La puerta se abre y observó a la señora que entra por ella, me mira con una sonrisa y observa la bandeja en sus manos.
Mi estómago gruñe queriendo algo de comida, miro la mesa en la que esta la comida, me da una pequeña sonrisa cuando termina de servir todo y se aleja saliendo por la puerta.
Camino desconfiada hacia la comida y niego al observarla,y si es veneno, oí por algunas de las lobas que cuidaban de nosotras que matarían a la que fuera la pareja del Alpha.
— Vaya, eso era lo único que faltaba— Pongo mi mano en mi pecho por el susto, giro mirándolo su mirada me aterra al ver esa oscuridad de la cuál tengo miedo.
— Deja de aparecer así.
— Creo que no querrás comer nada de lo que venga de mí, — Se acerca a mí y agarra el plato de comida. — seguro estará envenenado ¿no? .
Abre la ventana y tira el plato de comida, miro cómo cae la comida y abro mi boca levemente asombrada por lo que hizo.
— ¿Qué has hecho? — Camino hacia él y observó la comida en el suelo.
Lo observo detenidamente, camina furioso saliendo nuevamente azotando la puerta.
Bufo sin entender lo que ha sucedido, camino hacia la cama para volver a dormir.
___
Corro por el bosque y no entiendo como llegue aquí y como corro en realidad no me gusta tanto el ejercicio, sigo corriendo es como si mis pies no me hicieran caso yo quiero parar pero ellos no aún no comprendo porque corro o de quien corro y porque aparecí aquí es lo más raro y espero una respuesta al final porque si no estaré de malas.
Noto una figura enfrente de mí es grande, y se nota que hace ejercicio por como se nota su figura, me detengo en seco.
— No debiste huir, Sara.
Me remuevo de un lado a otro desesperada despertando, quito el sudor que escurre por mi frente, mi piel se eriza por el frío que me recorre corro mi vista a la ventana corrediza que está abierta.
— ¿Estás bien? — Suelto un grito y giro mi rostro hacia todos lados esperando ver quien hablo y él aparece desde una oscura esquina.
— ¿Bien?, si eso es por no haber comido en todo el día.
Camina sentándose frente mío, un frío recorre mi cuello quedándose en mi clavícula.
— Lo siento. — Entrecierro mis ojos, en este día a dicho muchas veces lo siento. Dos para ser sincera, cuando estaba en ese lugar raro solo decían que él no daba perdón ni decía lo siento.
¿He sido dura?, chasqueo la lengua y bajo mi mirada, es hora del plan B.
— No tienes que pedir perdón, yo hice demasiadas cosas creo que estamos a mano. — Sonrió mirándolo.
—Aprendí muchas cosas nuevas desde mi secuestro, pero no estoy preparada para dormir con mi captor.
— Lo miro de reojo viendo su rostro serio, miro sus ojos azules viendo la tristeza en ellos.
Corro mi vista hacia él pidiendo piedad, pero su mirada me deja ver qué de esta no salgo , abro mis labios sintiéndolos temblar.
— Plan A y plan B, uno de ellos me ayudará a escapar con vida y otro me ayudará a terminar con mi alma.
— Lo de ayer en la noche solo era una de tus tantas actuaciones. — Tragó fuertemente, y mis piernas tiemblan por su mirada.
Doy un paso atrás cuando golpea el escritorio, mis manos se aferran al cuaderno sintiendo miedo recorrerme por todas mis venas.
— ¡Contesta! — Cierro mis ojos temblando. — ¿Por qué?
Abro mis ojos al escuchar su voz en un susurro y bajo mi rostro, suspiro tratando de calmarme sin tener algún resultado.
— N-no fue actuación. — Murmuró débilmente.
— Ah, no.
Niego, se levanta de su silla y camina hacia mi. Me quedo helada en mi lugar temblando por su cercanía. Pasa su dedo índice por alrededor de mi rostro acomodando mi cabello, agarra mi rostro con fuerza apretando mis mejillas, alzó mi rostro con fuerza para que lo mire y tragó el nudo en mi garganta.
— ¿No, fue ninguno de tus trucos? — Niego. — Que raro, llevabas una semana mostrando tu odio hasta que escapaste dos veces sin tener suerte.
