Mis abuelos decían que la casualidad era la manera en que Dios mantenía su anonimato. Pues cuestioné mucho eso, digo, en mi vida empezó una cadena de circunstancias imprevistas e inevitables que me hacían juzgar ese anonimato. ¿Dios estaba detrás de todo lo que me pasaba? ¿Él era el culpable de que me encontrara a personas que me herían? Pues luego entendí que él permite las cosas pero nosotros tenemos parte en eso. Somos libres en tomar decisiones, somos libres en tomar el camino que deseemos, él da la opción y cada uno de ello nos lleva a un destino.
—¿En verdad te vas? —el hombre hacía la pregunta y solo podía sonreír negandome ¿De verdad pensaba que me quedaría? Había escuchado muchas cosas, personas que decían que el mundo se acabaría y eso, pensé que era por el shock de entrar a un nuevo siglo, estábamos viviendo el año dos mil y pues dejar la década de los noventas trastornó a muchos como a mi ex pareja.
—Si, me voy... ¿que pensabas que me quedaría? —vacilé. Hasta su pregunta era ofensiva.
—Si te vas, olvídate de las acciones de la empresa Ferrer —grita él.
—Peter, no es justo, es mi dinero... —se la estaba dando de listo robándome.
—Más mío que tuyo... —provocaba partirle la cabeza con cualquier cosa que pudiera causarle dolor. Sueno una psicópata pero este hombre, justo en este momento, provoca un instinto asesino.
—Ok, el abogado se encargará de eso, ésto —señalo a mi alrededor— no me detendrá.
—¿Te recuerdo que yo soy el abogado? —se ríe. Ahora me pregunto lo ciega que estaba, de verdad cómo podía estar con este estúpido.
—Hablo de mi abogado idiota.
Y tras decir eso cierro con un portazo y salgo con mi maleta, el taxi ha estado esperando por más de cinco minutos.
He decidido regresar.
¡Si... regresar!
¿Por que regresar al lugar del que quise huir?
No es razonable, ¿verdad?
Han pasado cinco años que me vine a estudiar a Stanford.
Sí, vivo en California. San Francisco para ser exactos.
Mi vida ha estado de mal en peor, pensé que estos últimos años las cosas cambiarían pero me equivoqué.
Confíe en quien no debí confiar.
Le resumo mi historia.
Yo era muy feliz, mi felicidad no duro mucho, sólo hasta los diez años. Qué trágico ¡¿No?!.
Mis padres fallecieron en un accidente provocado por un hombre ebrio.
Me quedé en San Francisco con mis abuelos, amaba a mis abuelos.
Mis padres invirtieron en mi futuro, pagaron mis estudios hasta la carrera universitaria, y me crearon una cuenta donde me dejaron millones de dólares.
Pero la avaricia y el amor al dinero pudieron más con mis tíos y pelearon por mi custodia.
Dos años viví con mis abuelos maternos y luego me fui a vivir a Ann Arbor, Michigan.
Fue un infierno ¿han escuchado que el muerto hiede a los tres días?
No pasó ni uno y ya sentía el desprecio de mis queridos tíos —nótese la ironía—
Y sin dejar a colación mi querida prima Grace (que de gracia no tiene nada).
Hasta que cumplí mi mayoría de edad y regresé a San Francisco, regresé con mis abuelos.
Pero como soy Roselyn Mathews, nada me dura para siempre.
¿Como así? Pues mis abuelos fallecieron dos años después.
Y con la mitad de la herencia de mis padres, ya que la otra parte fue sustraída por mis estimados tíos, pude sobrevivir.
Invertí el dinero en varias empresas, una de las cuales junto con mi novio hice la mayor inversión, pero como descubrí que me puso los cuernos y ya nada me resulta igual decido tomar otra ruta.
¡Regresar a Michigan!... ¡Que emoción! ironía al cien porciento.
Ya terminé mi carrera de negocios, en una de las mejores universidades del país, Stanford.
Y tengo planeado terminar la carrera de leyes en la universidad de Michigan.
Mi mejor amiga y abogada, me ayudará con algunos asuntos de mis inversiones mientras me acomodo en mi nuevo espacio.
Ahora me dirijo al aeropuerto al tomar un vuelo con destino a Michigan. Solo pienso que luego de instalarme arreglar otras cositas cruciales.
