ALASKA El sonido de mi teléfono me despierta, estiró ni mano contestando sin mirar quien me llama. Me siento fatal al despertar. —Hija mi amor —es mamá —¿cómo te sientes? ¿quieres que vaya a tu apartamento? Tan linda, me gusta como se preocupa por mí. Y siempre sabrás que la única que te querrá y preocupara de verdad por ti es mama. —No es necesario mamá, estoy bien—me siento en la cama, mirando el reloj de la mesa de noche, dormí más de tres horas—como están ustedes. —Quisiera ir a tu apartamento, hablar contigo de algo importante. Arrugó mi entrecejo, se siente que es algo importante. —Estoy en el apartamento mamá, sabes que eres invitada siempre. —Voy para allá—me siento en la cama, sacando mis pies. —Te espero. Me pongo en pie para darme una ducha rápida. Mamá por lo general casi nunca viene a mi apartamento, yo los visitó y si quiere hablar conmigo debe ser de algo que la atormenta. Miró mi teléfono al recibir un mensaje, sin mis amigas que están interactuando en
ALASKAMis amigas llegan, le escribo a mi novio que estoy con ellas y que no es necesario que venga a visitarme ya que se quedaran conmigo aprovechando que estoy incapacitada. Beben champaña, mientras yo solo un poco de jugó, estoy tomando medicamentos y lo más prudente es no mezclar nada. Hemos modificado la sala y estamos sentadas en el piso, con los cojines de los sillones para acomodarnos mejor. Les cuento de mis padres y aunque apenas sin unas sospechas se ven igual de sorprendidas a mí. Cambiamos de tema a mi accidente e inevitablemente Bruno tiene que salir a solución. No se como me lo voy a sacar de la cabeza cuando a cada nada hablo de el y lo tengo que ver en la empresa.Me gustaría que dejaran de recordármelo. —Entonces el héroe del momento es Bruno—habla Mariana—al menos hizo algo bueno en toda su vida, porque seamos sinceros que es un parasito.Muchas personas lo tienen en muy mal termino. No escucho cosas buenas de él, solo cosas malas lo que me hace cuestionar si de
ALASKA Los zapatos me los pongo bajito. Me duele aun al caminar, pero la venda y los medicamentos están haciendo lo suyo, porque ya me siento mucho mejor. Mis amigas partieron muy temprano a sus trabajos y yo no me puedo quedar atrás. Entro con mi novio a la empresa, Abel paso por mi para traerme, es un lindo y cosas como estas me indican él porque es el hombre soñado para mi. saludo a las personas que están en la recepción, también a la secretaria que ahora tenemos Bruno y yo. Es una mujer hermosa, no cabe duda y parece ser muy responsable en sus labores. Es lo que necesitamos, personal responsable, pero sobrero honesto. Aunque esto es un esfuerzo, ya que presupuesto para una empleada más no tenemos, sin embargo fue algo que exigió Bruno y bueno, yo también la necesito. —Necesito mi amor, que vengas conmigo a la sala de reunión con Bruno, acaba de escribir diciendo que está esperándome. El tono que emplea me preocupa, y mas el tener que ver a ese hombre. Ayer no pude dormir
ALASKA —Será mi amor que puedes dejar a un lado tu odio oír mi mejor amigo y concentrarte en lo importante. —Lo lamento, es difícil a veces ser hipócrita, pero sabes que, si lo haré, solo tienes que dejar que absorba la idea. —No debería ser tan difícil, Bruno esta poniendo de su parte, cosa que es difícil con el, no sé porque tu no. Recoge los documentos, si tan solo pudiera explicarle lo que me pasa. Si fuera otra persona diferente a la cual poder decirle sin que me jugué esto que me está pasando. Estoy segura que estaría de acuerdo en poner distancia entre Bruno y yo. No soy capaz ni siquiera de hablar con mis amigas, me da vergüenza confesar mis sentimientos. —Mi amor, sabes que lo haré, hablaré con tu amigo y nos pondremos de acuerdo para viajar. —Mañana mismo necesito que se pongan a trabajar en eso, menos mal tenemos todo lo que se requiere en esa ciudad y creo que tuvimos un poco de suerte con eso. Si, tiene razón, además está será una oportunidad que no podemos r
