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—¿Estás bien?— Salvatore se acerca —Sí. descuide no sé acerqué— pidió Mía, al reaccionar y se agacha para recoger el desastre—te ayudaré— Salvatore también se agacha —¡No es necesario!— Mía se niega, pero ambos terminan metiendo la mano en el plato roto, dónde Mía se lastima el dedo índice, se lo cortó con un trozo del plató —¡Auch!— se queja Mía y mira su dedo, el cual empieza a sangrar—¡Te has lastimado, colócate de pie!— ordena Salvatore y Mía lo hace Salvatore al ver la sangre de Mía, le dieron ganas de meterse el dedo en su boca y succionar la sangre. Pero debe ser discreto para no atemorizar a Mía. Ella toma asiento en la silla, y Kians rápidamente trae el botiquín de primeros auxilios. —deje caer tu comida, lo peor es que no hay más, como lo siento— se disculpa Mía—descuida preciosa Mía, no coloques esa carita, ya pasó, pido a domicilio, además, no será la última vez que cocines, habrá otra ocasión para probar tus deliciosos platos, pido disculpas por ocasionar ese incid
—disculpe interrumpir Jefe, traigo la pizza— Maikol se acerca y Mía deja de mirar a Salvatore.Salvatore aprovecha que Mía no lo está mirando para retomar su compostura, volver a la normalidad. —gracias Maikol, aprovechando que estás aquí, te presento a Mía, es la amiga de Leticia—un placer— Maikol extiende su mano y Mía alza su mirada—un gusto— estrecha Mía su mano con Maikol—ya te puedes retirar, ya sabes lo que debes hacer— da órdenes Salvatore—sí jefe, le pido un permiso— Maikol se marcha rápidamente—referente a lo que me dijiste, mis ojos cambian de color cuando estoy conmocionado, mi corazón es sensible y lo que me dijiste de tu hermana me llegó al alma Mía muerde su labio inferior, pero de manera inocente, sin saber lo que estaba causando en Kians.Ella está pensativa, recuerda haber visto a Maikol en unos de sus sueños, de aquellos que ha tenido de David. —¿No me creés?— Kians, pasa saliva, no quiere ser descubierto—Amm sí, solo que estaba pensando en otra cosa… ¿Ese ta
—lo mejor es que me suelte la mano señor Salvatore— Mía intenta soltarse de su agarré, puede escuchar la murmuración de la gente, y puede sentir sus miradas de mala vibra —descuida, somos buenos amigos ¿O no?— Salvatore en breve movimiento la hace ponerse frente a él —no temas, es que eres tan bella que todos me envidian, por favor, déjame disfrutar de tu compañía— súplica Kians y Mía presiona sus labios para callar sus palabras de negación —vamos a bailar y a comer, a pasarla muy bien juntos ¿Bueno? —esta bien, pero por favor, le aclara a sus empleados que solo somos amigos, no quiero malos entendidos—no soy suficiente para tí ¿Cierto?—por favor, no me ponga contra la espada y la pared, seamos buenos amigos— dijo Mía y Salvatore le sonríe ampliamente, pero algo pasa, Kians, siente un fuerte olor impregnarse en sus fosas nasales. Al desviar su mirada de Mía, mira alrededor siendo audaz, y puede ver a Liam, el Rogue Para Salvatore, fue excelente para hacerle entender que Mía será
—¡Qué costumbre Liam!— gruñó Mía y luego golpea su ancha espalda —¡Bájame carajo! ¡Me molesta que hagas esto!— Mía patalea, pero luego siente sus nalgas arder, su Alfa le propino una fuerte palmada en aquel trasero que te según él, le pertenece —¡No me agradas!— dijo Mía y luego sin previo aviso, se vino en vómito, sin quererLiam al escucharla vomitar se preocupa por ella, su temperamento se empieza a reducir y con agilidad, la baja, le ayuda a sostener el cabello para que ella siga vomitando y eso Mía no sé lo esperaba, pero este embarazo está haciendo estragos con ella.—tranquila— le susurró Liam, solo ella puede transformar esa bestia infernal, en un alma doblegada por amor Mía siente náuseas intensas, malestar estomacal y debilidad, por lo que Liam acaricia su espalda siendo muy gentil. Cuando las náuseas desaparecen, Mía endereza su espalda y mira a Liam con vergüenza, sin embargo, no esperaba que su Rogue, sacará un pañuelo y con delicadeza, limpiará su boca sin dejarla de m
