ALESSIOEl viaje de regreso a casa fue en completo silencio. Asha desde antes que subiera al auto estaba algo callada, su mente parecía estar en otra parte mientras los demás hablaban sin parar a su alrededor.¿Le estará pasando algo o hay algo que la esté perturbando?Demonios, ya me estoy haciendo muchas ideas en la cabeza, lo ideal es preguntárselo.—¿Te agrado el descanso que hicimos? —indague.No podía apartar los ojos del camino, pero en vez en cuando le echaba una mirada. No me respondió, seguía perdida en sus pensamientos, cómo si algo le preocupará.¿Qué está sucediendo con ella? La noto muy distraída.—¿Asha? —dije, mientras me orillo en la carretera y detengo el auto. Me giro un poco para verla. —Hey, —la tomo del mentón y giro su cara con cuidado para que me vea. —¿Todo bien?Parpadeó y luego de eso sus cejas se fruncieron, se muerde el labio y mis ojos caen ahí poniendo toda la atención en esa reacción suya. Hay algo que la está inquietando. He aprendido a conocerla un po
ALESSIOEntre de prisa a casa, los gritos se escuchaban hasta afuera, eso dejaba claro que mi padre ya se encontraba aquí.En cuanto cruce la puerta, Antonella me embistió en la estancia. Los gritos venían de la parte de arriba.—Por fin llegaste, todo aquí es un maldito desastre. Papá está a casi nada de derribar nuestra casa. No tengo ni idea que le ha hecho ponerse así. Parece un demonio —dijo todo rápido y alterada.—No parece, es un demonio —corregí.—No estoy para bromas ahora, Ale —se quejó y cruzó sus brazos contra su pecho. —Será mejor que vayas a ver qué sucede, a mi mamá me saco de tu habitación.—¿De mi habitación? ¿Qué demonios hacías allí?Encogió sus hombros.—Pues ahí es todo el alboroto, yo solo estaba como espectadora, pero mamá me echó…No seguí escuchándola, la dejé atrás y me fui. Subí los escalones tan de prisa como pude. Entre más me acercaba a mi habitación, los gritos de mi padre se acercaban.Cuando llegue pude darme cuenta de todo lo que estaba ocurriendo ahí
ALESSIO—¡Joder! — grité tan alto cómo pude, me encontraba afuera en la terraza de mi habitación.—¿Hermano? —ni quisiera había escuchado los pasos de mi hermana al entrar a la habitación. —¿Podemos hablar?Suspiré hondo y luego de unos segundos me giré para verla. Asentí, ella se acercó y apretó mi brazo en modo afectuoso.—Que sea breve, no tengo cabeza para nada —dije.No quería ser duro con ella, sin embargo, no quería hablar ni ver a nadie, mi madre también me lo había pedido, luego de haber salido del despacho de mi padre. Pero le pedí que me dejará solo y supo entenderlo.—No sé si esto te ayudé en algo, tal vez te termine por volar la cabeza, pero considero que debes de leer lo que te dejo escrito. —Me tendió un papel doblado, lo observé unos segundos y después a ella.—¿Qué es eso? —inquirí, algo ya me decía que podía ser, pero preferí hacerle la pregunta.—Averígualo por ti mismo —señaló con su cabeza el papel.Nuevamente, baje la mirada para ver el trozo que seguía en la ma
ALESSIO—Ale, para ya. Ya es bebido demasiado, no podré llevarte hasta casa, así —expresó mi hermana con un tintineo en su voz.No sabía si estaba enojada o triste, la verdad tampoco me importaba, solo quería beber y beber hasta no saber nada.—Déjame —me queje cuando intentó arrebatarme la botella de whisky que estaba tratado de darle un sorbo. —¿Para eso me acompañaste, para venir de niñera? —me reí irónicamente. —Qué estupidez, mi hermanita cuidando de mí. Nunca pensé vivir para ver algo como esto.—El estúpido eres tú. —Su boca estaba llena de la verdad.—Muy bien, hermanita, —alce mi botella como en modo de brindis. —Nuestro padre me lo recalcó millones de veces, tanto que hasta yo me lo repito cada minuto en mi cabeza.La mano de Antonella apretó la mía en un gesto cariñoso.—Venga hermano, no te hagas esto. Papá es así, ya lo sabes, ser duro es parte de él y si lo demuestra con nosotros es porque quiere hacernos fuertes.—El me odia por ser débil. —Le doy otro sorbo a la botell
