Capítulo 3.
Narrador omnisciente.
Luego de una semana la rutina de Zaria continuo como siempre, en las mañanas pedía a sus empleadas que su desayuno estuviera en la cocina y después de tres días los demás disfrutaban de la compañía de ella que no duda en darles una cálida sonrisa.
Pero nadie sabe que en las noches ella llora por el dolor de la traición de su alfa, porque ella sufre en silencio y que en todas las mañanas nuevas marcas aparecen en su cuerpo.
Ella siempre se repite que pasara y no es nada porque ella es suficiente para él.
Luego de esa semana donde se hablaba todos los días con su alfa y que eso le diera un poco de alivio a su corazón, supo que vendría antes de lo planeado para ver la remodelación del kínder de los cachorros.
Eso, alegro a Zaria, ese día no le importo el dolor en su cuerpo o las nuevas marcas que había porque su alfa vendría para estar con ella, llenarla de mimos, amarla, estar con ella.
Le extrañaba como nunca, su energía contagia a los demás porque al ir a comer con los de servicio vieron a su luna más llena de luz que los días anteriores y eso a ellos le alegraba.
Las horas pasaban Zaria organiza todo para que su alfa se sentía orgulloso de ser una buena luna en la manada, tanto en el kínder como en la mansión ella corría de un lado a otro preparando todo para él.
Las horas pasaron y el tiempo en el que él debería de haber llegado paso, Zaria estaba confundida por no verlo entrar, trato de llamarlo, pero la llamada no salía.
Así que al ver que su alfa no llego, ella se encargó de presentar a los miembros de la manada el cómo ha quedado el kínder de los cachorros.
Todos aplaudieron por la labor de su luna y lo que ella hace por todos en ese lugar.
Al terminar ahí, ella se dirigió con la esperanza de que su alfa estuviese en la mansión, pero solo se encontró con la comida que habían preparado los empleados.
La tristeza le embargo así que mando a descansar a todos y que ella se encargaría de limpiar. Muchos se mostraron recios a su orden, ella les ordeno y no pudieron negarse.
Lo que ellos no sabían es que ella esperaría a su alfa teniendo la esperanza de que solo está retrasado. Tres horas después, ella seguía en la mesa con las comidas ya frías. Ella decide levantarse e ir a su jardín uno que el mismo alfa mando a hacer para ella.
Al estar en este el fuerte dolor en el pecho la reduce a estar de rodillas en el verde pasto del jardín y como todas las noches el dolor la deja inconsciente al no soportarlo.
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Al siguiente día Zaria despierta en su habitación totalmente confundida porque su último recuerdo es estar en el jardín.
—Qué bueno que ya despertó luna. — sus pensamientos fuero interrumpido por el ama de llaves que la ve preocupada.
Zaria está a punto de contestar, pero otra figura atrás de ella la interrumpe.
—El doctor está aquí para revisarla. — le dijo la mujer.
Zaria trago saliva nerviosa, lo que menos quería era que los demás se preocuparan por ella siendo la luna, porque ella tiene que ser la que se preocupa por todos, no al revés.
—Estoy bien. — les dijo sin salir de la cama, solo se sentó en ella tratando de no hacer ninguna mueca debido al dolor de su cuerpo. — el cansancio me gano y me quede dormía en el jardín. — le dijo restándole importancia.
Tanto el doctor como el ama de llaves se vieron entre sí, pero como Zaria no dejo que la revisaran, el doctor se fue resignando de la mansión.
Cuando el ama de llaves está por salir, le dice a su luna. —El alfa aviso que en una hora estará en la manada. — le dijo.
A Zaria se le iluminaron los ojos al escuchar eso y tanto el dolor como cualquier otra dolencia fue sustituida por la emoción de que su alfa estará pronto con ella y todo estará bien.
La empleada vio el cambio que ella tubo y no pudo evitar negar con la cabeza, al ser esta quien cambio a la luna al encontrarla inconsciente en el jardín vio sus marcas de infidelidad y si antes la apreciaba hoy la admira al ver lo que sufre en silencio.
Pero a la vez siente pena por ella, tanto amor por el alfa la tiene segada y no ve el daño que le están haciendo, era una pena que el alfa no sepa valorar a una joven como ella. Entregada a los suyos y que sin importar nada está para ellos.
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Zaria no había estado tan feliz como esa mañana en la que su alfa aparece por la entrada de la mansión. Al verlo bajar del coche, ella rápidamente va a su encuentro con sus ojos, destilando amor por ese lobo.
