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 ENCUENTRO 3

 ENCUENTRO 2

ALASKA 

No encuentro una manera cómoda de sentarme. Sin embargo, como la profesional que soy, continuó explicando y dándole paso a mi novio que después le entrega el contrato para que firme. 

Recalco, en este momento no tenemos muchas opciones. Bruno si desea, puede salvar el negocio de su amigo el cual tenemos 50/50. Somos los únicos dueños.

La idea que le propongo es invertir, y le devolvemos su dinero con un 3% de participación agregado después de pagarle la cantidad invertida. Creo que es un buen negocio para todos ya que supongo es un hombre que no le gusta los compromisos y esta empresa requiere eso, tiempo y mucho compromiso de parte y parte.

Tengo entendido que es diseñador gráfico, además estudio administración de empresa y sabe varias idiomas. Entiendo que el hombre ha desperdiciado tontamente su talento.

—Todo hasta ahora me parece bien, solo que no confío mucho en una empresa la cual es estafada por uno de sus empleados y sobre todo, aún no han capturado. 

Maldito, sabía que me iba a sacar eso en cara. 

—Eso pasa en las mejores empresas amigo, a veces se confía en las personas y abusan de nuestra generosidad, pero ya hemos tomado precauciones porque no vamos a permitir un desfalco más. 

—Me genera un poco de desconfianza, el dinero que piden es mucho, así que no puedo simplemente arriesgarlo como si nada en un negocio que no tiene control. 

Es un hijo de puta, este dinero que le pedimos no es nada para todo el que tiene. Se lo gasta en una semana en las vegas y nos niega ahora la ayuda. Siento que comienzo adiarlo.

—No se trata de control—intervengo—se trata de confianza, no somos adivinos para saber que nos traicionarían de esa manera y mucho menos podemos saber las intenciones de las demás personas—agrego—caras vemos corazones no sabemos. 

Se queda mirándome, siento que lo odio por caprichoso, le he explicado a la perfección las cosas y viene con esas pendejadas. Se muerde el lacio inferior y me pregunto cómo besara, y lo peor que podría hacer con su boca en mi entrepierna. 

No debería pensar así, pero me es imposible no hacerlo, simplemente me siento extraña, como nunca antes. 

—De todas maneras, lo pensaré, revisaré el contrato y te daré una respuesta mañana mismo. 

—No queremos parecer desesperados, pero nos urge hermano, así que te agradezco infinitamente si para mañana nos das una respuesta.

—Claro que la tendrás. 

La reunión termina y me levanto bajando la tela del vestido. Su mirada me recorre y me muerdo el labio inferior envuelta en fuego. 

—Fue un placer conocerte y espero tener buenas noticias prontamente. 

—Lo mismo digo. 

Responde con seriedad y al parecer siempre es así. Abel me toma de la cintura para encaminarnos a la salida. 

Caminamos por el pasillo y voy en medio de los dos. Entrelazo los dedos con mi novio y respiro con dificultad cuando mi mano se roza con la Bruno que no hace el más mínimo intento por evitarlo. 

Los pelos se me paran de punta y creo una distracción viendo unos zapatos que están hermosos. 

—¿Los quieres mi amor?

Pregunta mi Abel y si los quiero, pero ahora no tenemos como pagarlo porque debemos ahorrar lo mas mínimo hasta que podamos salir de este mal momento. 

Realmente no se si deba sacar dinero de mis ahorros para poder pagar la nomina, es que ese desgraciado nos dejó en blanco prácticamente. 

—No, solo es curiosidad. 

Se verían geniales en mis pies. Realmente me merecen esos zapatos, sin embargo sigo mi marcha esta vez dejando a Albel en medio de los dos. 

Me siento mucho mejor así, y caminos directo al parquiadero donde terminamos de despedirnos. Me mira por última vez antes de buscar su auto, un lamborghini urus precioso el cual grita lo millonario que es. 

Me subí al auto de mi novio, ambos tenemos pero no uno como ese. Es audi blanco es clmodo y tampoco soy del tipo de mujer que usa cosas costosas, me gusta mas la ropa que las joyas. 

—Y entonces mi amor, como te pareció mi mejor amigo, tienes una visión diferete de el o no. 

Diferente no, sigo pensando que es el hombre más atractivo que he visto en mi vida, sin embargo, es algo que no puede decirle a mi novio, será un secreto que tampoco debe tomar poder. 

—Pues un poco desconfiado, pero yo también lo estaría, de resto me pareció un hombre de los más común. 

