A penas he podido conciliar el sueño, miro el reloj y son las 2 de la mañana. He interrumpido mi sueño varias veces, no espero más y me coloco una chamarra gruesa y mis botas de uso rudo. Camino hacia la puerta trasera de la cocina y al abrirla el aire helado me cala los huesos.
Comienzo a caminar por el camino empedrado y puedo observar los varios establos que tiene la familia, luego escucho como las hojas de los árboles chocan creando un extraño sonido como susurros… tomo un respiro y me encanta poder estar aquí. A pesar de la situación con mis padres, el hecho de tener un trabajo y que sea hacer lo que amo me resulta gratificante. Pienso en ellos, pienso en que tal vez ambos ya estén descansando. Pienso en mi hermano, que la verdad dudo mucho que esté vivo con la clase de vida que llevaba.
Escucho un par de pasos y me giro de inmediato. Miro la enorme sombra de Joe y mis piernas comienzan a
Me quedado como una tonta mirándole fijamente sin poder articular una sola palabra, y es que ¿Qué le voy a decir?Oh gracias por besarme, solo había esperado 20 años de mi vida para que el hijo de mis jefes venga de manera alcoholizada a robarme el primer beso y posteriormente de manera abrupta mi segundo beso. Claro, tampoco me quejo es un modelo de revista, pudiera ser un modelo de vaqueros y sombreros…—¿Rose? —pregunta y salgo de mis pensamientos para mirarle—. ¿Te ha gustado?—¿Y eso que cambiaría señor? —contesto lo más cuerda que puedo.—Pues… que tal vez, yo pudiera repetirlo —niego varias veces de manera confusa.—¿Qué quiere señor Joe? ¿Qué tenga relaciones con usted? —pregunto molesta y él suelta una carcajada.—¿Tener relaciones? &iq
—Buenos días señor Joe —contesto y coloco la taza con el café negro frente a él.—¿Puedo darte un beso? —dice recargado en la barra y alzando el par de cejas pobladas.—Por favor, no haga esto, por favor, no quiero problemas —alza sus manos y luego me dedica una de sus sonrisas.—No te metería en aprietos Rose, no sé hasta cuando vas a entender eso.—¿Quiere que le sirva el desayuno? —pregunto para acabar con este incómodo momento.—Está bien —dice con mala cara mientras va y se sienta al comedor. Es cuando por fin puedo respirar, no sé que es lo que quiere conseguir con esta actitud, pero lo que si sé es que me he sentido sumamente excitada.Escucho como la voz de Joe me llama y no dudo en acudir.—Rose, esto está delicioso, ¿me podrías traer un poco de jugo d
Joe—He pasado toda la tarde trabajando pero nada logra que me olvide de Rose y sus bonitos labios —tomo el último inventario y lo coloco en la oficina. —Todo listo —dice mi padre y yo asiento—. Espera a que llegue tu tío Brad de esas vacaciones y sabrá lo que es trabajar, no entiendo porque Adriana desea 3 meses de vacaciones como si esto se mantuviera solo. —La tía Adriana es…—Particular, lo sé, mis padres siempre lo decían —la noche ha llegado, en realidad, muero de hambre y son las 9 de la noche, hace tiempo no terminábamos el trabajo tan tarde pero es que el nuevo cargamento de alimentos ha llegado y ha tomado más tiempo del estimado ajustar las cuentas. Mi padre y yo caminamos hacia la casa y el viento helado entra por la gruesa chamarra que llevo puesta. No he sabido nada de Rose
La fiesta es en la casa de una de las chicas que trabaja en la granja. Hay música country y varias personas bailando. He conocido a bastantes personas que trabajan en el mismo lugar que yo y son amables, aunque todos son mayores que yo.—Así que vienes de Nuevo México—me dice una de las chicas.—Si, allí trabajaba antes —contesto mientras tomo un trago al refresco que me han entregado.—¿Y qué tal te has sentido con los Baker?, ellos parecen bastantes contentos contigo —asiento.—Es mutuo, ellos son muy buenos conmigo, siempre —la chica asiente. Parece amable, no me ha dicho su nombre—. ¿Cuál es tu nombre?—Tamy —contesta, es una mujer joven de unos 30 y trabaja en los establos.—Mucho gusto —contesto y miro como empina una cerveza. Yo no he querido tomar alcohol porque aun no soy mayor de edad, además,
JoeNo sé en que momento me he quedado dormido pero mi madre entra a mi habitación casi a trompicones y con la cara de pánico. —Me han llamado… es Rose, está mal —dice con cara de angustia y me pongo de pie de inmediato, tomo unos zapatos deportivos y corro hacia donde ella va. Subimos al auto en segundo y nos encontramos conduciendo hacia allá.—¿Qué está pasando? —le pregunto de manea histérica. Sé que está ocultando un par de lágrimas.—Me ha llamado Tamy… dice que Rose no responde, le dieron algo en la bebida, o eso es lo que dijo ella antes de desmayarse —mi mal humor crece y solo pienso en matar al idiota que le ha hecho esto. Mi madre me da las indicaciones para llegar a la casa en donde están. Hay un tumulto de gente. Miro el cuerpo pequeño de R
Despierto y siento los ojos algo pesados. No recuerdo que es lo que ha sucedido en realidad solo pienso en los ojos de Joe mirándome fijamente. Escucho un par de mormullos, luego voces, luego veo luces que terminan por cegarme y luego… nada.Trato de pensar en lo que ha sucedido. Siento como es que alguien estrecha mi mano, ¿es mi madre?, ¿es acaso que estoy soñando o estoy muerta?—Tal vez se trate de la reacción de su cuerpo, las drogas deberían de estar saliendo del sistema —luego escucho un par de voces más.—Si, ella está bien —luego me concentro en abrir mis ojos, tengo que saber donde estoy.—¿Rose? —es la voz de la señora Corina—. Oh por Dios, está respondiendo, ella… ella está despertando.—Rose… —esa es la voz de Joe y siento como mis manos son sujetas.—Señorita
El despertador suena y una sonrisa se pinta en mi rostro. Los recuerdos de anoche me han mantenido tan feliz, y desde que Joe se ha ido de mi habitación. No espero más y me pongo de pie para comenzar el día y preparar comida deliciosa para mis jefes y para… Joe.Como es costumbre tomo una ducha que termina por ponerme de mejor humor, luego de cambiarme comienzo mis tareas culinarias en la cocina y preparo deliciosas tortas de huevo con patatas fritas, salsa roja y pan tostado.Coloco los platos para comenzar a servir las tazas de café negro y justo en ese momento llega la señora Corina con el semblante mucho más relajado y descansado.—Rose, ¿cómo dormiste?, ¿te has sentido bien?—Todo de maravilla señora, le doy las gracias por estar al pendiente de mi —ella toma mi mano y asiente.—Ahora dime, ¿qué es lo que estás cocinando po
Han pasado casi 4 horas desde que salimos de casa y el auto viene a reventar debido a la cantidad de bolsas y cajas que hay.—¿Has encontrado ropa para ti? —abro la boca y luego miro el par de bolsas que cuelgan en mis manos así que solo asiento y la señora Corina me mira de manera aprobatoria. La verdad es que ni siquiera he volteado a ver una prenda para mi, solo quería asegurarme de tener sus regalos de navidad.El camino a casa es rápido, después de llegar hace falta un par de viajes para terminar de bajar todo el cargamento de regalos que la señora Corina ha hecho, además de provisiones para la cocina y artículos de decoración.Toma un par de tiempo volver a acomodar todo en las estanterías y tambié