Moira suspiró profundamente al ver a Zack irse cabizbajo, mirando con reprobación a su hija.—¿Qué? —La pequeña infló las mejillas, como presintiendo un regaño y enfurruñándose por eso de ante mano.—Lutxi… —Moira negó con la cabeza, para luego alzarla en sus brazos y sentarse en el sillón con ella en su regazo, acariciándole el rostro mientras pensaba con mucho cuidado sus siguientes palabras, sin querer hacerla sentir mal—. ¿Qué es lo que sucede? ¿No quieres a tu papá?—A mi profe, y si lo quiero. Lo quiero mucho. —Hizo más pucheros, esta vez con ojitos tristes.—Pero… si ya sabías que es tu padre, ¿por qué no lo quieres de esa forma? Él te ama como a su hija, no como a una alumna. Él ha hecho todo eso de ser un maestro por ti y quiere ser tu padre de verdad, y si lo quieres, ¿por qué no lo aceptas?—Pero… —Apartó la mirada—. Eh… —Volvió a inflar las mejillas—. No sé… Ya sé que es mi papá, pero… pero es raro. No es como los papás de los otros niños… esos papás han estado con sus hij
Moira y Zack continuaron besándose en la habitación y, si bien al principio el beso fue más para consolarlo, ahora Moira no tenía muchas ganas de dejarlo ir. Él le correspondió apenas al principio, contentándose con simplemente sentir su tacto y cercanía, pero Moira quería hacerlo olvidar los problemas, así que se apartó por un momento para cerrar la puerta y luego volver con él y besarlo con más entusiasmo y también mucho cariño, queriendo borrarle toda la tristeza con sus caricias. Eventualmente él correspondió con el mismo entusiasmo y finalmente volvió a regalarle esas sonrisas sinceras que tanto amaba y que no quería dejar de ver nunca. Esta vez intentaron ser silenciosos, sobre todos porque todos estaban despiertos y la mitad de los presentes eran niños. Aun así, la pasión podía más con ellos, más porque pasaron demasiado tiempo separados y ahora se morían por recuperar todo ese tiempo perdido. Intentando no hacer mucho ruido, Zack cubrió su boca con su mano mientras se hun
—¿Y de qué quieres hablar, hermano? —preguntó Samanta, la más pequeña de los hijos de Brandon y Lilliana, mirando con mucha admiración a Zack. Aunque Samanta nació cuando Zack ya tenía su propia empresa y era completamente independiente, de alguna forma era con la que mejor se llevaba de sus cuatro hermanos. Rena también era científica y pronto trabajarían juntos, pero Samanta era especial, Zack siempre sintió que debía cuidarla y protegerla a ella más que a nadie. Fue luego de separarse de Moira que se volvió algo distante de Samanta, ya que Moira solía adorarla muchísimo y viceversa, pero ahora tenía que reparar esa relación, y empezaría por decirle la verdad. —Hay algo que deben saber… Aunque bueno, Rena y Simon ya lo saben. —Carraspeó—. Sé que son niños listos, así que lo diré sin rodeos. Cuando me separe de Moira, ella estaba embarazada. Lutxi es mi hija. Ante su franqueza, tanto Roy como Samanta se quedaron con las bocas abiertas, mientras que Simon y Rena, que ya lo sabían
Para cuando llegó el último día del año, Lutxi ya estaba casi completamente recuperada de su resfriado que la hizo pasar navidad en cama. Decidieron invitar para esa ocasión a Clark, Lilly y su hijo, y también a Tadeo y Jenny (los mejores amigos de Zack y buenos amigos de Moira) y sus hijos, entre ellos Teddy, que se volvió muy cercano a Lutxi a pesar de ser mucho mayor.Moira se sorprendió un poco al ver la gran barriga de Jenny. ¡Había olvidado por completo que estaba embarazada!—Si que ha crecido mucho en estas semanas que no te vi ¿eh? —murmuró impresionada mientras acariciaba su vientre después de la cena mientras esperaban la llegada de la medianoche.Ver a Jenny embarazada había despertado mucha ternura y nostalgia en ella. Una parte de ella no podía evitar preguntarse qué pasaría si se embarazara de nuevo… aunque todavía era muy pronto para pensar en eso, pero le daba mucha curiosidad la idea de cómo reaccionaría Zack a pasar por algo así. ¿Acaso él se tomaría bien la idea
Apenas volver de aquellas intensas vacaciones que cambiaron su vida, una horda de los compañeros de trabajo de Zack lo empezaron a atosigar tanto en el laboratorio como en la oficina para revisar diversos proyectos, firmar permisos, responder a los inversionistas, etcétera, etcétera.Tuvo que quedarse trabajando hasta la madrugada y solo durmió un par de horas antes de ir a trabajar a la escuela como maestro de su hija. Su día de inmediato se iluminó al ver a Moira llegar con su hija para dejarla en su clase. Ella lo notó y, en vez de apartar la mirada incómodamente como solía hacerlo antes de reconciliarse, le dedicó una bella sonrisa y agitó una mano hacia él.Ah, qué bueno era tener de nuevo a su Moira a su lado. Todavía no se acostumbraba, pero esperaba acostumbrarse pronto. Y para ello planeaba intentar recuperar todo el tiempo posible a su lado. Tenía que buscar más formas de pasar más tiempo con ella. Con las dos, de hecho. Quería estar todo el tiempo posible con su familia.
