BRUNO

Pareceré un puto depravado, pero nunca me había pasado y supongo que estas ganas tan inmensas es por lo que ella representa. Tiene la marca de lo prohibido, de lo que no se debe tocar y esos son los retos que a mí me gusta afrontar.

Bebo del vino mientras organizamos lo que tenemos que hacer y comienzo a dar órdenes al grupo que tenemos en esta ciudad para que se preparen para mañana. Tenemos que visitar varios lugares con los estudiantes y es algo que nos tomará mínimo una semana. Una semana con esta mujer, será un completo tormento.

—¿Quieres más? —mueve su cuello y asiento.

—Si por favor—no despego la mirada, estoy un poco complicado con algunas cosas. Sé que un poco, pero realmente estoy un poco desorientado en algunos puntos.

La propuesta me gusta, pero el tema del guion y demás cosas, no las tengo tan claras como creería.

—Hablé con Abel, le dije que estábamos compartiendo habitación.

No sé por qué lo dice, sin embargo, le respondo, porque me llena de curiosidad sab