La madre de Tania era bastante agradable, sentía como si fuese una madre, algo que no sentía desde hace mucho tiempo.— ¿Mara? — preguntó él en cuanto escucho el nombre de la mujer, esta no estaba feliz con su nombre, pero había decidido nunca cambiarlo, era un dulce recuerdo de sus padres.— Aguas amargas — preguntó él, había escuchado aquel nombre con un significado que distaba de lo grandioso, no entendía por qué sus padres lo habían escogido.— Realmente no lo pensaron por eso precisamente.Mis padres estaban bastante enamorados, cuando nací, fue lo mejor que a ellos le pudo pasar, eso es lo que contaba Margarita, la abuela de Tania.Para ellos el significado iba más allá, sí, uno de ellos era ese, la mujer afligida, en un pasaje de la Biblia, Noemí, al perder a su familia, dijo: "No me llaméis más Noemí, llamadme, Mara, porque Dios me ha llenado de amargura", ellos no lo veían así.Pues el otro significado era de la mujer enamorada, la romántica.Aprecio eso, es que a veces se le
Padres, estos siempre intentan pensar en lo mejor para sus hijos, lo difícil de esto es cuando comienzan a pensar en lo que a ellos les gusta y que, según su criterio, beneficia a sus pequeños.Así había sido la vida de Hans, este había tenido una familia bastante intensa, estos intentaban que él tuviese lo mejor, pero la fama, el dinero y el poder de intervenir en los gustos de sus hijos.Las gemelas habían decidido irse por el mundo del modelaje, ninguna de las dos estaba dispuesta a hacer una carrera universitaria, el peso quedó en manos de Hans, que se había decidido por el deporte, tampoco estudió, pero debía ser uno de los mejores pilotos de la fórmula y lo había logrado.— Quisiera estudiar algo relacionado con animales, quizás veterinaria — le había dicho cuando estaba a punto de terminar su escuela, estaba en aquella búsqueda de lo que realmente quería para su vida.— ¿Qué quieres qué? — preguntó este dejando de lado el matutino periódico y por primera vez en algunas semanas,
Comer, reír y charlar un poco, eran las cosas que más hacían desde la estancia de la familia de Tania en casa de Hans, estos estaban completamente acostumbrados a eso, parecía ser cotidiano sentarse en la noche y hablar, Mara, preparaba algunas galletas, las favoritas de Hans eran de chips de chocolate en avena.— No pensé que estas serían mis favoritas — dijo él mientras degustaba de las deliciosas galletas de Mara.— Son las primeras que aprendí a hacer, la primera vez fue desastroso — contó esta entre risas.— Yo nunca aprendí a hacer galletas — dijo este haciendo que Mara se emocionara, una de las cosas que más amaba era enseñar.En sus ratos libres lo hacía, Tania nunca había aprendido a hacerlas, pero cuando comenzó a independizarse aprendió por su cuenta.— Me gustaría enseñarte — le dijo esta y no era una pregunta como tal, la realidad era otra, ya tenía programado en su mente, los días en los que iría.Tania veía como estos se llevaban tan bien, mucho mejor que con ella misma
Nunca en la vida había conocido a alguien como Ángel, este era su versión masculina y la forma en la que podían entablar una conversación era realmente agradable.Había llegado esa noche al restaurante con un poco de ansiedad, no sabía si sería como aquella vez que habían salido, estaba nerviosa y negarlo era algo que no haría.— ¡Hola! — le saludo en cuanto lo vio, este tenía una sonrisa de oreja a oreja, algo que le agradaba bastante, pues este siempre estaba bastante feliz.— Estuve esperando unas cuantas horas, pero vale la pena cuando la compañía es tan agradable — le dijo en cuanto la tuvo cerca, Tania no podía negar que aquel colombiano era demasiado guapo, pero también tenía claro que la amistad que este le había brindado era realmente agradable, hace mucho no conocía a alguien con esa manera de ser y tratarle.— Espero no haberte hecho esperar demasiado — le dijo y este Sonrió, no tenía ningún problema con los cinco minutos que esta había llegado tarde.— Estaba esperando des
