Octavia—Recuerden chicas, lo esencial.—Sí, Beta —respondimos al unísono, intentando parecer fuertes, aunque nuestras voces delataban la tristeza que sentíamos.—Pueden quedarse aquí mientras vamos a la habitación a recoger algunas cosas, no queremos que estén hurgando entre nuestra ropa interior —bromeó Sam, tratando de aligerar el ambiente.Subimos más escaleras y entramos en nuestra habitación. Las lágrimas llenaban nuestros ojos mientras observábamos el lugar que había sido nuestro hogar durante tanto tiempo. Ambas nos sentamos en nuestras camas y nos miramos.—Voy a extrañar esto... Diosa, los extraño muchísimo —confesé, colocando mis manos en mi rostro para ocultar mis lágrimas.—Yo también, Vi. Esto es una locura. Hace unos días estábamos viviendo aquí. —Sam suspiró en medio de un sollozo. —Mamá nos preparaba el desayuno y papá se burlaba de cómo aún nos hacía esas tortitas que tanto nos gustaban de niñas.—Sam, vamos a estar bien. Vamos a estar juntas. Vamos a vivir como ell
DesconocidoMe encamine por el corredor de la casa de la manada para discutir unos asuntos con uno de mis hombres. Estaba pasando por el comedor cuando un par de voces llamaron mi atención. Escuché escondido detrás de las puertas del salón las conversaciones sobre el viaje a casa de Octavia y Sam. Habían decidido regresar a su hogar en la ciudad antes de la ceremonia, y mi interés en su viaje fue inmediato. Algo dentro de mí me impulsó a seguir sus pasos, a mantenerme en las sombras y observar desde lejos.Cuando escuché que alguien se acercaba a lo dirección continúe el paso, disimulando mi camino, evitando los ojos curiosos. Llegué al estacionamiento y tomé mi auto. Esperé hasta que los vi salir, Lucas y Rider fueron delante, mientras que las chicas se sentaron en la parte de atrás del auto.El viaje en el auto se extendía por la carretera, a solo un kilómetro de distancia del vehículo en el que se encontraban ellos. Mientras seguía a una distancia segura, mi mente se llenaba de pen
Orión—El entrenamiento viene bien, los chicos que recién cambiaron están haciendo grandes progresos en combate cuerpo a cuerpo con sus lobos... —Uno de los entrenadores me estaba hablando. Nos habíamos reunido para evaluar los avances de los entrenamientos y el posible ingreso de las chicas al grupo.El aroma fresco del campo de entrenamiento llenó mis sentidos mientras observaba a los jóvenes luchadores. La hierba recién cortada bajo mis pies crujía levemente. Sentía el sudor en sus cuerpos a medida que se esforzaban y el sonido de las respiraciones agitadas colmaba el aire.Mi teléfono sonó con la notificación de mensaje. Rápidamente lo abrí.LucasAlfa... Octavia se ha escapado.Quedé inmóvil leyendo esas palabras. Un nudo en el estómago se apretó mientras la noticia caía sobre mí como una losa de piedra.Se ha escapado, se ha ido, me ha abandonado. Me lamenté, sintiendo el dolor en lo más profundo de mi ser."No, no puede ser. La han secuestrado, ella no se iría, no dejaría a Sam
OriónEscuché con atención mientras Octavia comenzaba a compartir lo que había sucedido. Sus palabras fluían con un dejo de incredulidad y confusión.—Alice, ella me dijo que era una bruja. Se me presentó hace un tiempo en una tienda, me dijo cosas que en ese momento no comprendí... Y hoy me mandó un mensaje diciendo que me reuniera con ella. Me habló de su vida, me dijo que tenía el poder de ver el pasado, el presente y el futuro, todo esto es una locura.Mientras hablaba, noté la tensión en su cuerpo y los rastros de shock en su voz. Mis manos continuaron acariciando sus brazos con suavidad, tratando de brindarle apoyo.Con un tono calmado, intenté explicar:—En realidad, las brujas sí existen, amor. Su participación en la guerra casi nos lleva a la derrota. No puedo creer que una haya estado contigo, no puedo creer que no te haya hecho daño...Octavia siguió, con una mezcla de emociones que reflejaban su experiencia:—Me dijo que era buena, que no quería el mal yo solo... Cuando me