Al llegar al hotel en que Liam se está hospedando, le paga al taxista dejándole propina y Mía se baja rápidamente, y luego Liam, que la toma por sorpresa al cargarla como una bebé.—Liam, nos están mirando— Mía se aferra al agarré de Liam—que lo hagan mi amor, jamás me ha importado lo que piensen los demásEl Alfa ingresa al hotel, y luego, la lleva cargada hasta que llegan a la habitación suite presidencial, algo muy desconocido para Mía.Liam la lleva a la cama y sin darle tiempo a Mía acomodarse, la empieza a besar de manera desesperada, es un beso tan hambriento que a ella le cuenta un poco seguirle el ritmo.Como todo un salvaje, rompe aquel vestido en dos partes, dónde Mía siente sed de más.—¡Eres hermosa!— dijo Liam, con aquella voz gruesa tan varonilMía cierra los ojos, pero los malos pensamientos vienen a su mente, su hijo fallecido, Domenik y David, tratando de apagar su llama pasional.Pero ella abre los ojos, quiere disfrutar este momento con Liam, con su Alfa, con él h
—¡Oh por Dios!— exclamó Leticia mentalmente, y aún con su dolor, se coloca de pie, lo peor es que puede oír los pasos aproximarse en la puerta, al mirar a su alrededor, lo único que se le vino a la cabeza, es esconderse detrás de las cortinas que decoran las grandes ventanas.La comadrona se coloca de pie siendo muy audaz, casi no le queda tiempo, y por milagro de la diosa luna, Leticia alcanzó a esconderse antes de que Maikol la viera.La respiración de Leticia es pausada, y sabe que no puede hacer ni el más mínimo ruido porque si no todo estaría perdido para ella.—¿Encontraste algo?— pregunta Salvatore, que está de muy mal genio—no jefe, solo el florero que se partió— Maikol se inclina y lo recoge, para luego botarlo al bote de basura —es extraño, aquí debe de haber alguien— Salvatore mira detalladamente a su alrededor mientras que Maikol, siente un viento recorrer su cuerpo y al mirar en dirección de dónde proviene, se percata de que una ventana medio abierta—no nos alertemos
—¡¡Mía!!— la voz de Leticia detiene a Salvatore, pero literalmente maldijo a Leticia mentalmenteMía fue salvada por la campana, aunque no sabía con exactitud las intenciones de Kians, pero tampoco le agradaba su acercamiento aunque ella le pidió alejarse.Leticia se acerca rápidamente. —estamos ocupados ¿No ves?— pregunta Kians a la Leticia, la cual mira con nerviosismo a Mía —no lo estamos, señor Salvatore, hire a la habitación para dejarle organizado— Mía se hace a un lado y agarra a Leticia de la mano —tengo algo importante que decirte— se atrevió a decir Salvatore, por lo que Leticia pensó que le dirá lo de David —lo siento, quiero respirar un poco y regresó para despedirme de usted y luego marcharme— Mía sigue su camino junto a Leticia Al ingresar a la habitación, Kians, le propina un puño a la pared, descargó su furia, y siente ganas de matar a Liam.Mía observa como las manos de Leticia tiemblan, y le coloca seguro a la puerta lo cual no es nada bueno.—me preocupas Letic
Liam siente su sangre hervir y luego soltó un rugido que hizo vibrar hasta las paredes, asustando a Mía, la cual se separa inmediatamente de Salvatore.El Rogue rugió nuevamente, pero en este caso, sacando sus garras y colmillos. Los músculos de su cuerpo se incrementaron más, dónde la camisa se hizo más pequeña y se terminó rompiendo.Liam volvió a gruñir, así que Mía sabe que su Alfa ha perdido el control. —¡Liam…!— gritó, porque no quiere que algo malo pase y todo por culpa de SalvatoreEl Rogue corre a zancadas firmes hacia Salvatore, el cual lo espera con ansias, mientras que Mía se aleja atemorizada. —¡Mía!— la menciona Leticia con preocupación, y aparece Maikol, agarrándola de la cintura, aprovechando el momento de distracción y le cubre la boca. La comadrona intenta soltarse de Maikol, pero él ejerce la fuerza suficiente para que ella sea vulnerable a su lado y sin perder el tiempo, se la lleva al otro extremo de la empresa. La quiere tener solita para él —¡Liam por favor, cá