Solo yo me he hecho a mí misma daño con mi tonto escapé.
Estoy muy indecisa, no sé qué hacer.
Solo me confunde con sus palabras y actos, cada día estamos más unidos y el lazo cada día es más fuerte.
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Miraba atenta las instrucciones nuevas que me daban para los ataques de Axel, es algo normal en ellos ¿creo?, estaba aburrida no quería aprender algo que ya tengo claro, ayer lo había tranquilizado y había dormido más de lo que dormí en toda mi vida.
— Afuera. — Parpadee atenta volviendo mi atención a mi alrededor.
Mire su mirada desesperada, en algún punto de mi estaba asustada, su voz siempre me causa miedo y me inquieta, observe como todas las personas salían con la mirada gacha y recargue mi espalda en la silla sin dejar de mirarlo.
— ¿Por qué no prestas atención? — Ladeo mi rostro con desdén.
— Ya sé que hacer, ayer lo hice. ¿Para qué necesito saber mas de eso?, yo puedo hacerlo a mi modo. — Se acerca hasta quedar enfrente mío, acaricia mi rostro y sonrió.
— Se que a tu modo puedes hacerlo, pero hay días en los que mis ataques son muy fuertes, más cuando.
Agarro su mano callándolo.
— Sé que en esos días se puede controlar de otra forma, no estoy segura de eso, pero yo se como controlar tus ataques. Si quieres que esté a tu lado debes de confiar en mi.
Lo beso sin arrepentirme, en este punto sus labios me gustan en cada momento mientras sean leves y delicados.
Su barba de tres días siempre causa un cosquilleo en mi barbilla que me agrada mientras me besa.
— Me gusta. — Lo miró atentamente.
— Este cambio me gusta.
Niego lentamente.
— Cuando desperté no estabas, ¿dónde estabas? — Ladea su rostro, miró cada uno de sus rasgos y niego.
Lo que veo son solo cosas que provoca el lazo y su lobo en mí, no puedo.
Me levanto y camine detrás de él, sintiendo los nervios en mi sistema por estar agarrada de su mano, algunas personas nos miraban y negaban a lo que yo solo baje mi rostro, ¿estaba mal que yo aceptara? eso yo no sabía, podría ser que nadie quiere que esté a su lado por esa razón me ayudaron a huir.
¿Por qué no me quieren a su lado? .
¿Tienen miedo? .
¿A qué? a su ¿descendencia?, me están hartando con eso.
Puede que ahora él sea peligroso, pero con sus miradas y con la ayuda que me dan al saber que soy su pareja para escapar, lo que querían hacer mis tíos, nadie quiere que él tenga hijos.
Por eso actuó así, pensaba que ahora me habían llevado sus enemigos.
Ahora, aunque me quiera ir es imposible, mi mente pensara en él a cada instante, mi corazón solo estará con una fuerte punzada mientras sigo indecisa con lo que puedo hacer.
— Debía asegurar la zona. — Levanto mi rostro. — Aunque sea alguien desalmado y que prefiere la sangre en su cuerpo, nada le debe ocurrir a mí Luna. — Me tenso, se detiene y acaricia mi rostro mirando solo mis labios.
Miro hacia otro lugar, era algo que no quería, no me gusta eso.
No quiero ser Luna, una joya estaba bien, pero una Luna tiene un cargo más importante.
Si quiero escapar esta claro que no haré nada bien, no desee esto.
Mi vida estaba normal, aún cuando no sabía nada de lo que pasaba con el mundo, por eso también me atrapó ¿qué pasaría mientras que toma las riendas del mundo yo muero?cazaran a los humanos y yo moriría al no acatar ninguna orden que me dieran.
Sería algo muy malo, y estaría condenado a un peor destino que él.
Y alguna otra alma gemela que le asignaran, si esa fuera su suerte.
— No me digas Luna. — Agarra mis mejillas entre su mano. — No me gusta. — Pone su rostro más serio y tragó saliva duramente.
— Serás una Luna y debes de aceptarlo. — Abre la puerta y noto el cuarto en el que estamos; su cuarto.