OctaviaDos horas me tuvo encerrada en su oficina. No me quejo. Disfruté cada segundo, aunque ahora no sé si podré caminar correctamente por un buen tiempo. Cada roce de su piel contra la mía, cada suspiro y gemido resonando en la habitación, dejaba una huella ardiente en mi memoria. Sus manos, fuertes y seguras, explorando mi cuerpo con deseo, dejaron una marca imborrable en mi piel. Cada caricia llegaba hasta mi alma, y su voz ronca murmurando palabras de pasión en mi oído se convirtió en una melodía que aún resonaba en mi mente."Valió la maldita pena", suspiró Darcy."Y que lo digas." Estuve de acuerdo.Llegamos a la habitación de Orión, al parecer ahora nuestra, y me llevó a la ducha, donde pasó los últimos 30 minutos adorando y limpiando mi cuerpo.El agua tibia caía sobre nosotros, y sus dedos, hábiles y cariñosos, me recorrían de arriba abajo. Cada gota era como un pequeño beso en mi piel, y su aliento cálido en mi cuello enviaba escalofríos de placer por mi espalda. Darcy sal
Octavia —Levántate, dormilona. —Escuché una voz que me sacudió suavemente. Me incorporé de golpe, sintiendo un mareo momentáneo por la rapidez de mi movimiento. Una risa juguetona siguió al sacudón. —Suave, Vi, parece que te has ejercitado bastante en las últimas horas, ¿verdad? Vamos, despierta y ve a la ducha. El olor del Alfa es intenso en ti. Reconocí la voz y encontré a Sam de pie junto a mí. Ella ya estaba duchada y vestida con ropa deportiva, lista para comenzar su rutina matutina. —¿Qué hora es? —pregunté en voz baja, aún adormilada y tratando de enfocar mi mente. —Son las 6 de la mañana, Vi. Así que date prisa, necesitamos empezar nuestro nuevo recorrido de carrera antes de dirigirnos al entrenamiento —me instó Sam. A regañadientes, me levanté de la cama y fui al baño, sintiendo cómo Darcy ansiaba la carrera matutina. No tenía tiempo para buscar mi ropa, ya que estaba en el cuarto de Orión, así que tomé algo de ropa de Sam. Después de una ducha rápida, me vestí con ropa d
OctaviaLlegamos a la casa de la manada, Jake corría un poco por detrás de nosotras, realmente le tenía miedo a Lucas.El patio del lugar era donde se entrenaba. Allí había varios chicos y chicas desde los 15 hasta los 17 años, según me explicaron, al cumplir los 18 pasaban a otro grupo.El patio de la casa de la manada era amplio y bien cuidado. El suelo estaba cubierto de tierra batida, con algunas áreas de césped verde y suave bajo nuestros pies. El sol de la mañana iluminaba el lugar, creando un ambiente cálido y acogedor. Un par de árboles frondosos proporcionaban sombra, y se podía escuchar el suave murmullo del viento entre las hojas.Los chicos y chicas que se encontraban en el patio eran diversos en cuanto a apariencia. Algunos tenían cabello oscuro como la noche, mientras que otros tenían rizos dorados y relucientes. Sus pieles abarcaban una gama de tonos, desde pálidos hasta morenos, y algunos mostraban hermosos matices de piel enérgica y saludable. Sus tallas variaban, alg
OriónEl veredicto sobre las chicas fue asombroso. No podía creer lo hábiles que eran en combate. Realmente, no tenía intenciones de lastimar a Octavia durante la pelea, pero ella me derrotó de manera sorprendente; me pateó el trasero, literalmente."Esa es nuestra chica", exclamó Ciro, saltando de orgullo por nuestra compañera.La satisfacción inundaba mi ser. No solo porque Octavia demostrara habilidades excepcionales, sino porque ahora sabía que podría defenderse de cualquier amenaza, incluso si yo no estaba a su lado. Observarla entrenar me tranquilizaba; estaba lista para dar el siguiente paso.Después del entrenamiento, regresé a nuestra habitación. Ansiaba una ducha rápida y sumergirme en mi trabajo lo antes posible. A menudo, Lucas y yo observábamos los entrenamientos, aunque rara vez interveníamos.Salí de la ducha con una toalla envuelta alrededor de mis caderas y me dirigí al armario en busca de ropa cuando la puerta se abrió de golpe. Octavia entró como una fiera desatada.