D I E C I N U E V E
Me fuí con mi guardian y éste me llevó a mi casa, no quería encontrarme con un Eliezer ya que era vecino de mi hermano. Y sí soy sincera ésto sería incómodo para ellos, tienen una relación comercial y de paso son vecinos. Estemos claros, siempre en cualquier emergencia a quien pedimos ayuda es al vecino.
Le di las gracias a mi hermano con un fuerte abrazo y un: gracias por existir, y bajé. El frío me arropó y decidí entrar a mi hogar, una vez dentro quise salir de allí.
—¿No te quedó claro lo que te dijo Stiven?
—Tenemos que hablar. Debemos hablar. No sabía y...
—No hay excusa. Podría ser una zorra y no te da derecho a tratarme como lo peor y sí no lo soy también.
Ariel mecía a Mora en la puerta de la cocina y observaba la escena. Morey estaba cruzada de brazos sin entender nada y Ethan como buen amigo limpiandole el labio inferior.
Se levantó rápido y trató de tocarme.
—¿Y que me dices
V E I N T EEstaba sentada en el taburete con Venecia y Ariel, ellas tenían puesto su traje de baño.Tenían sus cuerpos muy lindos a pesar de haber dado a luz dos hijos.—Deberías quitarte ese vestido y mostrar tu hermoso cuerpo. —se zarandeo el cuerpo Ariel.—No me siento segura, además está ese hombre —me refiero a Eliezer— Se dará cuenta de mi cicatrices y sabrá que soy yo la chica Mask, no quiero que ese hombre se vuelva loco.Estábamos en un club, precisamente en una piscina, todo juntos en familia incluyendo a Eliezer, su hijo y la universitaria Jeimy la nueva niñera. Me sentía insegura de mostrarme como tal y más porque la verdad para Eliezer saldría a luz.—Quítatelo, quiero ver su cara de asombro, además más allá de unas pequeñas cicatrices tienes un lindo cue
V E I N T I U N OSalí de ese baño con ganas de castrar a un hombre y ese era Crohn.Todos estaban sentados alrededor junto a varias mesas reunidas, todavía se encontraba Anne Brito pero con un hombre muy elegante por su porte.Me acerqué, ellos me observaron porqué ya no tenía mi traje de baño sino un vestido veraniego, mi pelo seguía húmedo y mi piel sonrojada.La única que me dió una mirada matadora fue Ann y todos sabemos por dónde me paso esa mirada. La tensión en el lugar estaba palpable pero todo se alteró cuando un pequeño niño con su tierna voz gritó hacia mí:—Nani —mi chiquito corrió lanzándose en mis brazos.— Neini ugó conmigo. Nani, en el agua.Mi chiquito apenas se le entendía por su emoción, las palabras salían apretadas y apresuradas de su boca. Jeimy estaba haciendo un buen trabajo cuidandolo.—¿Cómo te dijo? —Anne estaba molesta porque vió como el niño que abandonó y ahora quiere recuperar me tiene cariño. Todos
V E I N T I D O SSubimos a su auto. Yo iba delante con él y era diferente, ya no como señor o jefe sino como el hombre con quien mantuve una relación aunque fuere sólo en la cama.Atrás iba Jeimy con Oliver que iba balbuceando una de las canciones de la radio.—Que vaya a comer contigo no significa que las cosas entre nosotros cambien.Su mano en el volante se cerró mostrando sus largos dedos alrededor del material como de cuero que lo envolvía y la otra mano sobre la velocidad.—Nada ha cambiado: Eres la mujer con quién me acuesto, la madre de mi hijo para algunos, mi ex empleada... ¿sigo con los ítems?.—No me acuesto contigo idiota. —¿como se atreve a insinuar eso?.—I'ota papá —el niño se río. Y el padre se frenó de repente, gracias a Dios que todos cargamos puesto el cinturón.—No digas palabras prohibidas para menores. —me reprendió y siguió conduciendo. ¿Quien dice palabras prohibidas para menores?