—Espero se lleven muy bien, por fin está aquí en Italia al parecer se va a radicar en esta ciudad, así que vamos a verlo mucho si decide invertir con nosotros. 

No sé porque siento que eso a corto plazo me traerá problemas. Despejó mi mente dejando las cosas, así como están, de pronto no acepta y yo aquí pensando cosas absurdas. 

Llegamos a la empresa, tenemos varios comerciales en marcha, estos ya los pagaron y tal dinero entró en el robo efectuado. 

Nuestros empleados no saben aún, y espero tampoco se den cuenta de ello. 

—Te amo mucho—me dice antes de separarnos—vamos a salir adelante.

—Lo se cariño—acaricio su rostro con mis nudillos—hemos enfrentado peores cosas.

Se rie dándome una imagen perfecta de sus hoyuelos.

—Fue más difícil empezar, así que tengamos fe que no vamos a caer.

Me contagia de su optimismo.

—Te amo mucho, me iré a trabajar.

—Yo iré a la oficina, vere su puedo ganarle el contrato a la competencia, si obtenemos poder realizar los comerciales de Pepsi, coca-cola, red Bull y Heineken para el mundial, la rompemos mi amor.

—Se que lo podrás lograr cariño. Nos hablamos.

No somos de muestras de cariño delante de los empleados, saben de nuestra relación, pero un beso nunca nos falta. vuelvo a mi oficina, esta falta de secretaria me tiene mal, pero termino de trabajar volviendo a mi casa.

Le escribo a mi novio el cual esta en su apartamento, preparo algo de comer para mi mientras hablo por video llamada con él. Esta desanimado, quiere ese contrato a como de lugar, pero Aston, nuestra competencia es bueno en lo que hace el malnacido.

—No te preocupes mi amor, se que lo lograras, siempre traes excelentes contratos para la empresa.

—Nena, en verdad que siento que les hizo una mejor propuesta, espero nos elijan porque el contrato, seria millonario.

—Lo se mi amor, pero eso a mi no me preocupa ahora—salteo algunas verduras—los nervios los tengo de punta si tu amigo decide no aceptar nuestra propuesta.

—Yo si estoy seguro de eso, Bruno está interesado.

Hablo con el por unos minutos más y me despido. Me doy una ducha, después de comer para recuperar energías, necesito apagar mi cerebro a ver si dejo de pensar tantas pendejadas.

A la mañana siguiente me levanto muy temprano, miro mi reloj y bajo a las 4 de la mañana al gimnasio que hay en el edificio. Hago mis estiramientos y me subo a las bandas con los audífonos concentrándome en mi rutina de una hora que inicia con diez minutos de trote suave para entrar en calor.

Todas las canciones de Sia las reproduzco y no entiendo, no se si me pasa solo a mí, pero unstoppable, me hace sentir tan indestructible, que todo lo puedo, que estoy hecha para cualquier reto. Del calentamiento paso a las maquinas donde hago un entrenamiento completo de brazos, piernas y abdomen ignorando a todo el mundo.

Siento miradas de hombres encima mío, la ropa deportiva estiliza el cuerpo de cualquier mujer llamando la atención de las miradas masculinas y femeninas, yo no me quedo atrás, sin embargo, me concentro en quemar calorías y volver de nuevo a la banda para culminar con mi entrenamiento.

Vuelvo arriba, me quito toda la ropa antes de darme una ducha y ponerme mi vestido que complemento con zapatos negros altos, joyas y mi bolsa.

Miro mi reloj, son pasada las síes de la mañana y llego primero que todos, debo adelantar trabajo. No tengo secretaria, así que reviso los correos los cuales por lo general son pedidos y a las 8 me encamino a la sala de grabación donde se esta terminando algunos comerciales de pañales, de bebidas alcohólicas etc.

Estos pedidos ya están pagados, y si, entraron en el robo, pero debemos terminarlos. Se que necesito secretaria, pero la que tenia renuncio y espero que al para esta semana si recibimos el dinero de Bruno, pueda poner un anuncio para contratar una.

Coordino, observo y clasifico volviendo a mi oficina. Abro la puerta quedándome en petrificada al ver a semejante hombre parado en la ventana con las manos en los bolsillos.

Las piernas se me debilitan y siento que desaparece el aire a mi alrededor cuando nota mi presencia. Se gira sin sacar las manos de sus bolsillos en lo que yo me adentro con un nudo en la garganta.

—Alaska buenos días—al menos es educado.

—Bruno buenos días.

Respondo queriendo actuar normal.

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