Aquella noche me acosté con un montón de pensamientos en mi cabeza y con los mismos pensamientos me quedé dormida.Me desperté a la mañana siguiente con los rayos de sol que entraban por mi ventana, eran tan brillantes, tan cálidos. Sentía que realmente había descansado, busqué mi reloj para darme cuenta de que ya era medio día y yo tenía que ir trabajar por la mañana «¡Carajo!» pensé mientras me levantaba de manera apresurada.Me dí un baño rápido, me coloqué mi uniforme y salí de la habitación, ya luego buscaría la forma de llamar a mamá para planificar todo lo demás.Bajé las escaleras lo más rápido que pude, mi cabello mojado y desordenado como estaba realmente me molestaba golpeando mi espalda.—Disculpa, disculpa, Mucama — se acercó un muchacha hacia mí de manera apresurada.—Lo siento, no soy una Mucama — contesté tratando de ser educada pero sin poder ocultar lo realmente apurada que me encontraba.—¿Quieres serlo? — preguntó la muchacha enarcando una ceja — como sea, te daré
POV: Stella.—¿No es eso un poco extraño? — preguntó Alexandra haciendo un raro gesto mientras me miraba fijamente — digo, no es lo más común del mundo, de hecho creo que es primera vez que escucho de una persona que está en una situación así.El día de trabajo había terminado, cerramos temprano, después de todo habíamos tenido demasiados clientes. Nos tomamos el tiempo para comer algo y compartir un rato, teníamos tiempo sin hacerlo, hablábamos mucho pero siempre mientras trabajábamos.Les estaba hablando sobre todo lo sucedido con Jayden, la cita, el contrato, la pelea con mi madre.—Las personas ricas son extrañas — sentenció la señora Adelina — una vez conocí a uno que coleccionaba dientes de leche, decía que si los comía podría mantener su juventud.—Eso es asqueroso — contesté con una expresión de desagrado — aunque es cierto, es un poco extraño.—Yo creo que está ocultando algo — intervino la señora Alicia con los ojos entrecerrados y con una expresión seria.—¿Creé que tenga m
POV: Josselyn Maggiore.—No puedo creer la escenita que acabas de hacer — reclamó mamá llevándome a un lugar en donde pudiésemos hablar sin interrupciones. Aunque sabía que mas bien lo que quería era regañarme sin interrupciones.—Yo no puedo creer que él haya protegido a esa corriente — repliqué con molestia, sobretodo al recordar la escena, la había tomado por el brazo y se la había llevado con él, la había rescatado de las terribles garras del dragón y el dragón era yo. Realmente ese momento no ayudaba a la imagen que él tenía sobre mí — solo me dejó allí y se fue con ella, a mí me conoce hace años, debería haberse puesto de mi lado, sobretodo si el otro lado lucía como ella.—Yo entiendo que quieras casarte con él pero la mejor manera no es demostrando lo vulgar que puedes llegar a ser — mamá había dado un golpe bajo y si, había dolido.—¿Yo soy la vulgar? — protesté con incredulidad, no sabiendo si reír o molestarme — Esa chica es un asco ¿de qué basurero la sacó y por qué está
POV: Stella Sanders.—Ya no tienes que preocuparte por eso mamá, soy una adulta, entiendo las circunstancias, aún cuando a veces me pongo un poco... difícil, como ayer — contesté tratando de tranquilizarla.—Bueno, si no tengo que pedirte perdón a ti entonces le pido perdón a la Stella que solo era una niña y que no comprendía porque no podía tener todo lo que los demás niños si tenían — respondió mamá mirando hacia otro lado.Me quedé en silencio unos segundos, tenía un nudo en mi garganta, me había dejado perpleja.—Pero siempre te tuve a ti, mamá. Y eso es haberlo tenido todo — contesté con una sonrisa para aligerar el ambiente.—¿Señora Sanders, gusta de tomar un poco de vino? — ofreció la señora Maggiore acercándose a nosotras.—No se preocupe, Señora Maggiore. Por ahora estoy bien, no se preocupe — contestó mamá gentilmente.—Digame, Señora Sanders. ¿A qué se dedica? déjeme adivinar, seguro es abogada o doctora e imagino que su hija va por el mismo camino — comentó la señora Mag
