Jamás estarás sola de nuevo, no estoy dispuesto a dejarte de nuevo, a dejarnos jamás… mi hermosa Leila…
Mi padre tenía razón, esta no es mi Muñeca. Es un pequeño saco de huesos encima de una cama de hospital. Cierro los ojos y aprieto los puños para no gritar. El dolor en el estómago regresa aún más agresivo, doblo mi cuerpo reteniendo las rodillas de nuevo y gimo por el dolor no solo emocional sino también físico que me proporciona verla de ese modo. Siento la vista de todos sobre mí, pero los ignoro. Charles es muy amable en decirles que salgan para poder hablar con ella y ¿Cómo no? Llorar a mis anchas porque sé que en cualquier momento romperé en llanto, espero que no a gritos para evitar que se asuste, sin embargo es lo que me provoca: gritar, golpear… acabar con todo a mi paso. &
Eres el único dolor que soportaría una eternidad, duele verte en ese estado. Al que yo te he llevado. Duele ver que me amas a pesar de todo, duele tanto que ya me agrada ese infinito dolor…Marco el número de Malcolm y espero a que responda, no me he percatado de la hora y son casi las tres de la mañana, entre mi lucha interna y el tiempo que llevaba despierto que ha sido unas cuarenta y ocho horas aproximadamente, estuve dormitando en el piso más tiempo del que debía.—¿Jonás? Espero que sea importante porque Lucy cree que estoy engañándola con alguna chica – sonrío porque ese desgraciado es homosexual.—¿Desde cuándo no vives con Lucy? – pregunto con sorna.—Desde hace cinco años, dime que sucede Campeón – suspiro entr
Tus enemigos son los míos, por esa razón siempre pelearé tus batallas, eres mi razón de vivir… J.S.Observo su hermoso rostro desfigurado por el dolor, se me escapa un fuerte sollozo cuando me percato de que su mano tiembla sobre el picaporte de la puerta. Entonces da dos pasos y cae de rodillas al pie de la cama llorando como un pequeño. Un dolor agudo atraviesa mi cuerpo, es lo mismo que él siente, culpa, arrepentimiento. Remordimientos. Debí ser más precavida en mis decisiones y no ponerlo a él en esta situación.—¡Jo… Jonás! – mi voz sale grave y rasposa —. Ven por… por… favor – levanta el rostro bañado en lágrimas, respira profundo tratando de tranquilizar su respiración.—¡Muñeca yo… perd&oacut
No dudes que preferiré sufrir tu dolor, no dudes que estaré contigo siempre, nunca dudes que te amaré eternamente…Leila esta tan aturdida por las palabras de su hermano que no puede moverse, acaricio sus ahora muy delgados brazos para darle calor y confortarla un poco, no voy a mentir; ante la información que le proporciona James en este momento yo también he expresado mis dudas porque ¡vamos, el puto viejo me envió a la cárcel! Eso no es cualquier cosa, de paso me acusó de violación cuando ni siquiera había tocado a su hija, bueno tal vez si un poco, pero no para hacer esa maldita acusación que llevó a mi muñeca a…¡Dios lo recuerdo y me enfurezco!Y ahora da la casualidad que el tío es un puto ángel y que todo lo hizo influenciado por la loca de Lara Monserrat – que
Estar a tu lado para mí es estar vivo, jamás te abandonaré de nuevo. No podría. En el momento que lo hice, parte de mí murió por dejarte y apenas la estoy recuperando… J.S.He tratado de conciliar el sueño y es imposible, Jonás se encuentra a mi lado, su aliento tibio choca con mi cuello proporcionándome una sensación de codicia y anhelo bastante conocida, en una sola palabra: quiero sexo. Giro para quedar de frente a su hermoso rostro, se lo ve cansado y ojeroso, pero igual de imponente, soberbio. Y sigue siendo mío.De repente una realidad avasalladora me invade: estoy horrible. Ayer cuando me levanté a asearme con la ayuda de Jackie y Alice, al ver mi reflejo en el espejo lloré casi a gritos por mi apariencia ¿Qué me hicieron? Mi piel ya no es pálida, es gris. Parezco un esqueleto ambulante, no soy ni siq
