Alexander me encamina junto con él a su coche, abre la puerta y me hace una seña de que entre, pero antes de hacerlo lo observo fijamente mientras me suelto de su mano.
—¿Cómo se que esto no es una trampa? ¿Cómo se que no me secuestraras de nuevo? —alzo las cejas.
Alexander sonríe y después me toma de la barbilla y me ve fijamente mientras se acerca a mí.
—Jamás secuestraría a la mujer que amo—dice para luego seguir sonriendo.
—No seas payaso y solo llévame por Mango—lo hago a un lado y subo al coche.
Alexander cierra la puerta, rodea el coche y solo se dispone a manejar, después de unos largos minutos miro el camino y es algo alejado de la ciudad, así que de pronto tomo su rostro
Nana Carmina me habla a lo lejos así que me doy la vuelta y voy con ella.—Nana Carmina ¿Y está casa de quién es? ¿De verdad es de Alexander? —digo mientras camino.—Esta casa es de él, la compro después de vender la hacienda—dice para detener sus pasos y abrir la puerta de una recamara.—¿Vendió la hacienda? —pregunto asombrada.—Sí Alexander dijo que esa hacienda le traía malos recuerdos y que lo único que valía la pena en ese lugar ya no estaba así que decidió venderla después de que tú desapareciste —dice apenada mientras des tiende la cama enorme que hay frente a mis ojos.Me quedo callada mientras dejo a Mango cerca del sofá.—¿Entonces el vendió la hacienda? —pregunto pensativa.—Sí, Niña esta es la habitación en la que dormirás, el baño está listo y hay pijamas de
Todo se queda en silencio después solo sonrío nerviosa para luego tratar de tomar el celular de la mano de Santiago sin embargo Alexander interviene y él lo toma primero, de inmediato volteo a verlo sorprendida por lo cual él solo sonríe como si nada pasara.—¿En qué estábamos mi amor? — termina de decir Alexander para luego tomarme de las mejillas y besarme.Él de inmediato me acorrala con una de sus manos en mi cintura y la otra en mi cuello.Siento sus labios besar los míos, y sus manos acariciar mi cintura.No evito cerrar mis ojos aunque poco después los abro y opto por ver si Santiago está frente a nosotros pero él no está, se ha ido. Oh por Dios esto es tan vergonzoso.Me separo de Alexander y lo veo con e
Volteo atemorizada y es ahí donde mis sospechas son ciertas y veo Alexander tapándome la boca y acercándome a unos enormes árboles.Lo veo fijamente y le meto un codazo para que me suelte y aunque sé que le duele, él no me suelta. Alexander me toma de los hombros y me ve fijamente.—Prométeme que no vas a gritar—sus ojos expresan inquietud mientras mira a los lados.Le asiento con la cabeza, él me suelta despacio después me toma de las mejillas y me acerca a él.—¿Qué pensabas hacer? —pregunta mientras me ve asombrado.—Hacer que pague, que me diga en mi cara porque se ensaño conmigo y mi bebé—digo con coraje mientras siento mis ojos humedecerse.Alexander me ve con preocupación para luego abr
Salgo de la casa y en la entrada está Santiago esperando en su coche.Su chófer me abre la puerta por lo que enseguida subo y ahí es donde saludo a Santiago quien me saluda de beso, eso me sorprende así que solo sonrío apenada.—Te ves hermosa, eso es bueno porque abran muchos medios, es tu oportunidad para que salgas en los medios y atrapes la atención de las marcas más importantes del país—dice mientras ve hacia enfrente.—Gracias, claro que sí… —digo mientras tengo mis manos en mis piernas.En menos de media hora llegamos al evento, donde hay muchos medios de comunicación, Santiago baja primero y después me ayuda a bajar del coche, por lo que enseguida los medios nos atajan el paso.—Buenas noches Joven
Él me ve con esos ojos color miel, y aunque muerdo mis labios para que no se me escape ninguna sola sonrisa, mis labios terminan traicionándome por lo que enseguida sonrío vagamente.—Me encanta verte sonreír—dice Alexander quien mantiene sus manos acariciando mis mejillas húmedas.—¿Quién sonríe? —pregunto confundida para luego dejar de sonreír.—Solo recuerda que te amo—me suelta de las mejillas para luego darse la vuelta y marcharse.Aunque quiero mantenerme de espaldas no puedo y enseguida volteo y veo como se marcha, su silueta desaparece de mi vista y junto con eso un aire colado envuelve mi cuerpo y hace que mis ojos húmedos terminen por soltar esas lágrimas que he mantenido atoradas.No puedo evitar llorar por lo que enseguida me siento en la jardinera mientras cruzo los brazos y me abrazo a mí misma.Pasan algunos largos minutos después y
Capítulo 31Manejo hasta llegar a ese puente, salgo del coche y camino sobre el puente grito un par de veces el nombre de Mango pero este no sale.Maldita sea golpeó el barandal de ese puente de madera.Después solo me regreso al coche y sigo con mi camino hacia la casa de Betty estoy tan enojada que no pienso volver a casa está noche.Llegó a casa de Betty y después de tener una larga charla con ella ambas decidimos dormir.*A la mañana siguiente*Son las siete de la mañana debo ir a la compañía así que me doy un baño aunque eso no es lo importante lo importante es que no tengo ropa conmigo, solo tengo lo mismo de ayer en fin me iré así y pediré ropa a Celia.Me despido de Betty quien me asegura que me conseguirá un apartamento en renta lo más pronto posible, después de eso me voy.En menos de media hora llego a la compañía, de verdad que hoy maneje como una loca en fin llegó y
Tengo un buen rato desde que subí a mi habitación, aún estoy parada viendo esa foto familiar la cual tenemos cada integrante de esta familia.¿Cuándo rayos dejamos de ser eso? Claro desde que Zury ha hecho tontería tras tontería.En fin dejo de ver ese retrato, camino hacia mi closet, tomo mi maleta color rosa saco toda mi ropa y la empiezo acomodar después de un rato veo que no cabe mi ropa así que opto por tomar otra de mis maletas y vaya ahora sí que me puedo llevar gran parte de mi ropa, después tomo mi bolsa para cosméticos y tomo todos los que hay en mi peinador y en los cajones, listo es momento de irme.Salgo con mis maletas y justo en la entrada está Mateo el mayordomo de la casa listo para ayudarme a llevar mis maletas, le sonr&i
Termino de comer esas quesadillas, realmente le quedaron deliciosas y eso es algo que no puedo creer.Me pongo de pie y recojo mi plato por lo que enseguida Alexander me quita el plato y me arrincona en la barra.—¿Qué haces? —pregunto confundida.—Tratarte como la princesa que eres —me toma de las manos y las besa.Me carga y me deposita en la barra mientras acaricia mis mejillas, cierro los ojos y solo siento esas caricias.—¿Por qué haces esto? —acaricio sus manos.—Porque te amo—siento sus labios en los míos.Profundiza ese beso y es cuando me doy cuenta de que no puedo seguir engañándome a mí misma, lo amo, lo amo tanto, no puedo estar equivocada cuando me niego a