V E I N T I T R E SELIEZER CROHNHay mujeres que son extremadamente estresantes. Uno la quiere ayudar, brindarle el apoyo, que no se sientan sola, y es imposible. Es más, estoy seguro que ni los mejores científicos podrán hondar en la mente de una mujer.SE QUE SOY EL CULPABLE. ¡VAMOS!, la mañana empezó con insultos, malas relaciones, discusiones en el auto y luego la interacción con la bruja de su madre.Mi mente va a estallar, ¿Cómo le hago comprender a esta mujer que debe chequearse? Si, estoy en la clínica. No creerías lo que pasé para salir del restaurante con la miradas de todos, mi cuñada... Disculpen, la hermana de mi mujer... Digo, la hermana de Stefanía me ayudó a montarla en el auto y se ofreció en cuidar a Oli mientras yo me ocupaba de la enferma. Al principio se asustó cuando despert&oa
V E I N T I C U A T R OEstaba embarazada… era un sueño hecho realidad, a mis veintiocho años, era algo especial, un sentimiento nuevo y tan revivido.Lo que no me gustó es el guardaespaldas que tengo… si, Eliezer no me deja en paz, no me deja comer cualquier cosa, no me deja cocinar y es algo que no se hacer muy bien. No me deja pasar una escoba a la casa, ni me deja hacer nada, he querido hablar con Morey pero él no me deja ni siquiera salir de esta casa, dice que le diremos juntos. Con decirles que estaba jugando con mi pequeño Oliver y solo porqué el se me abalanzó y este hombre se molestó, solo jugábamos.Las cosas se volvieron apretadas, sumenle que me vigila lo que hago, se siente ahogador su atención, solo quiero que me trate normal.—Dejame en paz… no me dejas respirar. —queria empujarlo. ¿Por qué se comporta así? ¿Debe ir algún psicólogo?—No digas eso… yo solo quiero lo mejor para nuestro hijo. —Oliver
V E I N T I C I N C O—…Respóndeme. —exigí. Seguíamos en la misma posición, me sentía cómoda.—Podemos hablarlo más tarde o esperar que el niño se duerma y tener libertad para hablar. —su respuesta me entristeció, sabía que no era amor a primera vista pero me estaba esquivando la pregunta.— Oye… quita esa cara, no te pongas así, solo quiero que hablemos como adultos sin estar pendiente de que Oliver nos interrumpa.—Se que no es amor a primera vista pero ¿tan malo es hablarlo ahora?—Podemos hacerlo solo que no se para donde o que rumbo nos llevará la conversación. No soy tan humilde en ciertas cosas y reconozco que soy superficial y quizás te hiera cuando hablemos. —me levanté de su cómodas piernas y corrí a mi habitación, esa que tenía como empleada y que ya no era mía.No me siguió y no tocó la puerta, le había pasado seguro. Pero el debía seguirme y pedirme la oportunidad de hablar pero no. El señor se quedó afuera. Ya era tarde, no
V E I N T I S E I S—Creo que tú lo heriste y él te hirió... son dementes los dos... provocarse uno al otro solo por placer ¿Como que estás embarazada? —ella se acercó a mí, Morey se veía molesta por el show que presenció, me senté y boté todo el aire retenido.—Solo pasó —respondi sonriendo. A pesar de mi molestia me encantaba la idea de ser mamá. Me abracé a mi misma.—Eso lo escuché... es una noticia increíble —Morey me abrazó.—Embarazada. —dijo Ariel aún incrédula, lo decía varias veces con una sonrisa en su cara— ya me imagino la casa llena de teteros y pañitos y mucho popó...—Felicidades mi niña —mis lágrimas salieron como un grifo abierto—. Es un regalo de Dios. —guardé silencio.— pero creo que deben madurar los dos, solo llevas dos meses y medio conociéndolo y ya esperan un hijo.—Debes ocultar tú embarazo... que no se entere ni Franco o tu madre... —fue el concejo de Venecia.—Es imposible, mi hermana es su cuñada
V E I N T I S I E T EMe levanté con mejor ánimo, en mi cama sentía el calor de Eliezer aunque no lo veía, sabía que había estado conmigo un rato, me molestaba su ser completo. A veces era el hombre perfecto con sus detalles únicos y otras era el peor de los hombres, era una mezcla que me producía dolores de cabeza.No puedo decir que estoy enamorada ni nada que se le parezca solo que es guapo y viendo cierto comportamientos produce sensaciones en mi, es un gran padre y se que seguira siéndolo.Me levanté porque mi estómago me recordó que no había comido.Baje rápido y Morey estaba leyendo algo en el sofá, tenía unas revistas, no le paré y seguí mi camino hacia la cocina pero ella me detuve.—En la cocina hay ensalada de frutas, atentamente el padre de tu hijo. —sonreí y ésta alzó una ceja— En mis tiempos primero enviábamos mensajes y luego de varias citas venía los besos pero viendo este tiempo ni besos ni f