Corina:
—¿Corina? —reconozco la voz de Kevin—. Te llevaré dentro.
Me toma entre sus brazos y trato de abrir los ojos pero mi vista está desubicada por completo.
—¿Qué está pasando? —esa voz ronca, también la reconozco.
—Se ha desmayado Joel.
—¡Ves, te lo dije!, ¡pero la quieres traer como sirvienta, como vil hombre de granja!, ¡ve lo que has hecho, animal! —niego varias veces hasta que siento una brisa fresca y un cómodo sillón debajo de mi.
—¿Cori? —abro los ojos pero no logro ubicarme, todo me da vueltas y el dolor de cabeza es abrumador.
—No puedo ubicarme, estoy muy mareada, necesito azúcar —ya me ha pasado esto anteriormente, necesito una cuchara de miel de abeja o azúcar y comer algo.
Tomasa llega casi de inmediato con una cuchara de
Corina:Toda la tarde la he pasado recostada en la cama mirando NatGeo. Para mí, el canal de televisión más interesante. Froto mis ojos y bostezo levemente. Apago la TV y me dirijo al balcón.Son las 7 pm y el sol se está ocultando. Al salir el aire fresco choca en mi pecho y aprovecho para tomar una bocanada de aire cuando escucho la puerta de mi habitación.—No piensas pasar todas las vacaciones, encerrada… ¿o sí? —pregunta Adriana. Camina hasta saltar hacia el colchón. Me adentro a la habitación.—Para nada, solo estaba descansando.—He hablado con papá y mamá, parecen muy disgustados con Joel por lo sucedido.—No tienen porque, fue mi culpa al no haber desayunado, el trabajo no fue tan duro, acéptalo —rueda los ojos y se deja caer de espaldas.—El punto es, que no debi&o
Corina:De apoco me voy acercando hacia la mesa donde Adriana se balancea de un lado a otro y Kevin la contempla riendo.—Por Dios Cori… como has tardado —apenas coloco la botella en la mesa cuando ella la arrebata y da un sorbo.—Lo siento, había mucha gente y…—No puede ser… ¿nos estás siguiendo Joel? —dice mi amiga con cara de molestia. Mi cuerpo se tensa al instante.—Pues no —su voz ronca hace que la piel se me erice sin ni siquiera verlo, sé que está a mis espaldas.—Que mierda… —maldice mi amiga. Tomo asiento aun dándole la espalda, tengo la mirada fija en la botella de cerveza que llevo en la mano y sin pensar doy un trago.—No sabía que vendrían —noto como se sienta en la silla de al lado pero prefiero no mirarlo. No después de lo que fui testigo y
Joel:Sigo sentado mirando a Adriana y a Corina bailar sin parar. No sé de dónde sacan tanta energía, son las 3 de la mañana y el lugar está a punto de cerrar.Al fin noto que se acercan. Corina luce espectacular, su figura es tan delicada, su piel tan blanca. La miro de arriba a abajo, es inevitable… aún me reprocho el haber permitido que Melina se haya presentado como mi “novia”. Sabe perfectamente que no es así, lo dejamos bien claro, serían un par de polvos y algo de compañía.Es abrumador que alguien de 35 años no haya encontrado alguien con quien sentar cabeza y formar una familia pero, no me ha llegado… o no me había llegado aún.—¿Qué ha pasado con Kevin? —pregunta Adriana—Se ha ido —no puedo dejar de verla, es bella incluso con esas copas de más…
