Madelaine
Tal parece que he comenzado mi primer día con buen pie, sí, en la noche fue un idiota, pero pensé que con el trato adecuado accedería a dejarme trabajar tranquila. Él solo quiere paz y yo puedo dársela siempre y cuando me deje cumplir con mi labor. Una especie de psicología que me resultó para salir victoriosa hace un rato.
Es cuestión de paciencia, respirar hondo y seguir adelante. Nathan es un hombre difícil, a simple vista incomprendido, solo necesita que entiendan sus necesidades y todo fluirá con facilidad. Llegué a esta conclusión en medio de mi insomnio, he decidido estudiarlo un poco y complacerle para que me deje atenderle, cosa que ninguna de las mujeres anteriores hizo.
Eso me da ventaja y si
ChandlerMadelaine desaparece detrás de las puertas de metal y suspiro. No puedo creer que esté tan desesperado por su atención y que ella decida pasar de mí categóricamente. Es irónico pensar que de entre muchas mujeres, aquella que elijo no está interesada ni un poco en mí, más bien parece centrada, ciega ante cualquier tipo de coqueteo e indispuesta a una relación que no sea de amistad.Niego con la cabeza incrédulo, debería dejar de insistir, pero Madelaine es ese tipo de mujer que no puedes sacar de tu cabeza por más que lo intentes.Me doy la vuelta y me encuentro con la mirada de Nathan, él observa en la misma dirección que yo antes aunque parece más pensativo que pendiente a lo que hac
Madelaine—En relación con los argumentos presentados por cada parte, he decidido que no se necesita una evaluación de hogar, el menor Noah Lawrence está legalmente bajo el cuidado de Madelaine Lawrence, con todas las atenciones que necesita y así permanecerá, con una excepción los fines de semana donde el niño conocerá a su padre biológico, Jacob Singh. Se levanta la sesión.El cuerpo se me llena de alivio cuando el juez dicta su veredicto. Noah volverá conmigo a casa y aunque no me gusta que esté lejos de mí, puedo soportar dos días sin él. Miro a Jacob, su semblante parece abatido pero acepta lo dictaminado por la corte. Aún no sé quién es y qué quiere, no entiendo sus intenci
NathanLa veo salir de mi habitación otra vez irradiando enojo, me pregunto cuántas veces la he hecho ya enfadar y lo peor es que no quiero, nada me gustaría más que tenerla cerca a todo minuto, ella es mi medicina, ella eclipsa cualquier otro pensamiento autodestructivo. Sin embargo no puedo evitarlo, está en mi naturaleza alejar a todos los que se interesan por mí, es una especie de mecanismo de defensa que desarrollé los primeros meses después de despertar del coma, así me di cuenta que aquellos que solía llamar amigos en realidad estaban a mi lado solo por lo que tenía, no por quien era.Debato conmigo mismo, una parte de mí quiere que todo se quede así, al fin y al cabo sería todo más fácil, la otra parte me ruega que vaya con ella, que in
MadelaineSiento su mirada incluso mientras estoy concentrada en la lectura, es una especie de magnetismo que me hace saber que está allí, en algún lugar contemplándome. Aún siento la vergüenza de lo sucedido esta mañana y él se está encargando de hacérmelo recordar cada vez que me pide disculpas. No entiendo por qué se empeña en ello, yo fui quien cometió el error, en todo caso yo debería estar disculpándome.—No vuelvas a decirlo, por favor —le pido sin apartar la vista de mi libro—. Mejor olvidemos que eso pasó, ¿sí?
Madelaine—Creo que alguien está contribuyendo a que Nathan se auto destruya —murmuro frente a Selma y Chandler, este chasquea la lengua mientras su madre frunce el ceño confundida—. ¿Lo sabías? —Le recrimino.—Una vez la vi, pero Nathan me prometió que no la vería más. Supongo que me mintió.— ¿Alguien me puede explicar qué sucede con mi hijo?
NathanComienzo a sentir el conocido dolor en los músculos que significa que estoy abusando demasiado de ellos, pero de alguna forma debo sacar el enojo de mi sistema, he aprendido a descargar mi ira en otro tipo de actividades y no rompiendo todo a mi alrededor. Ejercitar mis brazos es algo que siempre he hecho para mi propio beneficio, pero ahora he incrementado el ejercicio para calmar mi temperamento explosivo. Una idea que se le ocurrió a Madelaine y que mi psiquiatra aprobó, con lo que no contaban es que abusaría de ello cada vez que sintiera el más mínimo sentimiento de cólera.Y el motivo de que esté a punto de desgarrar mis tendones es que he visto a Chandler intentar besarla cuando ha venido a evaluarme esta mañana, nunca pensé que sentiría tantos celos de mi propio he
MadelaineVeo a Nathan escapar de mí, de la realidad, de lo que pasó entre nosotros. No soy una estupida, sentimos lo mismo con ese beso, le gusto, puedo verlo en la forma en que me mira, en sus gestos, en la manera tan especial en la que me trata. Es un hombre y yo soy una mujer, no veo el problema por el cual no podamos aunque sea intentarlo. ¿Su mierda? Yo soy quien decido si quiero pasar por eso o no.Si tan solo supiera todo lo que experimenté cuando sus labios estuvieron en los míos, como mi cuerpo reaccionó al suyo, como sentí estremecerme por completo y las ganas de continuar que me abordaron. Nunca había sentido algo igual por un hombre, todo lo que Nathan me hace capaz de experimentar, es casi nuevo para mí y quiero explorarlo. Ahora que mamá no está, quiero seguir su
NathanObservo con atención la lápida de Eleanor, esperando sentir todo lo de la última vez con solo ver el pedazo de piedra, y aunque la culpa sigue persistente en mí, una imagen más nítida de mi presente opaca todo lo que compartí hace años con ella, me duele no sentir nada por ella ya, quiero recordarme a mí mismo que ella sigue ahí, como un buen recuerdo al menos.Levanto la mirada para ver a Madelaine a unos metros, serpentea entre las tumbas entreteniéndose en lo que yo decido terminar. Estos últimos días he cometido el error de dejarla entrar en mi vida, no debí hacerlo, no es prudente, pero cuando me mira con sus grandiosos ojos se me hace imposible negarle nada.No se ha opuesto a que viniér