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Ladrón de bebidas

Ladrón de bebidas.

Hela Hanks 

Luego de pasar toda la tarde con Kathe chismoseando, bailando, cantando y viendo películas decidimos que era tiempo de empezar a prepararnos para la fiesta. No tardamos tanto en bañarnos y maquillarnos porque ninguna lleva un maquillaje pesado solo un poco de corrector, nos rizamos las pestañas, usamos rímel , nos hicimos un delineado para resaltar nuestro color de ojos ya que ambos son claros y por último ella usaba un labial rojo y yo uno morado. 

—Nene, te tienes que poner este vestido, — me hace ojitos y carita para convencerme pero esta vez ella no va a ganar —te va a resaltar esas curvas y va perfecto con tu maquillaje. 

—Kathe, yo no me voy a poner eso. Es demasiado...escotado para mí y lo sabes — empiezo a agarrar una falda negra estilo tubo con una raja en la pierna izquierda que se pegue a mi cuerpo y una blusa de tirantes morado. 

—Si te vas a poner eso al menos lleva unos zapatos altos, o no me lo voy a perdonar. 

—Va. Solo por hoy, por cierto te vez una reina con ese vestido rojo, lo amo. —mientras le digo esto le tomo varias fotos sin que se dé cuenta, ya luego la voy a m****r sin decirle nada.

—Ahora solo falta que venga tu hombre. Nick. 

Y ahí está mi nuevo problema en verdad Nick no es desagradable a la vista pero me da un poco de desconfianza que de un día para otro él solamente me hable e invite a una fiesta y me mande mensajes un poco cariñoso. A la tarde, mientras mirábamos la película con Kathe me escribió preguntándome cuál era mi flor favorita, no para de decirme "pequeña" cosa que no me desagrada pero no se siente familiar. 

No le conté nada a Kathe sobre los momentos que tuve con Cameron, no lo creí necesario ya qué no había pasado nada, ni si quiera una palabra, realmente. Ella me comento que últimamente estaba hablando con un chico que iba al colegio pero que ni él, ni ella estaban preparados para decirle a alguien más, es como un amor a puertas cerradas y no estoy en contra de eso, pero tampoco me agrada la idea de no saber si ese chico la va a lastimar o no. 

Mi teléfono vibra y sé de antemano que es Nick, no me equivoco y le contesto. 

Llamada entrante 

~Hola, pequeña ¿Estás lista? Estoy abajo. 

~Hola, ya voy. Por cierto Kathe está conmigo. Espero no te moleste. 

~Claro que no, si necesitas que te espere un poco no tengo problema. 

~No. No va a hacer falta, ya estamos listas las dos. En un segundo bajo. 

~Entonces te espero fuera del carro. 

Corto la llamada mientras busco mi zapato lista para irnos a la fiesta que promete. Salgo de casa, cierro la puerta y llevo mi juego de llaves conmigo, escucho su voz aún cuando estoy de espaldas empieza los cumplidos, para mi gusto un poco empalagoso pero no digo nada. 

—Dios, Hela. Estas hermosa, le haces tributo a tu nombre de diosa. 

—Gracias Nick, — me voy acercando a él, de la mano con Kathe ,y me entran un poco de nervios cuando me fijo en su mirada y encuentro anhelo en ellas —pero la verdadera diosa de esta noche es mi Kat. 

Ella está nerviosa y no sé si es porque ahora Nick la mira o porque su hombre secreto la está esperando a la fiesta. Fingiendo modestia ella solo se encoje los hombros mientras se sube al auto. 

—¿No me vas saludar como corresponde, pequeña? —tiene una de sus manos en su espalda, ocultando algo y tengo una vaga idea de lo que puede ser. 

—Capaz solo me sepa despedir bien de alguien,  — le digo coquetamente pero siempre con mi tono de broma —¿Lo tomas o lo dejas? 

—Cualquier cosa viniendo de ti— dice convincente, pero sus ojos me demuestran lo contrario. Pero lo omito mientras me acerco a darle un beso en el pómulo derecho. —por cierto tengo un detalle un poco tonto para ti. Cierra los ojos, pequeña.

Los cierro y siento como me acaricia la cara, mientras me susurra un "ábrelos ahora". Lo hago y me encuentro con una hermosa flor de tulipán color blanco 

La tomo entre mis manos y me acerco a darle un pequeño abrazo como agradecimiento 

Nos subimos al auto y yo lo observo mejor, está vestido con un jeans azul marino, una camisa Blanca y su chaqueta está por el asiento y como no tiene puesta la chaqueta se puede notar mejor algunos de sus tatuajes, me atraen, sus tatuajes me llaman la atención, él en este preciso momento me llama la atención. Sonrió mientras lo observo manejar y noto que estamos a nada de llegar cuando la música se escucha en toda la cuadra, la luces decorativas llaman bastante la atención y para ser las 20:49 parece que la fiesta está en su mejor punto. 

Entramos a la casa de Harry y como lo suponía está repleto de gente, bebidas y hormonas alborotadas. Harry nos recibe mientras nos entrega unos shot's de Jack Daniels a los tres. 

