T R E I N T A
Mi barriga iba creciendo así como el miedo de que ciertas personas se enteraran que estaba embarazada. Me encerré en la casa de Morey, ni Eliezer ni mi bebé me han podido sacar de aquí. Con decir que Morey tuvo que habilitar una habitación para Oliver y yo tuve que hacer espacio para las cosas de Eliezer.
La presencia o visitas de Jason son algos molestas para Eliezer, aunque me he dejado las cosas claras él sigue allí, podría decir que es un gran amigo. Le exigí a mi prima que mantuviera el secreto, se que es difícil pero no quiero que nadie se entere.
Eliezer, Me acostumbré a compartir mi cama así como él se acostumbró hacer todo lo que le pedía, mi piel estaba pálida, no quería salir y el sol no lo disfrutaba. solo algunos sabían de mi bendición, necesitaba asolearme.
—Debemos ir a la consulta. Vamos levántate… —no quería salir, no podía.
—No, eres intenso al cuadrado. Déjame en paz.
—Estoy siendo muy pacien
T R E I N T A-Y-U N OEstaba de nervios, teníamos mucho que madurar en ciertos aspectos de la vida.Me sentía dichosa, asustada, con ganas de muchas cosas y a la vez ganas de nada.Mi mente viajaba kilómetros por horo y no sabía que hacer. Era algo tan pero tan grande y confuso, me encontraba en medio de un territorio nuevo e inexplorado y que tenía intención de conquistar, tenía que adaptarme a mi nueva vida de madre, quizás de mujer, prácticamente era como la mujer de Eliezer y pues tras fallos tenía que despabilar, no tenía porque improvisar porque ya era parte de mi vida. Era lo que ahora figuraba.Desde que llegamos a casa no he visto a Morey, me siento muy dichosa y pues. Ya es definitivo la mudanza de Ariel y su familia, estoy enrollada en las sábanas y acaba de entrar el padre de mis hijos.—¿Puedo saber que piensas?Su mirada es tan brillosa, sabía que estaba emocionado porque su familia crecía. Es un hom
T R E I N T A-Y-D O SEstábamos viendo una película, Olí había quedado dormido entre nuestras piernas, era un niño muy inteligente y fácil de consentir. Me encantaba todo de él, ese cabello oscuro y sus ojos hermosos que provocaba comérselo a besos.Eliezer me tenía rodeada con su brazo, estaba feliz, sus ojos lo decían, era un hombre muy apuesto, inteligente y agradable, era perfecto en lo que a mí me cabía esa palabra, era buen padre y por el momento buen marido, se preocupaba por lo más mínimo, por si comimos o por si estábamos cómodos, no podría pedir más.La película estaba por la mitad, estaba interesante era el momento en que se enredaba todo y los protagonistas se separaban y la acción aumentaba.Últimamente tenía un problema que no compartí con Eliezer por pena, sé que somos maridos y esa palabra no debe convivir con nosotros pero me daba vergüenza contarle.Sentí como mis piernas se humedecían, solo podría ser una cosa, mire s
T R E I N T A-Y-T R E SMe levanté y ya Eliezer había salido, estaba dormilona, a mi lado tenía a Oliver dormido, debió pasarlo cuando se fué, mi cosito hermoso era un niño guapísimo, me lo comí a besos mientras se despertaba, bostezó y gruñó un pequeño mamá y me encantó ese sonidito.—Corazón… Debemos pararnos amor.—Quiero dormir… —dijoabocabajo, a penas se entendía.—Yo quiero jugar… —se levantó como un resorte y abrió los ojitos de par en par.—Yo también…—Ese es mi niño… —me levanté como pude, mi barriga no me dejaba, y sacudí su cuerpecito mientras se reía, se levantó y me dió la mano, fuí a su habitación y entramos al baño, subió un cajón que puso Eliezer para que llegara al lavamano y se pudiera cepillar los dientes.En la cocina imagino que estaría la mujer que contrató Eliezer para que me ayudara, el me acompañó a mi baño y me asee, bajamos y como lo supuse la señora ya tenía todo listo, el desayuno y