NATASHANo fue fácil escapar de Antonella, no quería usar esa táctica, pero no tuve otra opción. Le pedí que saliéramos y ella me llevo de compras, estaba muy emociona porque yo se lo propuse, y yo solo la use para cumplir mi objetivo.Debe estar odiándome ahora y no la culpó, sé que lo tengo bien merecido. Era necesario que lo hiciera, solo espero que ella al menos si me perdone.Dudo que Ale lo haga, una vez que se entere de lo que hice y el porqué me marché cómo si fuera una ladrona, él no querrá ni siquiera verme.Suspiro, me siento agotada, el viaje fue muy largo. He llegado a Dresde y no he tomado ni un breve descanso, solo en el momento que subí en el ferri pude dormir un poco porque en el autobús no lo hice, ya que estaba al pendiente por si alguien me seguía cuando salí de Italia.Hice casi dos días de viaje y todavía no llegaba al destino acordado. El GPC de mi celular me indicaba exactamente las ciudades más conocidas de este rumbo, sin embargo, no tuve la suerte de que me
NATASHA—¿Asha? —frunció las cejas.De nuevo asentí.—Sí, la novia de Alessio —le recordé.Sus cejas se dispararon hacia arriba y su boca se formó en una O, se había asombrado, pues claro, no esperaba verme nunca aquí. Ni siquiera me recordaba y eso me preocupo, ya que necesitaba de su ayuda.—Vaya —silbo sin quitar su expresión asombrada. —De todas las personas que conozco tuve que encontrarte a ti, aquí. Eso sí es muy extraño —de nuevo su fruncido. —¿Qué demonios haces aquí? ¿Alessio sabe que estás aquí o has venido con él? Aunque eso último supongo que no es porque Blaz no te hubiera retenido de esa manera como lo hizo antes —señaló al grandote.Miró al hombre grande por arriba de mi hombro.—Solo hacía mi trabajo señor —Le dijo al tío de Ale, con su cabeza agachada.Pensé que era mudo.—Lo sé, y por esta vez te lo dejaré pasar. —Le responde. —Pero la próxima vez no habrá otra oportunidad. A esta chica no se le toca, grábatelo bien —le señala mientras le advierte.Sí, efectivamente
NATASHAParpadeé varias veces y gruñí mientras me llevaba la mano a la sien, me dolía mucho la cabeza. Un zumbido muy molesto me pitaba en los oídos, aun así abrí los ojos, la habitación parecía dar vueltas o era yo la que no se sentía del todo bien.Traté de levantarme, mi vista se fue aclarando con cada pestañeo. Sentí el entorno caliente, tenía calor y de la nada empecé a tener hambre, esa era buena señal, ¿no?Al menos sentía algo, dolor, calor y hambre, aunque nada de eso es agradable.—Permanece acostada —dijo una voz con un tono amable.De repente siento la calidez de la mano de esa persona, pestañeo de nuevo al tiempo que levanté la mirada, se me formó un nudo en el estómago. Mi corazón se disparó en el pecho y sentí la urgente necesidad de levantarme y salir corriendo de aquí.No, estaba segura de que había sido una pesadilla, él no podía estar vivo. Saber esto ahora, se sentía más como una bofetada que un alivio.—Aléjate de mí —dije, cortante.No hizo caso a mi demanda, así
NATASHACalmar el fuego interior, calmar los gritos internos, era lo único que podía hacer mientras procesaba cada una de las palabras que había dicho mi padre.Me sentía asqueada, decepcionada e insultada, lo más lastimoso, es que todo eso era por culpa de mis padres. Papá no se podía llevar el premio al mejor padre del mundo, porque también se había equivocado y muchas veces, sin embargo, él no lo había hecho con la intención de lastimarme, así como lo hizo mi madre.Madre, ¿se le podía llamar de esa manera? Tal vez no sabía mucho de ese tema, del amor maternal y esas cosas lindas que en algún momento quise experimentar con Iriana. Ahora lo único que tenía era rabia y resentimiento hacia ella, pero aun después de eso, de haber sabido lo que intentó hacer conmigo, no era capaz de hacer como si no existiera, no tenía la sangre fría así como ella para dejarla con esos malos hombres.Algún día yo también seré madre, y finalmente sabré el significado de lo que es amar y cuidar a alguien