Un cuarto solo para él, es demasiado oscuro que con la luz apagada apenas y puedo ver más allá que lo que ilumina la poca luz que entra del pasillo, entramos y cierra la puerta dejándonos en completa oscuridad.
Tiemblo sintiendo un frío recorrerme y niego aterrada.
Me agarra desde atrás y pasa sus manos por mi cuerpo, mi aire se estanca mientras sube sus manos por mi abdomen, restriega sus labios por mi cuerpo y cierro mis ojos por las sensaciones que mi cuerpo comienza a desatar.
Agarro sus manos negando, intentando quitar su agarre, pero solo sigue.
Roza sus dientes por mi cuello estremeciéndome, suspiro sintiendo un sudor en mi frente.
— Serás mía, Sara. — Abro mis ojos. — Serás mi Luna, y no podrás escapar de mí. — Trago saliva.
Sigo corriendo asustada porque él está cerca, los otro no me asustan solo él.
Él es un monstruo. Insensible y llena de un orgullo imprudente que es imposible de vencer, por qué yo termine en este destino.
Sin fijarme tropiezo por unos carriles de trenes que no vi y caigo de bruces al suelo golpeándome, jadeo adolorida por el fuerte golpe y me remuevo en el lodo, suspiro sintiendo ese pesado aire que solo está en su presencia y dejo mi vista en el lodo.
— Pensé que te rendirías, pero creo que no comprendiste. — Agarra mi cabello estirando mi cuero cabelludo, alza mi rostro con fuerza haciendo gemir adolorida como nunca antes.
— N-no fue… mi…
— Debes de aprender a callar, te di tu tiempo y mejoraste, pero solo era una farsa para escapar. — Suspira pesadamente helándome por su fría mirada sobre mi.
— Te daré otra oportunidad, corre tienes cinco segundos de ventaja.
Niego sabiendo en lo que puede terminar; — Te castigaré de una peor manera si no haces lo que te pido.
Tiemblo, pero sin saber qué más hacer corro, caigo al suelo asustada cuando escucho su aullido temiendo de que esté detrás de mí como en toda mi vida lo estuvo sin yo darme cuenta.
Miro hacia atrás y suspiró cuando no lo veo, me incorporo comenzando a correr nuevamente por mi vida como lo hemos hecho desde su dominio.
Estoy siendo cazada por un lobo y no cualquiera, soy perseguida por el lobo más temido de estos tiempos; el gran Alpha.
Cierro mis ojos.
Y cubro mi cabeza cuando tropiezo cayendo por un barranco golpeándome con ramas y otras cosas que no logró disimular, siento mi ropa desgarrarse al igual que mi piel por algunas ramas y picos, me golpeó con fuerza en el espeso suelo de lodo, y suspiro adolorida pero aliviada por no estar cayendo más por un vacío.
El gruñido que escuchó cerca de mi oído me despierta de la inconsciencia que comenzaba a invadirme, mis párpados pesan y pareciera que el dolor en mi cuerpo desapareciera por solo unos segundos.
Miró al gran lobo negro encima mío, y cierro mis ojos.
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Observo su cuerpo que yace en la cama, los aparatos médicos solo me hartan por el ruido que hacen, fui lejos pude perderla, los estúpidos médicos entran y checar sus signos vitales.
Maldición, tenía que hablar con mi orgullo.
Solo verla ahí con su frente sangrando me tenía asustado ¿por qué escapa de mi? yo no le hare daño, no cuando este con mi razonamiento, cuando es mi lobo tengo miedo, ese día tuve miedo, pero ella supo tranquilizarme.
Paso mis manos por mi cabello , la miro harto de que continúe en esa cama.
No me gusta.
— Llama al doctor quiero que le den de mi sangre. — La enfermera asiente asustada, me incorporo caminando hacia la cama, paso mis dedos por su frente vendada.
Repaso su rostro y mi vista recae en sus hermosos labios el recuerdo de hace unas semanas donde la bese, ese cosquilleo insaciable sigue en mis labios.
Besala.
Niego quitándome esa idea de la cabeza, rozó sus labios con mis dedos sintiendo esa descarga chispeante pasar por todo mi cuerpo como el primer día en que la vi.
Suspiro cansado de esta situación, pero no puedo doblegarme sería un débil si lo hiciera.
