—Mamá, ¿mamá donde estás?.
Silenció.
—¿Hay alguien?.
Silenció.
—se fue harper, ella ya no está—escucho un susurró que me hace estremecer.
Silenció.
—Hasta pronto mi cielo, mamá te cuida, descansa harper.
¿Mamá?
...
Me despierto de repente, provocando que caiga de la cama, me levanto del frío suelo y observó el reloj de mí mesita de noche: 3:59, de la madrugada.
—muy bien harper, regresas al colegio y no duermes,
!tonta¡—exclamo para mí misma.
Vuelvo a mí cama tratando de recuperar el sueño pero no lo logró.
Observó por unos cuantos minutos un punto fijo, pensando en que mañana regreso al colegio y se repetirá la rutina, Hanna siendo una chica Linda y sociable que tiene una hermana horrorosa y antipática, en pocas palabras un bicho raro. Y por otra parte logró pensar en el sueño con mamá, no es la primera vez que sueño cosas así, por eso no les tomo tanta importancia.
Vuelvo observa el r
!Rumm!Timbre, por fin.Tres horas de biología, sentada en una banca más dura que el suelo, no es agradable.—pueden retirarse—dice el profesor, más amargado que conocido en toda mí vida.No es necesario que lo repita dos veces y todos comienzan a salír del salón como animales en jaulas.Quiero ser una persona educada y no un animal que muere por salír de aquí, así qué me tomo mí tiempo para guardar mis cosas en su lugar.!Ja!,a quien engañó estoy a nada de unirme a la bola de animales que hay en el entrada del salón. Al final todos logran salír dejando el salón básio, bueno a excepción del amargado profesor y yo, estoy a punto de salir del salón cuando una vos me lo impide.—Sea un poco m&
Mis hermanas deben ser las personas que más hablan en este mundo, llevamos cinco minutos de camino al hospital, y ellas no han parado de hablar.No me molesta que hablen, pero Zoe me está atacando de preguntas que no quiero responder.No estoy de humor.Ir al hospital no es algo qué me emociona, si fuera por mí no regresaría nunca a ese lugar. Cuando estoy ahí me siento encerrada, llego a sentirme débil y no es por el Cáncer.El estar en ese lugar me ha enseñado que la vida se puede ir a la mierda en tan poco tiempo, que te puede sorprender de la peor forma.Cuando me detectaron cáncer fue como un balde de agua fría, todavía puedo recordar la cara papá cuando le dieron la noticia, el temor en su rostro de volver a perder a una de sus princesas, pero fue peor cuándo mis hermanas se en
Tiene color.La habitación de hospital tiene color.Papá,piensa qué soy una niña,hay mucho rosa y colores pasteles,hay hasta juguetes.Ay, por Dios.—¿Y, te gusta?—pregunta papá desde la puerta con una sonrisa.—Hay juguetes—digo con el ceño fruncido, y el suelta con risita—¿Porque?—le pregunto.—Porque no quiero que te aburras—es lo único que respondé.—Papá son juguetes para bebés, literalmente todo es para bebés—digo sentándome en la cama.—¿Y, que tiene?, Tu eres mí bebé—dice intentando abrazarme.—hay no, no digas que soy un bebé—le pido y el ríe.—Pero
No tienes leucemia.Las palabras de Heidi, se repiten una y otra vez en mí cabeza.—¿Cómo que no tengo leucemia?—pregunto a Heidi, después de un largó silencio.—harper—intenta intervenir papá, pero levanto mí mano en un gesto de que guardé silencio.—no—le digo a papá, y vuelvo mí vista a Heidi—¿Me mintieron?—pregunto elevando un poco mí tono de vos.Ellos permanecen el silenció una vez más y eso me comienza a molestar.—¿Me mintieron?—vuelvo a preguntar esperando algún tipo de respuesta, pero no llega.Ellos definitivamente me mintieron.Si no tengo leucemia, ¿que tengo?—lo hicimos por tu bien—habla pap&aac
Por fin termino mis primeras clases, voy caminando por los pasillos del colegio,en buscá de Hanna.Voy tan mentida en mis pensamientos que no observó que enfrente de mí hay un grupo de chicas, por lo cual freno en secó.Trato de rodear las, pero una de ella me impide el pasó, ella me queda observando con una expresión totalmente sería.Muy bien harper, no hagas que te expulsen el segundo día de clases.Me recuerda mí conciencia.—¿Se les ofrece algo?—les pregunto seriamente, esté numerito no me está gustando para nada.—¿Tu eres harper?—pregunta una chica un poco más alta que yo.No contesto a su pregunta, y vuelvo a hablar—¿Se les ofrece algo?, porque sí no,les agradecería que movieran
—¡Estás loca!—grita Hanna.Bien, pedir ayuda a mí hermana menor no fue una gran idea,en mí defensa no sabía que hacer.—no grites—la regaño—y no, no estoy loca, solo necesito tú ayuda.—oh claro hermana, te voy a ayudar a morir—dice y ella con ironía ganándose una mala mirada por mí parte.—solo necesito que me cubras con papá—digo y ella niega con la cabeza.—No.—Vamos Hanna, solo te estoy pidiendo ésto.—H no,—dice completamente sería—te apoyó en todo harper, pero no haré ésto y tu tampoco—dice,y la miró con confusión.—¿De qué estás hablando?—le pregunto.—estoy hablando de que no voy a permitir que corras.—A ver Hanna,¿Porqué?—vuelvo a preguntar,aunque ya se la respuesta.—Por que no—es lo único que dice,y comienza a escribir en su computadora con un semblante serio.
"Y la persona qué menos te imaginaste que estaría, es la que está".No siento que lo que estoy haciendo esté mal,pero si me siento demasía ridícula por llorar enfrenté de Aaron, no porque me este viendo, solo es que después tendré que explicarle el motivo por el cuál lloró.Siento como poco a poco el abrazo se va desaciendo. Nos separamos por completo, el no dice nada,solo me observa un poco desconcertado.—No digas nada, solo olvídalo—digo sorbiendo mí nariz.Lo duda un poco,pero termina por suspirar y pasar una mano por su cabello.—Bien, pero tengo que preguntar algo—dice el con el ceño ligeramente fruncido.—¿Qué cosa?—pregunto, el tarda unos minutos en contestar.—Nada, solo olvídalo—dice el citando mis palabras anteriores. Alzo una ceja.—No, ahora me cuentas—le digo, soy una persona muy curiosa.—No.
Después de una pelea con mis hermanas, lo último que quiero es regresar a casa.—Bueno ya está,¿Que te pasa?—habla Aaron, hacíendo que yo levanté mí cabeza.Hemos estado en la cafetería por más de una hora, en donde eso se basó en molestarnos, descubrí que Aaron no están abierto a las Personas, y que tiene un gran ego.No están malo como yo pensaba, de echó, es agradable pasar tiempo con él.—No me pasa nada—le respondo, comenzando a jugar con una servilleta que está sobre la mesa.—Claro, y por eso hace unas horas llegaste llorando—dice.—¿Qué parte de éstoy bien, no entiendes?—le digo en un tono serio.—No cambies de tema.—No estoy cambiando de tema—digo, con un poco de inocencia.—¿Sabés?, Eres insoportable—dice, haciendo que yo suelte una pequeña risa.—¿Sabés?, Ya lo sabía—sito sus palabras