Agustín converso a gusto con Abigaíl, ella le contó muchas cosas íntimas de su familia, cosas que eran ajenas a los demás.Cerca de las siete de la noche, Josefina les aviso que la cena estaba lista, todos se sentaron en la mesa y compartieron una agradable charla.Agustín estaba a gusto, conversando con Felipe, esposo de Josefina, quien es un médico muy influyente.Abigaíl se sentía feliz, había aclarado las cosas con su familia y también con Agustín, todo era perfecto, su trabajo, su noviazgo, la relación con su familia, en resumen, toda su vida era lo que siempre había soñado.Después de despedir a Agustín, subió a tomar una ducha, el día siguiente toca ir a trabajar, así que debía descansar un poco, para tener la suficiente energía.…Abigaíl.En año en la empresa había iniciado con el pie derecho, estamos tan llenos de trabajo, que incluso debíamos comer en nuestros puestos de trabajo.Pero eso, en vez de aburrirme, me gustaba, amaba mi trabajo, así que lo hacía con todo el amor
Esto estaba mal, algo en su interior le decía a Abigaíl que debía prepararse, algo grande se avecinaba y no sería nada fácil.Ella nunca había visto a Eliot de Derby en persona, pero sí había escuchado mucho de él y de su padre, nada bueno, de hecho, solían armar escándalos, en discotecas, club y eventos, ya que querían hacer de su ley, solo por el rango que habían heredado, las personas así nunca fueron del agrado de Abigaíl.Y el que estuvieran detrás de ella, solo podía significar una cosa y eso era que deseaban la corona, además no podía olvidar el día de su fiesta de cumpleaños, cuando el conde se acercó a sus padres para ofrecer a Eliot en matrimonio.— Vamos, cálmate— se dijo a sí misma.Abigaíl llevaba un buen rato tratando de hacer un plano, pero no podía concentrarse, no sabía de qué serían capaces eso dos con tal de llegar al trono.— Margaret— Abigaíl se sobresaltó al escuchar a Eduardo—¿Te encuentras bien?Ella asintió, pero la verdad era que no estaba bien, estaba muy ne
Agustín retiró la botella y el teléfono de las manos de Abigaíl sin dejar de besarla, cuando ella tuvo las manos libres, las llevo al cuello de Agustín. No había nada que decir, ya que sus cuerpos habla por sí solos.Habían sido cinco largos días, en donde habían tratado contener sus deseos, para no corre a buscarse.… Abigaíl.Mi cuerpo reposó sobre el sofá, mientras que las manos de Agustín alzaban mi falda, para llegar a mi entrepierna, en donde empezó a acariciar mi entrada húmeda, solté un jadeo al sentir sus dedos, tocar mis labios, esta verdaderamente exci***.Habían sido dos días, con muchas cosas en la cabeza, pero en ese momento solo él ocupaba mi mente, el deseo aumentaba.Agustín descubrió mis pechos, y se llevó una a la boca, sentí como una corriente recorría toda mi espalda, podía sentir su pe** rozar mi pierna, mientras que su mano seguía acariciando mis labios.Se sentía bien, pero deseaba más, lo quería a él dentro de mí, que de mi boca solo salieran su nombre entre
Los ojos de Agustín casi se salen de se orbita al ver los titulares de las páginas de noticias, en ellas los rostros de él y de Abigaíl era los protagonistas, pero no era eso lo que más lo sorprendida, sino que el título con el que iba acompañada aquellas imágenes. LA VIDA PROMISCUA DE LA PRINCESA ABIGAÍL.— Maldita sea— dijo casi en un grito.Sabía que esto podía pasar en cualquier momento, pero el ver, como habla de Abigaíl, hacía que su sangre hirviera, en ese momento recordó que Abigaíl estaba sola en su apartamento, por o que se apresuró a llegar a él.Cuando estuvo cerca pudo ver que la entrada estaba invadida por periodistas, no podía a cercarse más, por lo que opto por llamarla.— Cariño, ¿estás bien?— pregunto Agustín, apneas el teléfono fue contestado.— Lo estoy, así que no te preocupes, ¿pero y tú? —era notable la preocupación en la voz de Abigaíl.—Estoy bien— dijo él con aparente tranquilidad— ¿Dónde estás?— Estoy con mis padres— contesto ella.Agustín se tranquilizó al
