V E I N T I C I N C O
—…Respóndeme. —exigí. Seguíamos en la misma posición, me sentía cómoda.
—Podemos hablarlo más tarde o esperar que el niño se duerma y tener libertad para hablar. —su respuesta me entristeció, sabía que no era amor a primera vista pero me estaba esquivando la pregunta.— Oye… quita esa cara, no te pongas así, solo quiero que hablemos como adultos sin estar pendiente de que Oliver nos interrumpa.
—Se que no es amor a primera vista pero ¿tan malo es hablarlo ahora?
—Podemos hacerlo solo que no se para donde o que rumbo nos llevará la conversación. No soy tan humilde en ciertas cosas y reconozco que soy superficial y quizás te hiera cuando hablemos. —me levanté de su cómodas piernas y corrí a mi habitación, esa que tenía como empleada y que ya no era mía.
No me siguió y no tocó la puerta, le había pasado seguro. Pero el debía seguirme y pedirme la oportunidad de hablar pero no. El señor se quedó afuera. Ya era tarde, no
V E I N T I S E I S—Creo que tú lo heriste y él te hirió... son dementes los dos... provocarse uno al otro solo por placer ¿Como que estás embarazada? —ella se acercó a mí, Morey se veía molesta por el show que presenció, me senté y boté todo el aire retenido.—Solo pasó —respondi sonriendo. A pesar de mi molestia me encantaba la idea de ser mamá. Me abracé a mi misma.—Eso lo escuché... es una noticia increíble —Morey me abrazó.—Embarazada. —dijo Ariel aún incrédula, lo decía varias veces con una sonrisa en su cara— ya me imagino la casa llena de teteros y pañitos y mucho popó...—Felicidades mi niña —mis lágrimas salieron como un grifo abierto—. Es un regalo de Dios. —guardé silencio.— pero creo que deben madurar los dos, solo llevas dos meses y medio conociéndolo y ya esperan un hijo.—Debes ocultar tú embarazo... que no se entere ni Franco o tu madre... —fue el concejo de Venecia.—Es imposible, mi hermana es su cuñada
V E I N T I S I E T EMe levanté con mejor ánimo, en mi cama sentía el calor de Eliezer aunque no lo veía, sabía que había estado conmigo un rato, me molestaba su ser completo. A veces era el hombre perfecto con sus detalles únicos y otras era el peor de los hombres, era una mezcla que me producía dolores de cabeza.No puedo decir que estoy enamorada ni nada que se le parezca solo que es guapo y viendo cierto comportamientos produce sensaciones en mi, es un gran padre y se que seguira siéndolo.Me levanté porque mi estómago me recordó que no había comido.Baje rápido y Morey estaba leyendo algo en el sofá, tenía unas revistas, no le paré y seguí mi camino hacia la cocina pero ella me detuve.—En la cocina hay ensalada de frutas, atentamente el padre de tu hijo. —sonreí y ésta alzó una ceja— En mis tiempos primero enviábamos mensajes y luego de varias citas venía los besos pero viendo este tiempo ni besos ni f
V E I N T I O C H OFueron las mejores dos semanas de mi vida, sin preocupaciones ni nada por el estilo. Me gustaron esas vacaciones improvisadas, hablamos de cosas triviales, espirituales y puedo decir con certeza que me sentí cerquita de Dios, no me sentí juzgada, me recibieron con los brazos abiertos y fue grato para mí.Conocí gente increíble y pues claro que trabajé, a distancia pero lo hice y también no puedo pasar por alto todos los mensajes de Eliezer y los audios que enviaba con las voz de mi chiquito diciéndome que regrese, me encantaba escuchar su vocesita.Y pues Jason también escribió.Estoy entre la espada y la pared, no quiero ilusionar a Jason, no confío en él aunque sus palabras enamoren, no puedo confíar en un hombre que engaña a su prometida y... también Eliezer, no puedo ilusionarme con él, se que es encantador pero no de la forma que espero. La verdad es que no se qué espero.Llegué y lo primero que hice