—¡Brindemos! Por una noche inolvidable. —grita mientras alza la mano con la botella, a kilómetros se nota lo borracho que está. 

—Por una noche inolvidable —repite Nick mirándome y tocando mi cintura empujando un poco para que me siente sobre él, no lo permito ya que esos actos con alguien que apenas conozco no me gusta — vamos, pequeña, solo quiero que estemos cómodos. 

—Ya. Pero necesito un poco de espacio por ahora, tengo un concepto diferente al tuyo de comodidad. —volteo hacia Kathe, mientras que con la mirada le indico que me acompañe y así nos vamos a la barra libre que hay en la casa. 

—¿Soy yo o tuvo una actitud posesiva contigo porque vio que unos cuantos chicos giraron a verte? Creo que por eso lo hizo. —medio grita cerca de mi oído por encima la música está a máximo volumen. 

—Sabes que no me gusta cuando alguien se porta así conmigo, me sentí incómoda con la forma en que me agarró, me hizo recordar a Robert y sus actitudes. 

—Depende de vos nos acercamos de nuevo a su grupo o nos tomamos unos shot para entrar en calor. 

—Tentador. Nos quedamos, —digo mientras alzo la mano hacia el muchacho que está detrás de la barra, llamando su atención —quiero 6 shot de tequila, por favor. 

—¡Demonios! Hela, no quieres emborracharte tan rápido. 

—Son tres para cada una y la fiesta está en su punto, a nadie le va a interesar si nos emborrachamos o no. 

El décimo shot que tomé ya no sentía el ardor en la garganta y asumí que fue porque ya me acostumbré sabor fuerte del tequila, siento varias miradas recorriendo mi cuerpo cada tanto. Kathe me dio una excusa tonta para dejarme sola y estoy segura va a encontrarse con el chico misterioso que tiene como novio o amigo con derecho. 

Me pido una cerveza para poder irme a la mesa donde está Nick, porque siento que lo voy a necesitar, hay un grupo de tres chicas que se dedicaron a mirarme mal en todo momento. 

Vuelvo a sentir una mirada clavada en mi cuerpo pero ahora la sensación es distinta a las anterior y cuando estoy por agarrar la bebida alguien detrás de mí lo agarra primero, se queda detrás mío durante unos segundos, siento su respiración en mi cuello y tardó un poco en notar lo que pasa. 

—Así que aparte de venir con Nick, también te quieres emborrachar hasta quedar en la inconciencia y encima no tienes a nadie que te cuide en estos momentos. —alguien susurró en mi oído, tardo en reaccionar pero al voltear vi como se estaba dirigiendo hacia las escaleras y no dudé en seguirle. 

—¡Hey ladrón de bebidas! Espera — grito mientras lo sigo, lo veo entrar en una habitación. Obviamente lo sigo, quiero mi bebida —, te encontré. —digo cuando lo veo pegado a un ordenador tomando mi cerveza. 

—Me encontraste porque quería que me encontraras, rara. —me mira de pies a cabeza y de nuevo tengo esa sensación de cosquilleo en todo mi cuerpo — Borracha te vez bonita, ahora siéntate un momento y para de tomar un rato sino quieres que mañana tengas la resaca del demonio. 

—No tomé tanto. 

—¿Segura? Porque desde que llegaste no paraste de pedir pequeños shot con tu amiga y sola. 

—O sea que me estás observando, ladrón de bebidas. —contraataco con sarcasmo.

—O simplemente de forma inconsciente te haces notar mucho. — me da la espalda mientras empieza una nueva partida de un juego que ahora mismo no soy capaz de distinguir. 

—Cameron ¿Por qué me trajiste aquí? 

—No sé de qué hablas, viniste tú sola. 

—Sabes que no fue así, — se da la vuelta en su silla y me mira expectante, dedujo que no iba a hablar más así que lo aprovecho para observarle. — tardaste en subir las escaleras y esperaste que suba toda la escalera para entrar a esta habitación, para que sepa a dónde ir. 

—Brillante deducción para alguien que está en tu punto de ebriedad. 

—¿Por qué me dedicaste esa mirada en el salón de química? 

—Según tú ¿Qué mirada te dediqué? — puedo detectar un poco de burla en su tono de voz 

—Al principio me mirabas con interés, con curiosidad. Pero luego esa mirada cambió, cuando Nick habló conmigo me miraste con aburrimiento, como si esperabas que no cayera en su encanto o algo así. 

—Así que Nick Holland tiene encanto. — veo como encarna una ceja. 

—No, o sea sí. Bueno, sabes a lo que me refiero. 

—No, no lo sé, ilumíname. 

—Lo sabes y no lo voy a decir en voz alta. —me dedica una mirada con un brillo de curiosidad y me gusta ver de nuevo eso en su mirada. 

—Borracha pero con carácter. Dime más. 

—¿De qué se trata esto realmente, Cameron? 

—De que el 30% de la gente en esta fiesta estaban como buitre alrededor tuyo esperando que te emborraches más para poder tener alguna oportunidad contigo. 

