ZaidPista privada del Aeropuerto Internacional Toronto Pearson, CanadáMi corazón no dejó de latir apresuradamente una vez que mi plan se había realizado, no me podía creer lo que había hecho, yo, Zaid Ashgar. Bajé la mirada a mis manos que estaban empezando a sudar de los nervios, ¿Había hecho bien? «Sí». Esa voz dentro de mi cabeza me decía que si estaba bien lo que había hecho. Tomé una bocana de aire y lo solté lentamente entre mis dientes. Está todo listo, señor Ashgar—dijo John interrumpiendo mi momento en el que estaba intentando calmarme. —Está la pista despejada. —Gracias, John. ¿Has averiguado dónde están Ibrahim y Azahara?—pregunté levantando la mirada a él.—Han volado esta madrugada, tienen cuatro horas de vuelo adelante que nosotros. Así que ellos estarán antes que usted en Dubái. Supongo que lanzarán la red con la familia de la señorita Ayad con tiempo. —asentí lentamente, era lógico lo que estarían tratando de hacer los Ayad. —¿Isabella dónde está?—pregunté al no
IsabellaPista privada del Aeropuerto Internacional de Dubái, Emiratos Árabes Unidos.Zaid se puso de pie y comenzó a caminar por el largo pasillo, se dirigió hacia donde habían abierto la puerta, mis piernas temblaban, me detuve y él siguió caminando, pensando que iba detrás de él, pasé saliva con dificultad cuando mi garganta se secó por completo, los recuerdos de lo mal que me fue en la primera visita, juré para mí misma que no volvería, y ahí estaba, a punto de bajarme, a punto de ver el enfrentamiento de Zaid contra dos familias. Bajé mi mirada e intenté controlar mi mente para que no fuese a ese momento del atentando, ¿En qué momento mi cuerpo se bloqueó? ¿Acaso es por qué sé qué estoy en un lugar que me da miedo? No lo sabía. ―¿Habibati?―escuché la voz de Zaid, cuando levanté la mirada, él estaba caminando de regreso hacia mí, mis dedos se habían aferrado al respaldo de uno de los sillones de cuero, ―Estás pálida y sudando frío―se sorprendió al verme. ―Estoy bien, dame un mo
IsabellaMe quedé embelesada mirándolo por un momento.―¿Estás lista?―asentí, tomé el hiyab que me había dado la primera vez que vine. ―Gracias por usarla por esta noche, aunque no seas una mujer de mi religión. ―le sonreí. ―No des las gracias, no quiero que nadie se quede incómoda por mi presencia al verme sin el hiyab. ―me ayudó a acomodarlo correctamente, luego, tomé mi bolso pequeño y metí el celular, y mis identificaciones. Otro silencio en el transcurso del camino a casa de sus padres, Zaid se veía seguro de sí mismo, pero yo, era un manojo de nervios. «¿Qué es lo que pasará?» La pregunta no dejó de rondar por mi mente, sus dedos siguieron acariciando ahora mis dedos y jugando con el anillo de oro que tenía puesto, le dio vueltas una y otra vez, sé qué estaba ocultando sus nervios. El auto se detuvo frente a la mansión de los padres de Zaid, había varios carros de diferentes marcas, pensé que podrían ser las otras familias, sin duda, queriendo mostrar al mundo que Zaid estaba
IsabellaEscuchar lo que había dicho Zaid delante de todos y en la cara de Azahara, me dejó helada por completo. Su mano siguió aprisionando la mía con fuerza. —Nos marcharemos, estoy muy decepcionado de todo esto. Han cambiado mis planes con mi única hija. —dijo en árabe el padre de Azahara, hizo una inclinación hacia nosotros-todavía mostrando educación- y luego hacia los padres de Zaid que seguían mudos y atónitos por lo que estaba pasando. Respondieron la despedida y el señor tiró del brazo de Azahara que seguía llorando delante de Zaid. Sentí lástima por la desesperación de Azahara, después de esto, muchas cosas cambiarían para ella y la toma de poder de los negocios familiares pasarían definitivamente a Ibrahim como lo había dicho Zaid. ¿Por qué no tomarlo ella siendo la hija única?, sus leyes sí que necesitan mejorarlas ¿Qué una mujer no puede ser buena en los negocios? Entonces algo llegó a mi mente… «¿Dónde estaba Ibrahim?»—Pagaré lo que pidan para quitar el sabor amargo d
