Puedo sentir como mis piernas tiemblan como gelatina al estar tan nerviosa, la cercanía que tenemos es abuso de espacio personal.
Su mira viaja de mis ojos a mis labios unas tres veces, y eso hace que mí cuerpo entero se estremezca.
—Creeeo que deberíamos parar..—le en un susurró tartamudeando, suelta una sonrisa ronca que hace que mí cordura desaparezca.
—¿Porqué?—pregunta— Me gusta estar así, ¿A ti no?—vuelve a preguntar en un tono juguetón.
—Yo..—no logro terminar porque el con su dedo pulgar rosa la comisura de mi labio, cierro mis ojos inmediatamente disfrutando la sensación.
Una parte de mí grita que me alejé y que salga de ahí y la otra me súplica que me quedé quieta y disfruté, en esa parte viene incluida mí conciencia.
—¿Tu qué?—pregunta en el mismo tono.
No respondo y el vuelve a hablar.
—Quiero besarte—dice y yo no digo nada.
Quiero hacer esto pero al mismo tiempo no.
—Me tengo que alejar de ti —digo recordando t
Dos semanas después.Las personas mueren, eso es seguro, la muerte es lo más seguro que tengo en mí vida y todos la debemos aceptar.Pero cuando la muerte de alguien importante para ti llega, es desgarrador, el dolor que se instala en el pecho es abrumador. Y aunque llores, patalees y grites, ese dolor no se irá.Debemos aprender a lidiar con eso, a sobre llevarlo, aprender a vivir con la pérdida de un ser querido. Debemos seguir adelante, la vida sigue.Puedes llorar, eso está bien, puedes gritar eso libera, puedes negarlo eso te abruma, puedes ignorarlo eso te hace explotar.La muerte de Lucas a sido un poco difícil de sobrellevar, cada noche sueño con el, los recuerdos pueden conmigo, su sonrisa esta en mí mente. Y eso que no llegué a convivir tanto con el, solo fueron dos veces, pero esas pocas veces se quedaron conmigo para siempre, cada día me reprochó por no
El dolor que las personas pueden cargar, los secretos y miedos que llevan dentro y que nadie sabe, son totalmente impresionantes.Mis miedos están totalmente ocultos al igual que mí dolor, siempre pensé que si te duele algo te hace débil, que no puedes mostrar tu dolor porque no tienes derecho, si te sientes mal te lo guardas y ya.Es lo que echo estos años, guardar lo que siento y esconderlo, hacer creer a las personas que nada me puede lastimar, cuando una simple mirada o palabra puedes lastimarme al punto de no poder dormir por noches.Ser fuerte enfrente de las personas y derrumbarse por la noche y en la soledad es lo más común de las personas.Y eso hizo Heidi, se cerró todos estos años, se centro en su trabajo, en cuidar a estos niños y tratar de salvarlos trata de hacer lo que no hicieron con su hijo.La muerte de su hijo la destrozó en su momento y cada día
15 de Marzo del 2017.—¡harper!— me grita Zoe.Salgo de mis pensamientos, estamos de camino al hospital y mí cabeza está en otro planeta, no dejo de pensar en el beso.—¿Si?—digo algo desconcertada, ella eleva una ceja.—¿Qué tienes?—pregunta.—Nada.— digo y miró hacían venta.Hace seis días no miro a Aaron, he hecho todo lo posible para no cruzarme con el, gracias al cielo lo he hecho de maravilla. Después de beso, cual fue un error no volvimos hablar,—¿Lista? —pregunta Hanna sacándome de mis pensamientos.—¿Qué? —digo desconcertada, Hanna rueda los ojos y muerde ligeramente su labio inferior en señal de paciencia.—Dios, esta semana haz estado en otro planeta ¿Qué tienes? —habla Zoe.—Ya dije que nada solo