¿Que tengo que hacer para que me ames?
Se aleja de mí recargando sus manos en su escritorio, gruñe fuertemente aventando el escritorio y me encojo como defensa.
— ¡Eso fue antes! — Digo rápido — N-no-no… no debes de obligar a alguien a amarte. — Gira su rostro y sus ojos queman llenos de algo que nunca había visto, y doy otro paso hacia atrás.
— Estamos destinados, tarde o temprano aprenderás a amarme. — Niego levemente, se acerca a mi y retrocedo. — Sal de aquí, no te quiero ver .
Lo miro levemente antes de dar vuelta e irme, doy un paso hacia él y él retrocede, suspiro girándome y comienzo a caminar hacia la puerta, rendida y con un frío ácido en mi corazón, cada paso que doy es cada paso en el que la culpa por lo que digo cae en mi.
Soy tan fría con las palabras que no sé cuando estás hieren a las personas.
Yo no quería ya eso, quería dejarlo. Ese cuaderno era algo que escribí meses antes, aunque creo no me equivoco con él, es muy intenso y se enoja por todo.
— ¿Qué es lo que quieres hablar? — Paso mis manos por detrás mío, camino hacia él con cuidado llegando al escritorio.
— Me han dicho que traes a mujeres para complacerte. — Pasa sus manos por su cabello, se sienta en su silla y sonrió aún más. Observo los botones de su camisa y suspiro, santos dioses.
— ¿Estas celosa?
Rodeo el escritorio evitando el lugar en donde vi a la mujer que prestaba sus servicios, paso mis manos por el cuero de su silla caminando detrás de esta, soy una manipuladora y eso está muy mal. Me siento en su regazo pasando mis brazos por su cuello, miro sus ojos viendo un brillo morado casi lila pasar por sus ojos.
— No lo estoy, solo es inútil que esté aquí si yo no hago nada. — Observo todos sus rasgos quedando fascinada. — Me enseñaron que como joya tengo diferentes usos.
— Ya sabes que eres mía para la eternidad, tú no tienes los mismos usos. — Ruedo mis ojos, escuchar que soy su destinada o Luna no es algo que me guste. — Deja de hacer eso con tus ojos.
— Haré lo que tu digas. — Sonríe un poco.
— Aleja la idea de escapar de tu mente. — Me cruzo de brazos.
— Tu lo dijiste y debes de hacerlo.
No es fácil, yo quiero escapar para ver si mi hermano sigue con vida.
— Si yo tengo que hacer eso tu tienes que dejar de traer a mujeres. — Sus manos caen a mis caderas pegándome a él, junto mis labios en una línea recta mirándolo con intensidad.
— No creo que sea un gusto para mi, tengo mis necesidades.
Paso mis manos por su cuello nuevamente, su mirada cambia a un rojo hipnotizandome con esa oscuridad profunda, algo está mal en mí, debería de aceptar que él me hace sentir algo.
Pero eso seria olvidarme de todo.
— Yo puedo hacerme cargo de esas necesidades, haz dicho que soy tuya, pero ¿en serio lo soy?.
Hago círculos en su hombro, observó sus ojos mirando ese brillo y aunque él “no me guste” esa oscuridad que lo rodea me atrae.
Suspira pesadamente, sus hombros se tensan mientras mi dedo índice pasa por su piel descubierta.
— No estas preparada para eso— Lo callo poniendo mi dedo sobre sus labios. — Sara, ¿que quieres?.
— Como estas seguro que quiero algo. — Ladeo mi rostro, las intensas miradas que nos lanzamos me estremecen aún cuando no he sentido su toque directo en mi piel. — He comprendido mi error y no quiero estar más tiempo así.
Una de sus manos agarra mi cabello y sus ojos lo admiran como si fuera lo mejor que ha visto, paso la yemasde mis manos por su mejilla sin haberme dado cuenta me quede admirando su rostro.
— Yo también quiero. — Murmuró regresando a lo que venía hacer, me mira por cortos instantes.
— ¿Qué es lo que quieres? — Vuelve a preguntar.
