El nacimiento de JuanaAurora despertó con una extraña sensación en el bajo vientre. No era dolor, pero tampoco era algo común. Era como una presión leve, como si su cuerpo le estuviera avisando que algo estaba por suceder.Se acomodó en la cama, tratando de ignorarlo, pero unos minutos después sintió una punzada más intensa que la hizo tomar aire bruscamente. Sabía que las contracciones podían durar horas antes de volverse regulares, así que decidió no alarmarse.Con calma, se sentó en la cama y acarició su vientre.—Juana, ¿quieres salir ya?Sintió un leve movimiento dentro de ella, como si su hija respondiera. Sonrió, pero otra contracción le tensó el cuerpo.Definitivamente, algo estaba comenzando.Se levantó despacio y caminó hacia la cocina, tratando de distraerse. El apartamento estaba en completo silencio, pero en su interior, todo era un torbellino.Puso agua a calentar para prepararse una infusión, pero cuando estiró el brazo para alcanzar la taza, sintió un chasquido intern
Los días pasaron, y finalmente llegó el momento en que Aurora y Juana pudieron regresar a casa. El hospital había sido un refugio de cuidados y vigilancia, pero no había nada como el calor del hogar para comenzar esta nueva etapa en sus vidas. Álvaro se aseguró de que todo estuviera listo, que no faltara nada para la comodidad de ambas. Cuando el médico le dio el alta a Aurora, Álvaro sintió un alivio inmenso. Sabía que su pareja porque eso eran y muy pronto le pediría que fuera su esposa, su Aurora estaba bien y que su hija estaba sana. No obstante, una sensación de responsabilidad absoluta se instaló en su pecho. Ahora le tocaba a él ser el protector, el cuidador, el padre que siempre quiso ser. Con extrema delicadeza, ayudó a Aurora a ponerse de pie. Había sido un proceso largo, un parto que dejó huellas en ambos, pero ahora estaban listos para irse. Aurora, con Juana en brazos, miró a Álvaro con una sonrisa cansada, pero llena de amor. —Nos vamos a casa —susurró ella, emocionad
El bautizo de Juana Méndez Sáenz llegó y, con él, una emoción desbordante que se reflejaba en cada rostro. La capilla estaba decorada con elegancia y ternura: globos blancos flotaban en el aire, mientras que delicadas rosas blancas adornaban cada rincón, impregnando el ambiente con su suave fragancia.Aurora, con su vestido blanco impecable, sostenía a su pequeña hija en brazos, envuelta en una mantita de encaje, mientras Álvaro caminaba a su lado con orgullo en la mirada. Los padrinos, Valentino y Clara, se acercaron con una sonrisa radiante, listos para asumir su papel en la vida de Juana.El sacerdote comenzó la ceremonia con palabras cálidas y significativas, recordando la importancia de aquel momento. Al ver a su hija en brazos del cura, recibiendo el agua bautismal en su frente, Álvaro sintió un nudo en la garganta. Era una sensación única, indescriptible. Juana era su mayor bendición, y verla allí, rodeada de amor, le hacía sentir que todo en su vida tenía sentido.Cuando el sa
Aurora quería que esa noche fuera especial. Se había bañado con calma, disfrutando del agua caliente que relajaba cada músculo de su cuerpo. Luego, aplicó con delicadeza sus cremas favoritas, aquellas que siempre le dejaban la piel suave y con un aroma dulce que a Álvaro le encantaba. Sabía que él la deseaba, lo veía en su mirada cada vez que la observaba con anhelo, pero también notaba su contención, su miedo a presionarla después de la cuarentena. ... Cuando se puso aquel camisón de encaje, se miró en el espejo y sonrió con satisfacción. Su cuerpo había cambiado tras el embarazo, pero se sentía)sa. Sus senos, más llenos por Sus senos, más Ilenos por la lactancia, se ajustaban perfectamente a la delicada tela, dándole una imagen aún más sensual. Sus curvas estaban resaltadas, y su cabello, húmedo aún, caía en ondas sobre sus hombros. Salió del baño con paso seguro y se acomodó en la cama, esperando a Álvaro. Juana ya estaba dormida, bien alimentada y tranquila, así que ahora era s
