Los ojos de Agustín casi se salen de se orbita al ver los titulares de las páginas de noticias, en ellas los rostros de él y de Abigaíl era los protagonistas, pero no era eso lo que más lo sorprendida, sino que el título con el que iba acompañada aquellas imágenes. LA VIDA PROMISCUA DE LA PRINCESA ABIGAÍL.— Maldita sea— dijo casi en un grito.Sabía que esto podía pasar en cualquier momento, pero el ver, como habla de Abigaíl, hacía que su sangre hirviera, en ese momento recordó que Abigaíl estaba sola en su apartamento, por o que se apresuró a llegar a él.Cuando estuvo cerca pudo ver que la entrada estaba invadida por periodistas, no podía a cercarse más, por lo que opto por llamarla.— Cariño, ¿estás bien?— pregunto Agustín, apneas el teléfono fue contestado.— Lo estoy, así que no te preocupes, ¿pero y tú? —era notable la preocupación en la voz de Abigaíl.—Estoy bien— dijo él con aparente tranquilidad— ¿Dónde estás?— Estoy con mis padres— contesto ella.Agustín se tranquilizó al
Genoveva al ver a su hija corrió a abrazarla, desde muy temprano la habían despertado para informarle sobre las noticias que circulaban de su hija. Odiaba el hecho que se expresaran así de ella, pero sabía que nada de lo que decían era cierto.— Mamá estoy bien— le dijo Abigaíl para tranquilizarla.— Lo sé, solo quiero verificarlo— le dijo Genoveva mientras pasaba una de sus manos por la mejilla de Abigaíl.Todos se sentaron en el enorme sofá de cuero, estaban en silencio, al parecer nadie quería decir algo que pudiera herir a Abigaíl o hacerla sentir culpable.— Lo siento— dijo Abigaíl rompiendo aquel incómodo silencio— No quería causarles problema.— No te disculpe, sabemos que nada de eso es cierto, así que no te sientas mal— dijo Gilberto.— Sabemos que alguien hizo esto, apropósito, la pregunta aquí es con qué fin—- dijo Guillermo.Abigaíl tenía casi la certeza de saber de quién se trataba, pero primero quería escuchar si su padre sospechaba de alguien más.— ¿Tienes idea de quié
Los medios estaban como locos, todos querían saber quién era la chica que se parecía tanto a la princesa. Por un lado, eso era bueno, porque habían creído la noticia de que Abigaíl se encontraba de verdad fiera del país.—¿Ahora qué haremos?— pregunto Genoveva— Los medios querrán ver a la chica que se parece a nuestra hija.— Por el momento es mejor que Abigaíl vuelva a su vida— dijo Gilberto.— Pero eso podría ser peligroso padre— le dijo Guillermo con preocupación.— Lo sé, pero el que la supuesta chica que se parece a Abigaíl desaparezca sería muy extraño— agrego el mayor.—En eso mi suegro tiene razón cariño, solo debemos asegurarnos de cuidarla desde las sombras— dijo Genoveva.…Agustín.Había estado con mis padres todo el día, ellos estaban sumamente preocupados por la situación, eso de las siete de la noche, recibí una llamada de su majestad Guillermo.— Buenas noches su majestad— lo saludé.— Ya déjate de formalidades Agustín— dijo de manera tranquila— Sé dé tu relación con m
Agustín sostenía la mano de Abigaíl con fuerza, él sabía que ella estaba muy nerviosa al igual que él.— Buenos días para todos, mi nombre es Margaret Castillos y no, no soy la princesa— empezó Abigaíl— Me honra saber que tengo cierto parecido con la princesa, pero siento mucho que hayan sacado noticias de ese tipo, manchando su buen nombre y el mío— todos los periodistas estaban atentos a las palabras de Abigaíl— El hombre aquí presente es mi pareja y los otros hombres con los que aseguran tengo algún tipo de relación, no son más que mis mejores amigos, así que les pido que busquen alguna otra noticia de importancia y dejen de perder su tiempo— finalizo.— Mi nombre es Agustín Jones, y lo que tenga para decir es que utilicen su profesión para hacer el bien y dejen de entrometerse en la vida de los demás— Agregó Agustín.Agustín se abrió paso entre la multitud, sin soltar a Abigaíl, los dos caminaron hacia el estacionamiento en donde estaba el coche de Agustín y subieron en él.— Sali
