Sonidos fuertes, gritos desgarradores y el espectro destructivo de un poder caótico, azotaban sin piedad los cimientos de Gilius. Todos los Ángeles corrían aterrados en busca de un escape, mientras Pandora; intentaba detener a un ser que amenazaba con destruirlo todo.
—¡Dante! ¡No lo hagas! ¡Por favor! —gritó aquella Ángel. Implorándole a su pareja que se detuviera, estaba destruyéndolo todo.
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—¡Despierta! —gritaron Rainer y Eve.
Dante se levantó en seguida y se asustó al ver que todo su cuerpo estaba envuelto por un espectro lleno de Oscuridad.
—¿Qué sucedió? —preguntó aterrado.
—Tu cuerpo empezó a emitir esa vibración única y el espectro apareció. Tu rostro parecía sufrir. ¿Qué soñaste? —preguntó Eve, preocupada
Gilius volvía a vivir en paz. Luego del ataque de Aarón, se elaboró un mejor campo de seguridad para evitar otro intento de asedio por parte del enemigo común de todos los reinos. Pero aún no se sabía nada de Dante, desde que atravesó el vórtice no se había hecho nada para salvarlo por las pocas probabilidades que existían de que estuviera con vida. Incluso se estaba considerando darle el papel de Ángel de la Muerte a alguien más, según las palabras de Carius."A veces me pregunto la importancia de la Vida y la Muerte, es algo que siempre ha existido. ¿Por qué se necesita que Dante y yo seamos los que controlen dicho orden de la realidad? ¿Cómo era todo antes de que yo existiera? ¿Qué sucedería si desapareciera como Dante?"Eran las preguntas que agobiaban su mente durante sus tiempos de soledad, eran preguntas que ella dese
—Dante...—¿Dónde estoy? —le preguntó a un ser que compartía algunas semejanzas con él: Cabello castaño y barba corta del mismo color, ojos celestes y alas que compartían el mismo color de sus ojos. Además, poseía algo que reconoció, tenía los tatuajes rúnicos de Pandora.Dante nunca había visto a su Creador; aquel al que podría llamar Padre. Sólo escuchaba de él, pero nunca tuvo la oportunidad de verlo cara a cara, excepto en un sueño.—En tu mente, hijo.—¿Lord Járick? —su corazón se detuvo y ciertas cosas cobraban sentido. Logró reconocerlo en su antigua pesadilla y que aquellos tatuajes también los tenía ella.—Así es. Nunca me habías visto en persona, pero al parecer; la situación lo amerita. Dentro de poco volverás,
Eve y Rainer fueron en seguida a Victoria, la capital de Viria y hogar de Eve para tratar el estado crítico de Dante. Rainer pudo sentir que el espíritu y la energía vital de Dante se veía afectada por el uso constante de la Oscuridad. Al ser un Ángel inexperto, la Oscuridad atacaba su espíritu constantemente; hasta devorar toda su energía.—¿Segura de que podrán tratarlo en Viria?—Ahí reside un excelente maestro rúnico. Dante necesita de un hechizo de energía y protección para que la Oscuridad no siga dañando su cuerpo constantemente. Si no estás equivocado, su espíritu ha sido atacado consecutivamente. Si permitimos que eso siga así, Dante podría fallecer en cualquier momento —comentó con seguridad.—Bueno... confiaré en aquél hechicero —suspiró rendido.Al llegar. El hec
—¡¿Dante?! ¡Pero si está desaparecido! —exclamaron los Vitores.—No está desaparecido. Volverá dentro de poco —comentó Pandora.—Aunque siga con vida —replicó uno de los concejales de Gilius—. ¿Qué nos garantiza que él sea de gran apoyo contra Aarón?Todos los Vitores hablaban sorprendidos de las reacciones de los Ángeles mientras Járick se planteaba la forma más sutil para contarles la verdad. Pandora no sabía si sería correcto decirles sobre las habilidades natas de Dante, existía la probabilidad de que se exaltaran y reclamaran por darle tal poder a un Ángel inexperto como lo era.—Dante... posee el poder de la Oscuridad. Él le dará fin a Aarón y será el sucesor de Kalisto...Járick hablaba seriamente ante todos los presentes, estaba d
—Bueno, aquí estamos. Existe algo que los humanos le llaman: La entrada del infierno. Es como una caverna en forma de pozo increíblemente profundo. A través de ese lugar, llegaremos a las profundidades con facilidad. Aunque hay probabilidades de que la fuerza gravitatoria del centro del planeta nos provoque ciertos efectos negativos —dijo Rainer.—Esos son los puntos negativos. Pero... ¿qué esperamos? —sonrió Eve, con optimismo—. Mientras menos tiempo perdamos, más rápido llegaremos a Gilius.—Eve tiene razón. Llévanos a aquel lugar, Rainer.—Bueno, ya que insisten.El portal del Gemrost se encontraba oculto en uno de los frondosos bosques de Noruega. Debían cruzar todo el continente europeo y africano para llegar a la ubicación de la entrada del infierno, en el continente de Oceanía.Un v
Me sentí demasiado feliz al sentir la calidez con la que Rainer me expresaba el profundo cariño que sentía por mí. Era la primera vez que alguien me mostraba lo que era una muestra de afecto y amor, algo que mis padres no pudieron mostrarme.Para empezar. Nací en una familia llena de riqueza que poseía un puesto importante en Viria. Mi papá era un concejal importante del Reino y mamá era líder de una organización afiliada al concejo, por lo que las horas que podían brindarme eran muy pocas, sólo podían dedicarme el 10% de todo un día y a veces, de una semana. Me sentía sola en mi casa y lo único que tenía, era la compañía de mi protectora.—¿Cuándo volverán mis padres? —dije mientras abrazaba mi peluche.—No lo sé, Eve. No olvides que dentro de poco será tu hora de dormir, al&iac
—Rainer...Intentó hablarle tres veces, pero no le escuchaba, no le daba atención. Sólo se consumía en su dolor. Dante, decidió dejarlos solos y fue en busca del diamante que había sentido hace unos momentos. Luego de desenterrar grandes bloques de tierra, encontró la enorme concentración de diamante y lo extrajo sin pensarlo dos veces. Ya estoy cerca. Deseo verte de nuevo, pensó y una sonrisa se dibujó en sus labios. Se sentía feliz al saber que por fin volvería a Gilius y se reencontraría con Pandora.Mientras Rainer, se sentía devastado. Su mente le repetía muchas veces el momento en el que la descuidó, el momento en el que más tuvo que haber estado alerta, se estaba castigando a sí mismo. Su mano acariciaba con cariño el rostro inconsciente de Eve y sus lágrimas navegaban las mejillas de Eve como s
Rainer y Eve caminaban a la par de Carius mientras buscaban las habitaciones en las cuales ellos residirían en Gilius. Pero había algo que lo dejaba sorprendido, no había ninguna señal de su hermano menor. No sentía su presencia en el templo.—Carius. Sabes quién soy, ¿verdad? —Le preguntó con curiosidad.—¿Crees que no te recordaría, Rainer? Ya envié a un arcángel para que regrese con todas tus pertenencias. Mi pregunta es: ¿Retomarás tu papel como Líder de las Fuerzas Elementales?—Vaya, nunca pensé que fueras alguien importante —le sonrió Eve, con diversión.—Sí. Pero además de retomar mi papel. También quiero que Eve y yo seamos los consejeros de Dante.—Para eso no hay problema. A ella también le daremos lo que necesite y quiera. ¿Algo má