Ella me hace ser débil.
Siento la presencia de alguien y lo observo de reojo; — Quiero que le den mi sangre. — Pero Alpha es peligroso. — Lo miro con seriedad y solo asiente asustado. — Diré que preparen lo necesario para su donación de sangre.
Asiento conforme, es mi luna ella aceptara mi sangre.
De eso estoy seguro.
La puerta se abre y observó a la señora que entra por ella, me mira con una sonrisa y observa la bandeja en sus manos.Mi estómago gruñe queriendo algo de comida, miro la mesa en la que esta la comida, me da una pequeña sonrisa cuando termina de servir todo y se aleja saliendo por la puerta.Camino desconfiada hacia la comida y niego al observarla,y si es veneno, oí por algunas de las lobas que cuidaban de nosotras que matarían a la que fuera la pareja del Alpha.— Vaya, eso era lo único que faltaba— Pongo mi mano en mi pecho por el susto, giro mirándolo su mirada me aterra al ver esa oscuridad de la cuál tengo miedo.— Deja de aparecer así.— Creo que no querrás comer nada de lo que venga de mí, — Se acerca a mí y agarra el plato de comida. — seguro estará envenenado ¿no? .Abre la ventana y tira el plato de comida, miro cómo cae la comida y abro mi boca levemente asombrada por lo que hizo.— ¿Qué has hecho? —
Mis tíos me entregaron sin decir nada, solo sonrieron y voltearon hacia otro lado mientras que yo era llevada a la fuerza hacia el bosque, mi primo fue el único que trató de hacer algo, pero fue noqueado por alguien cuando quiso hacer algo.¿Estará él bien?, no lo se.- Sara. - Niego, no puedo ser tan fácil cuando él, si quiere pensar que es un truco que lo piense. Remuevo mi rostro entre mis brazos hipando, gritó desesperada y antes de poder pensar en lo que puedo decir hablo sin algún sentido.- ¡No te quiero, solo aléjate de mi!, ¡te odio!.Suspiró tratando de recuperar mi respiración, golpeo mi rostro levemente con la pared como siempre hago cuando digo algo malo.Podría dar una oportunidad para tratar de saber como es Axel pero la simple idea de estar con alguien como él no es del todo mi agrado.Pero si él no me da una oportunidad a mi, como yo se la daré.____Me quedo viendo hacia la ventana observando có
Pasa su mano por debajo de mi cabeza y me gira para quedar frente a él.— Me pondrás atención — Tragó duramente el nudo en mi garganta que se forma cuando miro sus ojos. — Tu solo llegaste a mi cuarto, debes de ponerme atención al menos.Asiento.Agarro mi rostro con su otra mano y me beso con rapidez para que no reaccionara con un alejamiento, cerré mis ojos casi al instante que sentí sus labios sobre mi. Siempre que me besa me desarma completamente y deja expuesto que mi odio hacia él es falso, no por mucho se hará el que deja pasarlo por alto.Algún día él me encarará y ese día no está tan lejano, solo me obligó a odiarlo y hacer a un lado todo sentimiento hacia él, eso me impediría ver a mi hermano.— No te resistas, Sara. Cada día esa capa llena de mentiras va cayendo.Cierro mis oídos para hacer caso omiso a sus palabras y lo vuelvo a besar.
