POV: DAFNE. [ Parte II]

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El bonito automóvil del abogado se estaciona en la cera de enfrente que da directo a mi casa, no puedo evitar sentirme avergonzada hasta la médula.

El hombre, después de comportarse como un idiota y haberme dado la peor noticia, se ofreció a traerme a casa.

Perdí la cuenta de cuántas veces me negué a aceptar que me trajera, pero, de cualquier modo no me dejó poner un pie fuera del restaurante en el estado en que me encontraba.

No fue hasta que me ofreció conseguir unos minutos para ver a Uriel que acepté su ofrecimiento.

No lloré, ni derrame una sola lágrima en todo el trayecto a pesar de que quería hacerlo, pero si estaba visiblemente alterada.

De hecho aún sigo estando, no puedo arrancar la sombra de los recuerdos así como así, necesito una explicación de parte de Uriel y no estaré tranquila hasta que la tenga.

— ¿Te encuentras mejor? — La voz amable del abogado llega a mis oídos.

— Sí, estoy bien. — Digo en voz baja y ronca. — Gracias por traerme n