CAPITULO 1.Llego al aeropuerto, mi vista se dirige al gran membrete de San Francisco international Airport (SFO). Saco mi boleto y espero a que anuncien mi vuelo. He aprendido a hacer como terapia de relajación las respiraciones calmadas, «inhala y exhala» me repito cada vez.Son cinco a seis hora de vuelo, estoy nerviosa no me gusta las alturas o la sensación que produce esta.Me dirijo a Detroit metropolitan Wayne County Airport (DTW), esta ruta jamás imaginé tomar, no de nuevo.Hay 3,298 kilómetros de distancia.Me alejé de mi pasado ahora me acerco.Ya no soy la misma niña de antes. Nadie me lastimará.Se preguntan por qué voy a Detroit si iba para Ann Arbor, pues mi amiga Claudia, mi abogada personal y amiga de la infancia me ayudará a conseguir tanto empleo como donde vivir.Estudié economía, estuve en la escuela de postgrado de negocios de Stanford.Con honores para alardear un poquito, el mundo empresarial me ha ido muy bien, mis inversiones han aumentado y se preguntaran o
CAPITULO 2.—¡Levántate, dormilona! —me zarandea. Dios la quiero matar. —Ok, ok tranquila —me meto al baño de una sacudida, me aseo.Salgo y hay extendido en la cama un hermoso vestido.—¿Que es esto? —le digo con la toalla aún puesta.—Es mi regalo de bienvenida, y si te queda —asegura— somos de la misma talla, úsalo para la entrevista.—Ok, bien, si insistes —sale de la habitación.Ella es muy detallista y perfeccionista ¿Que haría sin ella? Es de esas amigas que están allí, un hombro dónde puedes llorar y la mano que te levantará.Es muy importante esta empresa. Tiene compañías y macroinversiones en muchas áreas, tecnología, industria automotriz y muchas más.El vestido es de color violeta, ajustado, contornea mi figura, que no es muy sexy, no soy como las chicas coquetas o como Claudia y pues no es el mismo de hace cinco años atrás.Elijo unos tacones de punta negros y mi cartera.—Lista —digo estando en la cocina.—Tienes diez minutos para desayunar. Era una orden con ultimátum
CAPITULO 3.La misma rutina que el día anterior, alistarme, desayunar y ir al trabajo. Así pasó la semana, alistarme, desayunar e ir al trabajo. Ni ganas tuve de ir a salir el fin de semana, tuve que ponerme a cuentas con mis inversiones que han estado mejorando y espero algún día tener mi propia empresa y ser mi jefa y no soportar a jefes ogros.Entro a la oficina y todo se mueve en cotilleo.—¿Que sucede? —le digo a Sandra mi ayudante.—Es que está el jefe del jefe aquí y se ha reunido con todos los directivos y socios.Me dice con cara de tragedia. ¿Se va a acabar el mundo? —¿Y eso es malo? —la chica me ve con obviedad y yo no caigo en cuenta. No veo nada malo de use un jefe visite su empresa.—Si, pues eso sucede cuando el papi—jefe, o sea el señor Kenneth, así conocido por su atractivo, se le sale de las manos algunas cositas de la empresa.—A ok, es difícil dirigir una empresa y más como esta...—¡Si lo se! Yo solo te ayudo y me estoy volviendo loca —me dice, esta poniendo ca
C A P I T U L O 4.Y así pasó toda semana, trabajar con el señor Kenneth.No fue tan malo, por decirlo así, pues ha sido taciturno.Ni me dirije la palabra ni le dirijo la palabra, sólo a lo relativo a la empresa.Gracias al cielo no me he encontrado a Pedro.Pude conocer mejor a Sofía y la razón de su risa falsa, pues es madre soltera y su niña de tres añitos es un poco enfermiza y esa es la razón de tanto cansancio y poco dormir, es como una empleada automática, solo hace su trabajo y trata de mantener la cordura de todo, la entiendo perfectamente.Estamos en el despacho/oficina del jefe revisando el papeleo de las estadísticas de las últimas semanas y ha superado la expectativas de muchos.El señor Mulder siguió mi consejo y ha mejorado la economía, me ha enviado unas rosas con una carta pidiendo disculpas, por lo menos sabe disculparse.—Señorita Roselyn —levanto la mirada para encontrar a un Kenneth leyendo unos documentos—mañana nos vamos a Ann Arbor, pues vamos ha reforzar lazo
