Tara Cooper
Lanzo una mirada hacia la sala, Alexander sigue viendo las caricaturas junto a sus hijas, después de todo y en la forma que se ha dado, no me arrepiento, porque los tengo a ellos. Mi abuela, había apoyado nuestra decisión de tener nuestro espacio cerca de la ciudad y cerca de ella, así que sigue en la hacienda, haciéndose cargo, al igual que yo, que Alexander y mi padre. Alexander, sé muy bien, que por dentro debe de ser más feliz ahora que puede tener más presencia en su empresa —me corrijo— nuestra empresa, la empresa que algún día heredarán nuestras hijas, así como la exportadora, la hacienda, sus tierras y la cadena de juguetes de su abuelo. Sonrío.
Su abuelo, Seymour.
Ese viejo que ahora cada vez se le nota mucho más las canas, por más que intenta pintarlas de castaño, es inevitable, su cansancio de hace días me ha preocupado. Así q
Alexander Cooper La fiesta de mi cumpleaños ha sido un éxito, había convivido con mi familia y mis amigos, hubo una cena en el horno esperando, hubo vino, brindamos por mí y... ¿El pastel? Bueno, en estos momentos tengo a Tara sobre él, veo como cierra sus ojos antes de perderme entre sus piernas, tiro de sus pliegues y luego chupo, ella se retuerce, el pastel ha quedado embarrado en su conjunto más sexy que he visto,un conjunto que me havuelto loco, me ha transformadocuando lo vi por primera vez en nuestra habitación horas atrás. Mis dedos se clavan en
Tara Cooper La canción de Sia con la canción Cheap Trills ft Sean Paul retumba en el lugar, los rayos de color rojo neón se pasean por todo el lugar, mostrando de vez en cuando los cuerpos que bailan en la pista, doy un sorbo a mi bebida lentamente al captar a un hombre en un traje elegante, levanta su copa en mi dirección en señal de brindis. No sonrío, no muestro ningún gesto. Esta noche es diferente, no estamos en algún antro famoso de la ciudad, estam
Alexander Cooper Puedo sentir como Tara tiembla, caminamos al interior del privado VIP, ella camina lentamente viendo cada detalle de la habitación, me retiro la americana y la cuelgo en el perchero metálico que está cerca de la entrada, las puertas del elevador se cierran y se activa la seguridad para que nadie más entre. Veo que han hecho cambios al lugar, me parece más oscuro, más seductor, no abunda tanto el color claro.
Alexander Cooper Tara tiene una pierna encima de mí, estamos desnudos, nuestras respiraciones se escuchan agitadas, ella se acurruca. —Eso ha sido…asombroso. —sonrío. —Ya es tarde tenemos que irnos. —susurro, después dejo un beso en su frente. —Nadie nos espera en casa…—susurra. —Lo sé. Mañana hay que recoger a las niñas con Julya. Se mueve para dejar su barbilla en mi estómago, mirando hacia a mí. —Ha sido un sábado único. —sonrío. —Lo sé. —contesto, dejo mis brazos por debajo de mi cabeza como soporte para mirar a Tara. Puedo ver un debate en aquella mirada. Sabe que hemos quedado en algo. —No. Ella dirige su mirada hacia a mí. — ¿No? —pregunta confu
Tara Cooper Lunes por la mañana… Despierto al escuchar la alarma de mi mesa de noche, cuando comienzo a estirarme, siento los labios de Cooper contra los míos, abro mis ojos y le respondo, me separo y veo que ya está listo para irse al trabajo. —Buenos días, esposa.—dice con una gran sonrisa. —Buenos días, esposo, ¿Por qué te vas tan temprano?—Cooper tuerce sus labios. —Tengo junta temprano con los del grupo Fujimori, no me gusta la impuntualidad, lo sabes.—deja un beso fugaz en la punta de mi nariz. —Vaya, eso quiere decir que estarás ocupado el resto del día. —Así es...—dice mientras se acomoda sucorbata frente al espejo de cuerpo completo.—De hecho, quiero pedirte
Alexander Cooper —Entonces nos veremos en nuestra próxima reunión en Japón.—digo mientras cierro la carpeta, el señor Fujimori, con un movimiento de cabeza afirma, me levanto y junto con mi equipo hacemos la reverencia a todo el grupo Fujimori. —Es un gusto seguir haciendo negocios con empresas Cooper, señor Cooper. Los esperamos en su próximo viaje y en la boda de mi hijo. —Estaremos ahí.—digo, Micha
Tara Cooper La mirada cargada de Alexander me hace temblar de pies a cabeza, ver cómo me mira, me hace querer arder aquí mismo, el frío del cristal está contra mi mejilla, sigo moviendo mi trasero en una invitación, sé que estoy jugando sucio, entonces pienso que lo he aprendido de él, una sonrisa aparece en mis labios. — ¿Por qué sonríe, señora Cooper? —no digo nada, me muerdo el labio, luego niego. Cierro los ojos cuando siento su cuerpo detrás de mí. Su mano va a mi mandíbula, desde la misma posición, haciendo que mi cuello gire un poco, sintiendo al mismo tiempo sus labios contra mi lóbulo. —Está jugando sucio, señora Cooper. —Lo sé. —Jadeo, siento el calor de su pecho contra mi espalda, —He aprendido del maestro. Escucho un bufido, luego siento un azote en mi trasero, eso me agarra desprevenida, haciendo que me tamba
Alexander Cooper Jueves por la noche y sigo en la empresa, miro el reloj de vez en cuando, ansioso por terminar la junta mensual, retirarme a casa yver a Tara y, a nuestras hijas. —El viaje a Japón creará una unión más fuerte entre las dos empresas, Cooper y Fujimori.—Dice Michael al resto de los jefes de departamento, —La nueva exportadora, generará el triple de ingresos y podríamos no solamente tener una alianza con el grupo Fujimori, si no con otros grupos muy importantes del mismo r