Mientras la espalda de la mujer caía en el suave colchón y la mitad del cuerpo del hombre se posisionaba sobre el de ella, los besos seguían plasmandose sin romper el límite impuesto. Ahora ambos notaban cuanta verdad había cuando decian que 'Una vez que se prueba el amor, ya nada lo puede detener.' Pues ellos eran la clara muestra de eso.Entre susurros entre besos y caricias que viajaban, Teo seguia insistiendo a su pareja para que lo aceptara. No quería ser rechazado ni romper ese vinculo que se le fue otorgado. Pero no todo se debía a la fuerza que podía perder o al dolor insoportable que esto pudiera causarle. Se debía más al saber que posiblemente no pudiera encontrar otro amor tan profundo como el que estaba dejando emanar. Podría ser el más fuerte de su manada, el lider temible al que nadie quería contradecir. Podría incluso apartar de su camino todo aquello que le estorbara o lastimar sin piedad a alguien, pero delante de ella, de su hembra, su mujer... Él quería ser sumis
ItzelLlegó el día en que por fin podía moverme con libertad dentro de éste castillo. Sin bien en la noche acepté formalmente el vinculo de pareja, decidí que lo mejor era esperar la famosa fiesta de "luna roja" para dar el siguiente paso, el que nos unirá como pareja y por lo cual yo llevare su marca y él la mía. Debido a mi decisión tomada y sin aceptar las quejas de Teo, no le quedó más opción que otorgarme otra habitación y permitirme ante nada prepararme para el encuentro fortuito en el que nuestros cuerpos se conviertan en uno y nuestras almas se junten. Amul no parece alguien con quien negociar, pues según Lena, mi loba, decía que estaba desesperado por un encuentro. Era el responsable detrás de la insistencia de Teo. 'Tontos los dos' dije para mi misma. Ni siquiera con Nick me había sentido tan deseada y amada. Pues pese al mal recibimiento, Teo fué amable al otorgarme una comida todos los días y la posibilidad de frecuentar un baño distinto al que la mayoria de prisioner
Mientras caminaban por los pasillos iluminados por la suave luz de la mañana, Itzel sentía cómo el poder de su loba interior se calmaba tras el enfrentamiento. A su lado, Teo parecía perdido en sus pensamientos, probablemente repasando los puntos clave para la reunión con el consejo.—¿Estás bien? —preguntó Teo, rompiendo el silencio.Itzel asintió, aunque su mente aún estaba en la confrontación.—Sí, solo estoy pensando en lo que esa empleada dijo. No entiendo por qué hay tanta resistencia a mi presencia aquí.Teo suspira.—La manada estrella es un lugar de tradiciones y jerarquías. La llegada de alguien como tú, poderosa y de un reino distante, sacude los cimientos de lo que muchos consideran su realidad.Itzel miró a Teo con una sonrisa torcida.—¿Y tú? ¿Qué piensas de todo esto?—Yo… —se detuvo y la miró directamente a los ojos —Creo que eres exactamente lo que necesitamos. Alguien que desafíe lo establecido y nos haga cuestionar nuestras propias normas —respondió, dejando un suav
Kael.Comandando el grupo de soldados a falta de un comandante para que quedara a cargo, decidí buscar entre el más fuerte de la manada alguien que pudiera ocupar dicho lugar.No es fácil dividir mis tareas en dos y ocuparme de ambas partes, como también sé que no lo es para Teo al tener que ocuparse de mis labores cuando yo estoy aquí. Los veía entrenar, ir y venir, luchar, derramar mucho sudor durante el trayecto. Pero aún así ninguno estaba calificado.Decidí dejarlos que siguieran con su entrenamiento mientras iba por un poco de agua a la prisión que estaba solo a unos pasos. La cual debido a que la supuesta amenaza mayor estaba controlada, ya no era tan requerida la asistencia de guardias.—Son todos unos debiluchos —escuché decir a una mujer, la cual me recordaba un pendiente sin resolver.—¿Que puedes saber tú de fuerza —contesté mientras mojaba mi rostro, sin querer darle la absoluta atención. —Que sea mujer no quiere decir que no posea una fuerza superior a tu equipo de sol
