Pasan lo que parece una eternidad y no tenemos noticias de Joe. La señora Corina solo ha dejado de llorar por momentos, el señor Joel se mantiene en la silla frente a nosotros y el señor Brad ha vuelto a casa para poner los asuntos de la granja en orden.
Es día último del año y jamás pensé que iba a pasarlo en el hospital y con la vida de Joe pendiendo de un hilo.
He analizado la situación y es casi seguro que me quedaré en la granja para ayudar a la señora Corina en todo cuanto pueda. Solo quiero que vuelva a estar tranquila y que la estabilidad vuelva a esta casa… con o sin mi.
—Familiares de… —la señora Corina se pone de pie casi de inmediato y va directo hacia donde está el
He salido a buscar algo de comida por órdenes de la señora Corina. No quiere comer nada que provenga del hospital, dice que el sazón no es bueno y al parecer Joe no tarda en estar consciente.—Buenas noches —digo a la mujer de la comida china. Luego pido un par de órdenes y las empacan para llevar. Tomo una agua fresca y pago con el dinero que me ha dado la señora Corina. Miro el reloj y son las 9 de la noche, en un par de horas estaremos iniciando un nuevo año y Joe aun no despierta, eso me tiene un tanto abrumada e inquieta. Es un extraño inicio de año pero afortunadamente él tiene vida y podrá tener una recuperación.Camino en dirección al hospital y me adentro por los pasillos hasta llegar a la habitación de Joe. Llamo a la puerta antes de entr
Hemos terminado de cenar y el señor Joe ha vuelto a la granja para preparar el regreso de Joe el día de mañana. La señora Corina y yo nos hemos quedado en la habitación como hace tres noches.Hace media hora que estoy tratando de dormir pero no puedo, me remuevo varias veces en el sofá pero sigo sin conciliar el sueño, tampoco puedo moverme demasiado porque estamos sentadas en un pequeño sofá ambas, y lo que menos quiero es acabar con el descanso de mi jefa. Luego escucho la cuenta regresiva que anuncia al llevar a cero el nuevo año que comienza. Tomo una bocanada de aire y después lo libero.Un año más, en casa de los Baker, he decidido que me quedaré y trataré de mantener los sentimientos por Joe lejos de esto, además, él tiene mu
He terminado de preparar la comida con la última reserva de energía que me queda, la verdad es que estoy exhausta y hasta me siento algo mareada por ello. Escucho como la señora Corina le entrega el medicamento de la noche a Joe. Yo me dedico a colocar los platos en el lavavajillas y el resto de sartenes utilizados los lavo hasta dejar la cocina completamente limpia. Anoto en la lista de comprar el jabón y un par de guantes nuevos, después de estos días fuera algunas cosas se han terminado así que hay que resurtir pronto. —Entonces vas a dormir en su habitación —escucho que le dice la señora Corina. —No, no lo haré, ella no va a dormir en un sofá, tiene su habitación y… —Es solo hasta que traigan ese elevador que necesitamos Joe —sigo en mis tareas cuando
He terminado de hacer mis quehaceres y la señora Corina apenas se ha podido despegar de su hijo. Joe parece algo tranquilo y de vez en cuando voy a ofrecerle algo de comida o de agua. —¿Cómo te sientes Rose? —es la señora Adriana quien llega a la cocina con el último plato utilizado en la cena. —Bien —miento, y ella se me queda mirando por bastante más tiempo que el habitual. —¿Cómo te ha tratado Joe después de todo este enredo? —yo me encojo de hombros y en realidad es que quisiera no tener que responder a este tipo de cosas, pareciera que todos en casa están sumamente atentos a nosotros. —Bien, solo quiero que él se recupere —ella se sienta en la barra y sé a lo que ha venido. —¿Volv
JoeEl dolor es infernal solo hace que mi mal humor crezca. No puedo creer que esa loca se haya atrevido a hacerle daño a Rose. Estoy postrado en la cama y cada vez la desesperación crece más, quiero volver a caminar ir a trabajar, recorrer la granja, limpiar los establos, quiero volver a tener mi vida normal y ahora… solo me queda esperar, cumplir con el tiempo de recuperación y comenzar las terapias.Miro como mi padre y Brad van y vienen por la casa y quisiera, de verdad quisiera poder acompañarlos en todo momento pero ahora…—Estoy harto de esta mierda —digo a nadie, estoy completamente solo en la sala de estar y solamente estoy mirando la ventana abierta que da hacia el frente de la casa. Este tiempo me ha dado mucho espacio
Han pasado tres semanas desde el accidente de Joe, hoy es el primer día de terapias y la verdad es que él está bastante ansioso por comenzar. Nuestra comunicación ha mejorado bastante y él se ha vuelto sumamente detallista conmigo, ha enviado flores varios días, además me ha regalado chocolates y ropa que yo… nunca hubiese podido comprar.Hemos cenado juntos y también hemos hablado por largas horas como antes, no sintiéndose presionada en ningún momento sino al contrario. Hoy siento una conexión que se ha desarrollado casi como si él fuera mi mejor amigo. Podemos bromear y también desearnos una buena noche. He pasado varias tardes sentada frente a la cama y hoy será el primer día que estará en silla de ruedas por más de dos horas. Me despierto algo mareada y de inmediato mi sistema de defensa se activa.—Eres un idiota —digo y él ríe.—Tu crees que soy idiota trayéndome estos cinco dólares, la familia para la que trabajas está forrada en dinero y tu… se los vas a quitar, así que no me vengas con esas miserias —y toma el fajo de billetes para tirarlo sobre mi. Comienzo a juntarlos hasta terminar y él sigue hablando sin sentido. No voy a hablarle más, no pienso hablarle ni ayudarle, no pienso el arriesgar todo esto por él.—Vete a la mierda —y me pongo de pie para caminar de manera torpe fuera de los campos de siembra.—Necesito más dinero, y tu sabes como coCapítulo 44
Estoy sirviendo los platos de comida cuando Joe me toma de la cintura y me pega a él como el característico abrazo que hace un par de semanas ha hecho.—Me fue genial en la… ¿qué ha pasado? —pregunta y yo intento alejarme de donde está pero no puedo, me tiene sujeta de manera muy fuerte.—Joe… terminaré de…—¿Qué ha pasado?, tienes un golpe en la cara —yo asiento y ahora es Corina quien habla.—Joe, vamos a comer y después hablaremos todos en la sala, pero no hay que interrumpir la comida, por favor —cierro los ojos por un tiempo y al abrirlos me encuentro con Joe mirándome, luego me libera de su agarre y se queda completa