capitulo: La libreta de Ana.Álvaro comenzaba a sentirse cada vez más a gusto con Aurora. Su conversación fluía con una naturalidad sorprendente, y poco a poco, ella empezaba a confiar en él. Durante uno de esos momentos de apertura, Aurora mencionó algo que despertó el interés de Álvaro: una libreta que había encontrado entre las pertenencias de Ana Sánchez, una de las residentes fallecidas.—Es una libreta vieja —explicó Aurora, sacándola de su bolso y mostrándosela a Álvaro—. Ana solía anotar todo en ella. Desde que llegó al hogar, registraba detalles del día a día, cosas personales, pero también observaciones sobre el personal y los otros residentes. Lo que me llamó la atención fue que hay dos muertes anotadas aquí, y en ambas menciona que Richard estaba a cargo de las horas de comida y cena.Álvaro tomó la libreta, examinando las páginas amarillentas llenas de la letra meticulosa de Ana. Cada entrada estaba fechada, y las descripciones eran precisas. Las muertes mencionadas, ocu
Capítulo "Un Acuerdo Silencioso" Álvaro y Aurora se reunieron en la pequeña oficina del geriátrico "Último Amanecer", lejos de las miradas curiosas del personal y los residentes. Ambos sabían que cualquier paso en falso podría alertar a quienes estaban detrás de las irregularidades en el lugar. La misión que habían trazado requería discreción absoluta. —Tenemos que ser meticulosos —dijo Aurora, cerrando la puerta detrás de ellos. Sus ojos verdes, profundos y analíticos, reflejaban preocupación, pero también una determinación inquebrantable—. Nadie puede saber que estamos tomando muestras de sangre para enviarlas a otro laboratorio. Álvaro asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. —Las pruebas del laboratorio del geriátrico podrían estar manipuladas. Necesitamos un análisis independiente para confirmar nuestras sospechas sobre el envenenamiento por el agua. Aurora se sentó frente a él, desplegando un plan detallado. —He hablado con un amigo de confianza que trabaja en
Capítulo: "Café con Sorpresas" La luna brillaba alta cuando Álvaro y Aurora salieron de la fiesta. El aire fresco de la noche los envolvía mientras caminaban hacia el auto de Álvaro, ambos inmersos en un silencio cómodo, con sonrisas que reflejaban los pensamientos que se arremolinaban en sus cabezas. La velada había sido mágica, pero algo en el aire indicaba que la noche aún no había terminado. Álvaro abrió la puerta del coche para Aurora, quien se deslizó dentro con gracia. Al tomar asiento, Aurora no pudo evitar recordar las palabras de Clara: "Si sientes algo por él, no tengas miedo de dar el primer paso. La vida es muy corta para no intentar ser feliz." La frase resonaba en su mente, haciéndola morderse el labio inferior con nerviosismo y emoción a partes iguales. El trayecto hacia la casa de Aurora fue breve, pero cargado de tensión. Álvaro mantenía una mano relajada sobre el volante, mientras que su mirada se deslizaba de vez en cuando hacia ella, admirando la forma en que l
El despertar fue diferente para ambos. La luz tenue de la mañana se filtraba a través de las cortinas, acariciando sus rostros con suavidad. Aurora abrió los ojos primero, y al girar su cabeza, se encontró con Álvaro, quien ya la observaba en silencio, con una sonrisa serena que reflejaba todo lo que ambos sentían pero aún no habían puesto en palabras.No sabían exactamente cómo actuar. La intimidad de la noche anterior había desdibujado las líneas de lo que alguna vez fue una simple camaradería, transformándolas en algo mucho más profundo y personal. Sin embargo, no había incomodidad, solo una mezcla de nerviosismo y alegría contenida.Aurora se acercó un poco más, sus ojos verdes brillando con una ternura que lo hizo sentir en casa. "Buenos días," murmuró, su voz suave como una caricia."Buenos días," respondió Álvaro, inclinándose hacia ella para rozar sus labios en un beso lento, lleno de significado. No había urgencia esta vez, solo el deseo de prolongar ese momento en el que tod