ALASKA Siento que mis latidos se aceleran viendo la imagen que pone arder mis ojos. La tiene encima del escritorio con las piernas abiertas dándome la espalda. Le besa el cuello y solo puedo ver el rostro de placer indescriptible que expresa. Se ve, se puede percibir lo rico que la esta haciendo sentir. Junto las piernas con el fuerte azote que rodea clítoris al imaginarme que soy yo quien goza de sus besos, caricias, del calor de su cuerpo. Apoyo la espalda en la pared con el gemido que suelta Taliana controlando mi instinto. Tengo rabia una, una tormenta de ira recorre mi sistema ocasionando que apriete mis manos con fuerza. Me da rabia, que haga eso con ella y el sentimiento me hace querer llorar porque no debería sentir eso. —Señor debemos parar —dice ella—no está bien lo que estamos haciendo. —Está bien, solo es sexo y ya, no tienes nada de que temer. —Alguien puede venir —se le siente la respiración pesada—no quiero perder mi trabajo —Me hago cargo de todo—le dice el
ALASKASacudo mi mente de tantas imágenes que se me viene a la cabeza, pensando en lo que no debo pensar. Somos como el agua y el aceite, aun asi, quiero su cuerpo junto al mio.Basta Alaska. Ya parala porque pensando estupideces no vas a conseguir nada.—Lo siento por ti, pero ya la decisión está tomada y ella se va, si tanto te preocupa, pues consíguele trabajo, pero Taliana aquí no trabaja mas, de hecho debería echarte a ti también, pero lamentablemente no puedo. Digo tomando el lado derecho, pero vuelve a bloquearme la salida impacientándome. No lo quiero tener cerca, no puedo.—Déjame pasar—tengo el corazón en la boca —no estoy para tus juegos Bruno, no seas idiota.—No se de dónde sacas que juego contigo, te estoy hablando claro porque por encima de mí no pasas y quiero que Taliana se quede como mi secretaria, si no la soportas, entonces contrata una tú, pero ella no se va. —¿Tanto te importa? —las palabras salen solas—tanto te gusta esa mujer que no puedes estar lejos de ella
ALASKALe pongo más peso a la máquina para hacer un circuito de brazos, de tren superior de mi cuerpo. Correr no puedo por el tema del pie pero no me puedo quedar quieta tanto como quiero o según las indicaciones de la doctora.Realmente con todos los problema mentales actuales me es imposible quedarme quieta en casa, encerrada permitiendo que los pensamientos afloren, atormentándome mas de lo que estoy ya.Me siento mal, realmente mal y hasta me dan ganas de llorar cada que pienso en Abel. Quisiera que alguien me ayude, me de un consejo pero hablar ese tema que me atormenta, me causa mucha vergüenza. Mi cuerpo transpira realizando el conteo queriendo drenar por medio del sudor todo esto que me está quemando por dentro. Respiro profundo, más personas ingresan al gym ocupando el espacio. La canción de Sia imparable invade mi sistema auditivo mientras las gotas de sudor se toman mi espalda, frente y brazos. No se qué voy hacer, tengo mucho miedo de lo que vaya a pasar y no tengo un p
ALASKANi siquiera puedo describir lo que me hace sentir su mirada en la mía. Es como si una tormenta impactará mi cuerpo, me hiciera pedazo y me volviera a reconstruir. Me siento tan extraña con el y juro que nunca unos ojos me habían hecho sentir tanto. Son cosas raras porque pese a que me mira mal, con odio al igual que yo a él, siento que detrás de esa mirada llena de desdén, se esconde algo más y ese algo me excita, me calienta. —Si vienes con reproches es mejor que te vayas Alaska, no estoy para tus mierdas sin sentido. Baja la mirada a la documentación que tiene en el escritorio. Me ignora es un completo hijo de puta cuando se lo propone. —Quiero hablar contigo Bruno —No me ves ocupado —respiro profundo —no tengo tiempo para atenderte. No puedo creer que este concentrado en el trabajo. Aunque debo confesar que se ve muy bien siendo responsable. Alza de nuevo su mirada despectivamente. —No escucho la puerta cerrarse.—Necesito hablar contigo Bruno—tomo asiento frente a e