—Yo tenía doce años, mi hermana era cinco años mayor. Era la chica más sencilla, dulce, natural y hermosa —cuento y Eileen no puede escucharme, ya está dormida—. Una chica bastante popular entre los chicos de su escuela. Entre todos, elegió al equivocado y se enamoró de él. Su vida cambio completamente con diecisiete años. Dejó la escuela, ya no regresaba a casa. Cuando le comenté a mi madre sabes que me dijo: "me da igual lo que haga con su vida, ella es mayor". "Y tú, vete encaminando, ya no puedo hacerme responsable de ti". Hablé con mi padre "Ella volverá a casa", fue lo que dijo. Ese mismo día escuché una conversación entre mis padres en los que mi mamá le decía a mi papá: "Enamorarme de ti fue lo peor que me ha pasado en la vida, tú me convertiste en la mierda de madre que soy ahora, ocupé el tiempo que debía atender a mis hijos en ir detrás de ti, mientras tú te revolcabas con toda la mujer que se te pusiera delante".—Pero yo te amo a tí Kristen —le respondía mi padre—Pues el
Avanza los pocos pasos que nos separan. Me agarra de las caderas y me sienta a horcajadas sobre él. Cruzo las piernas a su espalda.Estaba tan sexy que no podía dejar de mirarlo. Recordé esos momentos dónde rozaba mi cuerpo con él, como me tocaba y me hacía gemir. No pude evitar morderme el labio inferior. —Crees que puedas seguir poniéndome a prueba, muchas veces más —le susurro al oído.Le sonrío. Sé que ha esperado mucho por mí. Puede parecer algo pequeño pero estamos hablando de Liam, nunca da más que sexo.—Muéstrame que le sucede a una chica cuando te pone a prueba —lo reto.Me besa, así como si tuviera el cielo en mis labios. Desciende por el cuello, dejando suaves besos por él. Nos lleva nuevamente a la ducha. Abre el grifo. —Espera —pido—. Ahora voy.—Olvídalo —contesta besándome nuevamente—. No voy a esperar más.Me coloca nuevamente en el piso. No es agradable que él me vea en esta etapa. Incluso me da vergüenza. Él parece adivinar mis pensamientos.—No pasa nada. Estamo
He pasado cuatro días en casa de Liam. He sido tan feliz ahí, que solo deseo volver.Regreso a trabajar en Upclide. Harry me ha dejado algunos mensajes para un ensayo hoy.—Buenos días —saludo entrando a mi trabajo.—Buenos días Ei —responde Andrea.—Andrea estoy tan feliz —me sincero—, que asusta. —Sí que asusta —comenta—, te pido por favor que no pienses solo en los orgasmos, piensa también en no olvidarte tomar la píldora. —No —le digo—, como crees.—Qué planes tienen para el cumpleaños de Liam.—No sé qué día es su cumpleaños —contesto.—Mañana.No me debería asombrar tal hecho. Liam y yo hemos compartido más sexo que conversaciones profundas. Tal vez no es un día agradable para él, quizás no le da la importancia que tiene. Desde mi punto realmente no pienso armar un escándalo porque no me haya comentado de su cumpleaños. Sus motivos tendrá.—No me ha dicho nada sobre eso.—A Liam no le gusta celebrar su cumpleaños —expresa—. Durante los cuatro años que lo conozco nunca lo ha he
En la mañana decidimos conocer el pueblo. Debido a la hora que llegamos no pudimos inspeccionar. Me quedo encantada cuando caminamos. Hay estrechas y preciosas callejuelas salpicadas por bonitas tiendas de artesanía, jabones y limoncello. —¿Te gusta? —me pregunta Liam al ver cómo me he quedado mirando una pulsera en uno de los puestos artesanales. Era muy bonita y sencilla, tenía una mariposa naranja y negra tallada en el centro.—Es preciosa ¿Verdad? Él no responde. Compra la pulsera y la coloca en mi mano.—Se ve aún mejor en ti —contesta.La calle más hermosa es la que baja hasta la Iglesia de Santa María de la Asunción.Este es el principal templo del pueblo, conocida por su cúpula decorada en mayólica, con colores verdes y amarillos. Es un edificio que alberga una imágen bizantina, un cuadro que representa la Vírgen Negra con el Niño en su vientre.—Una leyenda dice que cuando el barco que transportaba la imágen estaba a la altura de la costa de Positano, le fue imposible cont