Al llevar a esto no duda en rodearlo con sus pequeños brazos para abrazarlo y sentir que todo estaba bien.
El alfa a secas le detuvo el gesto dejando confundida a su luna, pero está al estar tan feliz, le atribuye esto a lo cansado que está del viaje y el trabajo que seguro estuvo haciendo.
—¿Qué tal te fue? — le pregunto con cariño y amor a su alfa.
Este con un leve suspiro le responde.
—Bien. — le dijo comenzando a caminar dentro de la mansión, seguido por su luna y al ver que ella está por hablar, él la interrumpe. —Iré a darme una ducha y luego dormiré un rato, vengo cansado. — le dijo sin más.
Ella, siendo la humana comprensible, le entendió y solo se limitó a dejarlo descansar. Si tan únicamente ella se hubiera dado cuentas del daño, todo fuera diferente
Capítulo 4. Narrador omnisciente. —¿Cómo te fue en el viaje? — después de que él descansara, ella subió con comida para él. —Bien. Hay nuevos inversionistas en la empresa. — le dijo. Ella asintió contenta por la noticia, sería muy bueno para la manada y él se ve contento por eso. —Ayer se inauguró el kínder para los pequeños. — le comento su luna. —Luego le iré a ver. — le respondió él sin darle mucha importancia. —Primero tengo que revisar los peles. — le dijo. Ella sintió porque sabía todo el papeleo que tiene que resolver después de casi dos semas fuera. —E ido a ver el instituto. — empezó entablando una conversación con su alfa y queriendo evitar que sus nervios se hicieran presente ante la presencia de él y su deseo que poco a poco va creciendo al tenerlo tan cerca. —¿Así? — le pregunto de manera distraída. Ella asintió con entusiasmo —Si, y he estado pensando en que necesita nuevas aulas porque los jóvenes son cada vez más. — le comento. —Si tú lo ves así, está bien qu
Capítulo 5. Narrador omnisciente. Aunque el lobo de Kerry fuese controlado por él, no podía evitar el deseo que despierta al tener a su mate tan receptivo mientras está a horcadas él. Así que sin más dejo que su pasión por ella se desenfrenara. Todo ese día pasaron reclamándose el uno del otro sin descanso. Quien iba a pensar que ese día el sueño de la humana se haría realidad y un fruto de su amor por ese alfa llegara a ella, pero sé ira tan rápido como un suspiro. Y quién lo diría que después de un mes todo cambiara para muchas personas ** El mundo sobrenatural ve el tiempo de forma muy diferente a los humanos, para ellos un año es solo un parpadeo para los siglos que tienen que vivir. Para los líderes es aún más corto, pero el tiempo se vuelve relativo cuando se encuentra a su mitad. Esa persona que está destina a estar a tú dalo sin importar nada ni nadie, esa persona que está hecha a su media. Pero hay algunos que el tiempo se vuelve una condena estando solos sin tener l
Capítulo 6. Narrador omnisciente. Nadie pestañeo, para cuando salieron de su estado de shock vieron a lo lejos como Duncan, convertido en su dragón, se alza en los cielos siguiendo el aroma de su destinada. Así que los seis siguen en el ejemplo de su amigo, se transformaron en sus seres sobrenaturales ansiosos por encontrar a su pareja eterna. A toda velocidad los siete se dirigían a la misma dirección y aunque por el momento no le prestan atención a eso porque solo buscan la manera en llegar rápido por temor a que ese exquisito aroma desaparezca. Todos siendo seres líderes usan sus poderes para estar lo más rápido que pueden de su alma, pero el dragón les lleva la delantera. Al seguir avanzando escuchan como las olas rompen, sabían entonces que se están acercando al acantilado de los susurros, esto solo los llenos de temor. ¿Qué rayos hace ahí? Se preguntaron, pero la respuesta fue dada al verla a ella de pie a la orilla de este, ella vestía un vestido blanco hasta los pies,
Capítulo 7. Muchas decir adiós nos aterra más que otras cosas, pero decirle adiós a la persona que una vez amaste es más aterrador, porque eso significa que lo que una vez te hizo feliz ahora ya no está. Duele tanto decirle adiós a alguien que marco tu vida de formas inexplicables, pero que ahora tienes que decirle adiós. Es más complicado de hacer que decirlo, pero al tomar la decisión aterra ceder el siguiente paso porque la incertidumbre de lo que pasara después es complicada y el miedo de lo que puede pasar te hace no querer enfrentar el futuro. Zaria nunca pensó que su vida cambiar tanto. ―Él pronto estará aquí. ― se dijo a sí misma en un intento de consolarse o de darse seguridad. Dos días habían pasado y el dolor no para desde que se fue. No podía dormir, ya que el dolor la mantenía despierta, pero luego este la deja inconsciente, no descansa porque al despertar su cuerpo está muy adolorido, aun a si le da la mejor sonrisa a la manada mientras cumple con sus labores de lun