CAPITULO 5.Después de hablar con Sofía y se disculpara mil veces, mandó los documentos y la reunión fue un éxito.Ahora tengo que arreglarme para la fiesta de inauguración del hotel.Me puse un vestido rojo hasta la rodilla, zapato altos de aguja y mi cabello suelto liso que llega hasta los hombros.Salgo y me dirijo al local donde se inicia la actividad.Hay muchas personas de alta sociedad y a ninguno conozco. Execto a Jeremy que al instante camina hacia mí.—Hola hija —lo mire mal.—Yo no soy tu hija, adiós... —me dolió más a mí esas palabras, estoy herida.Salí en busca de una copa, me hacía falta. Pero él estaba al lado mío no se iba ir así de fácil.—¿Que haces? —Le digo borde.—Acompañando a mi ahijada —eso me chocó, mi padre siempre decía que cuando ellos no estuvieran confiarían con los ojos cerrados en Jeremy, que él sería como un padre.—Sabes algo, eres todo menos eso —ya las lágrimas van a salir, me tomo otra copa de una sola sentada. —No deberías tomar así.—¡Shhhh! —l
C A P I T U L O 6.La hija de Sofía ha estado mejor, las cosas en la empresa mejoraron, el jefe sigue igual, el pesado de mi tío casi no lo veo gracias a Dios, Claudia ha sido más que una hermana. Pero ya saben que mi felicidad no dura mucho, debería anotar los acontecimientos normales que pasen en mi vida, nadie habló nada de Peter y lo agradezco.—Señorita Mathews el día de mañana nos iremos a California, los Ángeles exactamente, necesito que se vaya preparada para estar una semana en aquel lugar.¿Ahora a los Ángeles? ¿Esto es una broma? Acabo de regresar de California y me quieren enviar otra vez allá...—¿Y eso sería para?Necesito saber—Negocios, le informo mañana en el aeropuerto a las ocho de la mañana debe estar aquí para irnos juntos —yo solo asientoNo sabía que mi trabajo consistía en viajar no lo hubiera aceptado, sabiendo el temor que tengo por los aviones en especial la altura.—Claudia ¿por que no vas?—Tengo que dirigir aquí la empresa, vas a conocer a Klaus... Es m
C A P I T U L O 7.Me estoy arreglando para la cena y fiesta de los Tessier—Lavigne. No tengo tantas ganas y más en saber que están esas personas tan desagradable.Me vestí con el gusto de Kiara, un vestido elegante pero no tanto, floreado blanco con detalles rosados, y unos zapatos altos corridos. Perfecto.La fiesta empezó y no me despego de Kiara, katu está guapísimo y ni hablar de Ken es muy atractivo el porte de hombre serio con su belleza es una interesante mezcla.Todo en la fiesta iba bien, "iba" en pasado.—¿Podemos hablar? —mi tío interrumpe la conversación con katu.—Claro. —caminamos por un lugar que no se donde, es un terreno.—Debemos hablar de las acciones de la compañía.—Si dime —le respondo —¿Por qué me están investigando y por qué regresaste?Su tono me está asustando y añadiendo que huele a alcohol.—¿Investigación? —me hago la loca—regresé porque quise, Detroit no es tuyo...—No te hagas, se que te pusiste de acuerdo con Wesson, tu firmaste esos papeles te recuer
C A P I T U L O 8.—Ken no lo hagas, son tres meses de relación y lo tiras todo a la basura. —grita y todo el restaurante voltea a vernos.—Baja la voz, nos ven —digo en susurro—y por favor acéptalo.—¿Qué lo acepte? ¿dime con quien estás? —vuelve a gritar.De verdad, terminar con ella en un restaurante no fue la mejor idea, y más sabiendo lo escándalosa que es. No siempre se termina una relación porque alguien esté en medio.—Lo siento Francia yo no quiero seguir más con esto.Le digo, pero esta muy resignada a no terminar. —Ok, pero soy Francia Perry y nadie me termina ok, yo te termino a tí ¿ok...? —asiento—Como quieras: terminame tu a mi, el orden del factor no... —me interrumpió con una cachetada. Está hija de su madre.Se levantó del asiento y derramó el vino en mi traje. Mi traje de más de quinientos dólares por pieza.Hija de… tu mamá.—Ojalá y te duela —y se fue. Dejándome humillando. Horas despuésDe: BroHermanito como estas con la ruptura?Para: BroComo sabes?De: Bro