Capítulo 5

Y también escuchar que hay un lugar donde guardan absolutamente todos los datos de los pacientes que están y pasaron por él TESAB; Le dicen él cuarto de los archivos. El cuál se encuentra en lo más recóndito del manicomio.

Tengo que lograr llegar a esos archivos y creó que se como. Ya que solo los especialistas de alto rango tienen permitido el acceso al cuarto de los archivos.

¡Ha! Esto será mucho más divertido.

Volviendo a la triste realidad....

Me encontraba caminando de un lado a otro en mi " comedor privado" perdido completamente en mis pensamientos.

Tenia que esperar a Amadehus ya que sin él no puedo movilizarme por los pasillos del TESAB, es una regla que se aplica en todos los pacientes.

Ya ha pasado media hora desde que llamaron a Amadehus para una junta para hablar sobre mi y mi comportamiento. Sin embargo no me llevo a mi habitación antes de irse ya que los 6 rinocerontes "cuidarían" que yo no lastimar a nadie,  ni escapara de allí... o eso fue lo que creyeron.

Ya que 4 de ellos se encontraba  completamente inconsciente en él piso y él resto se hallaban sin vida, uno encima de la única mesa del lugar. Y el último se hallaba con la cabeza metida en él dispensador de golosinas.

Como llegó allí no lo se..lo que si se es que me encontraba furioso por qué Amadehus me dejo solo con estos idiotas y ansioso por saber que podía ser está mi oportunidad. Aún tenia tiempo todavía no habían mandado refuerzos, supongo que no han visto por las cámaras mi pequeño desastre, así que aproveche ese momento para huir...y buscar las respuestas que me rondan la mente cada noche.

Camine tranquilamente por los pasillos que ya me sabía de memoria.

—¿A dónde te diriges fortachón?—dijo una vos melosa—¿Y dónde esta tu especialista?, puedo acompañar te si quieres cielo...

Volteo estupefacto pero con una sínica sonrisa en mi rostro al ver a la persona que estaba buscando.

—Claro preciosa—dije guiñando le un ojo—Además iba a buscarte para hacerte una propuesta pero como ya te ofreciste en acompañarme, no creo que le digas que no a tu fortachón....¿Verdad Cielo?

Ella arrugo su entre cejas y me miro con cara de asco, pero yo sabia que no era así ya que su mirada no decía lo mismo. Después de reír como un demente trate de recuperar  él aliento poco a poco y le dije:

—Bueno preciosa puedes seguir me, pero tendrás que hacer me un favor a cambio....

—Lo haré, solo no me metas en problemas—dijo no muy convencida—no creo que sea para tanto, ¿Verdad, fortachón? ¿Verdad?

—Hahaha como quieras preciosa; Pero recuerda estando junto a mi... siempre estarás en problemas.

—Si que eres travieso Arthurd Quil. Pero no quiero que me despidan por ti. Aunque un poco de peligro no vendría mal sobre todo en este aburrido manicomio. —dijo alzando unas de sus cejas y posando sus finas manos en su definida cadera.

La estrello contra la pared, colocando una mano en esta y la otra en su mentón para que no deje de admirar me; La observo fijamente buscando algún rastro de arrepentimiento en esos ojos color oliva el cual no halle. Me acerco a un costado de su cara y le digo:

—Princesita, no me provoques—dije lentamente contra su oído.

—¿Provocar e Arthurd?....¿a que?—dijo ronroneando..

—¡No! Mejor luego no tengo tiempo para jugar, y en estos momentos tengo algo más importante que hacer.—dije ignorando la para caminar por los pasillos, haciendo la molestar. —Bueno princesa no queda mucho tiempo para que Amadehus me venga a buscar, Así que date prisa y no te quedes allí como un tonta, andando.

Ella reaccionó después de unos segundos, acomodo su vestido azul rey que le marcaba todos sus atributos perfectamente

Pero ahora pensando lo bien ¿Cómo dejaban que trabajara así? Él uniforme de los especialistas era completamente blanco y reservado. Y créeme eso no era para nada reservado.

—¡¡Como tu quieras!!—dijo ella secamente alcanzando me y empezando a caminar detrás de mi.

—¿A dónde vamos fortachón?—Preguntó Alex

—Fácil princesa....nos dirigimos al él cuarto de los archivos—dije avanzando rápidamente por él pasillo.—Para ser psiquiatra no eres muy astuta.

(...)

Desperté en un una habitación pero no era la mía esta la conocía muy bien. ¡¡¡Estaba en la enfermería!!!

¿Pero cómo?

¿Porqué?

      Ah...

Ese....¡¡¡BICHO RARO!!!! Ha echo algo que me dejo K.O.

¿Qué rayos pasó? Me duele la cabeza y como siempre me tienen amarrado a la camilla pero no tengo camisa de fuerza ni agujas en mis venas transfiriendo algún líquido. Eso quiere decir que nada mas me tienen retenido aquí.

—¡¡¡AMADEHUS!!!—grite dirigiendo me hacia la puerta—¡¡¡VEN ACÁ!!!

Sabia que mi especialista no se alejaría mucho, estando retenido aquí.

—¡¡Con qué ya despertas te mi Arthy!!...y a mi no me llames así soy tu papi ¿ok?

—Saca me de aquí, que yo no estoy enfermo—dije perdiendo por completo la paciencia.

—Primero te calmas y segundo no te saco nada... dime, ¡¿PORQUÉ LASTIMAS TE  A TODOS LOS GUARDIAS?! Todos los rinocerontes que te cuidaban; Por qué gracias a eso, nos metiste en un gran lío, él cuál te mandaran al ultimo piso como castigo, si no fuera por Alex no se que seria de ti.—dijo mi especialista acercando se peligrosamente a mi camilla tocándome la cien.—definitivamente no tienes nada allí dentro.

—Ok, ya entendí... BLA Y BLA. No te hagas, tu solo tendrás que hacer papeleo mientras yo seré encerrado en esa pocilga, donde solo hay una comida al día, no hay habitaciones si no jaulas, y solo hay un conducto [un mini ascensor de pared] para enviar la comida .-dije recordando mi última estancia en ese lugar.—Además fue divertido ellos me caían mal; Pero dime. ¿No te gusto el show mi querido Amadehus? Y en fin, ¿Qué tiene que ver esa en esto?

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