Al día siguiente, Álvaro se despertó temprano, consciente de que el día se llenaría de despedidas y ajustes importantes. Primero, tenía que ir a su apartamento para cambiarse de ropa antes de dirigirse al aeropuerto. Después de la boda no había salido del apartamento de Aurora . Desde ahí tenía que despedir a sus amigos, aquellos que habían sido parte fundamental de su vida, y era un momento difícil para él.Antes de salir, le envió un mensaje a Clara para agradecerle el consejo que le había dado a Aurora. El gesto de Clara había marcado una diferencia, y Álvaro quería expresar su gratitud.Clara, siempre perceptiva, le respondió con un mensaje directo y sereno. "Sé que estás haciendo lo correcto, Álvaro. Pero sé sincero con Aurora. Ella es un buena persona" Nunca dudes de ella, incluso cuando las cosas se compliquen. Mi intuición no falla y te digo que ella es lo que necesitas en tú vida ,si algo no está bien busca ayuda ."Álvaro asintió, sus palabras resonando en su mente. "La intu
El sol se escondía tras el horizonte, bañando el apartamento de Aurora con una cálida luz dorada. En la cocina, Aurora y Álvaro se movían en perfecta sincronía, preparando una cena especial. Habían decidido dedicar esa tarde a disfrutar el uno del otro, alejados del estrés de sus respectivas profesiones. Para ellos, estas escapadas al apartamento de Aurora eran un refugio seguro, un lugar donde podían ser simplemente ellos mismos.Aurora, con una sonrisa tranquila, revolvía una salsa mientras Álvaro picaba algunas hierbas frescas. La atmósfera estaba impregnada de aromas deliciosos y de la complicidad que habían construido con el tiempo. Se miraban y reían con naturalidad, disfrutando de la simpleza de cocinar juntos. Cuando la cena estuvo lista, llevaron los platos a la mesa, decorada con velas y flores que Aurora había preparado con esmero.La cena fue un festín de sabores: un risotto cremoso acompañado de una ensalada fresca y un buen vino tinto. Conversaron sobre cosas triviales,
Joseph Torres, el astuto dueño del geriátrico "Último Amanecer" y del "Laboratorio JT", manejaba su imperio con una mezcla de manipulación y amenazas. Mientras otros veían al laboratorio como una empresa en crisis, él lo consideraba una herramienta clave para mantener el control sobre los médicos y las decisiones médicas del geriátrico. Sin embargo, en su búsqueda de poder absoluto, Joseph también ejercía su control en su hogar, particularmente sobre su esposa Mari.Desde su lujoso despacho, Joseph analizaba los informes financieros con una satisfacción particular. Su mundo de mentiras parecía estar bajo control, pero algo en su instinto le decía que debía mantenerse alerta. Aurora Sáenz, una doctora comprometida, y Álvaro Méndez, un enfermero recién llegado, habían empezado a levantar sospechas sobre las inconsistencias en los resultados de los análisis del laboratorio.Aurora, siempre diligente, había sugerido cambiar de laboratorio tras la muerte de una paciente, Ana Sánchez. Pero
Joseph Torres observaba con creciente preocupación cómo los investigadores comenzaban a acercarse peligrosamente al corazón de su operación. El "Laboratorio JT" ya no era un refugio seguro; cada día que pasaba sentía el cerco cerrándose más alrededor de él. Aunque siempre había confiado en su capacidad para manipular a las personas y desviar la atención de sus acciones, ahora sabía que necesitaba un plan más elaborado para evitar ser descubierto.Desde el momento en que Aurora Sáenz comenzó a cuestionar la veracidad de los resultados de los análisis, Joseph supo que tendría que neutralizarla de alguna manera. Sin embargo, no esperaba que la situación escalara tan rápidamente. Las fotos que Richard le había proporcionado, mostrando a Álvaro Méndez sacando muestras de sangre del laboratorio y llevándolas a su auto, fueron una revelación que encendió una chispa en la mente de Joseph.—Bien hecho, Richard —le dijo a su sobrino, examinando las imágenes—. Con esto, tenemos suficiente para e