Genoveva al ver a su hija corrió a abrazarla, desde muy temprano la habían despertado para informarle sobre las noticias que circulaban de su hija. Odiaba el hecho que se expresaran así de ella, pero sabía que nada de lo que decían era cierto.— Mamá estoy bien— le dijo Abigaíl para tranquilizarla.— Lo sé, solo quiero verificarlo— le dijo Genoveva mientras pasaba una de sus manos por la mejilla de Abigaíl.Todos se sentaron en el enorme sofá de cuero, estaban en silencio, al parecer nadie quería decir algo que pudiera herir a Abigaíl o hacerla sentir culpable.— Lo siento— dijo Abigaíl rompiendo aquel incómodo silencio— No quería causarles problema.— No te disculpe, sabemos que nada de eso es cierto, así que no te sientas mal— dijo Gilberto.— Sabemos que alguien hizo esto, apropósito, la pregunta aquí es con qué fin—- dijo Guillermo.Abigaíl tenía casi la certeza de saber de quién se trataba, pero primero quería escuchar si su padre sospechaba de alguien más.— ¿Tienes idea de quié
Los medios estaban como locos, todos querían saber quién era la chica que se parecía tanto a la princesa. Por un lado, eso era bueno, porque habían creído la noticia de que Abigaíl se encontraba de verdad fiera del país.—¿Ahora qué haremos?— pregunto Genoveva— Los medios querrán ver a la chica que se parece a nuestra hija.— Por el momento es mejor que Abigaíl vuelva a su vida— dijo Gilberto.— Pero eso podría ser peligroso padre— le dijo Guillermo con preocupación.— Lo sé, pero el que la supuesta chica que se parece a Abigaíl desaparezca sería muy extraño— agrego el mayor.—En eso mi suegro tiene razón cariño, solo debemos asegurarnos de cuidarla desde las sombras— dijo Genoveva.…Agustín.Había estado con mis padres todo el día, ellos estaban sumamente preocupados por la situación, eso de las siete de la noche, recibí una llamada de su majestad Guillermo.— Buenas noches su majestad— lo saludé.— Ya déjate de formalidades Agustín— dijo de manera tranquila— Sé dé tu relación con m
Agustín sostenía la mano de Abigaíl con fuerza, él sabía que ella estaba muy nerviosa al igual que él.— Buenos días para todos, mi nombre es Margaret Castillos y no, no soy la princesa— empezó Abigaíl— Me honra saber que tengo cierto parecido con la princesa, pero siento mucho que hayan sacado noticias de ese tipo, manchando su buen nombre y el mío— todos los periodistas estaban atentos a las palabras de Abigaíl— El hombre aquí presente es mi pareja y los otros hombres con los que aseguran tengo algún tipo de relación, no son más que mis mejores amigos, así que les pido que busquen alguna otra noticia de importancia y dejen de perder su tiempo— finalizo.— Mi nombre es Agustín Jones, y lo que tenga para decir es que utilicen su profesión para hacer el bien y dejen de entrometerse en la vida de los demás— Agregó Agustín.Agustín se abrió paso entre la multitud, sin soltar a Abigaíl, los dos caminaron hacia el estacionamiento en donde estaba el coche de Agustín y subieron en él.— Sali
En casa del conde la situación era tensa, su esposa y su hijo tenía que aguantar su mal humor.— Cariño, no crees que deberías parar— le dijo la condesa María a su esposo.— De que hablas mujer, ahora más que nunca debo persistir, sé que ella es la princesa hacia el rey quiera ocultarlo— le contestó este mientras se servía una copa.—Sabes que si esto sale mal, estaremos en problema— agrego Eliot.— No cometeré el mismo error que mi padre— El conde había llegado de mal humor después de su encuentro con Abigaíl y Agustín— La corona pertenecerá a mi familia, aunque sea lo último que haga.María y su hijo se miraron, ellos estaban sumamente preocupados, al principio habían apoyado al conde, pero ahora todo era diferente, ya que se había convertido en una obsesión el obtener la corona.…Abigaíl.Después de nuestro encuentro con el conde, decidimos descansar, habían sido días tediosos, el tener que lidiar con los medios, con el conde y de paso con nuestros compañeros de trabajo nos tenían