Ladea su rostro de igual forma que la mía viéndose muy tierno, recapacito un poco de lo que voy hacer teniendo un poco nervios por lo que debo de decir, son cosas que siempre especificaron en aquel lugar y ahora que no estamos en él, es bueno .
— Quiero… y-yo te quiero a ti, Alpha. — Murmuró pidiendo su toque en mi piel
Mis tíos me entregaron sin decir nada, solo sonrieron y voltearon hacia otro lado mientras que yo era llevada a la fuerza hacia el bosque, mi primo fue el único que trató de hacer algo, pero fue noqueado por alguien cuando quiso hacer algo.¿Estará él bien?, no lo se.- Sara. - Niego, no puedo ser tan fácil cuando él, si quiere pensar que es un truco que lo piense. Remuevo mi rostro entre mis brazos hipando, gritó desesperada y antes de poder pensar en lo que puedo decir hablo sin algún sentido.- ¡No te quiero, solo aléjate de mi!, ¡te odio!.Suspiró tratando de recuperar mi respiración, golpeo mi rostro levemente con la pared como siempre hago cuando digo algo malo.Podría dar una oportunidad para tratar de saber como es Axel pero la simple idea de estar con alguien como él no es del todo mi agrado.Pero si él no me da una oportunidad a mi, como yo se la daré.____Me quedo viendo hacia la ventana observando có
Pasa su mano por debajo de mi cabeza y me gira para quedar frente a él.— Me pondrás atención — Tragó duramente el nudo en mi garganta que se forma cuando miro sus ojos. — Tu solo llegaste a mi cuarto, debes de ponerme atención al menos.Asiento.Agarro mi rostro con su otra mano y me beso con rapidez para que no reaccionara con un alejamiento, cerré mis ojos casi al instante que sentí sus labios sobre mi. Siempre que me besa me desarma completamente y deja expuesto que mi odio hacia él es falso, no por mucho se hará el que deja pasarlo por alto.Algún día él me encarará y ese día no está tan lejano, solo me obligó a odiarlo y hacer a un lado todo sentimiento hacia él, eso me impediría ver a mi hermano.— No te resistas, Sara. Cada día esa capa llena de mentiras va cayendo.Cierro mis oídos para hacer caso omiso a sus palabras y lo vuelvo a besar.
>Al llegar al lugar gritos horribles se escuchaban, tanto como de ayuda como de dolor el clima no era el mejor y fue cuando se dio guerra con el fin de rescatar con vida a las dos personas mas importantes de un Alpha,ㅡ Suspira mis ojos se aguadan aún más y veo como los de ella también. ㅡ mataron a cualquiera que se acercara he impidiera el paso, el Alpha había sentido el aroma de su Luna e hijo y no dudo en ir rápidamente a salvar a su única razón por la cual seguía en vida.>Cuando por fin encontró el lugar donde sentía el aroma de su alma gemela olió la sangre y sentía como el corazón de alguien estaba más débil que nunca, abrió las puertas encontrándose la escena más aterradora de toda su vida su Luna estaba siendo mutilada en varias partes mientras que su hijo lloraba y se retorcía entre las cadenas que no le permitían escapar para ayudar a su madre, las lágrimas del Alpha descendían de sus ojos pero eso no le impedía atacar a todos lo que se le acercaran cuando crey
Siento un tirón en mi brazo que me hace caer al piso, miro como los papeles caen ante mi.Observo con terror a la persona—un intruso— Se posa encima de mí y lo escucho murmurar algunas palabras mientras alza un cuchillo aterrándome aún más los recuerdos de mi adolescencia me debilitan y corro mi vista hacia otro lado recordando a mi hermana miro el libro y como si fuera coincidencia que estuviera ahí, el filo de la daga comienza a traspasar la piel de mi cuello golpeó al hombre con el libro en la cabeza y agarró mi cuello viendo la sangre que comienza a salir.Escuchó un gruñido que reconozco es de Axel y observó el cuchillo que está entre él y el hombre extraño, pateó al hombre hacia la pared recordando el entrenamiento que tuve que tomar en esa cárcel de humanas que se hacía llamar escuela para joyas, me alejo retrocediendo con mis pies aún tirada en el suelo hasta chocar con la pared cierro mis ojos cuando Axel se lanza hacia ese hombre terminando con su
