ALESSIO—Ale, para ya. Ya es bebido demasiado, no podré llevarte hasta casa, así —expresó mi hermana con un tintineo en su voz.No sabía si estaba enojada o triste, la verdad tampoco me importaba, solo quería beber y beber hasta no saber nada.—Déjame —me queje cuando intentó arrebatarme la botella de whisky que estaba tratado de darle un sorbo. —¿Para eso me acompañaste, para venir de niñera? —me reí irónicamente. —Qué estupidez, mi hermanita cuidando de mí. Nunca pensé vivir para ver algo como esto.—El estúpido eres tú. —Su boca estaba llena de la verdad.—Muy bien, hermanita, —alce mi botella como en modo de brindis. —Nuestro padre me lo recalcó millones de veces, tanto que hasta yo me lo repito cada minuto en mi cabeza.La mano de Antonella apretó la mía en un gesto cariñoso.—Venga hermano, no te hagas esto. Papá es así, ya lo sabes, ser duro es parte de él y si lo demuestra con nosotros es porque quiere hacernos fuertes.—El me odia por ser débil. —Le doy otro sorbo a la botell
NATASHANo fue fácil escapar de Antonella, no quería usar esa táctica, pero no tuve otra opción. Le pedí que saliéramos y ella me llevo de compras, estaba muy emociona porque yo se lo propuse, y yo solo la use para cumplir mi objetivo.Debe estar odiándome ahora y no la culpó, sé que lo tengo bien merecido. Era necesario que lo hiciera, solo espero que ella al menos si me perdone.Dudo que Ale lo haga, una vez que se entere de lo que hice y el porqué me marché cómo si fuera una ladrona, él no querrá ni siquiera verme.Suspiro, me siento agotada, el viaje fue muy largo. He llegado a Dresde y no he tomado ni un breve descanso, solo en el momento que subí en el ferri pude dormir un poco porque en el autobús no lo hice, ya que estaba al pendiente por si alguien me seguía cuando salí de Italia.Hice casi dos días de viaje y todavía no llegaba al destino acordado. El GPC de mi celular me indicaba exactamente las ciudades más conocidas de este rumbo, sin embargo, no tuve la suerte de que me
NATASHA—¿Asha? —frunció las cejas.De nuevo asentí.—Sí, la novia de Alessio —le recordé.Sus cejas se dispararon hacia arriba y su boca se formó en una O, se había asombrado, pues claro, no esperaba verme nunca aquí. Ni siquiera me recordaba y eso me preocupo, ya que necesitaba de su ayuda.—Vaya —silbo sin quitar su expresión asombrada. —De todas las personas que conozco tuve que encontrarte a ti, aquí. Eso sí es muy extraño —de nuevo su fruncido. —¿Qué demonios haces aquí? ¿Alessio sabe que estás aquí o has venido con él? Aunque eso último supongo que no es porque Blaz no te hubiera retenido de esa manera como lo hizo antes —señaló al grandote.Miró al hombre grande por arriba de mi hombro.—Solo hacía mi trabajo señor —Le dijo al tío de Ale, con su cabeza agachada.Pensé que era mudo.—Lo sé, y por esta vez te lo dejaré pasar. —Le responde. —Pero la próxima vez no habrá otra oportunidad. A esta chica no se le toca, grábatelo bien —le señala mientras le advierte.Sí, efectivamente
NATASHAParpadeé varias veces y gruñí mientras me llevaba la mano a la sien, me dolía mucho la cabeza. Un zumbido muy molesto me pitaba en los oídos, aun así abrí los ojos, la habitación parecía dar vueltas o era yo la que no se sentía del todo bien.Traté de levantarme, mi vista se fue aclarando con cada pestañeo. Sentí el entorno caliente, tenía calor y de la nada empecé a tener hambre, esa era buena señal, ¿no?Al menos sentía algo, dolor, calor y hambre, aunque nada de eso es agradable.—Permanece acostada —dijo una voz con un tono amable.De repente siento la calidez de la mano de esa persona, pestañeo de nuevo al tiempo que levanté la mirada, se me formó un nudo en el estómago. Mi corazón se disparó en el pecho y sentí la urgente necesidad de levantarme y salir corriendo de aquí.No, estaba segura de que había sido una pesadilla, él no podía estar vivo. Saber esto ahora, se sentía más como una bofetada que un alivio.—Aléjate de mí —dije, cortante.No hizo caso a mi demanda, así
