Cassie y Lucién
Estaba solo en casa y no le gustaba, Lucien se dejó caer en el sillón soltando una especie de bufido. Odiaba estar lejos de Cassie, la necesitaba cerca abrazándolo… amándolo.
Aunque la reunión en que asumiría la dirección del centro médico había sido un éxito, no tenía con quien celebrarlo.
Más que extrañarla sentía miedo, de ese capaz de meterse en la piel y huesos. Había estado a punto de perderla y aunque habían pasado unos meses sus pesadillas aún les acosaban. Constantemente Cassie se despertaba gritando, empapada en sudor.
Le costaba un poco tranquilizarla y lograr que durmiese de vuelta y esa era la causa de su angustia. Por primera vez Cassie dormiría sola en un hotel.Odiaba cada marca y cicatriz en Cassie, muestras del dolor y terror sufridos a manos de su progenitor.
Aunque él mismo se encargó de golpear y castigar al tipo, nada borraría jamás el terror sufrido cuando pensó que llegaba tarde para salvarla.
Normal 0 21 false false false ES-CR X-NONE X-NONE
La pequeña Cassie
Historia 2 Ojos de LLuviaKian era un hombre tranquilo. Desde pequeño intentaba mediar entre sus amigos y las personas del pueblo, todos decían que lle
El servicio fue íntimo, tranquilo…perfecto. Era como si Kian supiese lo que anhelaba su corazón. No la atosigó con palabras sin sentido, solamente se quedó a su lado tomándola de la mano. Al volver a casa Kian la llevó a la biblioteca para leer el nuevo testamento de Richard.E
— ¿Sabes algo, Tara? Fui un cretino de primera. Te pido que confíes en mí, quiero cuidarte, que dejes de huir.—Déjame pensarlo, mi cerebro dice NO pero la verdad es que…
Unas horas después los gritos de tara le despertaron, por suerte estaba en una silla a su lado….—Duele…
Eso fue muy triste ya que había albergado esperanzas de que mi madre quisiera que me quedara a su lado, pero al fin y al cabo solo representaba un puñado de billetes.Me llevó a una clínica privada donde me realizaron injertos de piel, pero estaba tan delgada que costó muchísimo realizar todo. Luego con los años insistió en que me sometiera a cirugía estética pero no pude, era mi manera
Necesitaba que John le explicara lo sucedido. Y por eso se dirigía a buscarlo a la sala de espera. Su capataz tenía goles en el rostro.— ¿Qué demonios sucedió? ¿Cómo es posible que ese hombre se mantuviese escondido y nadie lo viese?