T R E I N T A-Y-C U A T R O—¿Que se siente estar comprometida? —sonrió.—Como si hice algo muy grande y tengo miedo a cagarlo.—Bueno si por si sola te orínas. —miré mal a Magy.Ya todo salía a la luz, junto con eso el miedo aumentaba y las ansías y todo en conjunto, las llamadas de mi madre, mi papá y pues eso me sorprendió.Aún pienso si la noticia no solo de mi compromiso sino de mi embarazo podría cambiar la forma de pensar de los que me rodean, no sé si con esto mi madre se sentiría culpable o no sé. Lo que si se que aparte de todo esto, me sentía feliz.Puse mi mano al frente y ví el anillo de compromiso y juntó a él el anillo de juguete de Oliver, me encantaba tenerlo puesto.—Te sienta bien el embarazo, ya deseo que paras para ver a esas cositas que tien
T R E I N T A-Y-C I N C O—¿Todo bien? —Me mira precavido, entro a la cocina en busca de agua, el sigue mis pasos— Lo quisistes así. Yo quería que te sintieras la mujer más dichosa del mundo. Pero no sé por qué quisistes adelantarte.No me había adelantado, había pasado un mes y la fecha del parto estaba muy próxima. Me sentía aterrada y solo quería hacerlo. Lo deseaba.—Estoy bien cariño. Es solo que… ¿Tu lo disfrutaste? —lo miro con duda pero esperanzada.—Soy un hombre feliz. Solo deseo verte caminar hacia mi vestida de blanco.—Estoy feliz porque nuestro amigos vinieron y lo pasamos bien, se siente bien ¿Sabes? Es una sensación exquisita, no lancé el ramo o no hubo votos confesados o algo tradicional como toda mujer desea pero te aseguro que me gustó, era acogedor y lindo.Salgo de la cocina y veo a Oliver con su carrito en medio de la sala.—Si señora Crohn. Soy el hombre más feliz de tenerla a mi lado y me siento
T R E I N T A-Y-S E I SF I N A LAdaptaba mi vista a la luz de la habitación, me sentía débil ¿Es un hospital? Me pregunté, balbucee, ya que quise decir algo pero las palabras no fluían como planeaba.Al hablar Magy se acercó.—¡Al fin despertaste! Pensé que nunca lo harías. —era escándalosa.—Si… —me costaba erguirme.—Si. El doctor dijo que después del accidente, necesitarías nuestro apoyo.—¿Que accidente? —mi corazón se aceleró.—¿Cómo que qué accidente? Fany. Ibas a la empresa a trabajar y un coche que huía de la poli se estrelló contigo. —chascó la lengua.—Eso no es cierto… Eso fue hace… —trataba de hacer mente.&
E P Í L O G OAños después—Te he dicho que recojas todo lo que formaste... —su cara era el reflejo de la indignación, era muy pequeña para el carácter que poseía.— y lo quiero en menos de cinco minutos o te olvidas de ir al parque con tu padre.—¡Pero mamá esto es injusto...! —se cruzó de brazos.Esta niña me hablaba de injusticia a sus siete años de edad... Me sorprende su nivel de determinación. Desde que está creciendo ha sido la típica niña gruñona con carácter amargado, solo a su corta edad.—¿Injusto? Soy tu madre y decido el castigo sino recoges lo que hiciste.—Solo traté de que las plantas tuvieran agua, me he dado cuenta que eres una mujer olvidadiza, papá lo ha dicho... Y las flores están triste. Quería que vivieran. —ya en sus ojos se formaba una capa brillosa que nublaba su vista, no lloraba por el posible castigo sino por la molestia, era una vieja en cuerpo de niña, una viejita precoz.—Elian... ¡Obedece!.
P R Ó L O G O—¿Crees en él amor a primera vista?... —la entrevistadora alias Destino me observa con suma atención, (éste interrogatorio se hizo por separado para evitar interferencias de uno en el otro).—Creo en el amor no correspondido, ese en que tu sólamente te enganchas con la otra persona que está perdidamente enamorada o enamorado de otra que no eres tú.Amor a primera vista... Bah; quizás: ilusión, admiración, deseo... pero ¿amor?, No.No soy tan incrédula, he visto cómo otros se enamoran hasta los tuétanos y lo más satisfactorio es que la otra lo corresponde. Si lo he visto porque yo he quedado en medio y no en medio de los dos, sino, en medio del olvido.Marginados sentimentalmente.—aquí un suspiro resignado por ambos protagonista—.»»No fuí la única. Se que hay otros con el mismo problemilla que el mío. Y cuando pienso que todo sale mejor, sombras de mi pasado aparecen para dañar mi solucionada vida.<