NATASHACalmar el fuego interior, calmar los gritos internos, era lo único que podía hacer mientras procesaba cada una de las palabras que había dicho mi padre.Me sentía asqueada, decepcionada e insultada, lo más lastimoso, es que todo eso era por culpa de mis padres. Papá no se podía llevar el premio al mejor padre del mundo, porque también se había equivocado y muchas veces, sin embargo, él no lo había hecho con la intención de lastimarme, así como lo hizo mi madre.Madre, ¿se le podía llamar de esa manera? Tal vez no sabía mucho de ese tema, del amor maternal y esas cosas lindas que en algún momento quise experimentar con Iriana. Ahora lo único que tenía era rabia y resentimiento hacia ella, pero aun después de eso, de haber sabido lo que intentó hacer conmigo, no era capaz de hacer como si no existiera, no tenía la sangre fría así como ella para dejarla con esos malos hombres.Algún día yo también seré madre, y finalmente sabré el significado de lo que es amar y cuidar a alguien
NATASHAAhogué un quejido cuando sus dedos largos se ciñen en mi brazo, con mucha fuerza. No sé en qué momento llegó hasta a mí.Tiró de mi brazo y en eso mi cuerpo chocó con el suyo, tenía su mirada oscura más cerca de la mía y lo único que sentí en este instante fueron mis piernas temblequear.—¡Dante, suéltala! —gritó Luca, estaba parado dónde mismo.El padre de Alessio dejó de verme y comenzó a caminar conmigo, todavía con ese firme agarré. Salimos del cuarto de baño, mi tío se detuvo en el pasillo cuando nos vio, pasamos por su lado, no hizo ni un solo movimiento para luchar contra este enorme hombre peligroso.Unos pasos atrás se escuchaban que nos seguían, creo que era Luca o mi tío, o incluso ambos. Cuando llegamos a la puerta principal mi padre estaba esperando con su arma, y sí, apuntado al padre de Ale.No intenté liberarme de su agarré, solamente me removí un poco por el dolor que estaba ejerciendo en mi brazo, es muy probable que termine con una marca roja o morada.Me se
NATASHA—¿Cuándo fue su último eco o su chequeo?—Yo qué m****a voy a saber, ella no es mi asunto—Pero bien que estás aquí preguntándole al médico.—Porque ahora es mi rehén.—Ya déjalo, Dante. La chica ni siquiera se puede mover.—Tú cállate.—Señores, necesito que se calmen, la paciente está aquí y todo esto…—¡Cállate! —esas fueron muchas voces juntas.¿Era un sueño? No sé, todavía no podía abrir los ojos, solamente podía escuchar esas voces. De nuevo caí en la oscuridad, a lo lejos oía la discusión, poco a poco todo se apagó de vuelta.*****Mis ojos se abrieron lentamente, pesaban un poco mis párpados, pero traté de cerrarlos y abrirlos otra vez hasta que conseguí mantenerlos así. Mi vista tardó en aclararse. Me moví y sentí una ligera pulsación en mi vientre, ya no era tan fuerte como antes, pero continuaba la molestia.—Ay —me queje en tono bajo.En eso se escuchó el rechinido de una silla y después unos pasos.—No hagas esfuerzo —llegó mi padre a mi lado. Lo observé después de
NATASHAEl sonido de una llamada sonó en el entorno del auto, Diablo respondió, tomando el manos libres, pues seguía conduciendo.—¿Qué? —preguntó, en la pantalla estaba el nombre de Iván.—Tenemos que ir a Dresde —le comunicó.—¿Me estás preguntando o me estás ordenando? —inquiere con una ceja levantada, miró de reojo la pantalla y después volvió a la carretera.—Es una sugerencia, lo sabes —respondió Iván.Por Dios, Dante intimida a todo mundo, incluso a otros hombres peligrosos cómo él.—No iré a dónde se encuentra se jodido viejo amargado —apretó su mandíbula, cómo si le molestara nombrar a esa persona.—¿Entonces dejarás a tu mujer allí?Por un instante creí que detendría el auto, solo disminuyó la velocidad mientras vi cómo apretaba el volante hasta que sus nudillos se blanquearon.—Cambiemos de dirección —demandó con un gruñido.Después de eso finalizó la llamada. No habló en todo el camino, bueno, al parecer él no parecía muy conversador. Así que hice lo mismo, tampoco pregunt