El día había llegado, y la luz del sol se filtraba a través de las grandes ventanas de la iglesia, iluminando los rostros de los presentes. Para Aurora y Álvaro, era el día que habían esperado tanto tiempo, un día que representaba no solo un matrimonio, sino también una nueva vida juntos, libre de secretos y mentiras. El momento era perfecto, la iglesia decorada con flores blancas y toques verdes que complementaban la pureza de su amor.Aurora, con una calma serena, no podía dejar de mirarse en el espejo mientras sostenía en brazos a su hija, Juana. Juanita dormía plácidamente, envuelta en un pequeño vestido de encaje blanco, un símbolo de la nueva vida que ellos dos habían construido juntos. Aurora acarició su cabello suavemente antes de volverse hacia Álvaro, que se encontraba a su lado, impecable en su traje, y la miraba con esos ojos que solo él tenía para ella, llenos de amor y complicidad.—Te ves tan hermosa, Aurora —dijo Álvaro, su voz cargada de emoción.Aurora sonrió, sus oj
Epílogo: Un Nuevo Comienzo Bajo el Sol del CaribeEl sol del Caribe brillaba intensamente sobre el mar azul, mientras el elegante crucero avanzaba suavemente de ciudad en ciudad, llevando consigo a dos parejas que, después de tantas pruebas y sacrificios, finalmente disfrutaban de la luna de miel que tanto merecían. Aurora y Álvaro, Valen y Clara, junto con sus niños ya algo más grandes, Mateo de 4 años, Juanita de 2 y Serena, quien acababa de cumplir su primer año, vivían la experiencia de un descanso bien ganado.Habían tenido que esperar mucho para este viaje. Cada vez que se acercaban a la posibilidad de tomarlo, un nuevo caso surgía, y su deber los llamaba de nuevo. Sin embargo, esta vez nada ni nadie podría interrumpirlos. Después de tanto esfuerzo y lucha, ahora estaban allí, con la brisa cálida del mar acariciando sus rostros, el horizonte extendiéndose infinitamente frente a ellos y la certeza de que todo lo que habían vivido los había llevado hasta este momento.Los niños di
Capítulo Final: En busca de la VerdadEl viento cortaba frío frente al imponente edificio de Ferreira Corp. La tarde gris envolvía la ciudad mientras Emanuel Ferreira, con su traje impecable y su mirada tensa, salía de una reunión crucial. Los negocios seguían su curso, pero su mente estaba en otro lado. Había solicitado ayuda a su amigo Álvaro Méndez, el hombre que había sido un infiltrado brillante, pero que ahora, incluso sin la placa, seguía entregando su vida al deber.De repente, un grito rasgó el aire.—¡Emanuel! ¡Tienes que escucharme!El empresario se detuvo en seco. Su corazón se aceleró al reconocer aquella voz. Georgina López avanzaba tambaleante hacia él, casi irreconocible. Su cabello, antes impecable, estaba desordenado. Su piel, pálida y marcada por profundas ojeras, reflejaba el sufrimiento de meses. Su ropa, holgada y descuidada, dejaba claro cuánto peso había perdido.—¿Georgina? —murmuró Emanuel, sin poder disimular su sorpresa.Ella respiraba con dificultad, con l
Capítulo 1 La solicitud de Álvaro (Flashback ) Me dirigí al apartamento donde había vivido tantos momentos lindos con Aurora,toque la puerta pero nadie la abrió. Tome las llaves que aún conservaba y entre . Todo estaba limpio y ordenado como si nadie estuviera viviendo hace días . La heladera estaba abierta y limpia ,no había basura,ni ropa lavada . Fui al dormitorio y se encontró con el colchón sin nada encima ,todo guardado y en el placard no había una prenda de Aurora , no había nada ... Corrí al baño y no encontré nada de sus cosas personales . Pero algo me llamo atención sobre una repisa había una caja de test de embarazo . La tome ,la abrí pero adentro no estaba la tirilla . Salí del dormitorio , busque por todos lados algo de Aurora . Con la cajita en la mano mire a mi alrededor y sobre un mueble del living , encontré la tirilla envuelta en una hoja de papel que tenía algo escrito . Álvaro : Se que me buscarás en el momento que te des cuenta del error que cometis