Blanche:Despierto con él pegado a mi espalda.Sus fuertes piernas enredadas con las mías y su verga dura como un hierro presionando contra mi nalga.Una de sus manos reposa fuertemente sobre mi seno izquierdo, sus dedos aprietan mi piel de forma que se siente incómodo.Ruedo los ojos.Hoy hace un mes exacto que estoy aquí, y se cumplen quince días desde que acepté volver a ser su zorra.Esto se siente tan familiar, tan jodidamente rutinario…es un maldito dejavú, porque ya todo esto lo viví.El pecado, la lujuria, la pasión a escondidas, el miedo, el deseo , la intriga… y él.Él.Él.Él.Una y otra vez.Sobre mí, detrás de mí, debajo de mí, a mis costados, siempre él.Mordiéndome, chupándome, lamiéndome, azotándome, amarrándome y esposándome a la cama…hundiéndome en la realidad de que solo soy “la otra”.Tengo ganas de llorar.Él toma a su esposa y la lleva del brazo a cenar, a eventos, a ver las peleas al Kolissium, y a mí me estruja en los rincones oscuros de la mansión, me sube al
Ciudad de Eugene, Oregón. USA.Un mes antes:Él se viene sobre mí y yo me alisto.Devolviéndole puñetazo por puñetazo y golpe por golpe.Somos una furia enmarañada de ataques y defensas hasta que salimos del baño.Pateo sus costillas, muerdo su brazo, araño su rostro y me arrastro por el suelo cuando caemos, intentando alejarme pero me toma por el tobillo y tira de mi pierna, subiéndose sobre mí, abofeteándome.—¡Maldita!¡ Zorra! ¡Puta! ¡Te mataré!- brama colérico, enredando la cortina del baño alrededor de mi cuello y apretando hasta cortarme la respiración.Eván:Ella deja de luchar, no se mueve, no respira.Está muerta…¡No!Tiemblo de terror.No puede estarlo.Yo no quiero matarla.Quiero…¿Qué quiero?La quiero a ella.Toda.Mía.Arrodillada y obediente.Besándome y gimiendo para mí.Metiéndose mi verga en su mentirosa boca y tragándose mi semen con una sonrisa.Mi mulata.Mi sumisa.Mi puta.¡La traidora!¡La sucia agente que me jodió!¡Mi perdición!Rápidamente quito la cortina
Eván:—¿Me has traído lo que necesito?- interroga temblorosa y agresiva, la mantienen encadenada de un tobillo en esta pequeña habitación, pero tomo la llave y la libero.Se viene sobre mí, besándome con desesperación, mordiéndome con ansias y sollozando al descubrir el bulto en mi pantalón.—Por favor, necesito mi dosis…yo…- jadea, y me empuja a la silla, sentándose sobre mi a ahorcajadas y poniéndome las tetas en la cara.Aprieto sus nalgas en mis manos, gozando lo duras y firmes que son.Tiro del elástico de su top con los dientes y ella se revuelve inquieta.—Te daré tu dosis después de que me venga dentro de ti.Gime, y se desnuda con rapidez, se mueve a bajarme el pantalón, metiendose mi verga completa, moviéndose a montarme, apretándome en su resbaladizo interior y yo me aferró a sus tetas, mamando los gruesos pezones que me pertenecen.¡Mía!Ella jadea, trazando círculos con sus caderas, y mirándome con esos ojos cargados de la más oscura y pecaminosa brujería.Me muevo, con
Blanche: La sede de Almaz en Moscú es mucho más opulenta y chic que la de Italia. La compañía de diseño de interiores hizo un maravilloso trabajo a la hora de representar un nivel de riqueza y ostentación al que solo pueden aspirar los más ricos y poderosos del mundo. Mi trabajo en este lugar es bastante complicado. Llevo trabajando dos semanas, ha Sido difícil, pero le he tomado el ritmo... Entre mis labores está asistir a juntas con los accionistas, realizar reuniones con los diseñadores, aparecer en televisión con frecuencia para promocionar los múltiples productos que ofrecemos, que varían desde bolsos, ropa, perfumería, joyería y lencería, y además, debo llevar a cabo entrevistas laborales para aprobar o no a los posibles nuevos diseñadores, y esto es lo que menos me gusta de todo. Porque me entristece aplastar los sueños de jóvenes que presentan sus currículums a nuestra consideración cuando sus estilos e ideas no es lo que está buscando la marca. Hoy he tenido la agenda muy
