Puede ver la herida de su hijo y como derrama, sangre en abundancia, ella lo agarra y lo coloca en el suelo, e intenta detener el sangrado, pero no es suficiente, su hijo ya está muerto.

—¡Conner! Por favor hijito, no me dejes sola, noooo por favor Dios— Luna lo agarra entre sus brazos y el cachorro se está enfriando. Mía del desespero lo sacude, le grita, y lo vuelve a sacudir y eso que si que estrujó el corazón del Alfa

—lo siento amada, es en vano, el cachorro ha muerto— interrumpe Liam porque le duele verla sufrir

Mía deja a su cachorro en el suelo y se coloca de pie, y de un momento a otro, arremete contra Liam y al estar cerca, lo empuja, pero el cuerpo del Alfa ni siquiera se mueve, los golpes de su loba predestinada, no le hacen nada, pero verla llorar, saber que está sufriendo eso sí que le duele.

—¡Eres un maldito asesino!— Mía lo golpea y luego lo abofetea —¡Mataste a mi hijo! ¡Te odió! ¡Te odió! Que toda maldición caiga sobre tí y tu reino— estruendos se escuchan desde el