Capítulo 8. Narrador omnisciente. Kerry entro a la habitación y lo primero que vio fue a su luna con la mirada perdida en la pared, este se acercó a ella y le trato de agarrar su mando, pero esta la aparto. ―Ya no está. ―le dijo sin emoción en su voz. Kerry la vio por un momento, no era como la recordaba, siempre risueña regalando sonrisa a aquel que lo necesitara. ―Mi luna. ― le dijo, pero se calló al verla. No era su luna en los ojos de Zaria no había emoción alguna, sus ojos están apagados. ―Tú me lo quitaste. ― le dijo. Pero no levanto la voz. ―Quiero que te me dejes sola. ― le dio ella. ―Tenemos que estar juntos. ― le dijo él. ―No quiero verte. ― le dijo ella. ―No me iré. ―le contesto él. ―Nunca estuviste aquí, así que no te quiero conmigo. ― le dijo fuerte y claro. Y aunque Kerry fuera un alfa, el hecho de que su lobo está dormido le hizo someterse a la voz de su luna, así que como si fuera un robot salió de la habitación. Desde ese momento la Zaria que siempre les
Capítulo 9. —Si das las gracias no estaría mal. — dijo una voz llamando la atención de todos. En el umbral de la habitación está Esteban con su típica expresión fría, sus ojos rojos brillan con mucha intensidad mientras ve a su destinada y aunque se mantiene al margen, lucha contra su deseo de acercarse a ella, mimarla, cuidar de todo aquel que la lastime. Pero a pesar de todo, él hace a un lado sus sentimientos porque piensa que eso lo hacen ver débil y él no es débil. Demonios gemelos y el lobo ven mal a Esteban por cómo le ha hablado a Zaria, pero este los ignora porque está concentrado en su media alma. Zaria lo ve y solo se topa con una mirada dura, justo como las que le dedicaba Kerry cuando ella lo interrumpía al el estar en su despacho. Ella desvió la mirada del porqué no quería recordar nada que tuviera que ver con el alfa que le destruyó su vida. Esteban al ver el dolor en la mirada de su destinada se arrepiente y aunque no muestra emoción en su mirada, desvía su cara
Capítulo 10. Por otro lado, en la manada de Kerry este está desesperado, ya que al entrar en la habitación de su luna esta ya no estaba y al buscarla no la encontró al intentar usar sus sentidos estos no funcionaron porque su lobo seguía dormido y seguiría así por un día. —¡Búsquenla por todos lados! — ordeno a los guardias más que por su orden lo hacían por su luna, porque se había corrido el rumor de que él provocó que el próximo alfa pereció por sus innumerables infidelidades, que no solo hacían sufrir a su luna, sino que provocó que él bebe se adelantara. Por eso detestaban a su alfa. —Alfa en las cámaras solo se ve a su luna, pero a nadie más. — le dijo un guardia. Kerry iba a hablar, pero un dolor en su marca lo hizo callar y caer de rodillas, el guardia preocupado lo trato de ayudar, pero el grito desgarrado lo paralizo. El lobo de Kerry despertó de golpe e hizo que el cuerpo de este de forma lenta y dolorosa se transformará porque no solo el hombre sentía el dolor, sino q
Capítulo 11. —¿Has averiguado quien fue maldito? — pregunto Duncan con molestia en su voz. Luego de que el doctor les dijera que ella está bien sin peligro alguno, los siete se reunieron en una sala aparte porque si necesitaban discutir varios temas, pero eso no significaba alejarse de su destinada. Así que consiguieron un lugar y se pusieron a discutir o mejor dicho, a buscar al culpable del estado de su destina y el ver como lo harán sufrir el doble. —No encontramos nada, ya que al romperse el vínculo el aroma de ese desgraciado se borró y más, según mis sospechas por el tiempo que supongo estaban separados, la esencia era mucho menor, lo que facilito el que se borrara más rápido. —Respondió Elián el lobo, porque él, siendo el rey de estos, le era más fácil buscar información, pero hasta para él se le fue difícil e imposible averiguar algo. —¿Cuántas presentaciones te han llegado reporte? — le pregunto Bastian, el brujo. —Mi mano derecha me ha informado que en estos últimos cin