Sus ojos color claros se mueven de un lado a otro sin embargo no dejan de verme fijamente, sus pupilas están un poco dilatadas, sus manos están nuevamente en mis mejillas pero esta vez no solo tocan eso si no mi cabello también.
Trago saliva y tal como lo dije antes esto es muy incomodo. Cuando me doy cuenta siento muy de cerca los labios de Alexander por lo que eso me hace fruncir el ceño y bajar la mirada.
Veo sus labios y si, debo admitir que son muy tentadores pero… no puedo permitirme esto, aclaro la garganta y solo lo empujo y con la misma me doy la vuelta y pongo mis manos en mis labios.
—Buenas noches ve a dormir —digo para enseguida meterme al baño.
Me recargo en la puerta y esta vez me toco el corazón, el cual esta latiendo demasiado rápido.
Siento nuevamente los labios de Alexander acariciar y hasta succionar los míos, su mano está aún en mi cuello, siento como cada vez me apega más y más a él. Su respiración es agitada es como si no pudiera contener la respiración. —Al… Alexander —digo entre dientes mientras lo aparto de mí. Alexander me ve con desesperación y de pronto me toma de las mejillas y me vuelve a besar, es como si los golpes que trae no le molestaran en lo más mínimo. —Alexander….— digo mientras lo empujo nuevamente. Alexander parece que esta demente ya que él sigue besándome con tanta pasión que no dudo que esto sea un juego por lo tanto lo tomo del cuello y lo apego a mí para luego morder con fuerza sus labios. Alexander de inmediato se separa de mí y tapa sus labios mientras me ve desconcertado.
Me doy la vuelta y veo hacia abajo y miro como ese tipo me muestra el arma, después levanto la mirada y es un tipo al cual como dije anteriormente no lo conozco.Esos dos tipos están vestidos de negro y ambos tienen tatuajes en sus brazos.Trago saliva y aunque estoy nerviosa opto por hablar.—¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres? —digo para luego nuevamente tragar saliva.—Eso no te interesa, lo que sí es saber que hoy dejaras de burlarte de mi jefe—se burla y después me pone el arma en el cuello.—¿De qué hablas? —pregunto desconcertada mientras mis nervios salen a relucir.—Mire señorita yo solo vine a cumplir una orden pero a lo que veo usted no solo es una descarada que lo engaña también es una buena actriz—sonríe de lado.—De verdad no sé de qué habla—me alejo pero ese tipo me toma del brazo y me
“Narra Alexander”—No te preocupes Nana, la culpable es otra persona, claro incluyéndome a mí mismo—digo mientras—No, tú amas a esa bebé al igual que Bonita y también sé que amas a Bonita, lo supe desde que tu mirada cambio cuando la veías, desde hace dos años que te convertiste en un ogro, no te había visto relajar tu mirada y tu sonrisa de esa manera—dice Nana mientras palmea mi espalda.No puedo creer que haya pasado esto, odio el día en que se me metió en la cabeza la idea de vengarme de la familia Sorní.Todos los involucrados y hasta yo mismo pagare esto, lo pagare con el rechazo de Bonita, estoy seguro que ella me va odiar más de lo que ya lo hace.“Horas después”&nbs
“Una semana después”Mi herida ha dejado de doler un poco, el dolor solo se hace presente cuando me levanto al baño o me siento a comer.Hoy por fin me iré de este lugar. Durante todo este tiempo me la he pasado pensando una y otra vez en si debo volver con mis abuelos, a lo que he llegado a la conclusión de que no puedo ni quiero preocupar a mis abuelos, ellos no tienen la culpa de esto así que… no.Por otro lado aunque le he repetido una y mil veces a Alexander que me deje sola, pero él no lo ha hecho, eso lo sé porque lo he visto durante las noches en las que se supone que estoy dormida, salir y entrar de la habitación.Ha pasado un largo rato, veo las bolsas de ropa que Alexander esta mañana trajo para mí para así poder salir del hospital, así que con cuidado me
Miro a Betty con desesperación mientras ella hace lo mismo. A Lo lejos se escucha la voz de Alexander así que mientras él habla yo me dispongo a quitar mi mano de Betty y hacerle una seña de silencio.—Por favor Betty no le digas que estoy aquí—le suplico.—Bonita él es tu pasado ¿Cierto? Por él estas aquí—dice para luego fruncir sus labios mientras me mira esperando una respuesta.—Sí, él es alguien de mi pasado pero por favor inventa algo para que se vaya ¿Qué le dijiste? —digo nerviosa mientras veo a la puerta.—Él me pregunto si tenía un café el cual es especial y hacemos muy poco, le dije que si, después me pregunto por Brens O
Alexander sigue parado a mi lado mientras yo mantengo mi mirada hacia abajo.Después noto como él camina hacia su asiento y lo toma para sentarse.—Bonita no saludaste ¿Te pasa algo? —menciona mi abuelo.—Nada, solo me distraje—levanto la mirada y sonrío como si nada pasara—Hola ¿Qué tal? — me pongo un poco de pie y extiendo mi mano y lo saludo.Él toma mi mano y la acaricia con unos de sus dedos, de inmediato me suelto y me vuevo a sentar, él mantiene su vista fija en mi hasta que mi abuelita Lucy habla.—Bueno hermosa cuéntanos ¿Por qué tardaste tanto en venir? —sonríe mientras acaricia mi cabello.—De verdad perdónenme por haber dejado que pasara tanto tiempo, de verdad quería verlos pero…—De seguro se fue de zorra, ay abuelos por favor ¿Quién alarga tanto un viaje? ¿O quién se a
Termino de desayunar por lo que enseguida me pongo de pie, me despido de mis abuelos y subo nuevamente a mi habitación.Durante estos días he tomado la decisión de ir a buscar a Santiago Relish, debo empezar a ejercer mi carrera, así que sí, voy a tomar la propuesta de Santiago.Y como es una empresa de modelos, debo ir lo más presentable posible por lo tanto abro mi closet y saco un outft, el cual es una blusa de tirantes negra, una falda corta gris con pequeños cuadros y un saco negro, dejo eso en la cama y me encamino al baño, quito mi pijama y me doy un baño, realmente extrañaba mi casa e incluso mi baño.Esta vez aunque me apetece entrar al jacuzzi no lo hago y solo me meto a la regadera, salgo después de unos minutos, así que tomo mi cambio de ropa y me visto, despu&
Alexander me encamina junto con él a su coche, abre la puerta y me hace una seña de que entre, pero antes de hacerlo lo observo fijamente mientras me suelto de su mano.—¿Cómo se que esto no es una trampa? ¿Cómo se que no me secuestraras de nuevo? —alzo las cejas.Alexander sonríe y después me toma de la barbilla y me ve fijamente mientras se acerca a mí.—Jamás secuestraría a la mujer que amo—dice para luego seguir sonriendo.—No seas payaso y solo llévame por Mango—lo hago a un lado y subo al coche.Alexander cierra la puerta, rodea el coche y solo se dispone a manejar, después de unos largos minutos miro el camino y es algo alejado de la ciudad, así que de pronto tomo su rostro