Eileen me tiene ardiendo, quiero llevarla a mi cama, quiero tocarla, quiero follármela una vez más. La necesito como al puto aire para respirar.Eileen mueve la botella. Le toca a Keira.—Keira ¿Cuál es el secreto para sobrellevar esa característica particular "posesivo"?La miro, quiere provocarme, le encanta ponerme de los nervios.—Es complicado —responde Keira. Noté como le guiña un ojo a Eileen. Sea lo que sea que estén tramando van a llegar lejos—, muy complicado. ¿No sientes que a veces te cansa?Miro a Eileen, ella está mirando a Keira. Espero expectante su respuesta.—Sí —responde. Lleva su vista hacia mí, la fulmino con la mirada.—La solución para eso es cambiarlo —responde Keira. Aiden está como yo. Keira contiene la risa.—También había pensado en eso —comenta Eileen.De pronto quiero sentirla, tocarla, olerla, escucharla y observarla mientras se corre.—¿Qué dijiste? —le digo muy cerca, un poco serio.—Lo que oíste —responde segura—, es una solución de puta madre.—Te es
Llegó el día del desfile. Me despierto muy temprano. Ayer nos arreglamos. Después de tener sexo él se marchó. Hoy es catorce de febrero. Puedo sentir el amor en el aire. Sonrío con mis propias ocurrencias.Me doy una ducha. Me seco el pelo. Todo a la velocidad de luz. Son apenas las 6:30, pero necesito llegar temprano a la empresa de Harry. El viaje a Nueva York toma algunas horas.Elijo en el armario un vestido casual color rosa y unas sandalias con tiras cruzadas sobre el tobillo.Cuando verifico delante del espejo que estoy lista bajo a la cocina con mi abuela.—Abuela felicidades —digo y le doy un beso—. Ya me marcho.—Felicidades cariño. Espera. Come algo.—No tengo hambre abuela. Estoy nerviosa.—Tómate al menos el jugo —insiste.Me tomo el jugo y me marcho a la empresa de Harry. De camino respondo algunos mensajes que me habían enviado las chicas felicitándome.Cuando llego, todo ahí era una locura. Las personas caminan de aquí para allá. Ni parece que es el día del amor y la
Tengo un maldito genio que podría quemar el mundo. Las manos me duelen de tanto apretarlas. Salgo de aquí sin importarme como mierda fue el desfile. No quiero saber de nada, ni de nadie. Llego a casa. Tumbo todo lo que está a mi alcance. Necesito quitarme está furia con algo. Cojo una botella de whisky y me siento en el suelo de la sala. Con la mirada perdida en el enorme ventanal.Me llama Aiden por teléfono, luego Dylan. No quiero hablar con nadie. Por qué me está doliendo tanto. Por qué la extraño, incluso después de todo lo que me hizo. Por qué estoy sintiendo algo raro en el pecho. Creí que podía estar con ella, que ella era feliz conmigo aunque yo no le daría amor. Nunca me había comportado así en mi vida. Pensé que ella se lo había ganado, que era especial, diferente...Me he equivocado como nunca en mi vida.Me pego del pico de la botella y bebo un largo trago de whisky. Esto tiene que hacer que me olvide de una maldita vez de ella. Cuándo coño he bebido tanto por una c
Me levanto de la cama. Llevo dos días llorando. Estoy cansada de llorar, de sufrir por algo que no hice. Me duele la situación por la que estoy pasando. Tengo la culpa, ¡¡¡sí!! pero por creer que podía trabajar en la empresa rival de Liam sin meterme en problemas, por haberme enamorado de Liam, por pensar que lo nuestro podía funcionar, por dejar que me tratara de la forma en que lo hizo.Me doy un baño. No voy a esconderme del mundo. No puedo. Tengo que enfrentar esto. Voy a arreglarlo. Aunque me tome el tiempo del mundo. Tengo que demostrarle a Liam que no robé esos diseños. Después de ponerme lo primero que mis ojos observaron cuando abrí el armario, me cepillo el cabello y salgo para la empresa de Harry.—Ei —saluda como si nada—, que bueno que estés aquí.—Voy a ser directa —le digo—. Me interesa trabajar aquí.Me señala un sofá carmelita. Sigo sus pasos hasta que me siento frente a él.—Faltan meses para el próximo desfile —contesta—, pero podrías trabajar como mi secretaria ¿a