Corina:Tomo una bocanada de aire y me dejo caer al suelo. ¿Qué estás haciendo Corina?, me gusta Joel. Por Dios claro que me gusta Joel, es… tan sexy, su voz, sus ojos… tengo que controlarme, está jugando conmigo.¿Cómo se le ocurre hacer todo esto y presentarme a su novia… su escultural novia? Quiere diversión, una niña con las hormonas a tope y que mejor que la mejor amiga de su hermana… pues ¡no!, yo no seré eso para él.Me pongo de pie y camino al baño dispuesta a desechar todo el alcohol de mi cuerpo.La última vez que me emborrache fue hace… 3 meses y también fue culpa de Adriana, esa chica siempre me lleva a los extremos.▮▮▮▮▮▮▮▮No he dormido en absoluto. Son las 5:50 de la mañana y la ansiedad recorre todo mi cuerpo… esto es muy desesperante.Decido que es
Joel:Tomo mi sobrero y salgo de la habitación. Son las 6:00 am, es sábado pero eso no significa que yo puedo quedarme dormido.Paso por la habitación de Corina y me detengo, ¿recordará lo sucedido ayer?... aprieto mis labios y me contengo a llamar a su puerta.Bajo las escaleras a toda velocidad y de inmediato me dirijo hacia la cocina y saludo a Tomasa quien prepara el desayuno.—Buen día Señor, ¿desayunará con sus padres? —asiento y tomo un vaso de zumo de naranja que hay sobre la barra como es costumbre.Salgo por la puerta trasera y camino hacia el establo número uno dónde me saludan mis trabajadores e inspecciono que todo vaya correctamente.Estoy por pasar al establo número dos cuanto escucho unos silbidos. Frunzo el ceño y miro hacia donde el resto de los hombres dirigen la mirada… Corina.Vie
Corina:Me voy, me voy, me voy. Repito una y otra vez conforme meto mi ropa a la maleta.Lo siento por Adriana y nuestros planes de un verano genial pero no puedo seguir aquí. No con Joel y sus múltiples personalidades asechándome por todos lados.Llaman a la puerta y camino a abrirla cuando me encuentro de nuevo a ese hombre. Ruedo los ojos, es imposible esto, doy media vuelta y sigo empacando.—¿Qué estás haciendo?—¿No ves?, me voy, te lo he dicho ayer.—Pero… ¿por qué? —bufo y aprieto entre mis manos mi pequeña blusa.—¿Por qué?, ¿crees que es cómodo estar en una casa donde el dueño te trate mal todo el tiempo? — busco más excusas pero no tengo ningún otra… a menos que le diga que creo que estoy enamorada.—No, pero no te hemo
Joel:Adriana me ha sacado de la habitación pero de inmediato pego mi oreja a la puerta. No quiero que Corina se vaya. Espero que mi hermana haga algo bien y la convenza de quedarse.—¿Qué?, dímelo… —escucho a mi hermana insistir—Adriana… no me odies.—Jamás —casi no puedo escuchar, hablan muy despacio.—Creo que… me he enamorado de Joel —mis ojos se abren, mi corazón se acelera como el de un adolescente. Corina se ha enamorado… ¿de mi?, Una estúpida sonrisa se apodera de mi rostro y levanto mis puños en señal de victoria.—Hijo ¿Qué estás…?—Mamá… —carraspeo y me recompongo—¿Qué haces pegado en esa puerta? —me alejo y camino lentamente—Yo… estaba&hell
Corina:—Bien, ¿ya están prepara…? —noto como Joel se calla de golpe y después me aparta bruscamente del caballo negro—. ¡¿Qué haces?, puede lastimarte!—¿Por qué?, estaba muy tranquilo, le gusta que le acaricie —trato de meter la mano entre los barrotes de madera pero Joel lo impide de nuevo.—¡No hagas eso, éste es un caballo salvaje! —escucho su relinchar, está molesto—. ¡Mierda!.Sin pensar camino hacia atrás. No creí que estuviera mal. Joel trata de calmarlo pero este se pone cada vez más agresivo, comienza a tirar patadas. El atractivo hombre de ojos azules maldice y va en busca de algo en un estante, una soga… ¡una fusta!—¿Qué pasa?... mierda ¡es Jeff! —grita Adriana—Yo solo lo acaricie y…