiero que se vaya porque continúo siendo un idiota. Me asusta la dependencia que he desarrollado hacia ella, pero fue quien me rescató de lo más profundo de mí mismo, debo devolverle el favor de alguna forma, aunque me duela como la mierda ponerme de pie en cada sesión.Último capítulo