En casa del conde la situación era tensa, su esposa y su hijo tenía que aguantar su mal humor.— Cariño, no crees que deberías parar— le dijo la condesa María a su esposo.— De que hablas mujer, ahora más que nunca debo persistir, sé que ella es la princesa hacia el rey quiera ocultarlo— le contestó este mientras se servía una copa.—Sabes que si esto sale mal, estaremos en problema— agrego Eliot.— No cometeré el mismo error que mi padre— El conde había llegado de mal humor después de su encuentro con Abigaíl y Agustín— La corona pertenecerá a mi familia, aunque sea lo último que haga.María y su hijo se miraron, ellos estaban sumamente preocupados, al principio habían apoyado al conde, pero ahora todo era diferente, ya que se había convertido en una obsesión el obtener la corona.…Abigaíl.Después de nuestro encuentro con el conde, decidimos descansar, habían sido días tediosos, el tener que lidiar con los medios, con el conde y de paso con nuestros compañeros de trabajo nos tenían
MOMENTOS ANTES DEL DISCURSO.Abigaíl se había convertido en el centro de atención de evento, todos los medios estaban atento a ellas, buscando el parecido con la chica de las noticias de días anteriores.—Hija, debes tranquilizarte— le dijo Guillermo al verla nerviosa.—Eso, trato padre, pero no puedo, tengo miedo que ese hombre le haga algo a Agustín— contesto ella.—Mis hombres están cerca, te puedo asegurar que él estará bien— le dijo Guillermo.Abigaíl trató de poner su mejor cara, ella sabía que su padre estaba esforzándose para que Agustín estuviera a salvo, pero aun así no podía dejar de sentir miedo de perder al hombre que ama y sentir la mirada del conde Derby, en ella no le ayudaba de a mucho.Las horas pasaban y más angustiada se sentía Abigaíl, pues su padre aún no recibía noticias de sus hombres.—Hija, es hora—dijo Guillermo, dándole a entender que ya Agustín estaba a salvo.Y Guillermo subió al escenario acompañado de su familia, dando inicio a su discurso, en el gran s
Abigaíl se acercó a su hermano para poner en su cabeza la corona que lo representaba como príncipe heredero a la corona.—Lo harás excelente, mocoso—le susurro.—Gracias hermana—le contesto él.Abigaíl abrazó a su hermano, pero justo en ese momento fue tomada por el brazo por el conde.…Abigaíl.Cuando escuche a mi padre decir que ya era hora, sentí que fin podía respirar con tranquilidad, habían sido días muy angustiosos, en los que no pudimos dormir, le estoy agradecida a los hombres de mis padres, porque sé que trabajaron día y noche para lograr rescatar a Agustín.Después que mi padre termino con el nombramiento de mi hermano, sentí que le peso en mis hombros caía.— Lo harás excelente, mocoso— le susurré a mi hermano mientras colocaba la corona en su cabeza.—Gracias hermana— me contesto él con una linda sonrisa en su rostro.Verlo feliz, me hizo sentir bien, porque ahora sé que es lo que él desea, y confió que hará las cosas bien, me acerco a él, lo abrazo, pero ese momento fue
Momentos previos.Abigaíl era sujetada por el conde mientras este le apuntaba con el arma justamente en la cien, Guillermo se sentía desesperado al ver a su amada hija en tan peligrosa situación.—Padre, por favor ya detente eso—le decía Eliot a su padre, él tenía claro que tal acto había condenado a su padre, así que con desespero deseaba que él se detuviera antes que todo terminara peor—Vamos a casa.—Cariño por favor escucha a Eliot—el sollozo de la condesa era desgarrador para todos, se notaba lo desesperada que se encontraba—por favor suelta ya a la princesa y vamos a casa.El conde, estaba empezando a sentirse aún más alterado al escuchar las suplica de su familia, él en el medio de su locura sabia que esa situación podía terminar muy mal, pero ya estaba hecho.Por un momento dudo y aflojo el agarre de Abigaíl y volteo a ver a su esposa, justo en ese momento Guillermo aprovecho para correr hacia el conde para quitarle el arma, pero no fue lo suficientemente rápido y el conde ter