Pasó una semana y todo iba bien. Marcus regreso con su hijo Kevin de sus vacaciones y Moira volvió a trabajar cuidándolo, aunque le avisó que planeaba renunciar pronto.Marcus lloriqueo un poco por eso, pero fue tan comprensivo como siempre. Entendió sus motivos y le dijo que apreciaba el tiempo que había trabajado para él y que esperaba seguir en contacto después de eso. Ignorando el tono coqueto, Moira le agradeció por todo y le aseguró que seguirían siendo amigos.Renunciaría cuando la situación con Ibiza estuviera controlada, decidió.Sabía que Zack ya estaba a casi nada de acabar con ese hombre horrible que quería acabar con su vida. Ahora que se quitó ese peso de encima, decidió ir a visitar a su hermana el fin de semana. Sabía que había vuelto a enfermarse, aunque le dijo que solo era un resfriado, pero de todos modos estaba preocupada así que fue a verla. Dejó a Lutxi jugando con su primo Ricky a sus cosas de ciencia y fue a ver a su querida hermana mayor. Encontró a Lilly
La conferencia de prensa fue un desastre para Zack.Le llovieron preguntas incómodas, fuera de lugar y estúpidas, tal como estaba esperando. Pero nunca antes le había molestado tanto el descaro de la prensa al hablar de su vida personal."¿Usted abandonó a la madre después de enterarse del embarazo por no querer asumir la responsabilidad?" preguntó una reportera con cara de oportunista. "¿Acaso la madre tuvo un amante y usted estaba inseguro de su paternidad? ¿Eso los llevó a romper su relación?" preguntó alguien de la prensa rosa, y muchos de ese lado de la prensa hicieron preguntas similares."¿Usted tuvo alguna amante que incitara a la madre a dejarlo y ocultarle a la niña?" Esa fue una de las preguntas más ofensivas para él. "¿Su hija será la futura dueña de sus múltiples empresas nacionales e internacionales?" a ese reportero claramente solo le importaba el aspecto del dinero."¿Cómo reaccionó al saber que es heredera de una de los patrimonios más grandes del mundo?" Zack quería
Después de dar su última clase y despedirse para siempre de ser el maestro de su hija, Zack llevó a Lutxi a su casa y en cuanto llegaron a su casa él se quedó allí a pasar la noche junto a Moira y su hija. Y siguió visitando la casa y quedándose con ellas a pasar la noche cada vez más y más por el resto de ese mes.Aunque pasaron varias semanas, la prensa seguía fastidiándolos, y el trabajo en la empresa y en el laboratorio era tan exigente como siempre para Zack, y tenía problemas para balancear su tiempo entre el trabajo y la familia, pero incluso así él era feliz. Estas eran las épocas más felices para él, sobre todo por las raras y escasas ocasiones en las que a su hija se le escapaba llamarlo "papá".Lo decía inconscientemente, y se notaba que se le escapaba por error y no le gustaba decirle así, pero eso era suficiente para Zack. —Papá, ¿me pasas la sal? —se le escapó una vez mientras cenaban, antes de que se diera cuenta de lo que había dicho—. ¡Quiero decir profe! ¿Me pasas