V E I N T I N U E V ENervios… me asustaba la presencia del doctor. Estaba en un área privada, siempre tendré el miedo a los doctores a causa de mi madre. Él me miraba y estaba neutro, sin ningún gesto. Todo era tan extraño…—¿Por que tiemblas? —me dijo el doctor. Ni de mi tembladera me había fijado.—Me da miedo los doctores… ¿no se encuentra el doctor Crohn? —Eliezer estaba con su hijo que lo estaban examinando. Ya había tenido un encuentro con ese doctor, si era con el mucho mejor.—Son las nueve de la noche, el dejó la guardia hace horas. No te haré nada. Quiero lo mejor para ti y tú bebé. ¿Estás embarazada cierto? —debía decir que se me notaba un poquito, era flaca y en mi vientre salía un pequeño buchito. Me sentía rellenita. Quizás no quería ofenderme si no lo estaba.—Si. —me abrace, estaba en la camilla y él quería examinarme.—No quieres hablar.—afirmó— Si llamo a tu esposo, ¿hablarás con él presente? —revis
T R E I N T AMi barriga iba creciendo así como el miedo de que ciertas personas se enteraran que estaba embarazada. Me encerré en la casa de Morey, ni Eliezer ni mi bebé me han podido sacar de aquí. Con decir que Morey tuvo que habilitar una habitación para Oliver y yo tuve que hacer espacio para las cosas de Eliezer.La presencia o visitas de Jason son algos molestas para Eliezer, aunque me he dejado las cosas claras él sigue allí, podría decir que es un gran amigo. Le exigí a mi prima que mantuviera el secreto, se que es difícil pero no quiero que nadie se entere.Eliezer, Me acostumbré a compartir mi cama así como él se acostumbró hacer todo lo que le pedía, mi piel estaba pálida, no quería salir y el sol no lo disfrutaba. solo algunos sabían de mi bendición, necesitaba asolearme.—Debemos ir a la consulta. Vamos levántate… —no quería salir, no podía.—No, eres intenso al cuadrado. Déjame en paz.—Estoy siendo muy pacien
T R E I N T A-Y-U N OEstaba de nervios, teníamos mucho que madurar en ciertos aspectos de la vida.Me sentía dichosa, asustada, con ganas de muchas cosas y a la vez ganas de nada.Mi mente viajaba kilómetros por horo y no sabía que hacer. Era algo tan pero tan grande y confuso, me encontraba en medio de un territorio nuevo e inexplorado y que tenía intención de conquistar, tenía que adaptarme a mi nueva vida de madre, quizás de mujer, prácticamente era como la mujer de Eliezer y pues tras fallos tenía que despabilar, no tenía porque improvisar porque ya era parte de mi vida. Era lo que ahora figuraba.Desde que llegamos a casa no he visto a Morey, me siento muy dichosa y pues. Ya es definitivo la mudanza de Ariel y su familia, estoy enrollada en las sábanas y acaba de entrar el padre de mis hijos.—¿Puedo saber que piensas?Su mirada es tan brillosa, sabía que estaba emocionado porque su familia crecía. Es un hom
T R E I N T A-Y-D O SEstábamos viendo una película, Olí había quedado dormido entre nuestras piernas, era un niño muy inteligente y fácil de consentir. Me encantaba todo de él, ese cabello oscuro y sus ojos hermosos que provocaba comérselo a besos.Eliezer me tenía rodeada con su brazo, estaba feliz, sus ojos lo decían, era un hombre muy apuesto, inteligente y agradable, era perfecto en lo que a mí me cabía esa palabra, era buen padre y por el momento buen marido, se preocupaba por lo más mínimo, por si comimos o por si estábamos cómodos, no podría pedir más.La película estaba por la mitad, estaba interesante era el momento en que se enredaba todo y los protagonistas se separaban y la acción aumentaba.Últimamente tenía un problema que no compartí con Eliezer por pena, sé que somos maridos y esa palabra no debe convivir con nosotros pero me daba vergüenza contarle.Sentí como mis piernas se humedecían, solo podría ser una cosa, mire s
T R E I N T A-Y-T R E SMe levanté y ya Eliezer había salido, estaba dormilona, a mi lado tenía a Oliver dormido, debió pasarlo cuando se fué, mi cosito hermoso era un niño guapísimo, me lo comí a besos mientras se despertaba, bostezó y gruñó un pequeño mamá y me encantó ese sonidito.—Corazón… Debemos pararnos amor.—Quiero dormir… —dijoabocabajo, a penas se entendía.—Yo quiero jugar… —se levantó como un resorte y abrió los ojitos de par en par.—Yo también…—Ese es mi niño… —me levanté como pude, mi barriga no me dejaba, y sacudí su cuerpecito mientras se reía, se levantó y me dió la mano, fuí a su habitación y entramos al baño, subió un cajón que puso Eliezer para que llegara al lavamano y se pudiera cepillar los dientes.En la cocina imagino que estaría la mujer que contrató Eliezer para que me ayudara, el me acompañó a mi baño y me asee, bajamos y como lo supuse la señora ya tenía todo listo, el desayuno y