El dolor más grande me lo proporcionarías tú al decirme que no me amas. Sería fulminante, pero aun así, jamás me iría, siempre estaría ahí para ti… J.S.La estancia en la clínica se me hace eterna la verdad, Jonás no me deja sola en ningún momento salvo cuando tengo alguna revisión. Han pasado ya diez días desde que ingresé y los resultados a pesar de todo lo malo han sido bastante favorables. Mi posición de no irme al apartamento con mi novio sigue en pie, solo falta que se materialice y no me atrevo a decírselo es decir; no tengo claro si es por él o por mí, pero las palabras nunca salen de mi garganta. Salgo del baño con la toalla enrollada y él ingresa con una bolsa de comida, levanta la vista hacia mí repasándome como siempre, como si no pareciera un extraterrestre con la pie
La rabia es mi enemiga y siento que te estoy perdiendo ¡vuelve a mí por favor! Alivia este dolor… Llora de nuevo por mis palabras, ni es una declaración en vano; es lo que siento en realidad, ella es mi vida, mi razón de estar cuerdo en este maldit momento para no destrozar a quien la lastimó de esa manera. No puedo creer que haya querido terminarme, pero la entiendo en realidad, debe ser difícil para ella, sin embargo al sentir sus dudas no pude dejarla ir, es demasiado para mi corazón y a pesar de soy un egoísta de m****a, la amo desesperadamente y me niego a que me abandone. Estoy dispuesto a llevarme por delante a quien sea para que ella este bien. —¡Muñeca recuéstate conmigo, pensemos las cosas por favor! – mi cuerpo tiembla por el contacto, la deseo más de lo que puedo pensar —. Dime por qué lloras así, dime que te tiene así – se recuesta a mi pecho y solloza tan fuerte que las palabras no sa
Siento como una rabia desconocida bulle por todo mi cuerpo, esto es diferente a lo que he sentido en otras ocasiones, es un dolor tan profundo que deseo hacerme daño para que se detenga, no quiero sentirlo, no quiero llegar a la locura de nuevo, necesito mantenerme sobrio y sosegado porque ella me necesita, aunque se encuentre confundida por lo que siente en este momento, sé que podemos con esto, pero ella debe dejarme entrar, debemos mantenernos juntos ahora más que nunca. ¡Y ella me quiere apartar, quiere dejarme! Mi mente solo se enfoca en ese pensamiento, mi débil mente lo reproduce constantemente. La rabia cada vez es más fuerte, se arraiga, se apodera de mí. Debo salir de aquí, ahora. Mi cuerpo experimenta un dolor casi fulminante, debo drenarlo para poder pensar. Camino sin rumbo y mis pies me llevan a un galpón conocido; es el gimnasio de Gerald, frecuentaba tanto este lugar en mi pasado que puedo llegar sin siquiera mirar atrás.
Una vez más me sorprendes. Te amo tanto que es imposible contener la dicha por tenerte de nuevo… Los días siguientes fueron bastante raros, los ojos de mi Muñeca siempre estaban tristes aunque la Dra. Lisa encontró algo de mejoría en la piel, las últimas pruebas arrojaron que resistiría algún tipo de loción para ayudar al acondicionamiento junto con los medicamentos prescritos. —El tratamiento está funcionando mejor de lo que esperaba, ya en un treinta por ciento de la piel se encuentran pigmentos más claros que llevados al microscopio me dan excelentes resultados en Melanina y Colágeno ¡que me hacen muy feliz! Su sonrisa es tan radiante que me abruma, pero mi expresión se mantiene seria ante la de disgusto de la Muñeca que nota como la Dra. Stevens le coquetea a su novio descaradamente. No me importa que lo haga siempre y cuando no me toque y atienda a Leila como debe ser, sin