Holocausto
Holocausto
Por: SophiaH
Capítulo 1

RENACER.

Desperté de golpe asustado y sudando frío, pude percatar me que me encontraba solo en una habitación casi vacía. La obscuridad bañaba por completo la habitación era asfixiante no ver absolutamente nada; tan sólo eramos la oscuridad y yo. No podía recordar exactamente por que me encontraba allí, ni siquiera recordaba mi nombre. Me sientia como en las nubes con la vista doble y sin poder enfocar absolutamente nada. Solo sabía que estaba con vida y qué alguien podría venir por mí en cualquier momento. Hice un ademán para levantarme pero solo pude moverme un poco ya que algo me retenía, sentía como mis brazos estaban pegados a mi torso, lo que me tenía retenido verdaderamente me colocaba en una incómoda posición, ya me sentía al borde del colapso; la ansiedad que me provocaba estar así era una locura. Respire repetidas veces para calmar mi agitada respiración, no sirvió de nada pero mi subconsciente ya empezaba a analizar la situación con claridad.

Después de un rato y calmar me, me moví un poco de mi forzada posición para ver que hallaba a mi alrededor, trate de enfocar mi vista un poco en medio de la oscuridad y solo pude encontrar en mi radar una mesita de noche, también note que estaba acostado en una cama como el tamaño de una individual; y unas sabanas que parecían de color blanco me cubrían hasta el cuello. Ya sin poder ver nada más me recoste nuevamente viendo hacia el techo, no podría pasar me algo peor que estar así y sin ninguna señal de que alguien viniera a mi rescate, suspire fuertemente con pesadez.

Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos; escuche unos pasos acercandose a la habitación dónde me encontraba y una luz que se escurria por la única puerta de esta .Cada vez se escuchaban más fuertes los pasos y estos retumbaban en mi mente sin sezar. Levante un poco mi cabeza para poder lograr algo, más solo veía como aquella tenue luz ahora era más latente. Él miedo se colaba en todo mi cuerpo haciéndome

quedar pasmado y mirando hacia la puerta hipnotizado. Entonces decidí volver a recostar me y dar me por vencido, ya que solo me queda esperar lo peor de toda esta situación.

¿Qué más me podría pasar? Que me parta en dos un rayo ¿tal vez?, aveces es inútil luchar por lo inevitable.— resono en mi conciencia.

Ya para ese momento me encontraba sudando frío y con ansiedad. Escuche como él pomo de la puerta se giraba lentamente junto a un terrible chillido de esta misma, se abrió lentamente y poco segundos después me hallaba frente a frente con una .... ¿Mujer?.

¡JA! Lo que me faltaba era esto, raptado y amarrado por una mujer..—Dije para mí.

Ella me observo detenidamente y formo un pequeña sonrisa, camino lentamente hasta dejar una linterna de gas en la mesita de noche que ahora podía ver con más claridad, hizo todo aquello observando me, esa mujer no transmitia nada bueno, me removi un poco inquieto, mi corazón estaba tan acelerado que sentía que se saldría de su lugar. Aquella mujer se detuvo frente de mi.

Y tan solo me sonrió pero no con esas sonrisas dulces que te dan paz, no. Era una sonrisa tenebrosa la cuál me dejo sin aliento haciendo me aguantar el aire, como si eso me fuera ayudar con mi agitada respiración que llego nuevamente haciendo estragos en mi. Caminó lentamente hacia mi, moviendo seductoramente sus caderas.

¡¡¡¿Qué rayos me pasaba me acaba de raptar y yo pensando lo buena que esta?!!!—me dije a mi mismo.

La mire detenidamente de pies a cabeza completamete embobado, su belleza era otro nivel, sacudi mi cabeza, esa mujer no puede venir a capturarme y luego seducirme, no señor. Baje mi mirada al suelo a esperar el juicio de esa hermosa mujer. Ella se movió

ágil hacia una esquina de la cama, no me moví ni un centímetro, solo la miraba tratando de descubrir él ¿Por qué? y ¿Cómo había llegado hasta allí?, y ¿Porqué era tan estúpidamente hermosa?.

Intente nuevamente a incorporar me de la cama, lo hice lentamente vigilando los movimientos de esa mujer pero algo me detuvo mi acción, gracias a la luz tenue que provenía de aquella lámpara de gas pude observar que tenía una camisa de fuerza. Me recoste y solo la observe fijamente, aun así no vi que aquella mujer la cuál ahora reposaba en la esquina de mi cama se moviera ni un centímetro. Abrí mi boca para reclamar; ¿Por qué estaba aquí? ¿Por qué así ? y ¿Porqué ella?.

Pero al instante que mis cuerdas vocales empezaban a producir sonido, ella solo me silencio con una mirada.

—¿Como éstas mi Arthurd? —dijo la mujer con una sonrisa espeluznante— ¿Estás cómodo?

Solo me digne a mirar sus ojos de color oliva sin pronunciar ni un solo sonido, la verdad no sabia si responder.

—Te estoy hablando Arthurd, ¡Así que responde cuando te pregunto algo!--dijo como una fiera acercándose peligrosamente hacia mi.

—¿Por qué estoy aquí? —dije al fin, percatándo me de que llevaba un cuaderno en sus delicadas manos—¿Quién eres?

Una risa sonora inundó la habitación.

—Eso no te incumbe, lo único que puedo decir—Poso sus manos en mi rostro borrando todo rastro de la sonrisa anterior —es que si tratas de escapar, lo pagarás muy caro.

Esto último lo dijo arrastrando las palabras como si desgustara cada una de ellas. Afirmó mi temor más profundo en aquellas palabras; sus ojos color oliva me miraban fijamente lo cual me afirmaba que no mentía. Deteste cada segundo y la mire con fastidio, ella se devolvió a su lugar inicial satisfecha con mi reacción y tomo lo que tenia en las manos y me miró.

—Necesito que me escuches atentamente, leeré para ti mi Arthurd.—dijo fijando su mirada lo que ahora me pareció un libro.

Empezó a leer lentamente con una voz melosa....

                                                       

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