Blanche:De mi entrevista con el árabe saqué algo bien en claro.¡Alexis Ivanov es un jodido cabrón que se merece que le corten los huevos y se los hagan tragar!¡Maledizione!Es que realmente sí fui una tonta.Fui una ridícula marioneta todo el tiempo.Creo, que si lo pienso bien…la única decisión que tomé por mi misma fue la de escapar.Tiemblo de miedo.¿Entonces mi paseo con Nikita aquella mañana solo fue una artimaña para motivarme a interesarme por la joyería?¿Puede ser que incluso el suceso desafortunado con aquella empleada que me agredió haya sido planificado?En mi mente le doy vueltas y vueltas una y otra vez a los acontecimientos de hace seis años buscando en cada uno una doble intención que favorezca a AlexisMe he puesto tan nerviosa, que incluso dudo de haber escapado realmente.¿Y si él siempre supo dónde yo estaba?¿Y si realmente me trajo de vuelta para saldar esta vieja deuda?De regreso a la mansión me preparo sicológicamente para lo que pueda suceder, porque el c
Blanche:Lo veo sacarse la verga por la bragueta de su pantalón, y me subo la falda, acomodándome el panty de lado, ofreciéndole mayor espacio y se clava en mí. Con una furia que me pone los ojos en blanco.Moviéndose, follándome con rudeza, contra la pared.Mientras su madre y su esposa conversan aquí mismo. Del otro lado de al menos diez estanterías de vino.—Licia, querida…sé que esto es difícil para ti, pero…- oigo hablar a Nikola, quien se pasea por aquí cerca.—Alexis quedó impotente después del coma. Es una de las secuelas que más le molestan.- interrumpe Licia.Alexis…¿impotente?Me río como hiena en mi fuero interno.¡Pero si me la está metiendo hasta el ombligo, prácticamente!Él mantiene su mano sobre mi boca, su boca sobre mis pezones y su otra mano metida entre mis piernas acariciando mi clítoris con una rapidez y fuerza que harán que me venga un cuestión de minutos.—Lo sé.- responde Nikola.- y también sé que el neurólogo dijo que era un bloqueo sicólogo. Que no había n
Blanche:Me compuse la ropa como pude, busqué mi bolso y salí de allí con las piernas temblorosa.No había dado dos pasos fuera, cuando Alexis me tomó del codo nuevamente y me volteó de regreso a sus brazos, besándome con una brusquedad que me dejó sin aliento. Clavándome los dedos de su mano en el mentón.Parecía como si no me hubiese besado en años.—No te comportes mal conmigo, baranina. Recuerda que soy un impedido físico.- se burla contra mis labios, y yo le devuelvo un puchero.Me muerde los labios y sonríe, acomodándome el cabello.—Te lo dejarás crecer y no te lo teñirás más de rubio.- ordena y le ruedo los ojos.—Sí, Daddy.Gruñe, mirando los alrededores, cerciorándose de que no halla nadie y me nalguea.—Anda, ve a bañarte, que te he dejado hecha un asco.Tiene razón.Aún tengo su semen pegado a las nalgas.Le doy un pico rápido y me voy, en busca de las escaleras.***Dentro de la tina, con el agua caliente y las burbujas me pongo a reflexionar…y Morte también ha llegado a
Yoko:Seis años antes:El derrumbe de la Ciudadela, el colapso y posterior coma del Don, y el caos general que se desató después de estos sucesos me sirvieron para frenar las demandas de los Ivanov.El Don no solo demandó la cabeza de mi hermano, quería también los cadáveres de mi cuñada y mi sobrino, y aunque no me tembló la mano a la hora de eliminar a Liu, el niño y su madre son otra cosa totalmente.No puedo hacer lo que me piden.No quiero manchar mis manos con sangre inocente.Mi hermano se divertía haciéndolo, al igual que mi padre se deleitaba en causar sufrimiento a los indefensos, pero yo no soy como ellos.Es cierto que el negocio familiar está principalmente basado en casas de apuestas ilegales y saunas con masaje y final feliz, pero los hombres que han dirigido al clan del dragón, han sido siempre demasiado ambiciosos.Mi padre estuvo en guerra durante décadas con las triadas, los Lee controlan la mayor parte de la distribución de coca en Asia, y mi padre siempre quiso a