Nunca pensé que me pondría tan nerviosa ante la mirada de nadie, pero Heidi sin duda tiene una mirada que hace dudar tu existencia.Ella me mira como algo que no logra descifrar y eso me pone aún más nerviosa.Tiene sus dos manos en los bolsillos de su bata y tiene ligeramente el ceño fruncido, comienza a dar pasos hacia mí, inevitablemente mí pulso se eleva.¿Porqué estoy tan nerviosa?Solo es Heidi.Y te acaba de ver besar a Aaron.Mis manos tiemblan ante ese pensamiento cierro los ojos por unos segundos y suspiró pesadamente.Ella se detiene a unos cuantos paso de mí y su labio inferior se curva en una pequeña sonrisa, frunzo el ceño.—¿Qué?—No puedo evitar preguntar.Vacila un poco con una sonrisa y luego pregunta—¿Están saliendo?Mis ojos se abren en sorpresa.—
Lidiar con la culpa es algo complicado, muy complicado, y lo es más cuando todas personas que tú quieres te lo echan en cara.—Solo eras un niño—murmuro en medio del abrazo, Aaron se separa un poco sin romper por completo el abrazo.—Mi padre me enseñaba a conducir—dice y hace una pausa—El estaba alterado igual que mí madre y Jasper no tenía ni idea de cómo conducir, y solo subí al auto y comencé a conducir—suelta un suspiro y cierra los ojos—Yo no quería que…—su voz se quiebra y mí corazón se estruja, lo envuelvo en mis brazos pegándolo más a mí.—No fue tu culpa—digo y tomo su rostro entre mis manos—No fue tu culpa Aaron, no lo fue—libero el agarre y una fuerte brisa golpe mí rostro.Volvemos a quedar en silencio y veo como el juega con los dedos de mis manos, no puedo evitar sonreír.—James—dice y suspira.Sé que está apunto de decir algo importante, por eso me mantengo en silencio solo escuchándolo.—James—hace una p
¿Sorprendida? Para nada, tarde o temprano pasaría.Pero esas simples palabras hacen que mis hermanas se desestabilicen. El silencio que se forma en la habitación es simplemente tensó, papá apreta una y otras vez sus labios, Hanna observa a Heidi buscando algún rastro de mentirá en lo que acaba de decir y Zoe simplemente ve a un punto fijo en la pared.Yo solo puedo ver lo que ellos hacen.—Chicas—comienza Heidi. Zoe levanta una mano en señal que espere un poco, toma un poco de aire y parpadea un par de veces. No sé lo esperaba.—¿Como que no está funcionando?—pregunta Hanna en susurró.Heidi me da una mirada leve y asiento con la cabezas haciéndola entender que hablé.—Tu cuerpo no está recibiendo el medicamento como debería—dice y pone su vista en mí— Lo está rechazando, no hace nada de efecto en ti.Zoe se deja caer en una silla poniendo sus manos encima de sus piernas y suspira, papá está en completo silencio tratando de analizar t
25 de Marzo del 2017.—¿Cámaras?— pregunto tomando un sorbo de mí jugó.—Asi es.—¿Porque cámaras?—vuelvo a preguntarle.—Me gusta inmortalizar momentos de mí vida, ver recuerdos y pensar que en esos momentos era feliz— lo observó por unos segundos.—¿Qué?—pregunta al ver que no digo nada.—Nada, solo que eso fue—hago una pausa—profundo—termino y el ríe— No te rías—le digo pero terminó riendo también.—Y a ti—me señala.—Yo ¿Qué?— acomodó mí mochila a un lado de la mesa.Puede ser que en este momento nos estemos saltado la última clase para poder hablar en la cafetería, mientras solo somos el y yo. Lo hemos hecho los últimos cinco días.—¿Cuál es tu cosa favorita?—pregunta tomando una patata.—No tengo una cosa favorita cómo tal—le respondo— pero antes me gustaba pintar.— ¿Ah sí?—Si— sonrió.—¿Porque ya no?—guardo silencio mirándolo.—¿Que pasa, porque me miras así?
¿Encariñando?Me estoy encariñando de Aaron o de lo que sea que tengamos. Esto no es bueno.—¿Puedo pasar?— escucho la voz de Zoe preguntar.—Seguro.Me acomodo de piernas cruzadas en mí cama y sostengo una almohada entre mis manos.—¿Pasa algo?—le pregunta al ver qué no dice nada.Niega con la cabeza.—No, solo que— suspira y sonríe— hace mucho que no te veo sonreír así.Se recuesta entre mis piernas y yo reniego.—¡Zoe!—¡No te estoy haciendo nada! Eres una gruñona.—Invades mi espacio.—No lo hago.—¡Claro que sí!