>Al llegar al lugar gritos horribles se escuchaban, tanto como de ayuda como de dolor el clima no era el mejor y fue cuando se dio guerra con el fin de rescatar con vida a las dos personas mas importantes de un Alpha,ㅡ Suspira mis ojos se aguadan aún más y veo como los de ella también. ㅡ mataron a cualquiera que se acercara he impidiera el paso, el Alpha había sentido el aroma de su Luna e hijo y no dudo en ir rápidamente a salvar a su única razón por la cual seguía en vida.>Cuando por fin encontró el lugar donde sentía el aroma de su alma gemela olió la sangre y sentía como el corazón de alguien estaba más débil que nunca, abrió las puertas encontrándose la escena más aterradora de toda su vida su Luna estaba siendo mutilada en varias partes mientras que su hijo lloraba y se retorcía entre las cadenas que no le permitían escapar para ayudar a su madre, las lágrimas del Alpha descendían de sus ojos pero eso no le impedía atacar a todos lo que se le acercaran cuando crey
Siento un tirón en mi brazo que me hace caer al piso, miro como los papeles caen ante mi.Observo con terror a la persona—un intruso— Se posa encima de mí y lo escucho murmurar algunas palabras mientras alza un cuchillo aterrándome aún más los recuerdos de mi adolescencia me debilitan y corro mi vista hacia otro lado recordando a mi hermana miro el libro y como si fuera coincidencia que estuviera ahí, el filo de la daga comienza a traspasar la piel de mi cuello golpeó al hombre con el libro en la cabeza y agarró mi cuello viendo la sangre que comienza a salir.Escuchó un gruñido que reconozco es de Axel y observó el cuchillo que está entre él y el hombre extraño, pateó al hombre hacia la pared recordando el entrenamiento que tuve que tomar en esa cárcel de humanas que se hacía llamar escuela para joyas, me alejo retrocediendo con mis pies aún tirada en el suelo hasta chocar con la pared cierro mis ojos cuando Axel se lanza hacia ese hombre terminando con su
Me alza en sus brazos y mis piernas se enroscan en su cintura, paso mis manos por su cabello sintiendo lo sedoso de este, sus manos grandes y rasposas pasan por debajo de mi blusa desabrochando mi sujetador, algo caliente en mi interior crece con cada toque que da haciéndome sentir cosquillas en mi entrepierna seguido de el chorreante líquido que corre por mi sexo.— No podemos. — Trata de bajarme de sus brazos y me aferro a él repartiendo besos por su cuello sintiendo como sus grandes manos aumentan su agarre en mi cintura.Saco mi rostro de su cuello mirando su rostro serio pero niego— No me importa si no podemos, yo lo quiero. — Nuestros ojos se miran dejando ver todo lo posible, observo cada pensamiento que sus ojos emiten y sonrió mientras su mirada se oscurece.Me deja sobre la cama debajo de él, nuestras miradas se encuentran por cortos momentos antes de que nuestros labios se devoren uniéndose en un ritmo con sincronía, desgarra mi
— Oh. Axel. — Murmuró rendida por cada movimiento que me hace temblar, recargo mi cabeza en la cama cerrando mis ojos.____Suspiró sintiéndome cansada por no haber sido dejada por Axel durante tres días, dándome cuenta de su celo momentáneo por la cercanía que aún hay de la Luna Roja, la idea que ronda en mi cabeza sobre Cody y los secretos que me oculta no me ha abandonado, pero saber que solo vine al cuarto de Axel para sentirme segura solo me hace sentir revuelta con mis ideas para irme de aquí, me aproveche y solo lo utilice para que lo de Cody no me afectara.Me siento en el borde de la cama y miro mi alrededor, la suave bata de seda que cubre mi cuerpo oculta las mordidas que Axel deja en mi cuerpo, rasco mi cuello ahora sabiendo que eso sucede por querer su marca en mi clavícula, aparto mi mano de mi cuello queriendo quitar esa idea de mi mente.Camino hacia el baño sintiéndome relajada por un momento al haber estado dormida en
Los días y meses habían pasado con velocidad al igual que los años, la depresión que había tenido se había ido ya hace tres años en los cuales pude sentirme tranquila, aunque angustiada por saber algo de Axel, él nunca abandonó mi mente en cada momento.Nadie me ha dicho algo de él porque podría alterar mi pulso si se algo, he tratado de olvidarlo renovando mi vida y queriendo salir con alguien, pero cuando lo intento huyen de mí como si fuera la peste.Cómo tranquilamente de unas galletas sentada sobre la encimera mirando a Sam el hijo de mi hermano correr en el jardín mientras juega con Sandra.Siento la presencia de alguien en la cocina y miró a Marco junto a otra persona que no conozco.- ¿Qué pasa? - Camino hacia ellos dejando las galletas en la encimera. - ¿Quién es él?- Soy la mano derecha de Axel, él me envió para llevarte de vuelta con él. - Mi corazón late rápidamente.- Ella no se irá de esta casa, e