Itha.No podía quedarme de brazos cruzados al ver como Teo y el Beta eran atacados por aquella loba.Extrañamente un aroma familiar se dirigía en mi dirección, uno que quizás pude presentir como recuerdo de la infancia, pero nada familiar en la actualidad.Rápidamente, corrí en su dirección y la embestí con el fin de alejarla de su objetivo, algo que conseguí sin el mayor esfuerzo.La vi ponerse de pie y rápidamente me encaminé en su dirección haciéndole frente, demostrándole que yo no me doblego ante nadie y menos aún si es un lobo con un rango más bajo que el mío.Al acercarme puedo notar como sus ojos demuestran sorpresa y rápidamente se inclina ante mí, dejándome como la loba dominante y ganadora en esta ocasión.—Mi alfa —la oí decir, volviendo mi mirada a Teo quien se acercaba junto al Beta —la estuvimos buscando durante mucho tiempo.—¿Quién eres y a que manada perteneces? —pronunció Teo, llevándose una mirada incrédula de mi parte y un pequeño correctivo por parte del Beta —¿QU
Teo.Caminaba de un lado a otro debido a que MI luna, se encerró con esa extraña de su manada según ella para poder hablar sin que las interrumpiera.Pero es que esa chiquilla me saca de quicio. Sigue acusándonos de traidores cuando que yo tendría que ser el más ofendido. Después de todo basándonos en sus acusaciones perdí a mis padres a manos de los suyo, pero dejando eso de lado estaba dispuesto a formar una alianza nuevamente, algo que ellos no quisieron.Detengo mis pasos y dirijo mi mirada a Kael, quien no dejaba de observar la puerta con dolor, algo que me llevó a acercarme y despertarlo de su ensoñación con un buen correctivo.—¡Alfa! ¿Por qué hace eso? —se quejó con molestia.—Estaba hablándote y no me llevabas el apunte, así que utilice tu modo de despertarme —mentí mientras una sonrisa falsa se dibujaba en mis labios —dime ¿qué te tiene tan perdido?—Teo, esa muchacha es mi pareja.—Si, eso ya me lo dijiste —contesté cruzando mis brazos detrás de mi espalda, apoyándome por l
Narradora.Caminando por los largos pasillos rumbo a la sala, Itzel se preguntaba cuál era la razón desesperada por la que Teo solicitó verla e interrumpir la conversación importante que llevaba con MarLia. Pues ella suponía que había algo que la muchacha aún no le decía y quería llegar a ese punto.Tampoco sabía si fue buena idea dejarla a solas con el beta, después de todo la pelea anterior inició por un conflicto con Kael.Entre pensamientos perdidos, llega a la sala del lugar sorprendiéndose con los que sus ojos ven.Un brillo de alegría atravesó su encantadora mirada, una de las sonrisas más radiantes se posó en sus labios y sus pies comenzaron a llevarla con desesperación hasta el visitante.—¡Papá! —dijo emocionada, lanzándose a los brazos del hombre quien al igual que ella, la recibe como si hubieran pasado años sin verse.—Itha... —pronunció Rewlly, feliz de poder verla sana y salva después de salir malherida de aquella batalla con los Ghouls —mi niña preciosa, cuanto me aleg
Teo. La verdad es que fué algo incómodo tener que hablar de esos asuntos con Rewlly, aunque considero que en cualquiera de los casos sería incómodo hablarlo con cualquier persona fuera de nuestra relación debido a que es algo íntimo. Gracias a Dios no hubo mucho que explicar, después de todo Itha, intervino rápidamente cambiando el tema a algo basado con el reino del León negro, lo que nos salvó de más interrogaciones. Pasada la cena y dejando a mi Luna seguir con su charla junto a la desconocida de su manada, me dirigí a Rewlly, encontrándolo frente al ventanal de mi despacho. —Teo, has cambiado mucho desde la ultima vez que te ví —mencionó, deteniendo mis pasos. Los cuales me estaban llevando al pequeño minibar para servirle un trago de esa bebida que sabía le gustaba mucho. —Apenas era un adolescente cuando decidí volver a mis tierras —contesté bajando mi mirada —después de tu ultima visita no pensé que volvieras a venir. —Hay veces en la vida que debemos dejar a un lado nues