Adhara estaba completamente segura de que no dejaría que nadie tocar a Dorotea, había visto lo que le paso a Celac como un ejemplo claro de lo bárbaros que eran aquellos hombres.— ¡Adhara! ¿Que haceis? — le grito Larissa que había logrado verle desde lo alto de su habitación, esta no perdió el tiempo y fue en su búsqueda.Adhara por su lado estaba tan concentrada en llegar hasta Dorotea, que no escucha a nadie, no le interesaba hacerlo, lo único que quería era que esta no viviese lo mismo que su hijo.— ¿A donde vais tan deprisa? — preguntó Chaid al ver a su madre salir a toda velocidad.— ¡Adhara está corriendo hacia una persona, no se si esta en peligro! — le dijo sin bajar el ritmo.Mackay habjia escuchado a su madre nombrar a su esposa y salió mucho más rápido que ella, no quería que le pasara nada por su imprudencia.— ¡Doroteaaa! — grito en cuanto pudo tenerla un poco más cerca, la mujer reconoció aquella voz y freno a su caballo, estaba nervios por lo que pudiese pasar y más c
Adhara estaba completamente sorprendida de todo lo que sus amigos le estaban contando, esta por su lado, les contó su nueva condición como esposa del Laird, aunque Celac no estaba muy emocionado, Dorotea conocía su historia, esta no sabía de donde venía, pero estaba claro que había logrado su objetivo principal, poder estar al lado del señor Mackay, el amor de su vida.— Lo lograste — le dijo está una vez que hubiesen descansado.— No lo he logrado aún — le dijo con un poco de tristeza.— ¿Haceis referencia a que? — le preguntó esta mientras recorrían los jardines.— Una unión no es lo que a mi me interesa, Chaid es el amor de mi vida y siento perderlo de la manera mas absurda — le confesó y esta se quedo mirándole fijamente, sabía que la joven estaba completamente enamorada.— A veces es difícil obtener todo lo que nuestro corazón desea, es tan difícil a veces amar, que puede que esté nunca sea correspondido.— En algún momento me amara, espero que no sea tarde — dijo entre dientes,
La vida tras las rejas no era algo que Adhara viese con buenos ojos, le dolía ver aquel lugar.La entrada era fría y lúgubre, algunos bichos se alimentaban de eso, de ver como todo era un caos.— Esto es inhumano Chaid — le dijo y este le miró.— ¿Que vida esperaba para una persona librada de la libertad? — le preguntó y esta se quedó pensando en ello.— Algo un poco más digno, no dejan de ser humanos — le respondió.— ¿Un asesino tiene el derecho a una camada cómoda y comida caliente a diario, un lugar tranquilo y un vida mejor que está? — preguntó indignado, no estaba de acuerdo con ella, pero era difícil llevarle la contraria cuando esta veía las cosas de esa manera.— No digo eso, pero no podeis pagar con la misma moneda, a veces la vida se encarga de todo, pero aunque sea, que este lugar parezca algo decente — le respondió, no le gustaba estar ahí, la sensación de miedo y peligro, era algo UE estaba sintiendo y no le gustaba.Toco la pared mohosa, no sabía exactamente de donde so
El sentido de la Justicia era algo que hacía que Adhara pensara mucho más las cosas, había vivido algunas situaciones en las que esta era la única forma de balance, de hecho era algo que representaba esta palabra, una balanza.Hacer lo bueno no necesariamente era para qué le tratarán de manera especial, lo había porque era lo correcto en la vida, había vivido así desde mucho y su abuela le había enseñado el sentido de esa palabra, la convivencia en el equipo de porrismo igual.Era un escenario que se prestaba para hacer montones de cosas que no eran correctas, pero ella sabía que sería actuar en contra de lo que había aprendido en casa, siempre que veía o le decían algo que se podía hacer para ganar, para hacer que su equipo fuese el primero en todo de una manera poco correcta, esta se alejaba rápidamente de eso, no estaba interesada en hacer de su vida un complejo canal de lo incorrecto.— La audiencia será mañana y espero que estés preparada para este pueblo — le dijo Chaid y está a