—Entonces te adelantaste, ¿No? —me levanto y me dirijo hacia él, teniendo la valentía que te da el alcohol y sabiendo que nadie nos estaba observando me senté en sus piernas dejando mis piernas a ambos lados de las suyas. 

—No juegues con fuego, que puedo ser reservado en muchas cosas, pero en otras no tanto, —y esa fue la primera indirecta sexual de ambos. —levántate, rara. 

—¿No puedes con la presión, Cameron? —me moví de forma pausada sobre él, disfrutando ese momento, y ¡Joder! Al sentirlo duro, con una de sus manos en mi espalda y gruñendo me hizo mojarme de forma rápida era como si siempre conocí su cuerpo. Estaba demasiado cómoda en estos momentos con él. 

Se levantó de golpe que estuve a nada de caerme, él parece notarlo porque me agarra de la cintura mientras  me atrae hacia él y me hace sentarme en su silla mientras él sale de la pieza sin decir ni una palabra, yo me quedo procesando lo que acaba de pasar, incluso se me bajó más la borrachera y dado que no pude con la presión de quedarme sola en lo que supongo es su habitación salgo de ahí. 

Me voy de nuevo a la parte de abajo, donde me encuentro con una escena parecida a la que había vivido minutos atrás. Solo que con otros protagonistas y definitivamente esta noche no lo iba a olvidar y menos si veo a Nick y una chica del instituto teniendo sexo en el sofá sin importarle que otra gente pueda verlos, se podía notar esas ganas que tenían en la forma en que ella lo besaba, como se movía encima de él y en la forma que él la agarraba del pelo. No me dolió, no me dio celos ya que no sentía nada por Nick y si Cameron no paraba lo que estábamos haciendo tal vez yo también estuviera siendo follada en estos momentos. 

Dejo de ver esa escena cuando me vuelvo a dirigir a la segunda planta de esta casa y le mando un mensaje a Kathe diciéndole que nos encontremos en el baño de la planta de arriba para poder encontrarnos y hablar mejor, ella me responde con un simple "ok" pero no necesitó nada más, subo al baño donde nos vamos a encontrar y entro ahí, esperando que no tarde mucho. 

—¿Nene, estás aquí? —pregunta mientras abre despacio la puerta, al verme entra y se sienta a mi lado. 

—Acabo de ver a Nick follando con otra chica en uno de los sofá de abajo, —le digo intentando que no note porque realmente estoy así, odio ocultarle cosas pero aún no me siento preparada para soltar la cosa que me acaba de pasar. 

—Oh, lo siento. No sé qué decirte, él no merece todo lo que tú implicas como mujer, —me abraza y me besa la frente . —ahora nos vamos a tomar unos chupitos, vamos a bailar y cuando nos ya no podamos más nos largamos de aquí. 

Cuando estamos a punto de salir, se abre la puerta y se deja ver un Cameron, ante mis ojos, ardiente con el pelo desordenado, una mirada demasiado intensa y que ahora mismo solo se fija en mí. 《 ¿Alguien me dice cómo se respira? ¡Jesús! Este hombre me prende más de lo que me gustaría admitir》 Mi mejor amiga carraspea la garganta haciéndose notar. 

—Pensé que estaba desocupado. —se encoje los hombros y sale del baño de nuevo. 

Y noto esa diferencia cuando está solo conmigo y cuando hay alguien alrededor pero no me ofendo, al contrario, siento que poca gente conoce ese lado que me mostró minutos antes. 

Mientras nos dirigimos a la barra nuevamente mi amiga no me dice ningún comentario, pero sé que no va a tardar mucho en preguntarme que fue exactamente lo que pasó en el baño. Porque se dio cuenta de la mirada que me dedicó Cameron. 

Tomamos unas cinco cervezas más entre las dos antes de pedir un Uber y irnos a mi casa. Sé que va a explotar si no me pregunta así que... 

—Solo suelta lo que quieras preguntarme que siento que vas a explorar sino hablas. 

—¿Qué demonios ocurre entre Cameron y tú? —grita mientras me zarandea un poco. —esa mirada transmitía un "follamos ahora o follamos luego, pero vamos a terminar follando". 

—No sé que fue lo que pasó en el baño. Yo solo noté que me estaba mirando. 

—Esa tensión sexual en ustedes aumentó muchísimo en un nanosegundo. 

—Creo que estás un poco borracha, no creo que el chico más reservado del salón me miré con esas ganas que estas describiendo en estos momentos. 

Se queda dormida luego de una mini discusión que tuvimos porque ambas queríamos estar hacia el lado de la pared, la cual la ganó ella argumentando que ella es la invitada y que tiene que tener privilegios. 

Estoy a punto de quedarme dormida, cuando siento mi teléfono vibrar y veo que es un número desconocido. 

>Así que la rara borracha sabe como coquetear, calentar a un hombre y luego simplemente desaparecer. 

Lo leo unas diez veces más, de forma inconsciente sonrío ante su mensaje y escribo mi respuesta sabiendo que esto puede ser el comienzo o el final de algo. 

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