Isabella Después de decir aquellas palabras Zaid, «Vamos a casa, habibati» No escuchamos más a sus padres, él solo tiró de mi mano de manera sutil para marcharnos de esa casa, mi corazón se sintió oprimido cuando lo miré a los ojos, era una tristeza que cualquier persona podría mirar en Zaid, muchas cosas pasaron por mi cabeza, quería regresar a decirles un par de cosas, pero sé qué podría estar perjudicando más la situación. Durante el camino a la casa de Zaid, -que insistentemente dijo que era de los dos ahora que somos esposos- fue en total silencio, su mano acariciando el anillo de oro que estaba en mi dedo, su mirada hacia la ventanilla. Quería decirle que regresara y encontrara una solución, que si era el disolver este matrimonio, que lo apoyaba, pero no quería verlo así, «Pero tampoco de la otra manera» torcí mi labio al recordarlo, uno de los motivos por el cual me había casado y así quitarse a Azahara de encima junto con lo de su familia. Llegamos a la casa, con su caballero
Isabella «¿En realidad quieres divorciarte de mí, habibati?» La forma de hacer esa pregunta, era claro que él no estaba interesado en un divorcio, aunque en su religión existía, pero no era bien visto. —En realidad no había pensado en un divorcio después de dar el sí en el ayuntamiento. Y dando respuesta a tu pregunta, es un no. —respondí a su pregunta con total sinceridad así como él estaba siendo sincero, pude notar emoción en su mirada. —Pensé qué lo de casarnos sería temporal solo para que salieras de tu compromiso con Azahara, —él presionó sus labios—Pero lo que acabas de decir me das a entender que no tienes intención alguna de que esto sea temporal, ¿O estoy entendiendo mal?—él negó. —No me interesa un divorcio, habibati. —intenté no sonreír a su respuesta. —Solo me interesas tú, y lo he dejado muy claro. —Bien, entonces, seguiremos casados…—humedecí mis labios, luego desvié mi mirada a mi plato y me centré en mi comida, realmente tenía hambre. John había entrado a informar
Isabella —Entonces, estoy aquí, deseando que me ames, habibi—dije deseosa de que me tomara ahora, mi piel quemaba bajo sus dedos, él asintió, retiró sus dedos de mi barbilla y luego empezó a quitarse a su tiempo la camisa de vestir, para después, quedar sin algo que cubriera su pecho, se veía que hacía ejercicio, tenía marcado su abdomen, mis dedos se fueron de inmediato para tocarlo, escuché como tomó aire a mi toque, pasé saliva y empecé a disfrutar tocar su piel cálida, cuando levanté mi mirada, él me miraba, sus ojos estaban muy oscuros. Noté su garganta tragar saliva. —Quiero que sepas que nunca me he entregado en cuerpo y alma a una mujer. —lo escuché y entendí claramente, había leído que la mayoría de su religión se guardaban para el matrimonio, para esa primera noche para su esposa, aunque no era yo una musulmana, igual mantenía mi virginidad, más por centrarme en otros aspectos de mi vida que en lo carnal. —Yo también, nunca me he entregado a un hombre—mis dedos se deslizar
Alooooo! Alguien me recordó que no todos tienen redes sociales, así que se me pasó enviarles por aquí la información :-*Hoy empezará la ausencia de las actualizaciones de esta historia, ya que hoy se comenzó a escribir los capítulos del MARA-TÓN y son mas de diez capítulos, e incluiré FINAL, EPÍLOGO Y EXTRA, así despidiéndose esta historia, solo les pido paciencia, como lo dije en el post en mis reds sciales, no son enchiladas para escribirlo en una hora jajajajaj, esto llevará un par de días (: solo paciencia y sé que VALDRÁ LA PENA ESA ESPERA, solo diré eso. Otro asunto importante que quiero compartir es que este mes de mayo se van a terminar las dos novelas en proceso que es esta historia de Habibi y la de un juego del destino, así despidiéndome de manera indefinida en volver a subir historias nuevas, solo estarán viéndome activa haciendo promoción a mis pronto 29 HISTORIAS COMPLETAS (Hay 27 historias de mi autoría completas y que estarán en edición para mejorar la calidad de c