POV: Stella Sanders.Sus labios se sentían suaves, un poco fríos al principio pero luego tibios, crearon calor con los míos y se dejaron llevar.Él besaba con delicadeza, casi con miedo pero con mucha ternura, se convertía en la persona más blanda del mundo cuando estaba a mi lado. Y justamente ahora lo sentía tan cercano, tan mío, sentía que él apenas se estaba descubriendo y yo apenas estaba existiendo.—Lo lamento — dije separándome solo un poco, estábamos tan cerca que podía sentir su respiración, que podía ver sus mejillas de un ligero tono rosa y sus ojos anclados a los míos.—No tienes que disculparte — respondió en un susurro — no lo esperaba pero te aseguro que no me molesta en lo absoluto.—¿A dónde vamos? — pregunté perdiendo mi vista en sus labios, sus labios con los que quería fundirme eternamente.—Ya llegamos a nuestro destino — dijo sin siquiera moverse.—¿Has salido con muchas chicas? — pregunté mirándolo a los ojos. Obviando por completo lo que me acababa de decir y
POV: Stella Sanders.Me encontraba atónita, lo tenía allí en frente de mí, con una sonrisa amplia que iba de oreja a oreja y las llaves en sus manos, diciendo semejante cosa con tal simpleza.—Tienes que estar bromeando — dije incrédula, entre la risa y las lágrimas.—¿Acaso pensabas vivir eternamente en el hotel? — contestó riéndose — ahora veo que si te gustan los lujos — añadió de manera burlona.—¡Esto es casi una mansión! — exclamé mirando la casa a mis espaldas — además no pensaba vivir en el hotel, se suponía que hoy iba a buscar un lugar a donde irme o me iría a donde la abuela, quizás mamá ya llamó a la abuela… — yo hablaba de manera apresurada y nerviosa como si hubiese cometido un delito, de cierta manera no haber hecho nada había estado mal de mi parte.—El contrato dice claramente que no puedes rechazar ninguno de mis obsequios — contestó colocando las llaves en mis manos, mirándome directamente a los ojos, mostrando sus blancos dientes.—Lo sé pero hubieras comenzado con
POV: Josselyn Maggiore.Aún al siguiente día mi ira seguía en el mismo grado, quizás incluso había aumentado.En un momento dado de la noche “los festejados” simplemente desaparecieron, así sin más.Sabrá Dios qué cosas estarían haciendo, nadie a mi alrededor parecía notarlo y si lo notaban no les importaba pero yo sentía que se me quebraban los huesos al pensarlo.Stella Sanders no solo lo había sacado de mi vida, también lo estaba convirtiendo en una versión de él totalmente diferente, ahora sentía que lo desconocía, lo sentía lejano ¿Dónde estaba el Jayden que había visto durante tantos años? ¿Cómo podía solo esfumarse así como si nada? ¿Realmente había sido así durante tantos años y yo no me había dado cuenta?.—Buenos días, hija — saludó mamá entrando a la habitación, interrumpiendo mis pensamientos.—Debiste tocar — reclamé inmediatamente.—Toqué muchas veces, te escribí a tu celular e incluso llamé ¿estás bien? — respondió mirándome extrañada.Cogí mi teléfono de la mesita de n
POV: Stella Sanders.A pesar de todo volví al trabajo al siguiente día, me gustaba mi trabajo en el corazón contento, me gustaba sentirme útil, aunque ahora estaba considerando retomar mis estudios nuevamente, veía que había una pequeña oportunidad y podía tomarla. Al no tener que hacerme cargo de los gastos de renta tenía un poco más de dinero disponible para gastar en mí misma.—Te ves muy felíz el día de hoy — comentó la señora Alicia al mismo tiempo que agarraba unos platos que se ubicaban a mi derecha.—Lo estoy — contesté con una gran sonrisa que iba de oreja a oreja.—¿Y eso a qué se debe? — preguntó ella mirándome — ¿acaso firmaste? — añadió en un susurro.—Si, además nos dimos nuestro primer beso — contesté sin poder contener la emoción.—¿Qué tal se sintió? — preguntó ella dejando nuevamente los platos en la mesa, convirtiéndose durante unos minutos en mi cómplice.—Fue hermoso, yo tomé la iniciativa y se sintió tan… real — contesté recordando la sensación de sus labios con