Me alza en sus brazos y mis piernas se enroscan en su cintura, paso mis manos por su cabello sintiendo lo sedoso de este, sus manos grandes y rasposas pasan por debajo de mi blusa desabrochando mi sujetador, algo caliente en mi interior crece con cada toque que da haciéndome sentir cosquillas en mi entrepierna seguido de el chorreante líquido que corre por mi sexo.— No podemos. — Trata de bajarme de sus brazos y me aferro a él repartiendo besos por su cuello sintiendo como sus grandes manos aumentan su agarre en mi cintura.Saco mi rostro de su cuello mirando su rostro serio pero niego— No me importa si no podemos, yo lo quiero. — Nuestros ojos se miran dejando ver todo lo posible, observo cada pensamiento que sus ojos emiten y sonrió mientras su mirada se oscurece.Me deja sobre la cama debajo de él, nuestras miradas se encuentran por cortos momentos antes de que nuestros labios se devoren uniéndose en un ritmo con sincronía, desgarra mi
— Oh. Axel. — Murmuró rendida por cada movimiento que me hace temblar, recargo mi cabeza en la cama cerrando mis ojos.____Suspiró sintiéndome cansada por no haber sido dejada por Axel durante tres días, dándome cuenta de su celo momentáneo por la cercanía que aún hay de la Luna Roja, la idea que ronda en mi cabeza sobre Cody y los secretos que me oculta no me ha abandonado, pero saber que solo vine al cuarto de Axel para sentirme segura solo me hace sentir revuelta con mis ideas para irme de aquí, me aproveche y solo lo utilice para que lo de Cody no me afectara.Me siento en el borde de la cama y miro mi alrededor, la suave bata de seda que cubre mi cuerpo oculta las mordidas que Axel deja en mi cuerpo, rasco mi cuello ahora sabiendo que eso sucede por querer su marca en mi clavícula, aparto mi mano de mi cuello queriendo quitar esa idea de mi mente.Camino hacia el baño sintiéndome relajada por un momento al haber estado dormida en
Los días y meses habían pasado con velocidad al igual que los años, la depresión que había tenido se había ido ya hace tres años en los cuales pude sentirme tranquila, aunque angustiada por saber algo de Axel, él nunca abandonó mi mente en cada momento.Nadie me ha dicho algo de él porque podría alterar mi pulso si se algo, he tratado de olvidarlo renovando mi vida y queriendo salir con alguien, pero cuando lo intento huyen de mí como si fuera la peste.Cómo tranquilamente de unas galletas sentada sobre la encimera mirando a Sam el hijo de mi hermano correr en el jardín mientras juega con Sandra.Siento la presencia de alguien en la cocina y miró a Marco junto a otra persona que no conozco.- ¿Qué pasa? - Camino hacia ellos dejando las galletas en la encimera. - ¿Quién es él?- Soy la mano derecha de Axel, él me envió para llevarte de vuelta con él. - Mi corazón late rápidamente.- Ella no se irá de esta casa, e
Sus ojos brillan para mi y doy la iniciativa besándola, cerramos nuestros ojos, beso con abundancia sus ricos labios sintiéndome completo después de siete años.Sus manos suben por mi cuerpo hasta mi cabeza pasando sus dedos por mi cabello y estirando levemente de el, agarro su cintura con delicadeza queriendo sentir su piel debajo de la camisa que me impide hacer lo que más quiero, me doy la vuelta dejándola encima mío sintiendo su cuerpo.Se separa de mí y baja su rostro sin permitirme ver sus hermosos ojos desiguales, agarro su rostro con mis manos alzando su vista dejándome ver un sonrojo que hacía mucho no veía en su hermoso rostro. Beso por última vez sus labios queriendo que no sea para siempre.— No podemos. — Murmura tratando de alejarse, la abrazo a mi impidiendo cada movimiento que quiera hacer para alejarse de mí e inhalo cada mota de su delicioso aroma.— Pero si debemos abrazarnos, eso solo me calma. — Murmuró tratando de que e